La pequeña, bien perfumada y orgullosa anciana de 78 años, completamente vestida cada mañana a las 8 en punto, con su cabello arreglado a moda y el maquillaje perfectamente aplicado, se muda hoy a un asilo. Su esposo de 80 años, murió recientemente, lo que motivó la mudanza.
Después de muchas horas de esperar pacientemente en el recibidor del asilo, sonrió dulcemente, cuando se le dijo que su cuarto estaba listo.
Mientras se desplazaba con su andadera hacia el elevador, le di una descripción detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las cortinas que colgaban de su ventana.
“Me encanta”, afirmó, con el entusiasmo de un niño de 8 años al que le acaban de entregar una nueva mascota.
“Sra. Jones, no ha visto el cuarto, espere”. “Eso no importa”, respondió.
La felicidad es algo que decides con el tiempo. Si me gusta o no mi cuarto, no depende de cómo estén arreglados los muebles, depende de cómo arregle mi mente.”
Ya decidí que me gusta. Es una decisión que hago cada mañana, cuando me levanto. Tengo la elección; Puedo pasar el día en la cama, repasando la dificultad que tengo con las partes de mi cuerpo que no funcionan, o salir de la cama y estar agradecida por las partes que sí funcionan”.
“Cada día es un regalo, y mientras se abran mis ojos, me enfocaré en el nuevo día y los recuerdos felices que he almacenado sólo por ésta vez en mi vida.” La FELICIDAD es como una cuenta de banco: tú retiras de ella, lo que has depositado.
Así que mi consejo sería, que deposites una gran cantidad de felicidad, en la cuenta de tu memoria.
Recuerda estas cinco simples reglas para ser feliz:
1.- Libera tu corazón del odio.
2.- Libera tu mente de preocupaciones.
3.- Vive sencillamente.
4.- Da más.
5.- Espera menos.
“Los amigos, son como las estrellas, algunas veces no les ves, pero sabes que siempre, están ahí”.
“Lo esencial es invisible a los ojos”.
Desconozco a su autor
A veces la peor cárcel que tenemos, son nuestros propios paradigmas.
Nuestra manera de pensar, nos ata y nos ciega, de tal manera que no nos permite ver mas adelante.
Estamos prisioneros en nuestra propia celda, somos el carcelero , el torturador , y el prisionero.
Quien tiene las llaves de nuestra celda, o la dinamita que vuele por los aires esta maldita cárcel, somos nosotros mismos.
Pero no nos atrevemos a usarlas, por que somos cautivos de nuestro peor verdugo.
El Miedo.
Quien nos metió aquí?
Que se yo?….existen mil un motivo o causas.
Una decepción amorosa, una infidelidad, una autoestima mal comprendida.
Una niñez desdichada, o lo contrario una sobreprotección paternal.
Un defecto físico, pobreza económica, una ideología, o una religión castrante, etc.
Este motivo, no nos permite siquiera asomarnos por las rejas al exterior.
Con el tiempo nos hemos acostumbrado a lo reducido de nuestra celda, que los espacios grandes los detestamos.
Y la libertad eso es, un espacio grande.
Quizá la felicidad no este fuera de esas cuatro paredes , pero si esta la oportunidad de crearla.
Porque a la felicidad hay que crearla, no existe sobre pedido, pero necesita un elemento primordial, la libertad.
Si no existe esta, le podrás echar la culpa a cualquier intromisión externa, y a lo mejor tendrás razón o por lo menos tendrás una excusa digna de tomarse en cuenta.
Ya intuimos el motivo, ahora cual será ese calabozo?
Una relación incorrecta difícil de terminar, o una relación que sobrevive por falta de una decisión.
Una vida sombría y sin esperanza, una rebelión continua a una situación que no se entiende
Un miedo a usar tu libre albedrío y equivocarte.
No tengas miedo, no va a pasar nada, que no tenga remedio, lo peor quepodría pasar es que te acostumbres tanto a esa situación que creas que para no ti,no hay otra.
Por favor, léeme, o escúchame en tu imaginación, tienes derecho a la felicidad ,nadie tiene la tuya, ustedes solos tienen que construirla.
Si existe, pero hay que hacerla, así como se hace un riquísimo pastel que después disfrutamos así también la felicidad, tienes los elementos para hacerla.
De tu vida puedes hacer que ésta sea feliz o infeliz, no depende de nadie mas que de ti.
Si los malvados tienen derecho a ella, con mayor razón tu, que no lo eres.
Esa mazmorra, recuerda, podrá matar tu cuerpo, pero jamás tu alma.
Déjala que te enseñe a ser libre y a construir tu felicidad.
Pero para empezar cambia ese viejo paradigma, por éste.
La felicidad si existe, y tu tienes derecho a ella.
Desconozco a su autor
La integridad no se mide por grados, o la tienes, o no la tienes.
Es fácil mostrar una conducta intachable cuando las luces están enfocadas sobre nosotros y los demás nos están mirando. Pero ¿Qué sucede con nuestras acciones cuando nadie está a nuestro alrededor?
Asegúrate que la palabra integridad esté esculpida en la piedra angular de su vida.
Cuando tengo integridad mis palabras y mis obras coinciden. Soy quien soy no importa donde estoy o con quien estoy.
Una persona con integridad no divide su lealtad (eso es duplicidad), ni finge ser de otra manera (eso es hipocresía). La gente con integridad es gente completa; puede identificarse por tener una sola manera de pensar. Las personas con integridad no tienen nada que esconder ni nada que temer.
La integridad no es tanto lo que hacemos sino lo que somos, y lo que somos, a su vez, determina lo que hacemos. Will Rogers dijo: “Las personas cambian de opinión por la observación y no por los argumentos” La gente hace lo que ve.
La persona con integridad tiene también una sola mente, una sola perspectiva que mantiene a su vida yendo en la dirección correcta.
Desconozco a su autor