Quiero pedir por los niños que miran a los fotógrafos desde atrás de
los alambres de púas, que nunca han caminado por la calle con un par
de zapatos nuevos, que nunca han jugado "encantados" y que han
nacido en lugares a donde nosotros jamás nos acercaríamos, que es
donde probablemente morirán…
Quiero pedir por los niños cuyas pesadillas suceden a plena luz del
día, que comen lo que encuentran, que duermen bajo el cielo
abrigados por periódicos, que nunca han ido al dentista, que no
reciben mimos de nadie, que van a dormir hambrientos y despiertan
hambrientos, que no tienen dirección…
Quiero pedir por los niños a quienes les gusta que los carguen y por
aquellos que tienen que ser cargados, por los que se dan por
vencidos y por los que siguen luchando, por los que no encuentran
manos que tomar… Por todos esos niños, Señor, quiero pedir el
día de hoy, porque todos son valiosos, dan una nueva forma de amor a
nuestras vidas y una razón para vivir, porque ellos nos hacen sentir
la necesidad de comprometernos a construir un mundo más justo…
Nuestra oración es por nuestros hijos, los que nacieron y los que
nacerán, porque son la mejor esperanza para nuestro mundo, la
compensación de nuestro trabajo, la realización de nuestros sueños
incompletos, la garantía de nuestra inmortalidad… y la muestra de
que Dios no ha perdido la esperanza en los hombres…
¿Cuál será tu oración en éste y en todos los días?.
¡Que Dios Bendiga a los niños del mundo!
Desconozco a su autor