viernes, 18 de enero de 2013

La Secretaría de Educación Pública (SEP) divulgó una “Guía de Facebook para padres de familia”

La Secretaría de Educación Pública (SEP) divulgó una “Guía de Facebook para padres de familia” con la intención de explicarles cómo funciona esta red social y cómo prevenir la seguridad de los datos de sus hijos y hasta el suicidio.

A través del programa Escuela Segura, la SEP puso a disposición de los padres de aproximadamente 24 millones de alumnos de educación básica la guía elaborada por Anne Collier y Larry Magid, quienes participaron en el programa Seguridad en Línea del gobierno de Barack Obama, a fin de alertartos sobre el cyberbullying (acoso en internet)

La guía paso-a-paso busca ayudar a los padres a configurar el perfil de Facebook de sus hijos y proteger tres áreas clave: seguridad, privacidad y reputación.

“En el internet social, la seguridad es una responsabilidad compartida. El riesgo más común que puede enfrentar un menor de edad es el hostigamiento por parte de sus conocidos, lo que incluye conductas dañinas, agresivas y difamatorias”, señala la guía para padres.

Además explica en forma breve y concisa que “si tú tienes hijos menores de 13 años que tienen un perfil en Facebook, lo mejor es que se cancelen sus cuentas y utilicen servicios de redes sociales más apropiados para su edad. Sin embargo, si a pesar de esta restricción ellos van a continuar utilizando el sitio, lo recomendable es que los ayudes a configurar sus parámetros de privacidad en el nivel más restrictivo posible”.

Asimismo, sugiere a los padres de familia establecer monitoreos a las actividades de los niños, pues el peligro es que además de ser agredidos emocionalmente, estos pueden charlar con personas desconocidas y mantener conversaciones sobre sexo.

El impacto de Facebook en México

Facebook cuenta con 665 millones de usuarios en todo el mundo, de los cuales 22 millones 734 mil 740 están en México.

Por su parte, los mexicanos duplican su número en el último año con un crecimiento del 94.2%. Mientras que el Distrito Federal es la tercera ciudad del mundo con el mayor número de suscriptores (9 millones 339 mil 320).

Tan sólo en México hay 34.9 millones de internautas que se dedican, principalmente, a enviar y recibir correos, 61% de los usuarios se conectan a internet sólo para revisar sus redes sociales, siendo la cuarta actividad que realizan: 6 de cada 10 lo hacen a diario, 49% de los usuarios son mujeres, mientras que los sitios más visitadas en México son Facebook, YouTube,Twitter y Hi5.

El mayor número de usuarios de Facebook se ubica en Estados Unidos con 149.4 millones,seguido de Indonesia con 36.4 millones, Reino Unido con 29.9 millones, India con 26.6 y México en el sexto sitio con 25.6 millones.


Para descargar la guía completa:



Así son ahora los ajustes de privacidad en Facebook

Facebook acaba de hacer cambios. La red social de los 1.000 millones de usuarios ha presentado hoy mismo toda una batería de modificaciones importantes sobre el sistema de privacidad. La renovación ya se encuentra disponible para los usuarios españoles, así que es posible que esta misma mañana te haya sorprendido el aviso que aparece en la parte superior de tu perfil en Facebook: “Por favor, dedica un momento a ver quién puede ver tus cosas”. Para empezar con el recorrido, bastará con que pulses sobre el botón “Ver” marcado en azul y situado en la parte inferior de este mensaje. Si en ese momento no quieres revisar tu privacidad, pincha sobre “Cerrar”. Debes saber, sin embargo, que a partir de ahora podrás comprobar más fácilmente quién puede ver tus cosas con un acceso mucho más sencillo a la privacidad. Facebook ha instalado un botón de acceso directo en la parte superior derecha de la página, justo al lado del icono de “Configuración”. Pulsa sobre el símbolo del candado y se abrirá ante ti una pestaña de ajustes…


1) ¿Quién puede ver mis cosas? Dentro de esta primera sección podrás elegir quién ve tus publicaciones. Tienes distintas opciones: hacer que sea Público, lo puede ver todo el mundo, aunque no te conozcan de nada; que lo vean tus Amigos o Personalizado, que solo puedan leer tus publicaciones aquellos a los que has dado permiso, exceptuando algunas personas o todas las que quieras. Desde este mismo punto, también podrás controlar el Registro de Actividad, para controlar en qué aplicaciones has sido etiquetado y finalmente, tendrás la opción de ver cómo ven otros tu perfil y qué información se muestra realmente al público. Si quieres como una persona determinada ve tu perfil, bastará con que escribas su nombre y te aparecerá una pantalla de muestra.


