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martes, 13 de mayo de 2014

Relación entre hermanos

Cuando son pequeños, ¿todos los hermanos se llevan bien?

La dinámica familiar, es decir la manera de relacionarse, la forma de afrontar las situaciones y las prioridades de la familia, influye de manera determinante en el comportamiento de cada uno de los miembros, quienes imitan y reproducen todo lo que han observado especialmente de los padres y de los hermanos mayores.
El trato que los padres tengan y la atención especial que le den a cada uno será la pauta que pongan para que los demás imiten dicho modelo.

Cuando en las familias de hijos únicos nace un hermano, en ocasiones el mayor puede sentirse "desplazado" por el menor, lo cual puede provocar rivalidad y celos. Es muy importante que los padres tengan el cuidado de darle igual o incluso más atención al mayor de lo que lo atendían antes que naciera el hermano. Además pueden motivarlo para que se involucre en el cuidado del nuevo integrante de la familia.
En otros casos, cuando hay dos hijos y nace un tercero, probablemente el mayor asumirá con madurez el nacimiento del bebé y tomará una actitud responsable para cuidar y apoyar a los padres. Mientras tanto el segundo hijo se sentirá desplazado y no sabrá qué rol asumir en la familia. Por lo tanto, es muy valioso involucrarlo de manera positiva en el cuidado del bebé y darle tiempo y atención especial.

¿Qué es lo que usualmente ocurre para que empiecen a llevarse mal? ¿A qué edad?

Cuando los niños perciben que su individualidad y su espacio están en peligro, tratan de reclamar por sus derechos. Por ejemplo, entre los 2 y 3 años, se da la etapa del egocentrismo, lo cual significa que todo lo que tienen a su alrededor lo quieren para sí mismos. Es necesario ayudarles a identificar que pueden experimentar con ello, pero no es de ellos y deben respetar las pertenencias de otros.
En las familias donde hay niños menores y hermanos adolescentes, generalmente los mayores reclaman su privacidad y les molesta que cualquier otra persona traspase la línea de su intimidad. En los casos que aún no son adolescentes, pero los mayores son cuidadosos con sus juguetes y pertenencias y los menores no lo respetan, también puede surgir cierta dificultad en la relación.
Para evitar estas situaciones, sería conveniente que existan objetos (juguetes, libros, muebles, etc.) que tengan un único dueño y él sea el responsable, que esté claramente identificado el lugar para guardarlo, etc. Sin embargo, también habrá un espacio y otros objetos comunes, en los que todo lo que esté allí será de todos y cada uno deberá aprender a compartir, cuidar, ceder y pedir.

¿Qué podemos hacer como padres para que la relación entre ellos sea la mejor?

El tiempo que les dedique a sus hijos es el mejor regalo que les puede dar. La atención y satisfacción de sus necesidades particulares ayudarán a la formación de una personalidad equilibrada y segura.
Es necesario que los padres se esfuercen por observar y atender individualmente a cada uno de sus hijos; puede establecer en su agenda de la semana un tiempo inamovible para realizar determinadas actividades con su hijo, puede empezar con 15 minutos a solas (sin interrupciones de celular, hermanos, etc.) En ese tiempo su hijo sabrá que tiene toda su atención y podrán decidir juntos si van a jugar el juego que tanto les gusta o que tanto le cuesta, si van a platicar, si leerán, si saldrán al parque, le enseñará a montar bicicleta, cocinarán o realizarán la actividad que su hijo necesite en esa etapa de crecimiento.
Por otro lado, también es valioso que los padres se involucren en el juego de sus hijos en conjunto, para modelar alternativas en la solución de conflictos, para ejemplificar valores como la perseverancia, dedicación, alegría, sinceridad, etc. De esta forma, sus hijos también disfrutarán y aprenderán en su compañía.
También puede reajustar sus quehaceres y trabajo para que sus hijos le acompañen; por ejemplo, cuando haga mandados, puede llevar cada vez a un hijo diferente, puede preparar la cena para todos de manera alegre cada día con un hijo; de esta forma está compartiendo actividades cotidianas, pero las está haciendo con el objetivo de compartir tiempo de calidad.

¿Cuáles son los errores más comunes que cometemos como padres?

Confundir la idea de "darle a todos lo mismo". Muchos padres aseguran que tratan a sus hijos por igual comprándoles las mismas cosas o promoviendo oportunidades iguales. Esto no siempre es necesariamente positivo, ya que cada hijo tiene necesidades diferentes y específicas que se deben atender. Por ejemplo, los padres deciden meter a los dos hermanos a clases de pintura, sólo uno de ellos tiene la habilidad para lo artístico, cuando el otro tiene agilidad para el básquetbol. Al darle a los dos "lo mismo", no necesariamente se está aprovechando el potencial que tiene cada uno en lo individual.
Conforme los hijos van creciendo en edad, los padres deben favorecer la independencia, por lo que según la capacidad será lo que podrán exigir de ellos, siempre respetando las características que lo hacen único.

