jueves, 31 de enero de 2013

Factores Importantes al Educar a los Hijos en la Sexualidad

Hay un tema que no dejo de escuchar que inquieta a los papas jóvenes que de pronto se encuentran con que ya tienen hijos en la edad de la pubertad y no saben cómo enfrentar está época en que comienzan a desarrollarse y su cuerpo y comportamiento van experimentando cambios que los convertirán de niños a adultos.

Pero lo que más los aterra es que no saben hacerlo y solamente la idea de enfrentarse a las típicas preguntas sobre sexualidad que comienzan a hacer y que por lo general los topa por sorpresa, los llenan de angustia y desesperación.

Algunas consideraciones importantes a tener en cuenta serían las siguientes con el compromiso de profundizar en cada uno de ellas y de ponerse a estudiar.

  1. La educación de la sexualidad la tenemos que transmitir dentro de un marco antropológico que implica educar de una manera integral, lo cual significa que tengan un mayor conocimiento de la persona humana y una mayor conciencia de su dignidad.
  2. Tenemos que evitar reducir la educación de la sexualidad a la mera genitalidad. 
  3. Enseñaremos que el amor es deseo pero también ese amor implica entrega y donación incondicional al otro.
  4. La sexualidad es algo que nos constituye como seres humanos y el mal uso de ésta no libera a la persona, sino que la frustra y la esclaviza.
  5. Tenemos como padres que estar conscientes que educar a los hijos en la sexualidad nos corresponde a nosotros dentro de un marco de escucha, empatía y reconocimiento y que es en la familia en donde el niño descubre el verdadero significado del amor por el amor que se tienen sus padres y que le tienen a él.
  6. La familia es en donde aprende su dignidad por haber sido creado por un ser supremo y porque es único e irrepetible y además aprende el ser persona a través de la convivencia con sus padres, hermanos y familia extendida.
  7. Tenemos que estar conscientes que la educación sexual ha seguido un camino de empobrecimiento carente de valores y el uso indiscriminado de la tecnología más que informar sobre este tema ha traído confusión y mal formación en las conciencias de los niños, los jóvenes y los adultos.
  8. Hay que hablarles del valor de la vida, del valor del amor humano, de la belleza de sus cuerpos, del respeto por el otro.
  9. Transmitirles que la castidad en el amor, significa hacer pasar el bien del otro por delante de mi propio interés a través del autocontrol y de la templanza, ambas virtudes tan poco enseñadas y tan poco vividas.
  10. Pero sobre todo y lo considero lo más importante, es enseñar con el ejemplo transmitiendo como padre el verdadero significado de la masculinidad y como madre el verdadero significado de la feminidad lo que lleva a los seres humanos a la verdadera complementariedad y felicidad verdadera.
La educación sexual es básica para el buen desarrollo de las niñas y de los niños por lo cual debemos de informarnos para hacerlo bien y lo más importante, hacerlo a tiempo.

Tere Durán
http://tereduran.blogspot.mx/

miércoles, 30 de enero de 2013

Deja de quejarte

Cuando nos instalamos en la queja, perdemos el tiempo lamentándonos en lugar de poder estar construyendo un mundo mejor. Aprende a ver las diferentes situaciones de la vida con una óptica constructiva es el primer paso para madurar y ser feliz.

No deberíamos necesitar una desgracia para valorar nuestra vida normal. El mejor regalo que podemos hacernos es la satisfacción interior. Los humanos tendemos a empeñarnos en buscar el placer como si tuviéramos “derecho” a él. Pero si somos realistas, veremos que la vida está hecha también de disgustos. Lo que sí podemos escoger es lo que destacamos en nuestra vida. ¿Qué afirmamos en nuestra vida: las adversidades o los privilegios?
No nos perturban las cosas sino la opinión que tenemos de ellas, en palabras de Epicteto. Si lo pensamos bien, el universo está compuesto de sucesos neutros. Nosotros los convertimos en “buenos” o “malos”.

Las personas afortunadas, ven el mundo con ojos más optimistas. No se entretienen refunfuñando. Y disfrutan más de la vida que otras. Y cuando las cosas van realmente mal, entonces se ufanan en buscar otros motivos para ser felices.
Algunas circunstancias que producen sufrimiento pueden cambiarse y otras, no. Las dos situaciones requieren dos planteamientos diferentes: acción y aceptación.
Cuando más desagradable sea una experiencia, mayor es el desafío. No obstante, en circunstancias extremas, a veces las personas manifiestan una notable resistencia y optimismo. A partir del sufrimiento, algunas personas han creado obras de arte y han tenido ideas espirituales.

No olvidemos otro factor crucial, las demás personas. No es una novedad que nuestro estado mental y nuestro comportamiento afectan a los demás ¿Cuántas veces nos han irritado o deprimido otras personas con sus quejas? ¿Y cuántas buenas sensaciones nos producen las que están contentas y agradecidas? ¿Somos conscientes de las reacciones que producimos con nuestras palabras y actos irritables, amargos o autocompasivos? ¿Notamos la sonrisa que hacemos asomar a la cara de alguien cuando somos positivos y agradecidos?
Que yo sepa, nadie ha alcanzado la sabiduría, ni la serenidad, ni la felicidad lamentándose.

Todos podemos decir las palabras “esto es bueno” para nuestros adentros muchas veces durante el día, afirmando inequívocamente cosas buenas: cuando tomamos la primera taza de té o de café por la mañana; cuando encontramos una hora libre en la que sentarnos a leer al sol; o cuando nos quitamos los zapatos al final del día.
Las palabras “esto es bueno” serán especialmente satisfactorias en sucesos importantes que podemos apreciar debidamente –una promoción o un ascenso, unas buenas notas de nuestro hijo…-; pero, en el resto de las ocasiones, estaremos labrando nuestro bienestar. En última instancia, es el volumen y la calidad de la valoración lo que puede abrirnos los ojos a la felicidad, la nuestra y la que nosotros aportamos a los demás.

Fuente: Aloe Ourense FLP


Hoy quisiera compartir con todos ustedes, un excelente ejercicio que recomiendan muchos profesionales del desarrollo personal. Se trata de dejar de quejarse por 7 días.

Quejarte es lo peor que podrías hacer por tu salud, tu riqueza y por tu integridad como persona.

¿Por qué?

Precisamente porque es en aquello que te enfocas, lo que se manifiesta en tu vida. Así, si mantienes quejándote de tu pobreza todo el tiempo, ¿qué será lo que vas a atraer a tu vida? pues ¡¡¡más pobreza!!!

Piensa por un momento, ¿qupe es aquello en lo que estás centrándote hoy? ¿Alguna vez has analizado tus pensamientos? ¿Son predominantes aquellos positivos o negativos?

Cuando te quejas de tu situación (sea esta cual sea) lo único que estás logrando, es atraer a tu vida, la desgracia.

¿Te has fijado alguna vez en que los que se quejan todo el tiempo por lo regular tienen una vida dura? Parece que lo que podrían hacer mal, efectivamente les sale mal.

Algunos dicen: ¡por supuesto que me quejo! ¡¡¡mira la porquería de vida que tengo!!!

Pero como ya sabes, el verdadero motivo de vivir una vida así, es el enfocarse en la desgracia. Y qué mejor manera que enfocarse en la desgracia que mantenerse quejándose de todo.

¡Deja de quejarte por 7 días!

Pero... ¿cómo puedo lograr dejar de quejarme durante 7 días? ¿Es realmente sencillo?

O por el contrario, es un verdadero reto.

Lo cierto es que uno, sin saberlo, se queja varias veces al día, de diferentes cosas, personas, situaciones, resultados, hechos, ideas, etc.

Y para logar controlar (evitar) las quejas diarias, deberás analizarte en todo momento. Y ya sé que es una tarea un poco difícil, pero te aseguro que ¡realmente vale la pena!

Una tarea adicional que deberás llevar a cabo será la de intentar alejarte de personas quejumbrosas. Incluso si esto es bien difícil (para mí lo es) al menos vale la pena que te hagas el de la vista gorda cuando los escuches quejarse.

Al principio te encontrarás quejándote en diferentes instantes. Para lo cual, recomiendo que lleves la cuenta de las veces que te quejas al día. Te aseguro que te sorprenderás.

Idealmente, este numero tendrá que ir disminuyendo a medida que transcurren estos 7 días, y un escenario óptimo, sería uno en el cual puedas detectar una queja antes de lanzarla, ya sea en voz alta, o en tus pensamientos.

Finalmente el resultado será grandioso, pues nuestras quejas son uno de los factores principales del fracaso, y eliminando uno de los factores que no nos permiten lograr el éxito, llegaremos mucho más fácil y rápido a el.

Así que… ¿por qué no lo intentas?

¡Hasta la próxima!

Por: Juan Sebastián Celis Maya en "Una Visión Diferente del Mundo"
Idea original en: "Los Secretos de una Mente Millonaria" de T. Harv Eker

No a la Pederastia y el Abuso Sexual Infantil

El Grooming es una forma de Acoso Sexual en la red! Tus hijos se encuentran permanentemente asediados por gente sin escrúpulos queriendo hacerles mal a través de seducciones y regalos en los que los menores van cayendo lenta y progresivamente.

Tenemos que estar alertas a esta situación y actuar inmediatamente , en este artículo te pondremos Las recomendaciones directas que te damos para este tipo de casos son las siguientes:

1.Explícale a tus hijos la importancia de no dar los datos en la internet de su teléfono, de la dirección de su casa, igualmente de no enviar fotos ni tampoco videos a desconocidos ni a los amigos o amigas del salón de clase.

2.Enséñale a tu hijo que no se una a niños que no acepte invitaciones en Facebook de niños que no conoce, que ignore el spam y no abra aquellos correos de remitentes desconocidos.

3.Mantén en constante conocimiento de las últimas tecnologías que nuestros hijos frecuentan.


Como regla general siempre debes colocar la computadora en un sitio visible de tu casa, un sitio donde todos pasen y vean qué está haciendo el que se encuentre en la computadora.


4.No permitas que tus hijos estén más allá de las 10 pm de la noche o las 21 horas en adelante, ya que a partir de esta hora se incrementa el número de usuarios y potencialmente aumenta el riesgo.
Instala antivirus y programas de control paterno para navegación con claves que sólo tu manejes

5.Pregunta permanentemente sobre las páginas que visitan, con quién hablan y sobre qué temas.

