lunes, 30 de junio de 2014

El autoelogio

El autoelogio es una manera de hablarte positivamente.

Es una forma de contemplarte y de reconocer tus actuaciones adecuadas.

No hace falta, ni es necesario que lo hagas en voz alta y en público; serás sancionado y duramente criticado.

La autoestimulación puede ser más poderosa en sus efectos que la felicitación o el elogio que viene de afuera.

Permite el fortalecimiento de la autoestima, genera buenos hábitos de higiene mental y, lo más importante, ayuda a que la conducta autoelogiada se siga dando en el futuro.

Parecería que la sociedad considerara el autoelogio como dañino, inútil o superfluo: el ego no debe alimentarse mucho y el deber no necesita felicitaciones.

De dónde provienen estas absurdas e irracionales ideas? Por lo general se considera que es más digno dar que recibir y es más importante el otro que uno.

El autoelogio reprenta la máxima expresión de "yo con yo" . Como decía un personaje de Mafalda: "Para mí lo más importante soy yo" .

El amor dirigido a uno mismo es visto como "egolatría" y el amor dirigido a otros como "altruismo". Sin embargo, el quererse también puede ser visto como amor propio y como un acto de dignidad.

¿Llevaste a cabo bien tu deber?, ¡Felicítate!¡Regálate un "muy bien"! Tu principal deber es para contigo.

¡Date un abrazo! Si tu diálogo interno es el de la obligación absoluta, no te sentirás con el derecho de elogiarte. Lo vivirás como un acto de cobardía, dejarás de lado el placer de colocarte medallas cuando tu esfuerzo te acerque a las metas personales.

De todas maneras no está de más que intentes ser cortés contigo mismo, elogiando las cosas materiales que realmente te agradan. Admira las cosas materiales que te rodean y te pertenecen. ¡Felicítate por tenerlas!. Puedes involucrarte en tus propios autoelogios. "Esta camisa me queda bien" "Definitivamente mi casa muestra que tengo buen gusto" "Hoy estoy muy bien vestido" "Sé elegir muy bien a mis amistades", etc.

La autoexpresión de sentimientos positivos nos hace sentir bien, sencillamente porque es agradable el buen trato.

Autoelogiarte por lastimar a alguien, sacar una mala nota o traicionar a un amigo, no te conducirá sino a la autodestrucción.

Finalmente, el autoelogio tiene ventajas que le son propias: es rápido, económico, se puede aplicar cuando y donde uno quiera, no se ve (pero se siente), no es criticable, es de uso exclusivo personal y utilizado con cautela no se desgasta.

Tienes el derecho a la autoexpresión de sentimientos. El lenguaje encubierto es una de las tanta vías de acceso a quererte.

No obstante, hemos sido educados en una cultura que predica el amor hacia los demás y condena el amor propio, olvidando que el primer requisito para querer a otra persona es que cada uno se quiera primero a sí mismo.

Walter Riso

lunes, 23 de junio de 2014

Etapas posteriores a una ruptura de pareja

Frente a una ruptura sentimental suelen aparecer diversas emociones como la tristeza, el enojo, la angustia, la frustración, la ira y la culpa, entre otras. En ocasiones puedes sentir que te encuentras en una montaña rusa emocional en la cual existen días mejores y otros no tan buenos.

Debes tener claro que, al terminar la relación con tu ser amado, atravesarás por un proceso difícil y cambiante que te puede hacer pensar que nunca podrás superarlo; sin embargo, debes tener la certeza de que tarde o temprano lo conseguirás con éxito.