¿Es natural que los varones se lleven mejor entre ellos que con las hermanas?

Esto depende mucho del patrón que los padres hayan establecido con los hijos. Si ellos promovieron el juego participativo y solidario entre todos y no marcaron diferencia entre los juegos de "niños" y los juegos de "niñas", ambos podrán jugar sin problema alguno.
La personalidad e intereses que cada uno manifieste sí podrán ser diferentes y, según sea la preferencia de los hermanos, podrán ser más compatibles unos con otros.

María Isabel Fernández
Psicología Niños
Licda. Psicología Clínica
Magister en Asesoramiento Educativo Familiar

lunes, 31 de marzo de 2014

¿Y qué de las amistades en pareja?

La relación de pareja es una relación que se escoge libremente, es la más especial de todas y con más potencial de hacer crecer y enriquecer al otro. Su secreto específico es el compromiso entre dos personas que la forman para ser compañeros de vida, es decir formar un frente común "ante cualquier circunstancia externa". Contar con el apoyo incondicional de nuestra pareja, saber que cree en nosotros antes que en cualquier persona, que nos va a proteger y a defender... todo esto es un sentimiento que hace pensar a cualquiera que valió la pena la decisión de estar en pareja.

La confianza y la protección de la pareja solo pueden lograrse a través del amor y la lealtad de una unión sincera con respecto al resto del mundo, dando el lugar principal que le corresponde.

Cuando una pareja vive en armonía, confianza y respeto mutuo, su pareja lo considerará la persona más especial e importante de su vida. Esto no significa que él/ella sea la única persona de su vida, porque también otras personas son importantes y especiales en diferentes niveles.

Una forma de enriquecerse en pareja es la aceptación de la existencia de los amigos de la pareja y los amigos individuales de cada uno, sin que esto sea considerado como una amenaza para la estabilidad de la relación.

Por más que una pareja se ame y confíen el uno en el otro, puede haber un momento en que se dé la necesidad de compartir con una persona amiga, ya sea para divertirse juntos, para compartir hobbies o para discutir algún problema personal o de trabajo desde otro punto de vista o sencillamente para compartir como una necesidad propia del ser humano.

En los primeros años de casados es natural desear estar solos para disfrutar del nuevo hogar, asumiendo -en muchos casos- que no se necesita a nadie más. Sin embargo, es conveniente ir cambiando esta norma de vida, hacer planes de salidas en parejas, invitar a los amigos a casa y hacer que se sientan cómodos en ella, siempre seleccionando a las parejas de manera que sean del agrado de nuestra propia pareja, que tengan algo en común, que sean aceptantes de la pareja. Y, por supuesto, estableciendo los límites, evitando todo mal entendido por coquetear o hacer bromas en doble sentido, ni humillando o rebajando a ninguno. Por eso, el saber seleccionar quiénes serán las amistades de la pareja debe ser asunto consensuado entre ambos. Ya que nuestra pareja es la persona más importante, será fácil brindar respeto, aprecio, validación a sus pensamientos y sentimientos. Incluso, si fuera necesario, conviene frecuentar menos algunas amistades si nuestra pareja no se siente cómoda.

La relación social siempre ayuda a enriquecer, porque a través de los amigos se pueden conocer otras de formas de vida y otros gustos, y éstos serán ejemplos que, como pareja, pueden adoptar o desechar según convengan, lo cual a su vez facilita sentirse cómodos y unidos en el núcleo de la pareja en todo momento y situación.
A continuación algunos consejos finales:
  • Crear siempre un espacio de privacidad en pareja sin que esto signifique aislarse del mundo.
  • Evitar que las amistades en pareja tengan influencia en sus decisiones, pues la pareja debe conservar su autonomía y su intimidad.
  • Intercambiar encuentros con amistades en común ya que esto significa ser social, que se sabe compartir y convivir, muestra además una apertura al prójimo en la generosidad.
  • Conservar las antiguas amistades personales, porque existen amigos en pareja que surgen a partir de la elección de la pareja, pero otras que llegaron antes. Con estos amigos, también es conveniente reunirse, elegir un espacio para seguir cultivando la amistad.
  • Huir de la rutina, estar activo, buscar nuevas fuentes de interés en pareja: hacer ejercicio, la música, el baile, la lectura y el cine, entre otras. Esto permite un alto grado de enriquecimiento y unión en la pareja que además puede compartirse con otras parejas.
  • Ser cuidadosos en el balance entre el tiempo que se va a compartir con la pareja y entre los amigos, para no restar el tiempo de intimidad en la pareja, es decir, de conversar, tener relaciones sexuales, hacer planes de dos.
  • Cuidar el presupuesto, no sobregirarlo con salidas innecesarias que alteren el presupuesto básico de la pareja.
Tanto a nuestra pareja como a nuestros amigos, les da alegría compartir con otras personas por el bienestar que esto brinda, por lo que estarán dispuestos a estar con personas que sepan relacionarse con amabilidad y balance emocional. Solamente las personas negativas demuestran sentirse incómodas con personas que son amables y bien intencionadas. ¡Recuerde que sentirse bien es contagioso!