6.Elimina la instalación de la cámara web, sólo permítelo cuando tu estés en casa y con una clave restringida que sólo tu

7.Si crees que un niño o niña está siendo víctima de acoso a través de Internet hablar con él o ella, sin retarlo, dándole confianza para contarle lo que está pasando.

8.No dudes en contactar a la policía y a las autoridades necesarias cuando verifiques un caso de grooming.

Mantén con sus hijos una comunicación adecuada, diáloga sobre sexualidad sana con ellos, dales la confianza para que denuncien aquellos que les incomode.

Qué tal si te sientas hoy con tus hijos y conversas de una manera fresca y holgada sobre estos temas, estamos seguros que si tomas una actitud de diálogo y mente abierta conseguirás mucha sanidad para ti y tu familia. Te invitamos a que denuncies y prevengas el grooming YA!!

Gracias
PadresExpertos.com

Ciberbullying

Internet es una extensión de nuestras actividades en este mundo real en que vivimos y si bien nos puede resultar de gran utilidad para determinados actividades, lo que a veces ignoramos es que muchos otros y jóvenes están sufriendo al otro lado de la red.

Los niños acosados por sus propios compañeros también tienen que sufrir la intransigencia y la violencia más allá de las aulas. Concretamente las redes sociales y el teléfono móvil son herramientas frecuentemente utilizadas por los intimidadores, agresores o bullys.

La sensación de anonimato e impunidad propiciada por el entorno virtual lleva a los niños acosadores a envalentonarse con la falsa idea de seguridad que les proporciona la Red. Este comportamiento crea nuevos métodos de maltrato que pueden unirse a los que ya se daban en la escuela. Las formas de este ciberbullying más utilizadas son las siguientes:
  • Divulgación de imágenes/vídeos no autorizados: el acosador utiliza servicios de alojamiento o las propias redes sociales para subir fotografías comprometidas (manipuladas o no) que con frecuencia incluyen actos de maltrato a los que previamente ha sometido a la víctima. Estas capturas suelen ser realizadas por terceros cómplices.
  • Altas no deseadas: un grupo de acosadores da de alta un perfil de la víctima en una determinada página web con la intención de difamarla y ridiculizarla. Es especialmente sangrante cuando se trata de web en las que pude valorarse el aspecto físico de la víctima, en estos casos otros alumnos son partícipes del maltrato emitiendo votos negativos y a través de comentarios hirientes.
  • Usurpación de identidad: unido al punto anterior, puede darse también una usurpación de identidad de forma que se utilice el perfil falso para provocar e insultar. En este caso el acosador busca enfrentar a la víctima con terceras personas.
  • Difusión de datos privados: teléfono móvil, correo electrónico, dirección, etc. son datos privados a los que el acosador suele tener acceso y que puede divulgar por la Red e incluso utilizarlos para dar de alta a la víctima en servicios no deseados de forma que esta quede expuesta. En este contexto también se da el envío de SMS y correos electrónicos con amenazas o frases intimidatorias.
  • Rumores dañinos: el maltratador publica rumores falsos sobre el acosado, más o menos elaborados, con el objetivo de ponerlo en ridículo o enfrentarlo a terceras personas. Habitualmente se busca que otros tomen represalias contra la víctima.
Por lo tanto las consecuencias del ciberbullying son igual de importantes al maltrato físico que es tan evidente frente al ciberacoso. Las cifras así lo demuestran, el 40% de los niños de 12 años lo ha sufrido (46% ellas y 36% ellos) y la tendencia a la depresión o la ansiedad en estas víctimas es mayor.

Los casos más trágicos han aparecido desde comienzos de esta década en los Estados Unidos, aunque por aquí también hemos tenido unos cuantos. La sensación de depresión, la ansiedad ante la idea de acudir al colegio, la vergüenza y la impotencia llevan a que hasta una cuarta parte de los acosados tengan ideas suicidas.

Pero no sólo el acoso directo es peligroso, los niños más jóvenes son también los más vulnerables a otro tipo de acoso silencioso: el aislamiento o vacío online. Un curioso estudio británico ha sugerido que los niños de ocho-nueve años presentan una mayor tendencia a ver amenazada su autoestima cuando son excluidos de un grupo virtual. Este ostracismo virtual es quizás la forma más frecuente de bullying online y tiene una potencialidad dañina igual al acoso directo.

La solución se encuentra en nuestras manos , ya que lo como padres y educadores estamos llamados a controlar y prevenir antes que sea demasiado tarde.

Gracias
PadresExpertos

martes, 29 de enero de 2013

El Peligro del Sexting

Realmente hoy en día estamos como padres en un constante riesgo de que nuestros hijos tengan problemas en internet , en sus teléfonos móviles y en sus computadores.

Conocemos cifras que el 24% de los jóvenes entre 15 y 17 años ha sufrido de sexting (contracción de sex y texting; es un anglicismo de nuevo cuño para referirse al envío de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles. Comenzó haciendo referencia al envío de SMS de naturaleza sexual. No sostiene ninguna relación y no se debe confundir el envío de vídeos de índole pornográfico con el término "Sexting". Es una práctica común entre jóvenes, y cada vez más entre adolescentes. También se usa en castellano sexteo)  y lo ha practicado también.

La verdad, es imposible que nuestros hijos no accedan a estas tecnologías, pero insistimos que esto debe ser custodiado y cuidado tal como le prestamos atención al consumo de alcohol de drogas de sustancias psicoactivas etc.

El sexting que se refiere al envío de contenidos pornográficos a través de la telefonía celular sin el consentimiento de su dueño.

Tenemos la noticia de una imagen desnuda de una niña de 14 años de edad . Varias semanas antes de que ocurriera, Margarita, una estudiante del noveno grado en una escuela secundaria en Olympia, Washington. Ella conoció a un chico lindo que le pidió una foto. Con la esperanza de ser novia de este chico y sin siquiera analizar las consecuencias de sus actos, Margarita envió la foto desnuda a su amigo, pero sin siquiera sospechar que cuando ellos terminaron su relación esta imagen fue difundida . Luego una de sus amigas fue quien envió la foto al listado de sus amigos.

Según el New York Times, el plazo de 24 horas “cientos, posiblemente miles, de estudiantes” en cuatro escuelas diferentes medios recibió y transmitió la imagen.
En poco tiempo Margarita comenzó a recibir los textos provocativos de los muchachos que no conocía, junto con las advertencias de sus amigos. El hijo del director de su escuela, incluso recibió el texto, y pronto la policía tomó el caso “, un intento sin cuartel para destruir a alguien sin pensar en las consecuencias.

Las detenciones fueron realizadas, tanto de la chica que difundió el texto, del amigo que le ayudó, y por supuesto el ex novio de Margarita.

Nos preguntamos cual es la intención de un joven al utilizar una imagen de sexo en su teléfono para enamorar a una chica? Cuál es el sentido de este acto? Por qué lo hacen?. Aquí tenemos varias razones:

1. Creen que la imagen estará segura en el teléfono y no saldrá de allí de ninguna manera, no se imaginan que puede ser objeto de un robo o de un extravío del teléfono del dueño o de una mala broma.
2. Piensan que están verdaderamente enamorados, y que esa persona jamás lo va a defraudar, puesto que carecen de experiencia vital para discernir que las personas y las circunstancias cambian en la vida.
3. Se tiene a esta edad una plenitud hormonal que dispara todas las emociones de poder,y el tener este tipo de fotos les realza su género-
4. Desconocen las consecuencias que para su vida puede llegar a tener el hecho de que esa imagen comprometida sea de dominio público.
5. La natural falta de percepción del riesgo que acompaña a la adolescencia y el espíritu transgresor desencadenan ciertos desafíos. En algunos casos resulta simplemente divertido, en otros, sirve para coquetear o dar otro contenido a una relación.


Como siempre, te invitamos a que estés alerta de todas las conductas, amigos y relaciones de tus hijos, qué hacen, cuando lo hacen y cómo lo hacen.


Fuente:
http://hijosypadres.wordpress.com

Niñas Aterrorizadas por sobrepeso: Víctimas de Bullying

Hace dos días, mi hija mayor me dejó aterrada cuando me dice:” Mami, estoy gorda, mira mi barriga!!! Y si mejor no como?”

Los niños y sobre todo las niñas, se sienten afectadas por las exigencias de nuestra enfermiza sociedad actual: el número de consultas pediátricas debido a problemas en la alimentación está registrando un aumento asombroso, particularmente en la población de niñas cuyas edades están comprendida entre los 3 y 9 años.

Estudios realizados a la incidencia de los trastornos alimentarios en los niños en Barcelona, indican que cerca del 48% de los niños de entre 8 y 12 años tiene miedo a estar gordo, indican además que un 46% de los menores de esta edad que están a dieta no tienen sobrepeso.

¿Quien dijo que nuestros hijos deben soportarlo todo, insultos, amenazas y burlas por miedo?

En detalle, el estudio sobre los factores implicados en el seguimiento de dietas en menores de 8 a 12 años, elaborado por un equipo de investigadoras de la Universidad de Barcelona, indica que el 61% de las niñas y el 31% de los niños encuestados respondieron que “siempre” tenían este temor.

La investigación se llevó a cabo sobre 180 niños de 2 colegios de Barcelona y La Roca del Vallés (Barcelona), a quienes -tras recibir el correspondiente consentimiento de los padres- se les preguntó para conocer si sabían lo que era una dieta y si la habían hecho alguna vez, a la vez que se les tomó las medidas antropométricas.

Día a día nuestros hijos están sujetos a sufrir intimidaciones y hostigamientos por cualquier motivo , pero uno de los más frecuentes es el tema de la gordura o el sobrepeso, o el simple hecho de estar pasados unos kilos demás.

Lamentablemente la sociedad ha hecho que nuestros hijos tengan valores y paradigmas acerca de la figura humana real, esto ha causado grandes problemas porque las niñas especialmente buscan parecerse a las barbies o las modelos femeninas del momento. El problema se agrava cuando analizamos las estadísticas y nos damos cuenta que 4 de ca10 niñas sufren de bullying y además son las más propensas a sufrir de bullying emocional, que por demás es muy doloroso por que afecta a las emociones.

Es cuando vemos niñas en los colegios públicos y privados haciéndole chistes y burlas a los demás compañeras por no tener determinado cuerpo o no alcanzar demasiado “peso ideal”.

Ante este síndrome tan grave no sólo debemos prevenir sino mantener en constante atención a las conductas alimentarias de nuestras hijas.