2) ¿Quién puede ponerse en contacto conmigo? Aquí podrás elegir qué personas quieres que puedan mandarte mensajes en Facebook. Podrás seleccionar si quieres que solo sean todos, tus amigos o los amigos de tus amigos. También tendrás la opción de limitar quién puede enviarte una solicitud de amistad. En este caso pueden ser todos o los amigos de tus amigos. No hay posibilidad alguna de que nadie pueda querer ser tu amigo. La esencia de Facebook se iría al traste.
3) ¿Quién puede buscarme? Es hora de ver quién puede encontrarte dentro de la red social. Como en prácticamente todos los ajustes, solo existe la posibilidad de a elegir tus amigos o a los amigos de tus amigos. La opción más restrictiva, si quieres desaparecer del mapa para alguien, es la administración de bloqueos. Dentro de este apartado, podrás bloquear personas para que no puedan encontrarte dentro de Facebook, ni tan siquiera realizando una búsqueda. Bastará con que introduzcas su nombre y pulses sobre el botón azul “Bloquear”. Si lo deseas, también podrás bloquear el envío de invitaciones a aplicaciones o eventos.
3) Biografía y etiquetado. Si quieres terminar de configurar tu privacidad en Facebook, pulsa sobre el enlace “Ver más” que encontrarás en la parte inferior de la pestaña. Accede al apartado “Biografía y etiquetado” para elegir quién puede publicar en tu biografía, seleccionar quién puede ver contenidos dentro de tu biografía y gestionar las fotografías en las que has sido etiquetado.
Revisa cada uno de estos apartados y asegúrate de que tu cuenta está debidamente protegida para que ningún extraño pueda acceder a tus fotografías personales o mensajes privados. Si además quieres mantener una privacidad rigurosa entre distintos grupos de contactos, tendrás que ajustar todos los apartados que plantea Facebook seleccionando, de manera individual, aquellas personas que quieres mantener alejadas de tu actividad más íntima y personal.
Fuente: http://www.tuexperto.com

¿Qué espera el bebé de sus padres?

El recién nacido es un ser completamente desvalido, que depende por entero de sus padres. Sin nuestras atenciones y afecto no podría sobrevivir. Para que nuestro hijo crezca seguro y confiado, debemos darle lo que necesita en cada momento.

Responder a las demandas de nuestro bebé alimenta en él un sentimiento de confianza, que se va consolidando a lo largo del primer año y es de vital importancia. Si el niño puede confiar en las personas que lo cuidan, no verá el mundo como un lugar amenazador y aprenderá a confiar también en los demás. Pero… ¿cómo saber qué espera de nosotros?


