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jueves, 29 de mayo de 2014

El bullying

El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar o por su término inglés: bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.

El tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-13 años).

El agresor trata de intimidar a la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercido por un agresor más fuerte, ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente.

La crueldad y dureza de la situación pueden acarrear pensamientos sobre elsuicidio, incluso pueden ser factores primordiales para llevarlo a cabo, como actualmente se ha estado viendo en varios lugares de Guatemala.

Por lo tanto, si tu hijo presenta más de tres de las siguientes características, es muy probable que esté siendo víctima del bullying:


  • Llega a casa con su ropa, libros o cosas rotas o le han sido robadas.
  • Tiene moretones, heridas, cortes, rasguños que no pueda explicar.
  • Se rehúsa y teme ir al colegio/escuela.
  • Bajo rendimiento académico.
  • Tiene pocos amigos o se mantiene aislado.
  • No invita compañeros a su casa y rara vez visita casa de amigos.
  • Se inventa enfermedades o dolores para no ir al colegio (dolor de cabeza, dolor de estómago).
  • Presenta alteraciones del sueño.
  • Pide dinero extra o saca dinero a escondidas (entrega a la persona que lo agrede).
  • Aspecto triste, deprimido y de infelicidad.
  • Está irritable y con rabia repentina.
No es casualidad que hayas leído este artículo, si identificaste que tu hijo es víctima de bullying o conoces de alguien que esté pasando por esto.

¡Ésta es tu oportunidad para hacer algo positivo por el niño y encontrar la manera de empezar a crearle un ambiente de seguridad, para salvaguardar su valiosa vida!

Mayori Carrera
Psicología General
Licenciatura en Psicología Clínica, Cum Laude
Consteladora Familiar y Programación Lingüística


viernes, 23 de mayo de 2014

Consejos para educadores de niños que sufren Bullying

Los profesores deben estar atentos a:

- La relación de los alumnos/as en los pasillos y en el patio. Los peores momentos se sufren cuando los profesores no están presentes.

- Las "pintadas" en las puertas de baños y paredes (qué nombres aparecen habitualmente).

- La no participación habitual en salidas de grupo.

- Las risas o abucheos repetidos en clase contra determinados alumnos o alumnas.

- Las faltas continuadas a clase, ya que pueden indicar que no quieren acudir a clase por miedo.

- Estar atentos a los alumnos que sean diferentes, por su forma de ser o aspecto físico.

- Se queja de forma insistente de ser insultado, agredido, burlado...

- Si comenta que le roban sus cosas en el colegio o si cada día explica que pierde su material escolar.

- Investigar los cambios inexplicables de estados de ánimo: tristeza, aislamiento personal del alumno o alumna, aparición de comportamientos no habituales, cambios en su actitud, poco comunicativo, lágrimas o depresión sin motivo aparente...

- Escasas o nulas relaciones con los compañeros y compañeras.

- Evidencias físicas de violencia y de difícil explicación: moratones, cortaduras o rasguños cuyo origen el niño no alcanza a explica,; ropa rasgada o estropeada, objetos dañados o que no aparecen...

- Quejas somáticas constantes del alumno: dolores de cabeza, de estómago o de otro tipo cuya causa no está clara.

- Accesos de rabia extraños.

- Variaciones del rendimiento escolar, con pérdida de concentración y aumento del fracaso.

- Quejas de los padres, que dicen que no quiere ir al colegio.

Fuente:

lunes, 24 de marzo de 2014

La puerta para salir del bullying

Si ya identificaste y reconociste que tu hijo se encuentra en el papel de víctima o agresor dentro del fenómeno "bullying", es importante que sigas leyendo. En este artículo encontrarás algunas pautas para saber cómo abordarlo:

Padres de familia con un hijo en el papel de víctima:

  • Préstale atención a tu hijo, míralo a los ojos, platica con él y, sobre todo, escúchalo.
  • Dile que lo amas o exprésale tu cariño.
  • Aumenta su autoestima, diciéndole sus cualidades y sus habilidades.
  • Ayúdalo a expresar sus emociones y pensamientos.
  • Juega con él.
  • Enséñale a marcar límites y a decir no.
  • Enséñale a que merece ser respetado.
  • Coméntale que tiene derecho a tener buenos amigos y el derecho a alejarse de quienes le hacen daño.
Padres de familia con un hijo en el papel de agresor:
  • Normalmente la conducta agresiva es aprendida; por lo tanto, evite pelear frente del niño.
  • Controlar los programas de televisión, especialmente los de mensaje agresivo.
  • Enseñarle a controlar sus impulsos y preguntarle para que tome conciencia de los mismos, acerca de las consecuencias que le traerá tal acción.
  • Preguntarle cómo cree que se siente la otra persona que está agrediendo y si a él le gustaría que lo tratarán así.
  • Colocarlo en equipos de deporte (futbol, basquetbol, natación) para canalizar su energía de manera positiva.
Nunca es tarde para cambiar y empezar a hacer cambios en tu área familiar para brindarle a tu hijo (ya sea en el papel de víctima o de agresor) un ambiente donde aprenda el respeto y la empatía hacia las otras personas.