  1. Ayúdale a que aprendan a comer sano, a llevar a cabo una rutina de verduras, proteínas y carbohidratos adecuados para su edad.
  2. Si observas que tu hija tiene una inclinada inclinación por los dulces, chocolatería y harinas, enséñale a distribuir durante la semana esa ingesta, la idea no es eliminarlas sino aminorar su cantidad a la semana la cantidad que ella come de este tipo de alimentos
  3. Inculca que realice ejercicio mínimo 3 veces a la semana.
  4. Ayúdale para que se acostumbre a tomar agua en el día
  5. No envíes en su lonchera exceso de dulces y golosinas, realiza una lonchera adecuada y equilibrada para que la niña no tenga una gran ingesta de este tipo de alimentos.
También encontramos a niñas de corta edad que han caído en el Síndrome de Especialización de la Comida, que hace que las niñas sólo consuman dos o tres marcas de comida . Los alimentos que llegan a escoger son aquellos que no engordan , aunque también existen caso de niños que sólo quieran comer papas fritas y bebidas de una marca determinada y se rehúsen a consumir comidas diferentes .

Evita que tu hija sea víctima de bullying o acoso escolar teniendo en cuenta estas recomendaciones básicas que te ayudarán a sembrar hábitos sanos alimenticios en tus hijas.


Fuente: http://hijosypadres.wordpress.com

lunes, 28 de enero de 2013

El alcohol

Beber o no alcohol es una decisión personal que, más tarde o más temprano, todos debemos tomar. Este artículo proporciona información sobre el alcohol, incluyendo la manera en que afecta tu cuerpo, para que puedas tomar una decisión con fundamentos.


¿Qué es el alcohol?

El alcohol se obtiene por medio de la fermentación de cereales, frutas o vegetales. La fermentación es un proceso que utiliza levadura o bacterias para modificar el azúcar de los alimentos y transformarla en alcohol. La fermentación se utiliza para elaborar muchos productos necesarios: desde queso hasta medicamentos. El alcohol adopta distintas formas y se puede utilizar como limpiador, antiséptico o sedante.

Por lo tanto, si el alcohol es un producto natural, ¿por qué los adolescentes deben tener cuidado cuando lo beben? Cuando las personas beben alcohol, éste ingresa en el torrente sanguíneo. Desde allí, afecta el sistema nervioso central (el cerebro y la columna vertebral), que controla prácticamente todas las funciones del cuerpo.

¿De qué manera afecta al cuerpo?

El alcohol es un depresivo. Esto significa que hace más lento el funcionamiento del sistema nervioso central. El alcohol, en realidad, bloquea algunos de los mensajes que intentan llegar al cerebro. Esto altera las percepciones, las emociones, los movimientos, la vista y el oído de una persona.

En cantidades muy pequeñas, el alcohol puede ayudar a que una persona se sienta más relajada o menos ansiosa. Una mayor cantidad de alcohol provoca cambios más grandes en el cerebro y produce una intoxicación. La gente que bebe cantidades excesivas de alcohol suele tambalearse, pierde la coordinación y tiene dificultad al hablar. Es probable que estas personas se sientan confundidas y desorientadas. Dependiendo del individuo, la intoxicación puede hacer que una persona se muestre simpática y conversadora o agresiva y enojada. Los tiempos de reacción se vuelven mucho más lentos; por eso es que se aconseja no conducir cuando uno bebe. Las personas intoxicadas llegan a pensar que se están moviendo correctamente cuando, en realidad, sucede todo lo contrario. Es posible que actúen de una manera completamente diferente de la habitual.

Si se toman grandes cantidades de alcohol en un lapso de tiempo breve, puede haber envenenamiento por alcohol. El envenenamiento por alcohol es exactamente lo que estás pensando: el cuerpo está envenenado o intoxicado con grandes cantidades de alcohol. El primer síntoma del envenenamiento por alcohol son los vómitos violentos, porque el cuerpo intenta deshacerse del alcohol. Otras consecuencias son la soñolencia excesiva, la pérdida de la conciencia, dificultades para respirar, una peligrosa baja del azúcar en sangre, convulsiones o incluso la muerte.

¿Por qué beben los adolescentes?

Durante la adolescencia, es común que se experimente con el alcohol. Algunos de los motivos por los que los adolescentes beben alcohol o prueban las drogas son los siguientes:

  • por curiosidad
  • para sentirse bien, reducir el estrés y relajarse
  • para no sentirse diferentes
  • para parecer mayores
Desde que son muy pequeños, los niños ven mensajes publicitarios con gente hermosa que disfruta de la vida... y del alcohol. Y como muchos padres y otros adultos beben alcohol en reuniones sociales ?por ejemplo, beben cerveza o vino durante una cena?, muchos adolescentes creen que el alcohol es inofensivo.

¿Por qué no debo beber alcohol?

Si bien en los Estados Unidos es ilegal beber alcohol antes de cumplir 21 años, la mayoría de los adolescentes tiene acceso a las bebidas alcohólicas. Por lo tanto, eres tú quien tiene que tomar una decisión respecto de las bebidas. Además de la posibilidad de convertirte en adicto, beber alcohol conlleva algunas desventajas:

El castigo es severo. Los adolescentes que beben alcohol corren el riesgo de tener problemas obvios con la ley (es ilegal y podrían arrestarte). Los adolescentes que beben alcohol también tienen más probabilidades de involucrarse en peleas y de cometer delitos que quienes no beben.

Las personas que beben en forma regular suelen tener problemas en la escuela: la bebida puede afectar la capacidad para estudiar y sacarse buenas notas, además de afectar el desempeño deportivo (por la falta de coordinación).

Puedes parecer realmente tonto. La impresión es que la bebida te hace más atractivo, pero los cambios que ocasiona el alcohol en el sistema nervioso pueden llevar a que una persona haga tonterías o cosas vergonzantes, como vomitar o hacerse pis encima. La bebida también produce mal aliento, y a nadie le gusta tener una resaca.

El alcohol pone en riesgo tu salud. Los adolescentes que beben alcohol tienen más probabilidades de ser sexualmente activos y de tener relaciones sexuales sin protección y de manera insegura. Si quedas embarazada o contraes una enfermedad de transmisión sexual, tu vida cambiará — o, lo que es peor, llegará a su fin — . Además, el riesgo de que te lastimes — incluso con lesiones fatales — es más alto si estás bajo la influencia del alcohol. La mitad de todas las muertes por ahogamiento entre varones adolescentes están relacionadas con el uso de alcohol. El consumo de alcohol aumenta considerablemente las posibilidades de que un adolescente termine involucrado en un accidente de tránsito o un homicidio, o de que cometa suicidio.

Los adolescentes que beben también tienen más probabilidades de engordar o padecer problemas de salud. Un estudio realizado por la Universidad de Washington reveló que las personas que consumían normalmente cinco o más bebidas alcohólicas, una detrás de la otra, desde los 13 años, eran más propensas al sobrepeso o a la hipertensión a la edad de 24 años que aquellas que no bebían alcohol. Las personas que continúan bebiendo mucho alcohol durante la edad adulta corren el riesgo de dañar órganos tales como el hígado, el corazón o el cerebro.

¿Cómo puedo evitar el consumo de alcohol?

Si todos tus amigos beben alcohol y no deseas hacer lo mismo, puede resultar difícil decir "no, gracias". Nadie quiere arriesgarse a sentirse rechazado o dejado de lado. Cada persona debe encontrar su estrategia para rechazar el consumo de alcohol. Algunas descubren que les es más fácil decir que no sin dar ninguna explicación; otras sienten que es mejor si expresan sus motivos (por ejemplo, "yo no consumo alcohol", "tengo un partido mañana" o "mi tío murió a causa del alcohol").

Si rechazar el alcohol te hace sentir incómodo ante las personas que conoces, échale la culpa a tus padres o a otra persona adulta. Si dices "mis padres me vendrán a buscar muy pronto", "ya me metí en serios problemas por beber alcohol, no puedo volver a hacerlo" o "el entrenador me mataría", tal vez te resulte más fácil rehusarte a beber alcohol.

Si vas a ir a una fiesta y sabes que habrá bebidas alcohólicas, piensa en una estrategia de antemano. Por ejemplo, tú y un amigo podrían ponerse de acuerdo en alguna señal que indique que es hora de retirarse. También puedes asegurarte de tener otros planes además de matar el tiempo en el sótano de alguna casa bebiendo cerveza durante toda la noche. Planea una salida al cine, al centro comercial, a un concierto o a un evento deportivo. También podrías convocar a tus amigos para formar un equipo de voleibol, bowling o softball; cualquier actividad que los mantenga en movimiento.

Quienes poseen una autoestima elevada tienen menos posibilidades de convertirse en bebedores con problemas que quienes poseen baja autoestima.

¿Dónde puedo conseguir ayuda?

Si consideras que tienes problemas con las bebidas alcohólicas, busca ayuda cuanto antes. Lo mejor es hablar con un adulto en quien confíes; si te resulta imposible enfrentar a tus padres, habla con tu doctor, con un consejero escolar, con un sacerdote, una tía o un tío. A algunas personas puede resultarles difícil hablar de estos temas con adultos, pero una persona comprensiva que tenga la posibilidad de ayudar puede enviar a los estudiantes a ver a un consejero especializado en drogas y alcohol para que realice una evaluación y brinde tratamiento. En algunos estados, el tratamiento es completamente confidencial. Después de evaluar el problema de un adolescente, un consejero puede recomendar una estadía breve en un centro de rehabilitación o un tratamiento ambulatorio. Estos centros de tratamiento ayudan a las personas a superar gradualmente la dependencia física y psicológica del alcohol.

¿Qué puedo hacer si me preocupa el consumo de alcohol de otra persona?

Muchas personas viven en hogares en los que un padre u otro miembro de la familia bebe demasiado alcohol. Esto puede hacerte enojar, sentir miedo y deprimirte. Muchas personas no pueden controlar su adicción al alcohol sin ayuda. Esto no significa que te quieran menos o se preocupen menos por ti. El alcoholismo es una enfermedad y debe ser tratada igual que otras enfermedades.

Las personas alcohólicas no pueden dejar de beber hasta que no están preparadas para admitir que tienen un problema y reciben ayuda. Esto puede hacer que los miembros de la familia y los seres queridos se sientan inútiles. La buena noticia es que puedes conseguir ayuda en muchos lugares: un adulto comprensivo, como un consejero, o un pariente o hermano mayor comprenderá por lo que estás pasando. También existen organizaciones profesionales, como Alateen, que pueden ayudarte. (Haz clic en la ficha Recursos ubicada a la derecha de este artículo para ver una lista parcial de recursos útiles).

