viernes, 15 de febrero de 2013

¿Subiendo?

Dile a un niño suficientemente seguido que no logrará nada en la vida y ¿adivina que?

No logrará nada.

Es nuestra labor como padres siempre ayudar a nuestros hijos a crecer, creer en ellos y alentarlos a subir. ¿Quién debería creer en tu hijo sino tú?

Una madre me transmitió una conversación que su esposo tuvo con su hijo adolescente, después de que él trajo una calificación decepcionante. Además de haber obtenido malas calificaciones en varias materias, su hijo Benjamín, reprobó la clase de español.

“Escucha Benjamín”, dijo su esposo. “Tú reprobaste. Tus calificaciones son pésimas y pienso que deberías dejar la clase de español ahora mismo”.

Su hijo respondió, “Pero, papá, yo realmente lo intenté. Quiero aprender español. Déjame intentarlo una vez más”.

“¿Para qué? ¿Para que repruebes nuevamente? Solamente terminarás mostrándonos a mamá y a mí justamente lo que no puedes hacer. ¿Cuál es el punto?”.

Desalentado, Benjamín bajó la cara mientras sus mejillas se ponían muy rojas.

“Pruébame que estoy equivocado, Benjamín, ¡pruébame que estoy equivocado!”, gritó su esposo mientras él se apresuraba a salir de la habitación.

Después de que ella relató su experiencia, yo hablé con la madre acerca de lo ocurrido.

“Dile a tu esposo”, le dije, “que en vez de decir 'Benjamín, pruébame que estoy equivocado', debería decir, 'Benjamín, ¡pruébame que tengo razón! Yo se que tú puedes hacerlo mejor. Yo creo en ti. ¡Pruébame que tengo razón!'”.

Nuestros sabios enseñan que nuestras palabras pueden construir y destruir. Las palabras y las expresiones negativas nos dejan sin esperanza. El único lugar para ir es “hacia abajo”.

Las palabras positivas, por otro lado, les ofrecen a nuestros hijos un camino ascendente por el cual ellos pueden trepar.

Incluso en la Torá, Dios fue cuidadoso de utilizar un lenguaje positivo. Cuando describe el sentimiento de soledad que Adam tenía antes de la creación de Eva, Dios podría haber dicho, “Es realmente malo que Adam esté solo”. En vez de eso, Él dijo “No es bueno que el hombre esté solo”.

Tomemos el consejo de la Torá. Cuando nos comunicamos con nuestros hijos debemos intentar expresarnos utilizando un lenguaje positivo. Esto puede hacerse incluso cuando estamos disciplinando a nuestros hijos.

Por ejemplo, en vez de decir: “¡No puedo creer lo que hiciste! ¡Siempre estás peleando con tu hermana!”. Intenta decir: “Yo se que puedes llevarte mucho mejor con tu hermana”.

En vez de: “¡Nunca había visto tanto desorden! ¡Tu habitación es un desastre!”. Intenta decir: “Tú puedes ser más limpio y ordenado. Tu habitación necesita ser ordenada”.

Al final de una sesión sobre educación de los hijos que di, Daniela, madre de tres niños se acercó a mí. “Me di cuenta de algo hoy. He estado llamando a mi hijo de seis años 'lento' durante los últimos años. Él se despierta por la mañana y le toma muchísimo tiempo alistarse. Me da vergüenza admitir que incluso lo he llamado 'tortuga'. Hoy decidí que voy a hacer un cambio. Voy a intentar utilizar palabras positivas con él”.

Después de la clase siguiente, Daniela me dijo que no podía creer el cambio que ocurrió luego de su nueva actitud. En vez de arrastrar sus pies, él intenta ser el primero en estar listo por la mañana. Una noche, antes de acostarse, le dio un beso a su mami y le susurró en la oreja, “Mami, gracias por no llamarme más tortuga”.

Intentemos darles a nuestros hijos ideales por los que aspirar en vez de cavar hoyos en los que puedan descender. Cada día tenemos innumerables oportunidades para ayudar a nuestros hijos a crecer, para creer en ellos y ayudarlos a llegar más alto.

 Slovie Jungreis-Wolff

¡Que brille la buena educación!

