jueves, 28 de febrero de 2013

Bajo rendimiento escolar

El bajo rendimiento escolar dentro de nuestras escuelas es un motivo de gran preocupación para padres, educadores, gerentes educativos y autoridades. También motivo de consulta frecuente en los servicios psicológicos y psicopedagógicos. Por ello vamos a detenernos en la revisión de algunas causas importantes que repercuten directamente en el rendimiento de nuestros niños en su vida escolar.

Diferentes circunstancias rodean la vida del niño, vamos a mencionar las más cercanas a él, como son las características físicas que tiene el niño al nacer que pueden ser congénitas o que éstas ocurran al momento del nacimiento. Puede nacer con alguna condición que limite su rendimiento, con un coeficiente intelectual bajo, puede haber pérdida de oxigeno al momento de nacer, lo que llevan a la muerte de las células cerebrales, alguna caída temprana que ocasione lesiones importantes en el cerebro.

Evidentemente tales situaciones limitarán el rendimiento desde corta edad y se debe intervenir de manera temprana, puesto que ello permitirá un diagnóstico concreto que optimice y estimule las capacidades del niño. Dicho diagnóstico nos asomará los elementos para preparar un plan de intervención psicológica, psicopedagógica y educativa. Aquí el apoyo familiar y el cumplimiento del programa de avance, serán determinantes para el progreso del niño y en muchos casos para la adecuada inserción en su medio social.

Los trastornos de aprendizaje pueden ir acompañados de TDAH (Déficit de atención con hiperactividad), en muchas ocasiones estos niños tienen una capacidad intelectual media o superior, lo que implica un buen potencial, viéndose afectados por su poca posibilidad de concentración y control de los impulsos, para ello se requiere intervención multidisciplinaria neurológica, psicológica, psicopedagógica y pedagógica. Requiere de apoyo en el hogar, implementación de hábitos en casa y de estudio que permitan canalizar la inquietud e impulsividad del educando.

Además es muy beneficiosa la participación organizada del niño en actividades recreativas y deportivas lo que permitirá drenar, consumir y reorientar la excesiva energía que posee el niño.

El medio familiar, el ejemplo del mismo, el acompañamiento y monitoreo que hagan los padres o responsables de la formación del niño, repercutirá en su motivación al logro de objetivos, así como a la superación de obstáculos que se darán en el día a día de la vida escolar.



La poca asistencia, seguimiento, preocupación e involucración de los padres propiciará que el niño vaya a la deriva. En muchos casos, no tomamos en cuenta las dificultades que se van presentando, transitando el niño por el sistema, con muchas deficiencias y de forma tardía, transformándose tal situación, en un retardo en el desarrollo.

Otra causa que es imperante revisar es el medio escolar y los métodos de enseñanza que se utilizan en todas las etapas del proceso, pero principalmente en los primeros años en las áreas básicas de lectura, escritura y cálculo que ocasionan en muchos educandos, deficiencias que se van acrecentando con el correr de los años y que se piensa se irán superando más delante de manera espontánea.

Todo esto ocurre a pesar del cambio en el diseño curricular venezolano en los últimos años y y aunque este pretende tomar en cuenta las características diferenciales del niño; los métodos continúan siendo colectivos no tomando en cuenta los centros de interés, así como las teorías de las inteligencias múltiples que diferencian las capacidades de los individuos en la medida que se van desarrollando.

La condición social es otro factor que incide en el rendimiento de nuestra población estudiantil, los intereses del medio condicionarán su ejecución, la calidad de su educación y los resultados a lo largo de los años. La prosecución escolar en muchos casos está influenciada y afectada por la condición social.

La escuela como institución debe empeñarse en mejorar e igualar las condiciones, recursos y eficiencia de los niños que pretende formar. La familia como parte fundamental de la sociedad, debe organizarse para transformarse en propulsora de la educación de los ciudadanos del mañana.

Para finalizar, es recomendable que padres, educadores, servicios psicoeducativos, y autoridades conformen un gran equipo, para intervenir en el bajo rendimiento e impulsar y orientar a estos niños, en la consecución de aprendizajes y saberes que les permitirán ser buenos ciudadanos, formados para construir la Venezuela próspera y justa del mañana.

Claret Casanova Marcano
Psicólogo Clínico UCV
claretcasanova@yahoo.com
@kalitaccm