Si estás preocupado porque un amigo tuyo consume alcohol, asegúrate de que no corra peligro. Por ejemplo, no dejes que conduzca un automóvil si ha estado bebiendo. Si puedes, intenta evitar que tus amigos que han estado bebiendo hagan algo peligroso, como intentar regresar a casa caminando de noche o comenzar una pelea. Y también protégete a ti mismo. No te subas a un auto con alguien que ha estado bebiendo, aunque esa persona sea quien debe llevarte a tu casa; por el contrario, pídele a un adulto sobrio que te lleve o llama un taxi.

Todos decidimos si bebemos y cuánto; incluso los adultos. Puedes disfrutar de una fiesta o de otro evento con la misma intensidad, o más intensamente, si no consumes alcohol. Y como tu sistema nervioso central estará trabajando como debe, ¡recordarás mejor lo bien que lo pasaste!

Fuente: 
http://kidshealth.org

sábado, 26 de enero de 2013

Por los siglos de los siglos...

Conversando con una hija de alcohólica podía tocar sus heridas tan profundas y sentirme tan impotente como ella..

Sólo para quienes viven con una persona enferma pueden entender, a mi personalmente me ha tocado nacer en una familia afectada por la bebida de otros, mis padres, ambos no bebían pero habían sido marcados por la enfermedad de sus propios padres..

Algunas personas no comprenden lo que siente un hijo cuyo padre ha estado ausente o una madre demasiado ocupada como para darte ese tiempo de crecer a tu lado.

Soy la hija mayor de cuatro hermanos y siempre fui muy responsable, dedicada y exigente conmigo y los demás, ciertas situaciones me creaban ansiedad y sólo cuando tuve la oportunidad de estar en contacto con personas afectadas por el beber de otras personas pude caer en la cuenta de que mis padres no se casaron muy jóvenes porque se amaban y deseaban formar una familia, sino porque ambos tenían algo en común, familias disfuncionales a causa del alcoholismo que los dejaron huérfanos a corta edad.

Con 18 años y mucha suerte, se casaron y se marcharon de su tierra natal para empezar una vida diferente lejos en tiempo y distancia...

Pero la distancia no cierra heridas, todo lo que no recibieron de niños tampoco lo pudieron dar, mi madre siempre fue aniñada y e irresponsable delegandome sus funciones de madre, como cuidar a mis hermanos, la casa, a mi misma y mi padre que había sido abandonado en la pobreza por el suyo, se dedico a trabajar para darnos el pan y las galletitas, porque nada nos faltó y mucho material nos sobró, pero... que difícil era mantener una charla con él, la comunicación era verdaderamente nula en nuestro hogar, y así crecimos sin aprender a negociar a aceptar todo lo que se nos imponía.

Muchas personas posiblemente se identifiquen conmigo y muchas crean que mis fantasías van muy lejos lo que si les digo es que esta "peste" es muy persistente y se traslada de una generación a otra de alguna forma, en nuestro presente esta el desprendernos de ella, entender que las cosas ocurren por alguna razón es muy importante y liberador, perdonar y amar es la clave..

No permitamos que las historias se repitan aprendamos a ser innovadores y creativos, aprendamos a escribir nuestras propias historias aunque los antecedentes sean adversos.

Mary



viernes, 25 de enero de 2013

Guía para sobrevivir a la adolescencia de su hijo

Usted ya ha sobrevivido a tener que levantarse a las 2 de la madrugada para alimentar a su hijo cuando era un lactante, a las rabietas de cuando tenía 2 años y a las protestas de hoy-no-quiero-ir-al-colegio propias de la etapa escolar. Entonces, ¿por qué la palabra "adolescencia" le provoca tanta ansiedad?

Si consideramos que la adolescencia es un período de intenso desarrollo, no solo físico, sino también moral e intelectual, es comprensible que sea una etapa tumultuosa y confusa para muchas familias.

A pesar de las percepciones negativas que tienen algunos adultos sobre los adolescentes, estos a menudo son enérgicos, considerados, idealistas y tienen un gran interés por lo que es justo y correcto. De modo que, a pesar de que puede ser un período conflictivo entre padres e hijos, la adolescencia también es un período para ayudar a los chicos a madurar y convertirse en las definidos individuos que serán en el futuro.

Entender la adolescencia

Pero, ¿cuándo empieza exactamente la adolescencia? El mensaje que hemos de transmitir a nuestros hijos es que todo el mundo es diferente. Hay niños que hacen el cambio muy pronto y niños que lo hacen muy tarde, unos que maduran a la velocidad de la luz y otros que lo hacen lenta pero paulatinamente. En otras palabras, existe un amplio abanico de posibilidades sobre lo que se considera normal.

Pero es importante establecer una distinción (aunque un tanto artificial) entre la pubertad y la adolescencia. La mayoría de nosotros pensamos en la pubertad como en la etapa en que se desarrollan las características sexuales adultas: los senos, el período menstrual, el vello púbico y la barba. Estos son, desde luego, los signos más visibles de la pubertad y de la adultez inminente, pero los chicos que presentan estos cambios físicos (aproximadamente entre los 8 y los 14 años), pueden estar experimentando un montón de cambios que no se pueden percibir desde afuera. Estos son los cambios de la adolescencia.

Muchos niños dan muestras de que ya han entrado en la adolescencia al hacer un cambio drástico en la forma de relacionarse con sus padres. Empiezan a separarse de "mamá y papá" y a ser más independientes. Al mismo tiempo, los chicos de esta edad cada vez dan mayor importancia al modo en que los ven los demás, especialmente los demás chicos de su edad, e intentan desesperadamente "encajar" en el grupo y ser aceptados. Sus amigos se vuelven mucho más importantes, en comparación con sus padres, a la hora de tomar decisiones.

Los chicos de esta edad a menudo empiezan a "probar" cómo se sienten en diferentes apariencias físicas, estilos e identidades, y adquieren mayor conciencia de en qué difieren de los demás chicos de su edad y esto puede generar momentos de tensión y conflicto con los padres.

Rebeldes

Uno de los estereotipos más extendidos sobre la adolescencia es la del chico rebelde e indomable que lleva constantemente la contra a sus padres. Aunque ésto puede darse en algunos casos y ésta es una etapa de altibajos emocionales, ese estereotipo no es representativo de la mayoría de los adolescentes.

Pero la principal meta de un adolescente es lograr la independencia. Para que ésto ocurra, los adolescentes empezarán a alejarse de las figuras paternas, sobre todo del progenitor con quien hasta ahora habían mantenido una relación más estrecha. Ésto puede ponerse de manifiesto en la tendencia de los adolescentes a discrepar de sus padres y a no querer pasar tanto tiempo con ellos como antes.

A medida que van madurando, los adolescentes empiezan a pensar de un modo más abstracto y racional. Se están formando su propio código ético, su propia escala de valores. Y los padres es posible que constaten que sus hijos, que antes tendían a conformarse para complacerles, de repente, empiezan a autoafirmarse (y a afirmar sus opiniones) con fuerza y a rebelarse contra el control paterno.

Tal vez sea un buen momento para que analice detenidamente cuánto espacio deja a su hijo para que sea un individuo y que se formule preguntas como: "¿Soy un padre controlador?" "¿Escucho realmente a mi hijo?" o "¿Permito que sus opiniones y gustos difieran de los míos?"

Consejos para educar a un hijo durante la adolescencia

¿Necesita un buen mapa de carreteras que le guíe durante ésta etapa? He aquí algunos consejos:

Edúquese

Lea libros sobre la adolescencia. Piense en su propia adolescencia. Recuerde su lucha contra el acné o la vergüenza que le daba estar desarrollándose "demasiado" pronto o "demasiado" tarde. Prepárese para los altibajos emocionales en un niño que antes era una castañuela y para tener cada vez más conflictos mientras su hijo madura como individuo. Los padres que saben qué les espera pueden afrontarlo mejor. Y, cuánto más sepa sobre la adolescencia, mejor se podrá preparar.

Hable con su hijo antes de que sea tarde

Hablar con un hijo sobre las poluciones nocturnas (sueños húmedos) o sobre la menstruación cuando ya haya tenido esas experiencias es llegar demasiado tarde. Responda a las primeras preguntas sobre el cuerpo que le haga su hijo cuando todavía sea un niño, como las diferencias entre chicos y chicas o de dónde vienen los niños. Pero no le sature con demasiada información; limítese a responder a sus preguntas. Si no conoce las respuestas, ayúdele a encontrar a alguien que las conozca, como un amigo de confianza o su pediatra.

Usted conoce a su hijo. Cuando constate que empieza a contar chistes sobre sexo o que se preocupa más por su aspecto físico, será un buen momento para que usted se lance con sus propias preguntas, como:
  • ¿Has notado cambios en tu cuerpo?
  • ¿Tienes sentimientos y/o sensaciones extrañas?
  • ¿A veces te pones triste sin saber por qué?
La revisión médica anual puede ser una gran oportunidad para sacar a colación este tipo de cuestiones. El pediatra puede explicarles, a su hijo preadolescente y a usted, qué cambios pueden esperar en los próximos años. Puede utilizar el exámen física como punto de partida para mantener una conversación abierta con su hijo. Cuanto más retrase esa conversación, más probabilidades habrá de que su hijo se forme ideas equivocadas y sienta vergüenza o temor ante los cambios corporales y emocionales que irá experimentando.

Además, cuanto antes empiece a hablar abiertamente sobre estos temas, más probabilidades tendrá de mantener abiertos los canales de comunicación durante toda la adolescencia. Déle a su hijo libros sobre la pubertad escritos para chicos que están atravesando esta etapa. Comparta con su hijo los recuerdos de su propia adolescencia. Para tranquilizar a un chico, no hay nada como saber que "mamá o papá" también han pasado por eso.

Póngase en el lugar de su hijo

Practique la empatía con su hijo. Ayúdele a entender que es normal que esté un poco preocupado o cohibido y que también es normal que a veces se sienta "mayor" y otras como si todavía fuera un "niño".