Hay que estar a su lado
El bebé necesita a alguien junto a él, que sea sensible a sus demandas y le transmita cariño y seguridad. Y esta persona suele ser la madre.
  • Con la madre existe un fuerte vínculo afectivo, que se establece incluso antes del nacimiento. Si la relación con mamá es estrecha y sólida, el bebé se siente protegido, y se vuelve confiado.
  • La madre puede afianzar ese vínculo de seguridad con su actitud hacia el niño: acariciándole cuando llora o devolviéndole la mirada cuando él la mira. Estas pautas quedan grabadas en la memoria del bebé: "Soy importante para mi mamá".
  • La dedicación de la madre intensifica la relación. Si es quien más tiempo pasa con el niño, no es raro que sea en ella en quien más confíe él. Por eso, si necesita consuelo y ambos padres están disponibles, suele preferir los brazos maternos (y hay que respetarlo). Esto no significa que el bebé no confíe en papá. Si se deja consolar por él cuando mamá no está, es señal de que también existe un fuerte vínculo con el padre.
  • Que el niño necesite a alguien a su lado no implica que la madre deba estar con él las 24 horas del día. Durante años, los psicólogos insistieron en que los niños requerían, especialmente en el primer año, una única persona de confianza. Pero hace tiempo que esta idea ha sido desmentida. Los bebés asumen sin problemas, y hasta con agrado, que varias personas se ocupen de ellos (aunque es preferible que no sean más de tres). Lo que hacen es desarrollar vínculos de distinta calidad, distinguiendo entre figuras muy cercanas (mamá, papá) y otras más lejanas (el abuelo, la tía, la canguro...).
  • Lo que sí perjudica (y confunde) al bebé es cambiar constantemente de cuidadores.
Actuar de inmediato
A un recién nacido hay que atenderlo de forma rápida y eficaz. Y eso requiere saber interpretar su lenguaje.
  • Las necesidades de un bebé no se pueden aplazar. Si está hambriento, tiene frío o está asustado, hay que poner remedio sin dilación. Es la mejor manera de demostrarle que puede fiarse de sus padres, porque están ahí cuando los necesita. La teoría de que hay que dejar llorar a los niños, porque si no se malcrían, no tiene fundamento. Cuando un recién nacido llora, sea cual sea el motivo, hay que acudir enseguida y ofrecerle el consuelo que precisa.
  • Cuando un niño llora, está diciendo que algo le pasa, el problema es que muchas veces no es fácil adivinar qué. Al principio hay que esforzarse en descifrar el llanto, observando y escuchando lo que pide en cada momento. «¿Tiene hambre, sueño o, tal vez, el pañal mojado?».
  • Con el tiempo, los padres distinguen los tipos de llanto. Y eso es importante. Pero no hay que sentir remordimientos por interpretar mal el llanto alguna vez. No va a trastocar la confianza que el bebé tiene en nosotros.
  • A veces, el niño ha comido bien, ha dormido, está seco... y no deja de llorar. El recién nacido también puede protestar porque se siente solo y reclama a mamá: el contacto corporal es tan importante y vital como el alimento. Las necesidades del bebé no son solo físicas, sino también afectivas. Necesita un ambiente cálido y acogedor con muchas, muchas muestras de ternura.
Guardar la calma

Para el niño es tranquilizador que sus padres sean capaces de mantenerse serenos en los momentos difíciles.
  • En ocasiones, cuando el bebé se siente mal, lo único que necesita es una persona que esté con él y conserve la calma. Alguien que le tenga en brazos mientras llora o que se siente junto a su cuna y se quede allí, en silencio, acariciándole la cabeza. Eso le tranquiliza mucho.
  • El problema es que cuando un bebé llora desconsoladamente y los padres no saben cómo apaciguarlo, es habitual que se desesperen y acaben perdiendo los nervios. Entonces, en lugar de ternura y afecto, el pequeño recibe una demostración de enfado: por haber interrumpido el sueño de sus padres, por la impotencia que da no saber qué hacer.
  • El bebé percibe el cambio. Aunque no comprenda el significado de las palabras, nota que el tono de voz es distinto, que la actitud no es tan cariñosa como siempre... Pero eso no le hace perder la confianza, pues reconoce la situación como un desliz. De hecho, si en algún momento de la misma noche vuelve a necesitar a sus padres, los reclamará de nuevo y se dejará consolar sin tener en cuenta la reacción anterior.
  • Lo ideal sería que los padres siempre se mostraran comprensivos y pacientes. Pero, si excepcionalmente no lo hacen, no deben culpabilizarse por no comportarse como el bebé espera.
Respetar sus deseos

Cumplir sus expectativas también implica saber reconocer cuándo desea que le dejen en paz.
  • El exceso de estímulos molesta a los bebés. Los recién nacidos son muy sensibles al exceso de luz, ruidos... y envían señales claras. Por ejemplo, vuelven la cabeza cuando no quieren recibir carantoñas o empiezan a llorar si se les mira con insistencia a los ojos. Ser sensibles a sus necesidades conlleva estar atentos a estas reacciones y actuar en consecuencia.
  • Estar siempre cerca, saber escuchar, tener paciencia, ser afectuosos, derrochar comprensión, transmitir seguridad... a veces requiere un enorme sacrificio. Pero merece la pena. Lo que se consigue en este periodo tiene repercusión en el resto de la vida.
  • Los bebés que crecen sintiéndose seguros y confiados, después son niños independientes.Además, pueden concentrarse mejor, juegan con más fantasía, se relacionan más fácilmente con otros niños y desarrollan un elevado sentimiento de autoestima.
Fuente: http://www.serpadres.es