Claudia Cuyún
Psicología Familiar y de Adolescentes
Terapeuta en Audición y Lenguaje
Licda. Psicología Clínica

jueves, 6 de marzo de 2014

5 claves para una pareja feliz

Formar una pareja sólida y duradera es un hermoso desafío que requiere de una inversión emocional a diario. Hay algunos aspectos fundamentales para cimentar esta relación que tanto deseas. No existen soluciones mágicas puesto que cada pareja es un mundo, pero sí ciertos consejos generales que pueden ayudarte. ¡¡Merece la pena el esfuerzo!!

1. Cada pareja tiene su modo
Una vez que sientes que la persona que amas es aquella con la que deseas compartir el resto de tu vida, llega el momento de dar un paso más allá. Una vida en común, un mundo de a dos en el que habrá que conjugar tu historia y la del otro para comenzar un "nosotros".

Es un momento importante pero debe ser natural. Puedes sentarte con tu pareja y hablar seriamente de cuáles son las perspectivas para vuestra relación . ¿Un noviazgo largo cada uno en su casa? ¿Una convivencia sin papeles de por medio? ¿Una boda para compartir con familiares y amigos?

No es necesario tomar decisiones apresuradas ni bajo presión. No importa lo que digan los otros, es lo que la pareja siente lo que es fundamental. Si sientes que el momento que vives te hace feliz, ese es el paso correcto.

2. Decidir juntos cuándo ser padres
Hay una emoción especial cuando una pareja se plantea si tener hijos, o cuándo tenerlos. Primero es un interrogante personal, que nace de uno mismo. Te das cuenta de que miras niños por la calle, empiezas a percibir cosas a las que antes no dabas importancia. Madres con sus pequeños, padres con caritos de bebé, familias con niños... la pregunta:"¿Y cómo sería...?" es natural e inevitable. Todos tenemos un reloj biológico y emocional que nos lleva a considerar la paternidad como una posibilidad. Después llega el momento de compartir la inquietud con el otro y ver si los momentos de ambos están en sintonía. Tener un bebé es un asunto de pareja; el más serio de todos, ya que la pareja podrá disolverse eventualmente, pero un hijo mantendrá a ambos integrantes de la relación vinculados para siempre.

3. Discutir sin pelear
Estar en pareja no significa ser hermanos siameses. No todo lo que el otro piensa, siente y dice es una verdad absoluta. Venimos de diferentes hogares y crianzas, no todo puede ser compartido del mismo modo, es más, las visiones diferentes del mundo enriquecen la pareja. Afianza tus opiniones y exprésate con libertad y respeto. No te puede gustar absolutamente todo de tu pareja, del mismo modo que hay en ti cosas de las que el otro no es fanático. Lo importante al cambiar pareceres, al discutir, es hacerlo de una manera que mantenga el respeto por el otro. Se puede discutir sin pelear, de esa manera la relación crece sin dejar profundas cicatrices que más tarde puedan abrirse.

4. Reconciliarse sin rencores
Reconciliarse. Hacer las paces. Volver a acercarte a tu pareja con la intención de renovar la intimidad entre los dos. Se trata de volver a confiar plenamente y de restablecer los códigos privados entre los dos. Esta distancia impuesta por una rencilla es lo más doloroso de una discusión. Volver a ser uno es una necesidad y un deseo. Es buena idea asegurarse de que la reconciliación es total y no quedan conos de sombra y reporoches que más tarde en la relación vuelvan diez veces aumentados. Además hay una verdad en aquello de que el sexo de reconciliación es excelente, está lleno de ganas de fusionarse de nuevo con el otro, de una intensidad superior a la regular debido al deseo de demostrar y recibir afecto de nuevo.

5. Mantener la pasión caliente
Tu pareja no es solo tu mejor amigo, o la persona que amas profundamente. Han pasado muchas cosas en el tiempo juntos, es difícil imaginar una vida sin esa persona que te acompaña en todos los momentos de tu vida; pero además de eso, tú y tu pareja necesitan excitarse mutuamente, buscarse y disfrutar de una sexualidad plena. Los años de convivencia no deben terminar ni aplacar esas ganas del otro , para eso, lo primero es sentirte sexy y bien contigo mismo y entonces seducir a tu pareja de todas las formas que se te ocurra.

