Pero, ¿por qué iba a ser bueno convertirse a propósito en un disco rayado? En realidad, es una técnica de asertividad que puede ser muy efectiva cuando tratas de hacer valer tus derechos ante una persona que está haciendo oídos sordos.
Consiste en repetir tu negativa a hacer algo cada vez que la otra persona insista. Supongamos que alguien te pide que hagas algo que no deseas hacer (o que es una petición abusiva, injusta, etc.). La primera vez que respondes puedes dar alguna explicación, si así lo deseas, pero si la otra persona sigue insistiendo dispuesta a convencerte de cualquier modo, puedes limitarte a repetir la misma frase una y otra vez. Por ejemplo:
- ¿Puedes prestarme tu coche esta tarde?
- No, lo necesito para ir al centro.
Supongamos ahora que la otra persona sigue insistiendo, inventando diversos argumentos para convencerte. Ante cada frase que diga, sea lo que sea, respondes siempre lo mismo: "No, lo necesito yo".
De este modo, no entras en debates ni discusiones y estás dejando bien claro a la otra persona que no vas a ceder, que no tiene nada que hacer y que ni siquiera le estás escuchando. Cuando lo único que obtiene de ti es un tranquilo pero firme "no, lo necesito yo", se acabará aburriendo y no tendrá más remedio que desistir.
Ana Muñoz
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