Muchas personas, o mejor dicho casi todas las personas, en ese tipo de situaciones límite desarrollan algún tipo de trastorno mental pasajero: depresión, ansiedad, stress, sentimientos de estar solos en el mundo. Otra de las respuestas más habituales ante situaciones que nos desbordan es el miedo. El miedo puede llegar a provocar que nos encontremos paralizados ante el problema. En situaciones extremas ese miedo se puede transformar en ataques de pánico. La primero medida que tenemos que adoptar cuando percibamos que debido a las situaciones que vivimos desarrollamos algún tipo de problema psicológico es analizar fríamente la situación en la cual nos encontramos y decirnos a nosotros mismos que vamos a luchar contra ese miedo que nos atenaza.
Tras haber decidido que vamos a hacer frente a ese miedo es actuar. El mismo hecho de tomar una pauta de comportamiento para solucionar el problema hace que la confianza en nosotros mismos suba muchos enteros. La acción también es muy importante para poder superar trastornos depresivos. Estas acciones muchas veces lo que provocan es un cambio de comportamiento del sujeto y hacen que el mismo encuentre nuevas vías para resolver sus problemas. Otros beneficios de la acción es que evita que la persona que se siente deprimida siga martirizándose con sus pensamientos que son los que al fin y al cabo están provocando su angustia o depresión.
Fuente: Psychology