Escoja sus batallas

Si su hijo adolescente quiere teñirse el pelo, pintarse de negro las uñas de los pies o vestir de forma estrafalaria, tal vez valga la pena que usted lo piense dos veces antes de oponerse. A los adolescentes les gusta sorprender a sus padres y es mucho mejor dejarles que lo hagan con cosas que son temporales e inofensivas. Guárdese las objeciones para las cosas que importan de verdad, como el tabaco, las drogas, el alcohol o cambios permanentes (e irremediables) en su aspecto.

Pregunte a su hijo por qué quiere vestirse o tener un aspecto dentro de una determinada manera e intente comprender cómo se siente. Es posible que también le interese comentarle cómo lo percibirán los demás: ayude a su hijo a entender como lo verán los demás cuando vista o se vea de ese modo.

Fíje expectativas realistas

Es probable que a un adolescente le desagraden las expectativas que sus padres tienen sobre él. De todos modos, los adolescentes suelen entender y necesitan saber que sus padres se preocupan lo suficiente por ellos como para esperar determinadas cosas, como que saquen buenas notas, se comporten correctamente y respeten las normas de la casa. Si los padres tienen unas expectativas apropiadas, es más probable que los adolescentes intenten cumplirlas. Si usted no tiene unas expectativas razonables sobre su hijo adolescente, es posible que él sienta que no se preocupa por él.

Informe a su hijo y manténgase informado

La adolescencia suele ser una etapa de experimentación y a veces esa experimentación incluye comportamientos arriesgados. No eluda los temas relacionados con el sexo, las drogas, el alcohol y el tabaco; si conversa con su hijo abiertamente sobre estos temas antes de que se exponga a ellos, habrá más probabilidades de que actúe de forma responsable cuando llegue el momento. Comparta los valores de su familia con su hijo y hable con él sobre lo que considera correcto e incorrecto.

Conozca a los amigos de su hijo y también a los padres de sus amigos. La comunicación habitual entre los padres puede hacer maravillas para crear un ambiente seguro para todos los adolescentes que pertenecen al mismo grupo. Los padres pueden ayudarse los unos a los otros a hacer un seguimiento de las actividades de sus hijos sin que éstos se sientan vigilados.

Sepa identificar las señales de alarma

Que una persona experimente cierta cantidad de cambios es algo normal durante la adolescencia, pero un cambio demasiado drástico o duradero en la personalidad o comportamiento de un adolescente puede indicar que existe un problema real que requiere ayuda profesional. Esté pendiente de si su hijo presenta una o varias de las siguientes señales de alarma:
  • aumento o pérdida excesiva de peso
  • problemas de sueño
  • cambios rápidos y drásticos en su personalidad
  • cambio repentino de amigos
  • faltar a clase continuamente
  • sacar peores notas
  • hablar o, incluso, bromear sobre el suicidio
  • indicios de que fuma, bebe alcohol o consume drogas
  • problemas con la ley
Cualquier otro comportamiento inadecuado que dure más de 6 semanas también puede ser un signo de algún problema subyacente. Durante esta etapa, usted puede esperar que su hijo tenga algún que otro tropiezo en los estudios o en el comportamiento, pero un estudiante de notables y sobresaliente no debería de repente empezar a fallar, ni una persona que suele ser extrovertida debería aislarse de todo el mundo. En tal caso, el pediatra de su hijo, o bien un psicólogo o psiquiatra, podrían orientarle para encontrar la ayuda profesional adecuada para él.

Respete la intimidad de su hijo

A algunos padres, comprensiblemente, les cuesta mucho respetar la intimidad de su hijo. Sienten que todo cuanto hacen sus hijos es asunto suyo. Pero, para ayudar a su hijo a convertirse en un adulto joven, deberá respetar su intimidad. Si usted detecta señales de alarma de que su hijo podría tener problemas, entonces no tendrá más remedio que invadir su intimidad hasta llegar al fondo del problema. Pero, en caso contrario, deberá mantenerse al margen.

En otras palabras, el dormitorio de un adolescente, sus libros, sus correos electrónicos y sus llamadas telefónicas deben ser algo completamente privado. Tampoco debe esperar que su hijo comparta con usted todas sus ideas o actividades. Está claro que, por estrictos motivos de seguridad, usted siempre debe saber dónde está, qué está haciendo, con quién está y cuándo volverá su hijo, pero no necesita conocer todos los detalles. Y, por descontado, ¡no espere que le pida que le acompañe!

Empiece por la confianza. Deje que su hijo sepa que usted confía en él. Pero, si se rompe la confianza, su hijo deberá disfrutar de menos libertades hasta que la recupere.

Supervise lo que ve y lo que lee su hijo

Programas de televisión, revistas, libros, Internet; los chicos pueden acceder a un montón de información. Esté al tanto de lo que ve y lee su hijo. No tema fijarle límites sobre la cantidad de tiempo que puede pasar delante del televisor o de la computadora. Sepa qué aprende su hijo de los medios de comunicación y con quién se comunica a través de Internet.

Cuando están a solas, los adolescentes no deben tener un acceso ilimitado a la televisión o a Internet; ambas deberían ser actividades de carácter público. El acceso a la tecnología también se debería restringir a partir de determinada hora (por ejemplo las 10 de la noche) para favorecer una cantidad adecuada de horas de sueño. Es razonable prohibir el uso del teléfono móvil y la computadora a partir de determinada hora.

Establezca normas apropiadas

La hora a la que su hijo adolescente debe acostarse ha de ser la adecuada para su edad, como cuando era un bebé. Los adolescentes todavía necesitan dormir de 8 a 9 horas por la noche. Recompense a su hijo por ser una persona digna de confianza. ¿Respeta el "toque de queda" de las 10 de la noche los fines de semana? En tal caso, desplácelo hasta las 10:30. ¿Tiene un adolescente que participar siempre en las salidas familiares? Fomente que su hijo pase una cantidad de tiempo razonable con la familia.

Decida cuáles son sus expectativas y no se sienta ofendido cuando su hijo no quiera pasar tanto tiempo con usted como antes. Piense en su propia adolescencia: probablemente usted sentía lo mismo con respecto a sus propios padres.

¿Se acabará alguna vez?

A medida que su hijo avance por los años de la adolescencia, usted notará que disminuyen los altibajos emocionales propios de esta etapa. Y, al final, se convertirá en un joven independiente, responsable y comunicativo.

O sea que recuerde el lema de muchos padres que tienen hijos en edad adolescente: ¡Estamos pasando por esto juntos y también lo superaremos juntos!
Fuente: http://kidshealth.org



¿A partir de qué edad es recomendable que mí hijo lleve un teléfono móvil?

¿A partir de qué edad es recomendable que mí hijo lleve un teléfono móvil? 
Esta es una pregunta que hacen muchos padres hoy en día. Debido al creciente desarrollo de las nuevas tecnologías, en muchas casas ya es muy normal que en la habitación de un niño haya aparatos de televisión, de video, Dvd, videojuegos, ordenador y que además el niño ya tenga un teléfono móvil. El teléfono móvil es cada vez más popular entre los más pequeños, una conclusión del último estudio desarrollado por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC).

¿Será esta situación favorable al desarrollo de un niño?

El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, recomienda por ejemplo que los niños no utilicen móvil hasta que cumplan los 13 años de edad y que la utilización de este aparato deba estar relacionada con la edad en que los niños empiezan a independizarse. Además, hace unos meses, publicó un informe titulado Por el uso responsable de las nuevas tecnologías, en el que podemos encontrar una serie de recomendaciones, sugerencias e ideas que permiten abordar la compra y posterior utilización de esta nueva dimensión de comunicación y ocio.

¿A partir de qué edad es recomendable que mí hijo lleve un teléfono móvil?
En el informe podemos encontrar ideas para facilitar la compra y la utilización por menores no sólo de teléfonos móviles, como también de videojuegos e Internet. La guía, que tiene como finalidad ofrecer una serie de pautas a los padres a la hora de adquirir aparatos de las nuevas tecnologías, aconseja a los padres que antes de compraren un móvil a su hijo, consideren primero su nivel de madurez, y que también reflexionen sobre las posibilidades de control de gasto que ofrecen tanto los teléfonos de prepago como los de contrato. Aparte de eso, se recomienda que los padres estipulen límites en el uso del móvil, evitando la realización de llamadas largas, y evitando que los niños expongan lo menos posible sus cabezas a los aparatos.

La guía, además, reclama a los padres a estimular a los niños, así como los adolescentes, para que dediquen su tiempo a practicar libres actividades con iguales, al juego, a la lectura, o al deporte. No hay que prohibir el uso de las nuevas tecnologías a nuestros hijos, sino educarlos en la responsabilidad., explicó el Defensor.

miércoles, 23 de enero de 2013

¿Adiós al buen proveedor? por Rose Mary Espinosa

En aquel entonces, mi hijo mayor era un gran admirador del reino animal, especialmente de las serpientes. Una tarde, después de haber pasado el fin de semana con su papá, me contó que éste le había preguntado por una especie que él no conocía: la cobra de México.

De inmediato, mi hijo le había respondido que era imposible, que las cobras eran originarias de Asia y África.

“Claro que existe”, insistió el papá. “Te daré más pistas: vive en la Colonia Del Valle, tiene dos hijos…”.

Mi hijo respondió asombrado:

--¿¡Mi mamá?!

--¡Claro! Porque me cobra la renta, me cobra la luz, me cobra el teléfono…

Mas que compartir el chiste, mis dos hijos estaban atentos a mi reacción. Aunque entonces hacía esfuerzos sobrehumanos para no engancharme en esas cuestiones, aquella vez no me pude contener:

--Si así como yo cobro, él pagara... –dije y, en el instante, rectifiqué--: A tiempo, si pagara a tiempo.

Cuando compartí la anécdota con mis amigas, varias de ellas lo consideraron una agresión, aun cuando, en comparación con otros exmaridos, él mío tuviera fama de ser de los mejores: aunque exigía comprobantes de la mayoría de gastos y no siempre hacía los depósitos de manera puntual, al final siempre cumplía con sus obligaciones.

Días después, coincidí en un café con amigos escritores. Uno de ellos, recién separado de su esposa, relataba el viaje a Europa que acababa de hacer con su hija. Al decirle a su exmujer que le aguantara el paso con los pendientes del regreso a clases, ella le había reclamado que hubiera hecho un viaje tan caro en vez de aportar con lo prioritario:

--No importa lo que haga, para la madre nunca es suficiente. Me preguntó entonces de qué se hacía cargo mi exmarido. Yo empecé a hacer la --cada vez más corta-- lista y él dijo:

--O sea que también él es del club de los pendejos...