Mayori Carrera
Psicología General
Licenciatura en Psicología Clínica, Cum Laude
Consteladora Familiar y Programación Lingüística

sábado, 15 de marzo de 2014

Cómo detectar si tu hijo sufre bullying

El bullying o acoso escolar es una forma de maltrato reiterada que se produce entre escolares. Se trata de un hecho muy grave que, en el caso de algunas de las víctimas, puede llevar hasta el suicidio. Por eso es importante detectarlo, aunque en muchos casos sea difícil.

Siempre que tengamos un indicio de que se está produciendo un caso de acoso escolar en la escuela de nuestros hijos, aunque estos no estén implicados, deberemos ponerlo inmediatamente en conocimiento de la escuela.

Las víctimas preferidas
Los estudios sobre el bullying dicen que hay unos rasgos que hacen que algunos chicos y chicas tengan más riesgo de sufrir acoso. En general todos los adolescentes que se salen un poco de la norma, lo tienen. Aquellos que son más inteligentes, más brillantes o que destacan más en alguna de las actividades académicas están entre ellos. También los chicos y las chicas a los que les cuesta más hacer amigos, los más tímidos o los más retraídos estarían entre las potenciales víctimas. Pero los padres no deben olvidar que esa es una norma general por lo que cualquier chico o chica puede llegar a sufrir bullying.

Cómo saber si mi hijo está siendo acosado en la escuela
Las víctimas del bullying suelen ocultarlo a sus padres y maestros. Por eso es importante estar atentos a lo que les ocurre a nuestros hijos. Además hay una serie de indicios que pueden ayudarnos a descubrir una situación de acosos escolar en la vida de nuestros hijos:
  • Cambios en el estado de ánimo. Si advertimos que nuestro hijo o hija está más triste de lo habitual sin que haya una causa aparente y que esa tristeza dura un tiempo, deberemos hablar con él para averiguar si se debe a una situación de acoso.
  • Se niega a ir a la escuela. Si de pronto un chico o chica se niega a ir a la escuela, inventa enfermedades para quedarse en casa o pone objeciones absurdas.
  • Cambia su comportamiento. Si comienza a mostrarse miedoso, nervioso, distraído o huidizo y no consigue explicarnos por qué le ocurre eso.
  • Tiene moratones o heridas frecuentes.
  • Le desaparece dinero u objetos personales y tampoco es capaz de explicar dónde están o da explicaciones absurdas.
No siempre es acoso
Si a nuestros hijos les pasan una o varias de estas cosas, no es seguro que la causa sea que esté siendo sometido a abuso escolar pero tendremos que hablar con él o ella e indagar qué está ocurriendo. Aunque no siempre es fácil hablar con los adolescentes debido a sus continuos cambios de humor y a su necesidad de autonomía, los padres que adviertan uno o varios de estos signos no deben abandonar el intento de conocer la razón. Y si es necesario hablar con sus maestros y con sus amigos hasta descubrir qué le está ocurriendo a su hijo.

Qué hacer si nuestro hijo es acosado
Los padres de chicos que están sufriendo bullying deben entender que su hijo está atravesando por una situación dificilísima en la que va a necesitar mucha ayuda. Hay algunas cosas que se pueden hacer, primero para terminar con esa situación y, además, para ayudar a los chicos y chicas a superarla:
  • Ponerlo inmediatamente en conocimiento de la escuela para que intervenga en la detención de la situación. Hablar con la dirección, con los maestros y con los consejeros para que establezcan un plan de actuación.
  • Mantenerse en contacto continuo con la escuela para seguir la evolución de ese plan de actuación. Y notificar cualquier cambio que se produzca en la actitud de nuestros hijos sea para bien o para mal.
  • Hablar con los chicos o chicas. Es muy importante que las chicas o chicos que están sufriendo maltrato sepan que cuentan con la confianza y el apoyo de su familia. Por ello es necesario dedicarles tiempo suficiente.
  • Reforzar su autoestima. Generalmente la autoestima de las víctimas de bullying resulta muy dañada así que será imprescindible que ayudemos a nuestros hijos a recuperar la suya. Incluso podremos hablar con su médico por si fuera necesaria la intervención de un terapeuta.
  • Proponerle actividades fuera de la escuela con las que pueda crear un nuevo círculo de amigos que refuercen su autoestima y le ayuden a salir de la situación.
  • En el caso de que la intervención de la escuela nos parezca inadecuada existen en casi todas las ciudades asociaciones encargadas de proteger a la infancia y en muchos casos, dedicadas especialmente a las víctimas del bullying y en ellas nos ayudarán a decidir qué pasos dar.
Victoria Toro

jueves, 23 de enero de 2014

Qué debes saber sobre el bullying

El bullying, también conocido como acoso escolar, es una de las situaciones más duras con las que se pueden encontrar los adolescentes en la escuela. Se trata de una forma de tortura en la que un chico o chica o un grupo de ellos someten a maltrato a un compañero. Cualquier forma de maltrato físico, psicológico o verbal que se ejerce sobre un escolar durante un tiempo prolongado está considerado bullying.