Veronique de Miguel

domingo, 2 de marzo de 2014

Qué significa relacionarse desde la aceptación

Aceptar a los demás tal como son no siempre resulta fácil, sobre todo en las relaciones de pareja. Tenemos una idea preconcebida de cómo debe ser una persona y cómo debe comportarse o nos guiamos por nuestras propias opiniones, deseos, formas de hacer las cosas y normas y esperamos que los demás sean iguales que nosotros. Eso no solo es imposible sino que se acaba convirtiendo en una importante fuente de conflictos innecesarios.

Aceptar a la otra persona como es significa dejar de culparla por no ser como tú, y significa tener presente que tienes una relación con esa persona para disfrutar juntos de dicha relación, no para cambiar o arreglar al otro o convertirlo en ti.

Existe una gran diferencia entre ejercer cierta influencia en alguien (por ejemplo, pedirle que cambie algo) y exigir que tiene que cambiar porque esos son tus deseos. Pedir y exigir no son la misma cosa en absoluto.

La aceptación…

Es normal que haya cosas en los demás que no te gusten, pero es muy importante diferenciar dos aspectos: si eso que no te gusta es realmente una conducta indeseable o si es simplemente un modo de ser, pensar, actuar o comportarse diferente al tuyo.

Cuando en los demás (ya sea tu pareja, familiares, amigos o compañeros de trabajo) observas demasiadas cosas que no te gustan, es muy posible que no estés estableciendo esta diferencia y pretendas que los demás hagan las cosas a tu manera, piensen como tú, trabajen a tu ritmo y, en definitiva, que sean como tú. Esto te creará conflictos con los demás con frecuencia, ellos sentirán que no los aceptas como son, tendrán la sensación de que los ves defectuosos, inferiores o incompetentes y pueden incluso llegar a sentirse incómodos a tu lado. Por eso es muy importante que diferencies estas dos cosas y aceptes a los demás como son, con todas sus diferencias respecto a ti, ya sea en su modo de pensar, sentir, comportarse, vestir, trabajar, ver la vida, o en sus opiniones, prioridades, sentimientos, etc.

Esto no lo conseguirás si estás demasiado pendiente de todo lo que hacen y dicen los demás, en vez de centrarte simplemente en compartir el momento con ellos, en lo que estáis viviendo juntos.

…Y la influencia

Por el contrario, cuando realmente la otra persona realiza un comportamiento indeseable, inaceptable para ti o que te perjudica de algún modo, no hay ningún motivo para no hablar de ello y pedirle que cambie. Pero, ¿cómo pedir que cambie a otra persona? Hay muchos modos de hacerlo, y algunos producen exactamente el efecto contrario al deseado.

Si esperas que esa persona cambie por sí misma, si consideras que debería leerte la mente y saber que debe cambiar sin que digas nada, solo conseguirás empezar a sentir una ira que vaya creciendo hasta que estalles. Cuando le dices a esa persona que cambie algo en un tono enfadado o despreciativo, hay muchas probabilidades de que se sienta dolido y no te haga caso.

No esperes a que la otra persona lea tu mente (nadie es adivino), simplemente dile que eso que hace te molesta, te hace sentir mal y pídele amablemente lo que te gustaría que hiciera. Por ejemplo: "cuando haces eso me siento me siento mal, ya sé que tú lo ves de otro modo y no hay nada malo en eso, pero cada uno es como es y a mí me afecta. Te agradecería mucho que dejaras de hacerlo." Al hablar de este modo, no estás insultando ni despreciando su comportamiento, lo estás reconociendo como un comportamiento válido (a no ser que realmente sea un comportamiento no ético) pero al mismo tiempo estás diciendo a esa persona que no compartes ese punto de vista o modo de actuar, que te hace sentir mal, y le estás pidiendo que te haga el favor de cambiar. La mayoría de las veces se trata de cosas sin demasiada importancia, que pueden cambiarse sin dificultad.

La otra persona también te pedirá que cambies algunas cosas que no le gustan y, si lo haces, tendrás más probabilidades de que esté también dispuesta a cambar. No entres en el juego del "tú primero". Hay muchas cosas que no cuesta ningún trabajo cambiar o hacer de modo diferente por complacer al otro. Empieza por hacer esos cambios y verás que la otra persona está también más dispuesta a complacerte.

Ana Muñoz

sábado, 1 de marzo de 2014

Cómo reaccionar ante las críticas

Las críticas forman parte de toda relación y, por muy bien que te lleves con alguien, tarde o temprano recibirás alguna crítica por su parte, pero el modo que tenéis de manejar esas críticas puede influir mucho en la calidad de vuestra relación.