Esto de ver quién financia qué suele hacer que aflore un pragmatismo que raya en mezquindad sobre todo cuando parece que todo se centra, más que en cuentas claras, en una advertencia de: “A mí no me vas a ver la cara”. Ay, el control que se ejerce a través del dinero…

Escuché sobre un hombre que, aunque a menudo dejaba de cumplir con su parte, el día que se enteró de que el nuevo novio de la exmujer le había hecho unos regalos a los hijos, le llamó para decirle que ellos tenían a su padre y él no era nadie para querer ganárselos. También sobre aquellos que son más o menos responsables hasta el día que conocen a alguien y quieren rehacer sus vidas y, de la negociación pasan al regateo, y se niegan a cooperar para cambiar las cortinas deshiladas, pero publican en Facebook las fotos de los viajes, fiestas y demás dádivas hechas a sus nuevas novias. Que se rehúsan a cambiar las llantas del coche en el que sus hijos se transportan por ser el mismo en el que la exesposa se va de juerga cuando los niños no están con ella. O que exigen tabuladores pormenorizados y les quita el sueño imaginar que con ese dinero la ex compra cigarros, tragos o hasta condones para estar con un nuevo galán.

Y en el caso de ellas, bueno, también las hay… Impedidas para encontrar un trabajo remunerado o para encontrar una pareja, ¡o ambos!, so pena de perder apoyo, ¿amenaza o pretexto? O las que exigen y, aun cuando reciban, sobajan y, apenas el ex hace el intento de hacer ajustes, aprovechan para presentar una contraoferta que se dispara por las nubes, y es todo o nada, y quién eres tú para hablar si simplemente no estás, pues tú estás y, ¿de qué sirve?, y si no vas a entrarle, mejor no los veas, ¿ah, sí?, pues por ley podría verlos todavía menos, y soy capaz de declararme en quiebra, y yo de declararme loca y te los quedas, o me los llevo y no vuelves a saber de nosotros…

Como dice una canción de The Shins, los juegos ridículos y repulsivos de la adultez.

Y los licenciados, lo saben, lo saben…

Me costó varios años empezar a tramitar en serio mi divorcio y, en buena medida, fue por no encontrar al abogado indicado. Hubo una que me sorprendió por sagaz: al ex habría que sacarle hasta la risa, tendría que pagar lo básico pero también lo extra: de la manutención al esparcimiento, de las compras de emergencia a las de capricho, de las medicinas a los regalos de cumpleaños de los amiguitos. Desde luego que, en esa misma proporción, ascendían sus honorarios y se saboreaba el botín desde ya: “ Es más”, me dijo, “si hay testigos que lo vieron salir de la casa, podemos preparar una demanda por abandono de hogar y guardarla como un as bajo la manga”.

Más de una vez me dieron ganas de arrojar la toalla y seguir adelante, a mi tiempo, de acuerdo con mis posibilidades, sin entrar en dinámicas de aparentar minusvalía para no mermar la recompensa ni pedir 30 por ciento más para recibir cuando menos un 10 por ciento, aunque también me parecía sinsentido dejar de exigir lo justo por razones de desgaste o dignidad. Mi acuerdo idóneo sería: contribuir los dos de manera equitativa y cualitativa, ojalá de manera voluntaria, sin tener que perseguir a nadie. Un par de años después tuve la suerte de encontrarme con una abogada práctica y sensata, cuyo interés fue agilizar --y no entorpecer-- el trámite, un convenio equilibrado, a cambio de una cantidad razonable.

Mi experiencia y lo que he observado en los casos de amigos y conocidos, me hacen volverme al concepto de perpetuación de la ficción, de que habla Hanna Rosin, autora del libro The End of Men (El final de los hombres), en el sentido de que las mujeres aún no se acostumbran a la posibilidad de adueñarse del poder y los hombres, a su vez, preservan rasgos de protectores y proveedores, aun cuando no perciban los ingresos suficientes para ello: “Tal vez el rol del proveedor no pasó de hombres a mujeres sino, simplemente, pasó a ser obsoleto”.

De ahí que aún persistan metáforas como la de la cobra y la del club de los pendejos…


Autora: Rose Mary Espinosa
Fuente: http://blogs.eluniversal.com.mx



martes, 22 de enero de 2013

Pruebas de amor por Rose Mary Espinosa

Nunca antes, en los seis años que tengo en Facebook, me habían pedido que retirara mi Like de un enlace. Un escenario extraño, dada la cantidad de invitaciones que, supongo, la gran mayoría de los que estamos en esa red social recibimos para darle Me gusta a un texto, una fan page, un vídeo .. Pero hay casos en los que manifestar nuestro agrado en público puede ser malinterpretado o resultar riesgoso para alguien más.

Hace unos días le echaba un vistazo a las actualizaciones de mis amigos: fotos, cumpleaños, nuevos status de pareja y hasta mensajes cargados de inspiración y buenas vibras. Entre éstos, me llamó la atención uno, escrito por un amigo que, según yo, llevaba rato en busca del amor y, según el post que había subido, al fin lo había encontrado.

Era una romántica dedicatoria a la que sería su próxima esposa y estaba plagada de flores y juramentos. Me alegré tanto por él y, como nadie más había comentado nada, le di un Me gusta. En cuestión de segundos recibí un inbox suyo diciéndome que mi Like levantaría las sospechas innecesarias de su prometida y podría provocar que rompieran definitivamente. Y, ni modo, tuve que darle Unlike.

Lo saco a colación porque cada vez más escucho sobre casos en los que el flirteo cibernético --o lo que se interpreta como tal-- ha sido factor de disputa y hasta rompimiento en una pareja. En estas últimas semanas, otros dos buenos amigos me contaron que sus relaciones de pareja estaban a la deriva porque sus novias se habían metido a leer sus mensajes privados en Facebook. ¿Y qué encontraron? En realidad, ninguna evidencia de que tuvieran una relación aparte, sino coqueteos, una suerte de guiños, un comportamiento desenfadado o un sentido del humor que ellas o desconocían o echaban de menos en ellos.

Como pasa en estas situaciones, todo tiende a magnificarse. Cualquier broma o rasgo de soltura revela una proximidad incómoda, cualquier halago es una provocación, a la manera del pañuelo de Desdémona que algo manda robar. Y no es que meta las manos al fuego por mis amiguitos, pero lo que me parece desproporcionado es que, de pronto, tengan que estar dando explicaciones y librando acusaciones sobre su ojo alegría, calentura o traición, en vez de defender el derecho a su privacidad. Tal parece, ésta es lo que menos importa. Basta levantar dudas para ser objeto de fiscalización.

Aunque, viendolo bien, hay casos en que lo primero, primero, es sospechar... Hace varios años, en el extranjero, una de mis amigas empezaba a salir con el administrador de la casa donde nos hospedábamos. Un día estábamos las dos en la sala de computadoras y la noté muy alterada, como si estuviera peleando con la máquina. Me explicó que llevaba varios intentos y nada más no daba con la contraseña del correo electrónico de su pretendiente.

-Pero si ni novios son... -dije.

-Por eso mismo -respondió-. Para no llevarme sorpresas después.

Cada quien... Aunque, a mi juicio, esta prevención es excesiva. Casi como la moda entre las parejas muy jóvenes de compartir o, peor todavía, exigir, el password, como condición para que la relación continúe. La nueva prueba de amor, le dicen.

No deja de causarme asombro con qué naturalidad se contempla invadir la privacidad del otro. Hace no mucho, en una reunión con excompañeras de trabajo, una de ellas nos confió que notaba a su esposo medio cambiado y no sabía por qué. En eso, una de las presentes, le preguntó si ya le había revisado el celular, como si fuera la solución más obvia. En el instante, otras de las amigas secundaron la moción:

-Aprovecha cuando esté dormido...

-Cuando se meta a bañar...

-Un día dile que te lo preste porque te quedaste sin pila y lo revisas...

Las que opinábamos que era una falta de respeto, que el que busca encuentra y cosas así, éramos una pequeña minoría. Para entonces, las consejeras compartían anécdotas ajenas y propias: la catarsis en pleno. Una de ellas estaba saliendo con un modelo que había conocido en el gimnasio y contó que, como lo notaba muy extraño, acababa de revisarle el teléfono en busca de pruebas... mismas que, todo parece, había encontrado: fotografías y mensajes íntimos y muy explícitos que, al confrontarlo, él negó:

-No es lo que piensas... Así nos llevamos entre amigos en mi país...

Es decir: a veces no basta con los pelos de la burra, sino que hay que ir por más.

Ahora bien, yo hablo más desde la experiencia que desde la virtud nata, pues, en algún momento de mi vida me dio por hurgar en el correo electrónico de un novio. Para mi sorpresa, no tuve que pelearme con la computadora, como hizo mi amiga, sino que, a la primera de cambio y con lo básico (iniciales y año de nacimiento), fue chicle y pegó. Ante mi total estupefacción, se abrió una cascada de correos, la mayoría intercambiados entre nosotros, algunos entre sus mejores amigos y un par entre él y una compañera de escuela. Con un amigo había compartido quejas hacia mí y con la mujer un 'qué gusto haberte conocido, guapa' y, lo que menos esperaba, versos que yo le había escrito y que él parecía dedicarle como si fueran suyos o, por lo menos, sin citarme. Eso sí me caló.

Aunque de esta absurda experiencia ya llovió, no me quedaron ganas de volver a husmear entre las cosas de ningún galán. Oportunidades no han faltado, claro, pero entre mi mala experiencia, los niveles a los que la desconfianza puede llegar, el vicio y el tormento en que la fiscalización puede convertirse y, por otra parte, lo que he padecido con parejas extremadamente celosas, de verdad que, literalmente, paso sin ver.

También a mis fotos les han dado Unlike o me han retirado amistades en Facebook por cuestiones de celos o para evitarse broncas (aunque poco después me hayan agregado con otra identidad). También he tenido parejas que han leído "accidentalmente" mis mensajes privados con solo un vistazo o que pasaban por ahí y la computadora se movió y se abrió mi Twitter... ¡Puras coincidencias! Ya me ha tocado el ex que hizo pública información personal y privada, y el que, aunque no llegó a tal exceso, tenía la peculiar costumbre de compartir con su hermana mis cartas y SMSs, así fueran poéticos, cachondos, histéricos... o mentadas.

