Cada vez hay más personas afectadas por esta enfermedad y, pese a que algunas tienen una mejor calidad de vida con los medicamentos que se toman, otras no pueden aguantar el fuerte dolor que conlleva sus síntomas. Además, los pacientes no son los únicos afectados por esta enfermedad, ya que esta involucra a sus familiares, pues es mucho lo que cambia en una persona que la padece.
Orígenes de la Fibromialgia
La fibromialgia es un trastorno en el que las personas que la sufren padecen de mucho dolor en las articulaciones y los músculos. Además, la fibromialgia también va asociada a padecer muchos dolores de cabeza, cansancio (fatiga crónica) y dificultad para conciliar el sueño.
Tratamiento Fibromialgia
La fibromialgia requiere de tratamiento con medicamentos, pero también necesita de una buena alimentación, ejercicio suave y mucho descanso. Por ello, las personas que sufren esta enfermedad deben poner todo su empeño en cuidarse y, las personas que viven con ellas, deberán entender las necesidades de la persona afectada.
Dolor y entendimiento
La fibromialgia es una enfermedad que no se ve, pero que sí la sienten las personas que la sufren. Debemos pensar que algunas de ellas incluso tienen problemas con la ropa. Muchas mujeres no pueden dormir con mantas ni con sábanas pues la sensación de que estas les pesan y el dolor que les provocan en las piernas, brazos o espaldas es suficientemente fuerte como para evitar el uso de ellas. Por otro lado, complementos como el sujetador, son otras causas de dolor para estas personas.
El hecho de sentir siempre dolores, es algo que acaba con la personalidad de estas personas. Según el tipo de afectadas por esta enfermedad, pueden volverse más agresivas verbalmente y, además, pierden mucho la paciencia con las cosas. Las personas a las que quieren no las pueden ni tocar, porque el contacto de estas les duele; suelen siempre estar cansadas, pues la enfermedad se asocia muchas veces a la fatiga crónica y son más vulnerables en todos los aspectos, lo que les lleva a sufrir constantes depresiones y ataques de ansiedad.
Por ello, cada vez hay más grupos de apoyo a los familiares de las personas afectadas con fibromialgia, pues es bien cierto que sufrir dolor a diario y de manera constante, hace que las personas cambien y el humor les baje. La medicación que se ofrece a estas personas, basada en antidepresivos y analgésicos para el dolor, entre otros muchos, hace que algunas de ellas puedan recuperar un poco la estabilidad y llevar una vida más o menos normal.
Sin embargo, el cambio en el carácter de la persona es algo que no se recupera y las personas que conviven con ella deben aprender qué es lo que pueden hacer y qué es lo que no pueden hacer.
Es importante que, si somos familiares directos de una persona con fibromialgia, entendamos que los cambios de humor son constantes y que se queje cuando la toquemos también es normal. Debemos tener en cuenta que no es que la persona quiera ser así, si no que no tiene más remedio. Por ello, hablar con calma a estas personas y entenderlas es uno de los pasos obligatorios para cualquier persona que quiera hacer sentir mejor a una persona con fibromialgia.
No debemos tomarnos a mal las cosas, si no que debemos pensar que esta persona tiene un problema, aunque no lo veamos y que es del todo necesario recurrir a los expertos para que nos asesoren de cómo se debe tratar una persona que padece de esta enfermedad para que la familia pueda seguir con el amor, cariño y armonía que ha tenido siempre.
Mucho ánimos a todos aquello que padecen esta enfermedad y a sus familiares.
La fibromialgia es una enfermedad que no se ve, pero que sí la sienten las personas que la sufren. Debemos pensar que algunas de ellas incluso tienen problemas con la ropa. Muchas mujeres no pueden dormir con mantas ni con sábanas pues la sensación de que estas les pesan y el dolor que les provocan en las piernas, brazos o espaldas es suficientemente fuerte como para evitar el uso de ellas. Por otro lado, complementos como el sujetador, son otras causas de dolor para estas personas.
El hecho de sentir siempre dolores, es algo que acaba con la personalidad de estas personas. Según el tipo de afectadas por esta enfermedad, pueden volverse más agresivas verbalmente y, además, pierden mucho la paciencia con las cosas. Las personas a las que quieren no las pueden ni tocar, porque el contacto de estas les duele; suelen siempre estar cansadas, pues la enfermedad se asocia muchas veces a la fatiga crónica y son más vulnerables en todos los aspectos, lo que les lleva a sufrir constantes depresiones y ataques de ansiedad.
Por ello, cada vez hay más grupos de apoyo a los familiares de las personas afectadas con fibromialgia, pues es bien cierto que sufrir dolor a diario y de manera constante, hace que las personas cambien y el humor les baje. La medicación que se ofrece a estas personas, basada en antidepresivos y analgésicos para el dolor, entre otros muchos, hace que algunas de ellas puedan recuperar un poco la estabilidad y llevar una vida más o menos normal.
Sin embargo, el cambio en el carácter de la persona es algo que no se recupera y las personas que conviven con ella deben aprender qué es lo que pueden hacer y qué es lo que no pueden hacer.
Es importante que, si somos familiares directos de una persona con fibromialgia, entendamos que los cambios de humor son constantes y que se queje cuando la toquemos también es normal. Debemos tener en cuenta que no es que la persona quiera ser así, si no que no tiene más remedio. Por ello, hablar con calma a estas personas y entenderlas es uno de los pasos obligatorios para cualquier persona que quiera hacer sentir mejor a una persona con fibromialgia.
No debemos tomarnos a mal las cosas, si no que debemos pensar que esta persona tiene un problema, aunque no lo veamos y que es del todo necesario recurrir a los expertos para que nos asesoren de cómo se debe tratar una persona que padece de esta enfermedad para que la familia pueda seguir con el amor, cariño y armonía que ha tenido siempre.
Mucho ánimos a todos aquello que padecen esta enfermedad y a sus familiares.
Fuente: Mejor con salud
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