El vínculo entre papá e hijo puede comenzar a establecerse desde antes del nacimiento, con la cercanía y voz del padre, ya que desde el vientre materno el bebé podrá percibirlo. Al nacer, necesita, además de comida y aire; cariño, cercanía y atención por parte de sus padres para sentirse completo.
Una de las primeras actividades que pueden realizar juntos es el masaje infantil. Al brindarle estimulación por medio de masajes y caricias se fortalece el lazo afectivo entre padre e hijo, ya que se liberan endorfinas, oxitocina y prolactina (encargada de la producción de leche) y facilita la creación de la conducta maternal. No sólo se desprende de la madre, sino también de otras personas que entran en contacto con el bebé.
Además, al realizar masaje a tu hijo estarás estimulándolo, él o ella aprenderá y tú aprenderás a conocerte y a conocerlo. Igual de importante que la comida, el sueño y el aire, son los cuidados y caricias que el niño recibe para su desarrollo global. Si se le brindan atenciones afectuosas y el bebé lo percibe de esta manera, se está dando el primer paso para una buena relación entre ambos.
¡Anímate! Realiza masaje a tu bebé, lo estimularás, relajarás, compartirán tiempo juntos y se comunicarán.
¡Juega, ríe, involúcrate!
Ana Lucía Penagos
Estimulación Infantil
Magister en Psicomotricidad y Rehabilitación cognitiva Magister en Autismo en Intervención Psicoeducativa