Me gustaría mencionar distintas etapas que podrías atravesar al enfrentarte a una ruptura. Éstas no tienen por qué darse en un orden determinado, ni durar cada una la misma cantidad de tiempo, incluso pueden llegar a solaparse.
  • Estado de shock o impacto: durante estos momentos atraviesas una sensación de paralización e incredulidad a lo sucedido. Te cuesta definir realmente cómo te sientes, puede aparecer una dificultad para conciliar el sueño y pérdida de apetito. Otro de los síntomas posibles es la ansiedad o intranquilidad que te impide concentrarte en tus actividades.
  • Negación: te cuesta aceptar que la relación realmente ha terminado y mantienes una fuerte esperanza de que las cosas podrán solucionarse.
  • Tristeza profunda: aparece un fuerte sentimiento de vacío, desánimo y se tiene la sensación como si te faltara una parte del cuerpo. Esta tristeza no solo la provoca el extrañar a la persona sino también el sentimiento de fracaso del proyecto que se tenía como pareja. En esta etapa debes estar al tanto de si tu tristeza comienza a convertirse en depresión, ya que en este caso es mejor buscar ayuda profesional.
  • Culpa: comienzas a pensar acerca de qué fue lo que falló y sueles hacer un juicio poco objetivo culpándote a ti mismo y teniendo remordimiento por todo aquello que hiciste mal o todo aquello que dejaste de hacer. El aspecto positivo que puede dejarte la culpa es que contribuye a que reflexiones sobre aspectos a mejorar como persona, pero la parte negativa es que puedes llegar a culparte de manera poco ecuánime.
  • Enojo: el que aparezca este sentimiento es totalmente normal e incluso hasta sano, siempre y cuando no te lleve a actuar con venganza o violencia.
  • Aceptación y reconstrucción: se acepta definitivamente que la relación se ha terminado y se comienza a invertir toda esa energía que estaba concentrada en el duelo de la relación hacia uno mismo. La persona nuevamente centra la atención en sí misma y en sus necesidades, mejorando su autoestima y confianza en sí misma.
Regina Vides
Psicología de Pareja
Licda. Psicología Clínica
Magister en Terapia Familiar y de Pareja (España)

martes, 17 de junio de 2014

Miedo a enamorarse de nuevo

Es importante darte otra oportunidad y darle otra oportunidad al amor.

Muchas personas han disfrutado el enamorarse y el compartir en pareja, sin embargo puede ser que hoy sientan miedo de dar ese paso de nuevo, ya sea porque el final de la relación anterior fue dolorosa o porque simplemente no quieren sacrificar su libertad.

Sin duda alguna sabemos que una ruptura amorosa es un proceso doloroso, tanto que se le relaciona con el parecido a vivir un proceso de duelo, aunque muchas veces puede ser igual de difícil de superar, ya que en el duelo la despedida es definitiva, mientras que cuando termina una relación en ocasiones uno de la pareja aún guarda una esperanza, o pasado algún tiempo, puede volver a reencontrarse con la ex pareja e incluso verle en una nueva relación. Todas estas circunstancias pueden en definitiva, llevarte a vivir un proceso doloroso, intolerable, hasta traumático, por lo cual ahora tendrás miedo de volver a enamorarte y decidir no volver a involucrarte emocionalmente con nadie más.

Por otro lado, están las personas que no quieren enamorarse por miedo a perder su libertad, ya que en una relación pasada tenían que rendir cuentas a toda hora, con un cronograma de actividades enlazado al de la pareja para saber qué hacía, cuando y en dónde; por lo que esa relación ha dejado un mal sabor de boca, lo cual genera temor en la persona para enamorarse de nuevo, por miedo a volver a caer en una relación similar en donde no pueda tener amistades, espacio para sí misma pero sobre todo; una relación con ausencia de comprensión, comunicación y confianza.

El miedo no es algo negativo, sólo es un mecanismo de defensa cuando percibimos una situación de riesgo y en este caso nos hace sentir inseguros para protegernos de no volver a revivir esa situación dolorosa o incómoda.

Nadie puede garantizarte que no volverás a sufrir, pero ¿Cómo superar el miedo a volver a enamorarte?
  • Primero debes aceptar que tienes una limitación emocional que es importante que trabajes
  • Haz una auto evaluación para determinar los miedos que debes afrontar
  • Recuerda que evitar a lo que le temes, no solucionará el problema
  • Es indispensable que empieces a expresar todo tu malestar, de esta forma disminuirá tu ansiedad y será más fácil afrontar tus temores
  • La autoconfianza debe ser de los pequeños cambios que debes empezar a implementar para sentir mayor seguridad en las decisiones que tomes.
Recuerda que la vida consiste en experimentar, aprender y cambiar, sin estos aspectos no hay crecimiento personal, no permitas que el miedo sea la piedra de tropiezo en tu camino para darte una nueva oportunidad de enamorarte.

Sitúate en el aquí y ahora, eso hará que manejes menos ansiedad al momento de conocer a alguna persona que te llame la atención y así se interpondrá tu miedo. Es mejor no pensar tanto en el futuro, porque el hecho de no saber qué pasará o imaginar cómo se tornará la situación hará que tus miedos salgan a flote.

"No tengas miedo de enamorarte, si aciertas, sonreirás, si algo falla, tendrás una experiencia más".

Mónica Godínez
Psicología Clínica
Psicóloga Clínica, Fundadora de Reset Psicología Clínica, Asesora de Desarrollo Humano