Existen dos formas de responder ante una crítica: la defensiva y la constructiva. Son muchas las personas que responden de una manera defensiva porque se sienten atacadas. Dado que es una respuesta muy típica, es también la que más has visto desde tu infancia en los demás y, por tanto, la que más probabilidades has tenido de aprender. Pero nunca es tarde para empezar a aprender otros modos distintos de responder.

La respuesta defensiva

Hay varios tipos de respuestas defensivas:

1. Niegas completamente lo que la otra persona dice. Esto hace que la otra persona piense que no tienes en cuenta su punto de vista u opinión y es muy probable que se enfade.

2. Evitas o ignoras la crítica, actuando como si no hubiera sucedido o no la hubieras oído, cambias de tema y evitas hablar de eso, o dices que lo hablaréis otro día. Esto hace que el problema se quede sin resolver y que la otra persona sienta que no la escuchas y que sus necesidades no se tienen en cuenta. Con el tiempo hace que se acumulen emociones negativas y que haya un distanciamiento ente ambas personas.

3. Atacas a la otra persona con críticas. Una reacción muy habitual ante una crítica consiste en criticar cualquier otra cosa de esa persona, como algo que hizo mal en el pasado. Por ejemplo, si alguien te dice que deberías haberte dado más prisa porque vais a llegar tarde, respondes recordándole todas las veces que has tenido que esperarle. Esta es una estrategia muy utilizada porque con ella puedes desarmar con facilidad a la otra persona, pero suele dañar mucho las relaciones porque, además de no reconocer la opinión de la otra persona, le estás atacando, tal vez sacando a relucir de nuevo sus errores del pasado. Además, le transmites la idea de que ni olvidas ni perdonas y dejas a la otra persona con la sensación de que tendrá que estar pagando sus errores del pasado de por vida (tal vez en cada nueva discusión que tengáis). Este tipo de contraataque suele dar lugar a discusiones y conflictos más fuertes y deteriora mucho la relación.

4. Pones excusas y restas importancia a lo sucedido. Esta es otra forma de no aceptar las críticas de los demás. Las excusas suelen hacer que la otra persona se enfade, que piense que no tienes en cuenta su punto de vista, que no pidas perdón cuando quizás deberías hacerlo y te impiden reconocer cuándo la otra persona tiene razón o al menos parte de razón o simplemente valorar y entender su punto de vista.

Continuará...

Ana Muñoz

jueves, 23 de enero de 2014

Qué debes saber sobre el bullying

El bullying, también conocido como acoso escolar, es una de las situaciones más duras con las que se pueden encontrar los adolescentes en la escuela. Se trata de una forma de tortura en la que un chico o chica o un grupo de ellos someten a maltrato a un compañero. Cualquier forma de maltrato físico, psicológico o verbal que se ejerce sobre un escolar durante un tiempo prolongado está considerado bullying.

Los chicos o chicas que se ven sometidos a este tipo de acoso llegan a vivir aterrorizados, tienen pavor a ir a la escuela y en algunos casos llegan a tener depresión y pensamientos de suicidio que, en ocasiones, llevan a cabo. Son situaciones tan peligrosas que padres y maestros deben vigilar estrechamente para descubrirlas.

Aunque puede darse en niños de todas las edades, lo más frecuente es que ocurra en la adolescencia. Se considera que uno de cada tres adolescentes de entre 12 y 16 años vive o ha vivido una situación cercana al bullyng como acosado o como acosador. Aunque el porcentaje de chicos o chicas que sufren un bullying grave es mucho más bajo ya que está entorno al 3%. Y es algo más frecuente entre las chicas que entre los chicos.
Tipos de bullying
  • Agresiones verbales. En este caso entrarían los insultos pero también cuando se habla mal de alguien o se expanden rumores malintencionados sobre un compañero.
  • Agresiones psicológicas. En este caso están las intimidaciones para provocar miedo y así conseguir que la víctima haga algo que no quiere hacer: entregar su dinero u objetos personales o cualquier otra cosa bajo coacción.
  • Agresiones físicas. Aquí entrarían las palizas o los simples golpes además de los robos o el destrozo de sus materiales u objetos.
  • Aislamiento social. Otra forma de bullying consiste en aislar a la víctima impidiéndole participar en las actividades de los compañeros de clase o, en algunos casos, dejando de hablarle y haciendo que los demás tampoco le hablen y se relacionen con él o ella.
  • Agresiones sexuales. En esta categoría están todas las agresiones que tienen como objetivo hacer que la víctima se sienta humillada o incómoda. La forma más frecuente del acoso sexual en la escuela es con la utilización de los celulares o las redes sociales.
  • Agresiones racistas. En algunos casos, la forma que utilizan los agresores son los insultos racistas cuando la víctima pertenece a alguna minoría como la latina.
Qué hacer si le ocurre a tu hijo
Cuando un padre descubre que su hijo está implicado en un caso de bullying, ya sea como víctima o como agresor, debe actuar inmediatamente. Lo primero que hay que hacer es avisar a la escuela. Hablar con la dirección, con los consejeros y con los profesores. Y en los casos en los que se haya producido una agresión grave hay que denunciarlo a la policía.