Seguir o no seguir, agregar o no agregar al novio o la novia, hacerse de una o más cuentas alternas para tener lo mejor de todos los mundos... Parece broma, pero en las relaciones de nuestros días estos dilemas pueden volverse cosa seria. Incluso en los conflictos legales de pareja, cada vez se presenta más este tipo de pruebas, al tiempo que la línea entre flirteo e infidelidad se ha hecho más delgada.

¿Revisar o no revisar? Delicada disyuntiva. Me atrevo a decir que si dudamos, si nos late que algo anda mal, si por más que preguntamos y nos comunicamos, no hay algo que nos traiga paz, quizá la respuesta radique dentro y no fuera de nosotros. La mera búsqueda de una evidencia (dolorosa) tendría que hablar por sí sola. ¿Qué se quiere o qué se teme encontrar, y por qué? Peor aún, una vez que se encuentra, ¿para qué persistir, para qué permanecer? ¿Por qué la primera prueba de engaño no siempre es la última, la definitiva?

El costo, el desgaste, la facilidad con que la pareja --y la familia de ésta y los que se enteren-- reducen y etiquetan al que duda: de inseguro a paranoico a stalker, y, por otra parte, la lupa puesta sobre el transgresor: de mirón a coqueto a enfermo... Perdón, ¿pero qué necesidad? Justificado o no que se invada o se defienda la privacidad, lo que podría evitarse es la exposición y la amenaza continuas. Sin duda se puede vivir una relación de otra manera, sin que uno sea el fiscal y otro el fiscalizado.


Autora: Rose Mary Espinosa
Voces, piel, deseos, aventuras. Acudo a las letras como a una cita: me preparo, observo, dialogo, sello. Cada escrito es un cajón donde acomodar vivencias, rescatar anhelos y labrar sueños.

Celebro el desnudo en todas sus presentaciones y también abogo por la protección y el cobijo cuando ese desnudo implica riesgo, escarnio o vejación. No dudo en apostar mi resto cuando el juego es auténtico y ese juego es el que quisiera construir aquí contigo.

Autora del libro de relatos Loca por mí (Grijalbo 2011) y la novela Mi cuerpo en tus manos (Terracota 2009)

Foto de: Esteban Flores Yebale
Fuente: http://blogs.eluniversal.com.mx

lunes, 21 de enero de 2013

¿Es el alcoholismo una enfermedad?

Sí, el alcoholismo es una enfermedad progresiva, crónica y degenerativa; con síntomas que incluyen una fuerte necesidad de tomar a pesar de las consecuencias negativas.

La enfermedad está caracterizada por daños físicos en todos los sistemas del organismo, siendo los más complicados los que se relacionan con el sistema cardiovascular, el sistema nervioso y el hígado.

Cuando el consumo de bebidas alcohólicas es exagerado o recurrente se produce tolerancia. Es decir, el organismo requiere una mayor dosis de alcohol para obtener las mismas sensaciones. Esta situación facilita la adicción, la cual es acompañada de grandes dificultades por detener el consumo cuando se empieza a beber. Al suspender la utilización de alcohol, se desarrollan síntomas como náuseas, temblores y ansiedad.

Por otra parte, el alcohólico pierde el interés por lo que le rodea, lo cual puede ocasionar la pérdida de su empleo y de su familia.

¿Cuáles son los efectos inmediatos del consumo de las bebidas alcohólicas?
Los efectos se presentan en una secuencia de etapas, siempre que el individuo continúe bebiendo y de acuerdo con la cantidad y el tipo de bebida ingerida. Influye también el volumen de alimentos que se encuentran en el estómago, el peso corporal de la persona y las circunstancias en que se bebe:

Primera: El sujeto se ve relajado, se torna comunicativo, sociable y desinhibido, debido a que el alcohol primero deprime los centros nerviosos que controlan la inhibición de los impulsos, por lo que la conducta se libera, el individuo parece excitado.

Segunda: La conducta es esencialmente emocional, errática, se presentan problemas de juicio y existe dificultad para la coordinación muscular; así como trastornos de la visión y del equilibrio.

Tercera: El individuo presenta confusión mental, se tambalea al caminar, tiene visión doble, así como reacciones variables del comportamiento: pánico, agresividad y llanto. Por otra parte tiene serias dificultades para pronunciar adecuadamente las palabras y para comprender lo que se le dice.

Cuarta: Incapacidad para sostenerse en pie, vómitos, incontinencia de la orina, estupor, aproximación a la inconsciencia.
Quinta: inconsciencia, ausencia de reflejos. Estado de coma que puede llevar a la muerte por parálisis respiratoria.
Lo que sucede es que cuando una persona ingiere una copa, el 20% del alcohol presente en esa bebida es absorbido en forma inmediata a través de las paredes del estómago y pasa a la sangre.

El otro 80% es procesado un poco más lentamente y también se absorbe, desde el intestino delgado, para circular en la sangre. Si la ingestión de bebidas alcohólicas se detiene o continúa en forma moderada, los niveles de alcohol en la sangre se mantendrán bajos, pues el hígado sano podrá metabolizarlas, con la ayuda de la eliminación del alcohol en la orina y el aliento. Sin embargo, cuando la velocidad de ingestión y la cantidad ingerida rebasan la posibilidad de eliminarlo, se dificultan la coordinación muscular y el equilibrio, se obstaculizan la memoria y el juicio; además se puede llegar a estados de intoxicación que ponen en peligro la vida.
¿Cuáles son las consecuencias del consumo exagerado?
  • Después de un tiempo de abusar del consumo de bebidas alcohólicas, se presenta un deterioro en diversos órganos como el estómago, el hígado, los riñones y el corazón, así como en el sistema nervioso.
  • Existen una serie de enfermedades que se relacionan con el consumo reiterado de bebidas alcohólicas, como la cirrosis hepática y las enfermedades cardiacas.
  • Algunos estudios señalan que quienes se inician en el abuso de las bebidas alcohólicas desde jóvenes, tienen una expectativa de vida 5 a 10 años menor que los que no experimentan esta situación.
  • El alcohol es una de las drogas más peligrosas para la mujer que esta embarazada, ya que en el cuerpo de la mujer el alcohol se transforma en sustancias dañinas para las células que son absorbidas por el feto. En cantidades abundantes aumenta el riesgo de nacer con defectos, como el "síndrome alcohólico fetal", que implica la formación de un cráneo pequeño, facciones anormales, retardo físico y mental. Consumir bebidas alcohólicas al final del embarazo, puede también afectar al feto.
  • En el sistema cardiovascular, incrementa el riesgo de enfermedades al corazón , el bebedor incrementa sus niveles de lípidos ( grasa en al sangre) que puede resultar en arteriosclerosis , incrementa el riesgo de una muerte temprana y un ataque al corazón, y el desarrollo de cardiomopatia.
  • En el sistema nervioso, daño en el sistema nervioso central se reconoce luego de muchos años.
  • Pueden aparecer problemas neurológicos desarrollados por falta de vitamina B.
  • El sistema gastrointestinal es probablemente el sistema más dañado por efecto del consumo de alcohol. Podemos ver úlceras faciales ( ulceras sangrantes y perforantes), problemas en el páncreas e incremento de la incidencia de desarrollo de cáncer al esófago. 
  • Los alcohólicos podrían desarrollar cirrosis. En la primera etapa de la cirrosis, las células del hígado se perjudican y acumulan gotas de grasa; cuanto más células sufren esta infiltración, el hígado se dilata más. Si el consumo de alcohol continúa, se forman cicatrices hasta que esto se vuelve irreversible.
¿Qué es el abuso de alcohol?

El abuso del alcohol se presenta cuando el bebedor llega a sentirse intoxicado y no puede cumplir con sus obligaciones o pone en peligro su vida y la de los demás al manejar, toma riesgos excesivos o presenta conductas violentas bajo los efectos del alcohol. Si estos episodios en los que se bebe en exceso se repiten con frecuencia, puede desarrollarse dependencia o alcoholismo.

¿Puede el alcoholismo ser curado?
Aun no. El alcoholismo es una enfermedad tratable y la medicación ha llegado a estar disponible para prevenir las recaídas, pero la cura aun no ha sido encontrada. Ello significa que es posible sostener la abstinencia por un periodo largo de tiempo, con lo cual la salud del alcohólico mejora; sin embargo la recaída es un riesgo permanente.

Fuente: http://www.cedro.org.pe


domingo, 20 de enero de 2013

Síndrome de Alienación Parental

¡Mis hijos me odian!...“Llevaba tiempo proponiéndole a mi marido que nos separáramos ya que nuestra relación no funcionaba. Pero él nunca quiso aceptar la separación y amenazaba con quitarme a mis hijas. Al final, lo está consiguiendo, las niñas no quieren estar conmigo y he tenido que irme de casa porque no soportaba ver cómo me rechazaban”

Así habla una madre angustiada, cuya separación está destruyendo la relación con sus dos hijas. Su ex marido ha conseguido infundir odio en sus niñas hacia ella, acusándola de malos tratos, de romper la unidad familiar… Y, lamentablemente, este no es un caso aislado. En los últimos años, las separaciones conflictivas han hecho aparecer un grave problema: el Síndrome de Alienación Parental (SAP).

Programados para odiar a mamá

El SAP es un proceso que consiste en programar a un hijo para que odie a uno de sus padres sin que tenga justificación para ello. Normalmente esta situación se crea tras un divorcio o separación conflictiva, en la que el progenitor que se queda con la custodia de los niños proyecta sus odios personales hacia su ex pareja en ellos. A menudo, se recurre a mentiras y falsas historias que convierten al otro padre en un monstruo, llegando incluso a hablar da abusos sexuales o malos tratos.

“En septiembre de 2007 empezó mi pesadilla, cuando le expuse a mi marido que quería la separación. Desde el primer momento me acusó de malos tratos a mis hijas, les infundió odio hacía mi diciéndoles que soy una mala madre, que soy la culpable de la separación, que cuando eran pequeñas les pegaba… afirmación que obviamente no es cierta. Yo soy la que realmente se preocupa por su educación y él es el que las consiente, tratando así de confundirlas. Su padre llevaba ya meses manipulando a las niñas y yo cada vez las encontraba más extrañas: la pequeña, de 11 años, era muy madrera y su actitud empezó a cambiar, mostraba desconfianza hacia mí, y la mayor, de 15 años, me faltaba al respeto. Primero pensé que eran cosas de la edad, aunque veía extraño el comportamiento de su padre con ellas: él se lo consentía todo, y mientras yo les regañaba por sus comportamientos, su padre las cogía aparte para hablar con ellas y reprenderlas, según él. Pero siempre lo hacía sin estar yo presente, lo que me hizo sospechar. En realidad, les daba la razón a las niñas para quitarme mi lugar como madre y dejarme mal delante de ellas”.

