- Ignora por completo correos electrónicos que piden datos bancarios, dinero o claves de acceso, incluso cuando el mensaje aparentemente haya sido enviado por el banco mismo. Una institución bancaria nunca pedirá ese tipo de información por este medio.
- Evita al máximo hacer clic a enlaces que requieran una clave de acceso. Es mejor teclear la dirección uno mismo en el navegador, así evitas los elementos ocultos.
- Hay ofertas que son verdaderas y por lo general te llegan porque te suscribiste a notificaciones o a listas de clientes. Asegúrate de que recibes ofertas por una acción que iniciaste tú y nunca por fortuna o accidente.
- Una oferta demasiado buena para ser verdad es una buena razón para sospechar. Si quieres verificar que la oferta es verdadera, ve directamente a la página web del comerciante y ahí busca la oferta. No uses ni direcciones, ni enlaces que se te proporcionen en el correo electrónico.
Luis Castro