Qué hacer si tu hijo es la víctima
Los padres de chicos o chicas que son víctimas de bullying tienen que establecer con la escuela un plan para salir de esa situación y mantenerse en contacto continuo con consejeros y maestros para seguir la evolución del proceso.

Y hay que darle todo el apoyo a la víctima. Habrá que explicarle y conseguir que entienda que él no es culpable de nada, que ha estado sometido a una situación de tortura y buscar fórmulas para restaurar su autoestima. En ocasiones puede ser necesaria la ayuda de un terapeuta.

Qué hacer si tu hijo es el acosador
Las medidas que deben tomar los padres de los acosadores también exigen que se mantengan en comunicación con la escuela para seguir la evolución de la situación. De igual modo deben hacer entender a su hijo que el acoso es inaceptable e incluso puede ser un delito.

Qué hacer si tu hijo es un observador
Es muy frecuente que en los casos de bullying exista una víctima, un acosador y un grupo de observadores. El grupo de amigos es una de las características de la adolescencia y hay veces que los chicos o chicas siguen a un líder sin importar lo que este haga.

Los padres de los chicos o chicas que se han convertido en observadores deben actuar igualmente. Si tienen noticia de un caso de acoso deben comunicarlo a la escuela inmediatamente, explicando a su hijo lo que van a hacer y la importancia de hacerlo. Y deben asegurarse de que su hijo comprende que la valentía y la madurez están precisamente en no callarse ante este tipo de situaciones.

Victoria Toro

lunes, 23 de diciembre de 2013

Perdónate por tus juicios…


El perdonarte por tus juicios, generalmente libera la carga negativa que tienes en contra de ti o de la situación que tratas. Para comenzar el proceso, puedes simplemente decir: “Me perdono por juzgar…” y agregas una referencia a la persona o asunto en cuestión. Cuando lo hagas, verás con frecuencia que casi como por milagro, algo se suelta o se va de adentro de ti y te sientes como si se hubiese levantado un peso.

Las declaraciones de perdón pueden ser muy generales: “Me perdono por juzgar a mi madre.” Sin embargo, si no experimentas la liberación del juicio, tal vez te ayude ser más específico: “Me perdono por juzgar a mi madre por no comprarme el par de zapatos que yo quería.”

- John-Roger con Paul Ka
ye

jueves, 28 de noviembre de 2013

Valores necesarios para la convivencia humana

SOLIDARIDAD: No es una obligación ni un sentimiento superficial, es una actitud que supone generosidad y que se asume voluntariamente. Es un llamado de la conciencia a la igualdad, a buscar soluciones para aliviar la pobreza, la marginación y la falta de recursos de otros seres humanos.

Ser solidario implica compartir tiempo, espacio y energía con todos los miembros de la sociedad, cooperar y comprometerse a vivir en armonía. Todos, de alguna manera, podemos colaborar para aliviar el sufrimiento ajeno y ayudar al prójimo en sus necesidades. La solidaridad no puede ser mero sentimentalismo; del corazón se debe pasar a la razón y de ahí a la acción comprometida. Una manera de vivir la solidaridad puede ser la de ayudar como voluntario en un grupo organizado.

LABORIOSIDAD: Significa trabajar con amor es decir, con esmero, poniendo intensidad y procurando hacerlo de la mejor manera posible. La persona laboriosa aprovecha el tiempo, trabaja con orden y termina las tareas iniciadas. El trabajo es un don, un privilegio, con el que la persona se autoperfecciona. Ocupación productiva.

RESPETO: Es la consideración, miramiento, atención o deferencia que se debe una persona; es un valor que nos lleva a honrar la dignidad de las personas y a atender sus derechos. Todo ser humano, sin ninguna discriminación, merece un trato cordial y amable, comprensión de sus limitaciones, reconocimiento de sus virtudes, aprobación a su derecho de ser autónomo y diferente, acato a su autoridad y consideración a su dignidad. Portarse convencido de que todo el mundo tiene su dignidad, reconocerla y no despreciar a nadie.

