Algunas personas pierden el tiempo esforzándose en lograr la aprobación de los demás. Este fenómeno ocurre a veces, sin que nos demos cuenta, impidiéndonos avanzar en nuestro desarrollo personal. Esta búsqueda de aprobación por parte de los demás es un problema, cuando se convierte en una necesidad.
Lo que piensan sobre mí es más importante que lo que yo pienso sobre mí
La búsqueda de aprobación externa es un deseo que muchas veces tenemos. A todos nos gusta que nos hagan cumplidos, y que nos aplaudan. Nos sentimos bien cuando obtenemos caricias de aprecio por parte de los demás.
La búsqueda de aprobación como deseo, significa que nos sentimos felices y alegres cuando nos apoyan o recibimos la aceptación por parte de los demás. Pero el problema aparece, cuando esta búsqueda de aprobación, se convierte en una necesidad, en una búsqueda continua de recibir ese aprecio, aceptación o apoyo.
Cuando se convierte en necesidad, es como si entregáramos pequeños trocitos de nosotros al resto de personas que consideramos imprescindibles para darnos apoyo. Y cuando en algún momento, nos desprecian, o simplemente desaprueban lo que decimos o hacemos, nos venimos abajo, porque les vendimos nuestra valía personal. Solo nos sentimos bien cuando ellos nos entregan algún tipo de alabanza, aplauso o aprecio, de lo contrario nos sentimos vacíos, poco realizados, colocándonos una máscara o venda, para con nosotros mismos, nublando nuestra auténtica valía.
Quizás es más fácil adoptar un comportamiento en consonancia con los demás, que inspira cierta aprobación que uno que favorezca el rechazo. Pero si lo hacemos, lo único que provocamos es dar más importancia a la opinión de los demás que a la nuestra, cediendo el control de nosotros mismos a los demás.
En esta situación, sacrificamos nuestro verdadero yo, nuestra verdadera forma de ser por las opiniones de los demás.
Hay algunas actitudes prototípicas sobre la necesidad de ser aprobado por los demás como:
-Ser demasiado amable aunque nos encontremos en desacuerdo.
-No saber decir no a los demás, y como consecuencia, hacer cosas para ellos aunque no queramos.
-Cambiar de punto de vista, con el fin de gustar, y parecer amable a los demás.
-Sentirte deprimido, o angustiado cuando no aprueban o aceptan lo que haces.
Deshacerse de la necesidad de aprobación
¿Sabes de alguien que no haya provocado ni la más mínima desaprobación? Resulta poco probable, te animo a que eches un vistazo a tu alrededor y lo observes.
Tenemos que tener en cuenta, que cada persona es un mundo, un ser único e irrepetible, que no puede agradar a todo el mundo, es imposible. Hay que aceptarlo, de lo contrario estaríamos limitando nuestro crecimiento personal. Por ello es importante, detectar estos comportamientos que podamos tener, y ponernos manos a la obra, para que la necesidad de aprobación no se vuelva nuestra enemiga.Nosotros somos tan importantes como los demás.
Por mucho que queramos, es imposible evitar la desaprobación de la gente. Por ello, es importante enfocar de otra manera las críticas o rechazos de los demás.
Ante una crítica, rechazo, o desaprobación por parte de los demás, es recomendable que pensemos que esa persona se encuentra en el bando de todos aquellos que se encuentran en desacuerdo con nosotros, en vez de sentirnos heridos. Como hemos dicho, es imposible que todo el mundo se encuentre de acuerdo con lo que hacemos o decimos. Es decir, ser conscientes de la posibilidad de crítica en cada situación, y de que el rechazo de nuestra idea o comportamiento, no implica necesariamente el rechazo hacia nuestra persona.
Agradecer lo que el otro nos dice, puede ser una estrategia adecuada, ya que pone fin a la búsqueda de la aprobación como necesidad, y permite que crezcamos y nos desarrollemos.
También es conveniente, que cuando nos encontremos en este tipo de situación, coloquemos la palabra tú, delante de la ofensa, crítica o respuesta de desaprobación del otro, con la intención de distinguir que la desaprobación le pertenece al otro y no a nosotros.
Y sobre todo, aceptar el hecho de que hay mucha gente que no nos comprenderá, al igual que nosotros no comprenderemos a otras tantas. En eso se basa la diversidad de opiniones, que a su vez puede enriquecernos.
Por último recuerda que al buscar la aprobación por todos, quizás a veces busquemos esa imnunidad al dolor y la decepción como expresa Wayne Dyer, y que si no nos enfrentamos a la desaprobación, no conseguiremos aprobarnos completamente a nosotros mismos.
Fuente: Mejor con salud
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