Buenos Modales: A diario, la vida nos presenta situaciones para las cuales debemos actuar con cierto carácter. Lo difícil es saber como enfrentar algunos momentos con la educación del caso para comportarnos ante los demás y ante nosotros mismos como personas decentes y equilibradas.

Los modales son esenciales en nuestra vida íntima de pareja o a la hora de querer dar una buena impresión a esa persona que nos atrae.

Muchos creen, que la cortesía y la amabilidad son aspectos del pasado que ya no son tomados en cuenta. Esto es un fatal error. La gentiliza y la buena educación son de gran importancia para afinar detalles en las relaciones personales, además de contribuir a facilitar la convivencia con los seres amados y en el caso de las parejas, a mantener el respeto y el gusto mutuo.


La mala educación conlleva a vivencias difíciles con la pareja y empeora cualquier crisis que se este atravesando
Mantener el respeto y el buen trato con la persona que nos interesa es esencial para que reine la armonía.

Por otro lado, cuando salimos a una cita con alguien especial, es vital para el éxito de la velada, que los buenos modales prevalezcan durante la noche.

Para ellas, mostrarse gentil, amable, educada y agradecida, les hará ser recordadas con una buena impresión que muy probablemente de pie para una segunda cita, además estos valores solo harán resaltar el resto de sus atributos, porque el hablar groseramente y/o tener malos modos hecha a perder irreparablemente lo muy maquilladas o bien vestidas que estén.

Para ellos, los buenos modales les dan puntos en galantería y hombría! A la hora de conquistar, ser atento con una dama puede ser el detalle determinante del éxito de la cita. Es cierto hombres, estos buenos modales no han quedado en el olvido ni tampoco son muestras de ridiculez, las mujeres toman muy en cuenta hechos como el que le abran la puerta el restaurante, que le digan lo bella que se ve, que le sirvan la bebida o que le permitan ordenar primero.

Lo cierto es que, como seña de nuestra buena educación y por respeto hacia quien nos acompaña, todos por igual debemos ser amables y dar un buen trato a la persona que este con nosotros siempre. Para todos es muy agradable ver como la otra persona nos trata bien y nos hace pasar un buen rato dándonos importancia y respeto.



Los buenos modales son una muestra de amor y respeto hacia el otro
Aspectos como la consideración son de gran utilidad para mantener relaciones largas y felices. Ponerse comprensivamente en el lugar del otro, y entender los sentimientos y actitudes de esa persona, junto con detalles de amabilidad, cariño y cortesía, es el secreto para establecer una relación duradera y satisfactoria.

Algunos buenos modales que debemos mantener para con nuestra pareja son:

  • No olvidar decir buenos días o buenas noches, es muy apreciado decir o recibir una palabra agradable al empezar o finalizar el día.
  • Respetar la privacidad del otro, así como sus ratos íntimos.
  • Hacer preguntas para saber como se encuentra o como estuvo el día de la otra persona, es un detalle muy importante. Es un modal que demuestra interés y preocupación. 
  • Durante la cena, es un gesto de buena educación y consideración esperar a la otra persona para empezar a comer. Si fue ella quien preparo la cena, no olvidar agradecerle y decirle algún elogio sobre la misma.
  • Abrir la puerta o alcanzar algún objeto cuando la otra persona tiene las manos ocupadas, es una muestra básica de buenos modales.
  • Mantener una buena higiene corporal es un modal imprescindible. 
  • Permitir a la pareja hablar y prestarle atención, nunca interrumpirla.
  • Si hay una discusión, por más difícil que sea, esfuérzate por no subir el tono de voz ni ofender a la otra persona. Procura siempre que tus intervenciones no sean para empeorar el asunto sino para mejorarlo. Si no te crees capaz, entonces discúlpate y pospón la conversación para otro momento.
  • Respetar cuando la otra persona no tiene deseos sexuales. Es siempre importante dar un espacio.
  • Ser puntual con las citas es lo primero que se debe considerar si se quiere lograr algo con la persona que te espera.
  • Respetar los ratos de ocio de la otra persona.
  • No conversar en público los problemas íntimos de pareja.
  • No criticar, ni comparar
  • Pensar siempre lo que se dice. Las palabras pueden ser muy hirientes.

Es bueno enseñar nuestros buenos modales ya que estos demuestran lo mejor que tenemos para dar a los demás, o aun más importante,  al ser amado

Fuente: http://www.tuguiasexual.com