RESPONSABILIDAD: Implica cumplir a cabalidad los propios deberes. Existen deberes que son consecuencia de la naturaleza del ser humano y de los fines que el ser humano tiene, la persona responsable asume las consecuencias de sus actos intencionados, resultado de las decisiones que tome o acepte; es consciente de sus responsabilidades y está dispuesta obrar de acuerdo con ellas. Poner la vocación en lo que se hace, para que resulte lo más perfecto posible.

DISCIPLINA: Practicar ejercicios que llevan al dominio del conocimiento de sí mismo y de la ciencia. Es la exigencia o esfuerzo personal que cada ser humano debe poner para alcanzar sus metas.

AUTOESTIMA: Es la valoración positiva de uno mismo. Es la percepción personal que tiene un individuo sobre sus propios méritos y actitudes. Es el concepto que tenemos de nuestra vida personal.

AMISTAD: Seleccionar por las cualidades espirituales a quienes se les debe brindar la intimidad dentro de la vida social.

VERDAD: Es sinceridad y transparencia. Supone honradez intelectual para buscar siempre la verdad de las cosas. Ser veraz significa que sus palabras y sus actos estén llenos de verdad. Veracidad quiere decir que todo lo que se dice y hace se ajusta a la realidad. La persona berza habla y se expresa ajustándose a lo que piensa. No permite ninguna distorsión entre sus pensamientos, palabras y sentimientos. Una persona verza es una persona auténtica, que se muestra tal como es, que no aparenta lo que no es. Nitidez y claridad en todos los juicios y razonamientos.


ALEGRÍA: Es un estado de ánimo resultado de practicar el bien y de amar a las personas. No se debe confundir con aquella alegría que resulta del placero del bienestar físico. Alegría es estar lleno de felicidad, paz y amor. Es disfrutar de lo que se hace. Es apreciar el don de la vida. Alegría es disfrutar las cosas simples de la vida. Es un motor que nos impulsa a salir adelante cuando nos sentimos afligidos o con problemas. Exaltación interior por la posesión de algo que nos cautiva y trastorna la felicidad.

COMUNICACIÓN: El hombre es un ser social por naturaleza, y la comunicación, en sus diversas manifestaciones, es el medio por excelencia para interactuar con sus congéneres. La comunicación entre las personas es el resultado de múltiples métodos de expresión desarrollados durante siglos, los gestos, el desarrollo del lenguaje oral y escrito y la necesidad de realizar acciones conjuntas juegan un papel importante.

TOLERANCIA: es la disposición para admitir en los demás una manera de ser, de obrar, o de pensar, distinta de la propia, especialmente en cuestiones políticas y prácticas religiosas. La verdadera tolerancia implica un difícil equilibrio entre diversos factores aparentemente antagónicos: respeto a todos, contra convencimiento por las ideas propias; escuchar y aprender, frente a difusión de certezas personales; acogida a todos contra empeño por ayudar a cada persona. No es solo la aceptación del otro en su diferencia, sino la orientación hacia el otro para conocerlo y a través de él, conocerse mejor.

ARMONÍA: es la perfecta conjunción de las partes de un todo para lograr un fin único que muestra la realidad con toda su belleza. En el ser humano, y en sus relaciones interpersonales es la presencia equilibrada de valores como buen gusto, moderación, paz interior, concordia, orden, etc. La persona cuya vida posee armonía se caracteriza por su serenidad, paz interior, objetividad, madurez, mesura y dominio de sí.

COMPRENSIÓN: Es la capacidad para captar y entender los distintos factores que influyen en la forma de ser, en el estado de ánimo y en el comportamiento de otras personas. Implica el deseo de entender y ayudar, mirando las cosas desde puntos de vista ajenos a los nuestros, y teniendo en cuenta las circunstancias y los factores decisivos en cada caso.

CONFIANZA: Significa familiaridad en el trato con los demás, tener fe en alguien, seguridad en la rectitud del otro, expectativas positivas ante las capacidades de alguien.

Fuente: El mundo de los valores

lunes, 22 de julio de 2013

Educar en valores. La tolerancia

Ser tolerante es lo mismo que ser respetuoso, indulgente y considerado con los demás. Es una cualidad personal que se define como el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás, aunque sean diferentes o contrarias a las nuestras. Ser tolerante es ser condescendiente y permisivo con alguien a causa de las circunstancias que medien, es no impedir que haga lo que éste desee, es aceptar y admitir la diferencia o la diversidad.

Para que los niños establezcan buenas relaciones con sus semejantes, es necesario que aprenda a ser tolerante desde muy pequeño.

Aprender a ser tolerante

La tolerancia juega un papel muy importante en las relaciones de los niños con sus iguales y con su familia. Es importante que ellos escuchen las ideas y las opiniones de sus amiguitos, que acepten sus criterios aunque sean distintos a los suyos, y que consigan ponerse de acuerdo con sus compañeros durante un juego, en alguna actividad o en un aula. La tolerancia les ayuda a que tengan una buena integración en un grupo o equipo.