El proceso puede tener como detonante que uno de los padres rehaga su vida sentimental o que el alienador sienta que ha perdido su lugar ante los hijos. Entonces el progenitor alienador se marca como objetivo alejar a la ex pareja de sus hijos y empieza a influir en ellos. Como consecuencia, los niños caen un conflicto de lealtades y no quieren dar la razón ni a uno ni a otro, lo que deriva en graves problemas emocionales para ellos.

Síntomas de alerta

El progenitor alienador sabotea la relación entre los hijos y el otro progenitor, hasta obstruir todo contacto padre-hijo o madre-hijo. Los hijos alienados tienen las mismas ilusiones que el progenitor alienador, en el procedimiento psiquiátrico llamado “locura a dos” (folie-à-deux o Trastorno de Ideas Delirantes Inducidas).

1. Campaña de denigración. Esta campaña se manifiesta verbalmente y en los actos.
2. Justificaciones fútiles. El hijo da pretextos fútiles, poco creíbles o absurdos para justificar su actitud.
3. Ausencia de ambivalencia . El niño está absolutamente seguro de él y su sentimiento exprimido hacia el progenitor alienado es maniqueo y sin equívoco: es el odio.
4. Fenómeno de independencia. Afirma que nadie lo ha influenciado y que ha llegado solo a adoptar esta actitud.
5. Sostén deliberado. El pequeño toma de manera pensada la defensa del progenitor alienador en el conflicto.
6. Ausencia de culpabilidad. No siente ninguna culpabilidad por la denigración o la explotación del progenitor alienado.
7. Escenarios prestados. Cuenta hechos que manifiestamente no ha vivido él, o que ha escuchado contar.
8. Generalización a la familia extendida. Extiende su animosidad a la familia entera y a los amigos del progenitor alienado.

Consecuencias para los niños

Como el SAP consiste en la continua manipulación de uno de los progenitores sobre su hijo para que deje de querer al otro progenitor –explica Francisco J. Fernández Cabanillas, presidente de la Asociación Nacional de Afectados del Síndrome de Alienación Parental (Anasap)-, este proceso tiene efectos demoledores sobre las criaturas. A corto plazo el niño crece en orfandad psíquica paterna o materna, en un ambiente de “secta fanática anti-papá o anti-mamá”. A largo plazo, llegan a odiar a ambos progenitores, al que alienta el odio y al receptor del mismo. Como el niño amputa psíquicamente una parte de sí mismo, la que se identificaba con el padre/madre alejado y atacado, obviamente se perjudica el desarrollo de su personalidad.

Ningún niño será capaz de llevar una vida normal a no ser que este "maltrato" se interrumpa. Estos pequeños son susceptibles de padecer una depresión crónica, un sentimiento incontrolable de culpabilidad y de aislamiento, trastornos de identidad y de imagen, comportamientos de hostilidad, y una falta de organización, entre otros problemas. A largo plazo, estos pequeños tendrán problemas de autoestima y de pérdida de seguridad emocional, una herramienta básica para que los seres humanos se desarrollen adecuadamente. Algunos, incluso han llegado a terminar con el problema suicidándose.

De hecho, en los en los hospitales públicos españoles, los servicios de Psiquiatría que atienden a los niños víctimas de SAP consideran este problema como una forma de maltrato infantil.

Un problema cada vez más frecuente

Según Fernández Cabanillas, este síndrome es cada vez más usual por varias razones: la fundamental es el incremento anual de la población infantil en riesgo debido al aumento de los divorcios con hijos menores comunes, un tercio de los cuales son muy conflictivos. Por otra parte, el SAP se produce, casi siempre, en un proceso judicial de ruptura de pareja y, en un país con una Justicia secularmente lenta, la dilación judicial acaba coadyuvando a la aparición del SAP y dificultando, cuando no impidiendo, su curación. “El SAP –añade Fernández Cabanillas- es una urgencia sanitaria de salud mental infanto-juvenil, pero ‹‹urgencia›› y ‹‹juzgado›› son palabras antinómicas, una contradicción en sus propios términos. Si a lo anterior unimos que un conjunto heterogéneo de operadores jurídicos (abogados, procuradores, psicólogos forenses, asistentes sociales, puntos de encuentro familiar, etc.) basan sus ingresos anuales en la propia existencia del conflicto de las parejas rotas con hijos, la salud psíquica de estos niños y su desarrollo equilibrado no encuentra muchos defensores con suficiente influencia política y social para la solución de esta grave ‹‹epidemia psíquica››.

En concreto, se estima que afecta a uno de cada cuatro hijos de padres en proceso de separación contenciosa. Esta situación no es despreciable teniendo en cuenta que el 35% de las separaciones y divorcios -se registran unos 150.000 cada año en España- son conflictivos, y en más de la mitad hay niños implicados, lo que genera un caldo de cultivo importante para este síndrome, que se ve con mayor frecuencia en este país. Se calcula que puede haber entre 500 y 1.000 casos de incomunicación entre algún progenitor y sus hijos, y en torno a 20.000 situaciones de transición en las que se empieza a detectar un problema de comunicación.
¿Cómo solucionar el conflicto?

Si una persona sufre este síndrome, tendrá muchas dificultades para superarlo y lograr recuperar el amor de sus hijos. Todo el sistema jurídico español –explica el presidente de Anasap- se vuelve contra el progenitor alienado. Muchos padres son víctimas en el proceso de divorcio de la estrategia del abogado contrario llamada “la bala de plata”: denuncia de su ex por abusos sexuales a su hija menor, con petición de largas condenas de cárcel, que, sólo tras un calvario judicial, estigmatizado socialmente, y tras la “pena de banquillo” (el hecho de estar procesado penalmente ya es una “pena”), muy tarde y con suerte, será declarado inocente. Pero el tiempo no vuelve hacia atrás y cuando un Juez o Tribunal lo absuelve, sin contacto ni visitas con su hija menor durante el largo proceso, ese padre “ha muerto psíquicamente” en la mente de su hija.

“Conté mi problema en Asuntos Sociales -nos explica esta mamá- y allí me dijeron que mi caso era un claro ejemplo de Alineación Parental, pues las niñas se creían las mentiras de su padre y se estaban convirtiendo en manipuladoras de los demás niños. Tuve que abandonar el hogar porque no soportaba cómo mis hijas me rechazaban y me echaban de casa. Me vi obligada a poner una denuncia a mi marido por malos tratos psicológicos que llevaba a cabo a través de las niñas. Se celebró un juicio de medidas provisionales, en el que las niñas pidieron permanecer con su padre y el Juez las escuchó. Me pusieron un régimen de visitas, pero él lo incumple diciendo que las niñas no quieren verme y me impide la comunicación con ellas apagando los teléfonos. Las utiliza en los juicios en su propio beneficio, haciendo que declaren contra mí y corroboren lo que él dice”.

En el caso de las mamás alienadas y excluidas, declara Francisco J. Fernández, el estigma social es muy fuerte, la sociedad las señala como “mala madre” de forma tan cruel, que la mayoría padecen depresión profunda, incluso constan numerosos casos de suicidio. “Lo mejor es que los papás y mamás afectados de SAP se pongan en contacto con nosotros a través de nuestra web, www.anasap.org, donde podremos ayudarles”.

Para iniciar las vías de solución de este grave problema social, primero se ha de aceptar su existencia, lo cual aún no está pasando en este país. Lo segundo, desvincular el SAP de la cuestión de “género”. En resumen, reconocer que el SAP existe y no es sexista, afecta a niños y a niñas, a papás y a mamás.

“El Gobierno –añade el presidente de Anasap- ha de tomar medidas urgentes de política judicial y, si es verdad que en España se aplica la Convención de Derechos del Niño, no puede crear primero Juzgados de Violencia contra la mujer ya que la protección primera ha de ser a los niños: el interés ‹‹superior›› del menor, obviamente, no es superior en la práctica política. Además, los Juzgados de Familia y otros competentes en la materia han de contar con personal de primera categoría profesional: los mejores, con los mejores medios y los mejor pagados, con incentivos económicos específicos a la solución real de problema de relación niño-progenitor afectados de SAP. Hasta ahora, el incentivo económico es ‹‹dar carpetazo›› judicial al tema.

Hay que cambiar la ley de divorcio -que en teoría es de ‹‹divorcio de los padres›› y en la práctica se convierte en la ley del ‹‹divorcio de los hijos››- introduciendo mecanismos de igualdad parental en la relación con los hijos menores”.

La custodia compartida, explica Fernández Cabanillas, no es la única solución, pero es una buena “vacuna” o mecanismo legal preventivo para la aparición y desarrollo del SAP. La custodia compartida, alternativa o repartida es una exigencia de igualdad. Pregúntale a un niño: “¿cómo repartirías una tarta entre papá y mamá de manera justa?” Te responderá, “igual a cada uno”. La distribución del tiempo de relación entre un niño y sus padres que se aleje de la mitad para cada uno, requiere mucho esfuerzo para su justificación, más aún en una sociedad como la española, que tiene aversión a la desigualdad. Las personas y asociaciones contrarias a la custodia compartida en España, que hablan de “niños-maleta”, son las que viven del “niño-maletín”.

“Nosotros –explica esta madre- estamos a la espera de que el juez dictamine sobre nuestro caso, ya que nos tienen que ver los peritos judiciales, algo por lo que he luchado mucho para que así se desvele toda la manipulación y el daño irreversible que mi ex marido ha causado a sus hijas.

Desgraciadamente, la justicia es lenta y esa lentitud hace que la situación se agrave cada vez más: el padecimiento de las niñas les causará secuelas el día de mañana, sin hablar de mi desgaste por una lucha diaria para conseguir que esto se solucione lo antes posible. No sólo están aisladas de mí, sino también de mi familia.

Parar acabar con este problema, necesitaríamos jueces de familia especializados en estos casos. Así se evitaría que los niños fueran víctimas de una separación, durante la cual uno de los padres los utiliza para su propio beneficio: en venganza hacia el otro progenitor por separarse y para conseguir mantener sus bienes materiales, importándole más esto que el bienestar de sus hijos”.

Fuente: Francisco J. Fernández Cabanillas, presidente Anasap, www.anasap.org.
Redacción: Irene García