sábado, 5 de abril de 2014

El tiempo que mi hijo necesita

El tiempo de comunicación en la familia, además de ser muy valioso, educa. En una vida ocupada desde edades muy tempranas, difícilmente se busca tiempo para ver al otro en su integralidad, para percibir lo que siente el otro e interesarse por lo que le sucede. Las estrategias que su hijo viva y observe como modelo serán las que pondrá en práctica en un futuro, por lo que, es de gran importancia favorecer momentos para escuchar y platicar en familia. Revivir la cena todos juntos, tomarse un par de horas a la semana de manera individual con cada uno de sus hijos, sentarse a jugar lo que ellos quieran compartir con usted, calendarizar como mínimo un paseo o excursión con la familia cada mes o dos meses son sugerencias de algunas actividades que puede implementar.

No importa qué tan ocupado esté, asegúrese que su hijo sienta que para usted él es importante y que su trabajo o compromisos sociales, aunque puedan llegar a demandar mucho tiempo, nunca llegarán a ocupar su mayor atención, su prioridad. Si va a regresar tarde del trabajo, llámelo y pregúntele cómo está, escúchelo por cinco minutos. Si se compromete a participar en alguna actividad del colegio o le ofrece llegar a verlo a su partido, asegúrese de hacerlo; nunca deje de cumplir su palabra, no le falle.

Será un reto para usted aprender a descubrir de qué manera su hijo percibe su amor y apoyo incondicional. Al hacer algo por su hijo, piense qué tan importante es para él y no necesariamente para usted, reflexione sobre la manera en la que él le muestra su aprecio, ya que de esta manera estará optimizando la energía, enfocándose el canal más significativo por el cual su hijo está esperando algo de usted. Será sorprendente la respuesta que obtendrá al satisfacer esta necesidad tan determinante en los primeros años de vida. Probablemente su hijo necesite palabras que lo animen y si para usted lo más importante son los regalos, el mensaje no llegará como usted lo desea; él seguirá esperando satisfacer esa necesidad de afirmación.

Por otro lado, recuerde que antes que sus hijos está su pareja. Los patrones que sus hijos vean en su relación de pareja serán lo que reproducirán con sus iguales. Aunque en ocasiones parezca sorprendente y casi imposible, el rol de pareja debe cuidarse tanto como el de padres, aunque muchos justifiquen que no es tan "urgente" como las demandas cotidianas de los niños. El tono de voz, los gestos, las actitudes y el tiempo que le dedica a su pareja serán lo que sus hijos imitarán.

El tiempo que su hijo necesita es hoy. Todas las semillas que usted siembre y cuide a lo largo de los años, definitivamente darán fruto a su tiempo; no se desanime, aproveche cada oportunidad que tenga a darse usted mismo.

María Isabel Fernández
Psicología Niños
Licda. Psicología Clínica
Magister en Asesoramiento Educativo Familiar