El niño no nace tolerante. Su conducta natural es que todo sea para sí, y que todos estén de acuerdo con él, por lo que es indispensable que el proceso de aprendizaje acerca de la tolerancia empiece desde bien temprano.

El niño puede aprender a ser tolerante

- Cuando sus padres también lo sean
- A través de cuentos e historias
- Por las actividades que desarrolla
- A través de los juegos
- En la convivencia con los demás niños
- Aprendiendo a respetar las diferencias
- Conociendo diferentes culturas
- A través de los viajes en familia
- Conociendo los beneficios de la conciliación, de la paz
- Compartiendo, sin pelear
- Aprendiendo a no burlarse de los demás

Fuente consultada:
- Cuentos y canciones para compartir valores. 
Ed.de la Infancia

domingo, 21 de julio de 2013

Si respetas a tu padre tu hijo te respetará a ti

El ejemplo de los padres es el mejor libro, manual, la "Biblia" para una buena educación de los hijos. Todas las actitudes y reacciones que manifestamos frente a lo bueno y a lo malo, todas las maneras con las que tratamos a los amigos, familiares y demás personas, serán de algún modo, imitadas y heredadas por nuestros hijos. Si amas y respetas a tu padre, tu hijo también lo hará contigo.
El respeto se aprende con el ejemplo y en la familia. Ser padres no es una tarea tan sencilla porque nadie es perfecto y los hijos no llegan al mundo con un manual de uso y manejo debajo del brazo. Pero creo que es de vital importancia que se valore y se ponga en práctica el respeto en el seno familiar. Sin darnos cuenta, los niños "absorben" todo nuestro comportamiento. ¡Cuántas veces nos vemos en ellos! 

Valores como el respeto, la paciencia, la tolerancia... son esenciales en las relaciones de padre e hijo. Hace algún tiempo, recibí un vídeo en mi correo que me hizo reflexionar mucho sobre eso. Con este vídeo que comparto contigo, te darás cuenta de lo importante que es cuidar, estar pendiente y agradecido por haber tenido personas, como tu padre, que se han sacrificado por tu bienestar. Te preguntarás: ¿Me dedico lo suficiente a mi padre?, ¿Le trato con el respeto que se merece?, ¿Me preocupo por él? Especialmente en este Día del padre, me gustaría compartir este vídeo contigo para que reflexiones sobre la paternidad, sobre los hijos, sobre las relaciones de familia, y se percibas que son realmente lo que llevamos para el resto de nuestras vidas. Demos el ejemplo a nuestros hijos para que mañana ellos puedan hacer lo mismo con sus hijos y con nosotros.

Fuente: Guía Infantil

martes, 11 de junio de 2013

Los celos

¿QUÉ SON?
  • Se presentan cuando hay un conflicto para recibir atención.
  • Nos sirve para aprender a tolerar no ser el centro de atención y compartir afecto.
¿QUÉ NO HAY QUE HACER?
  • Evitar las comparaciones entre hermanos.
  • Evitar las culpabilizaciones con respecto al otro.
  • Evitar las responsabilidades exigentes con respecto al otro.
¿QUÉ HAY QUE HACER?
  • La empatía con los celos es muy importante. Tenemos que recoger y comprender los sentimientos negativos hacia el otro.
  • Hay que mostrar atención al niño y dedicarle momentos en exclusividad.
  • Debemos propiciar ocasiones para que el niño colabore con el otro.
Fuente: Padres en apuros


lunes, 15 de abril de 2013

Los piropos más lindos

¿A qué mujer no le gusta recibir piropos? Por supuesto no hablo de los piropos vulgares y groseros que suelen soltar algunos hombres. Hablo de piropos lindos, que nos hacen sentir la mujer más hermosa del mundo.

¿Qué tal los halagos sinceros hacia la forma en que haces tu trabajo? También nos gusta recibir ese reconocimiento.

¿Y cuándo el piropo viene de alguien a quien amas?

Ultimamente he recibido algunos piropos hermosos, que han hecho que mi corazón salte de felicidad.
  • Eres lo que más quiero
  • Tú eres lo que me hace sentir feliz
  • Cuando estoy triste y me abrazas me siento mejor
  • Me gusta estar contigo
  • Eres lo mejor de mi vida
¿Te parecen simples? ¿No muy rebuscados? Sí, son piropos sencillos. ¿Sabes por qué me gustan tanto? Porque me los dijo mi hija de tres añitos.

¿Qué piropo lindo te han dicho tus hijos?

Roxy González