El perdonarte por tus juicios, generalmente libera la carga negativa que tienes en contra de ti o de la situación que tratas. Para comenzar el proceso, puedes simplemente decir: “Me perdono por juzgar…” y agregas una referencia a la persona o asunto en cuestión. Cuando lo hagas, verás con frecuencia que casi como por milagro, algo se suelta o se va de adentro de ti y te sientes como si se hubiese levantado un peso.
Las declaraciones de perdón pueden ser muy generales: “Me perdono por juzgar a mi madre.” Sin embargo, si no experimentas la liberación del juicio, tal vez te ayude ser más específico: “Me perdono por juzgar a mi madre por no comprarme el par de zapatos que yo quería.”
- John-Roger con Paul Kaye
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