Los chicos o chicas que se ven sometidos a este tipo de acoso llegan a vivir aterrorizados, tienen pavor a ir a la escuela y en algunos casos llegan a tener depresión y pensamientos de suicidio que, en ocasiones, llevan a cabo. Son situaciones tan peligrosas que padres y maestros deben vigilar estrechamente para descubrirlas.

Aunque puede darse en niños de todas las edades, lo más frecuente es que ocurra en la adolescencia. Se considera que uno de cada tres adolescentes de entre 12 y 16 años vive o ha vivido una situación cercana al bullyng como acosado o como acosador. Aunque el porcentaje de chicos o chicas que sufren un bullying grave es mucho más bajo ya que está entorno al 3%. Y es algo más frecuente entre las chicas que entre los chicos.
Tipos de bullying
  • Agresiones verbales. En este caso entrarían los insultos pero también cuando se habla mal de alguien o se expanden rumores malintencionados sobre un compañero.
  • Agresiones psicológicas. En este caso están las intimidaciones para provocar miedo y así conseguir que la víctima haga algo que no quiere hacer: entregar su dinero u objetos personales o cualquier otra cosa bajo coacción.
  • Agresiones físicas. Aquí entrarían las palizas o los simples golpes además de los robos o el destrozo de sus materiales u objetos.
  • Aislamiento social. Otra forma de bullying consiste en aislar a la víctima impidiéndole participar en las actividades de los compañeros de clase o, en algunos casos, dejando de hablarle y haciendo que los demás tampoco le hablen y se relacionen con él o ella.
  • Agresiones sexuales. En esta categoría están todas las agresiones que tienen como objetivo hacer que la víctima se sienta humillada o incómoda. La forma más frecuente del acoso sexual en la escuela es con la utilización de los celulares o las redes sociales.
  • Agresiones racistas. En algunos casos, la forma que utilizan los agresores son los insultos racistas cuando la víctima pertenece a alguna minoría como la latina.
Qué hacer si le ocurre a tu hijo
Cuando un padre descubre que su hijo está implicado en un caso de bullying, ya sea como víctima o como agresor, debe actuar inmediatamente. Lo primero que hay que hacer es avisar a la escuela. Hablar con la dirección, con los consejeros y con los profesores. Y en los casos en los que se haya producido una agresión grave hay que denunciarlo a la policía.

Qué hacer si tu hijo es la víctima
Los padres de chicos o chicas que son víctimas de bullying tienen que establecer con la escuela un plan para salir de esa situación y mantenerse en contacto continuo con consejeros y maestros para seguir la evolución del proceso.

Y hay que darle todo el apoyo a la víctima. Habrá que explicarle y conseguir que entienda que él no es culpable de nada, que ha estado sometido a una situación de tortura y buscar fórmulas para restaurar su autoestima. En ocasiones puede ser necesaria la ayuda de un terapeuta.

Qué hacer si tu hijo es el acosador
Las medidas que deben tomar los padres de los acosadores también exigen que se mantengan en comunicación con la escuela para seguir la evolución de la situación. De igual modo deben hacer entender a su hijo que el acoso es inaceptable e incluso puede ser un delito.

Qué hacer si tu hijo es un observador
Es muy frecuente que en los casos de bullying exista una víctima, un acosador y un grupo de observadores. El grupo de amigos es una de las características de la adolescencia y hay veces que los chicos o chicas siguen a un líder sin importar lo que este haga.

Los padres de los chicos o chicas que se han convertido en observadores deben actuar igualmente. Si tienen noticia de un caso de acoso deben comunicarlo a la escuela inmediatamente, explicando a su hijo lo que van a hacer y la importancia de hacerlo. Y deben asegurarse de que su hijo comprende que la valentía y la madurez están precisamente en no callarse ante este tipo de situaciones.

Victoria Toro

martes, 21 de enero de 2014

A mi hijo le pegan: ¿qué puedo hacer?

Tu hijo llega de la escuela frecuentemente quejándose de que otro niño en su salón de clase le pega. Esta situación te preocupa y te indigna.

¿Qué está pasando? ¿Tu hijo es presa fácil de un bully? ¿Por qué nadie interviene para protegerlo? ¿Cómo puedes ayudar a tu hijo a resolver este problema?

1. Escucha.

Antes de enfurecerte, realmente escucha a tu hijo para digerir toda la información y saber en qué momento y en dónde están pasando los incidentes, y quién participa.

¿El golpe es un intercambio privado de agresiones entre tu hijo y otro niño? ¿El niño agresor es más grande que tu hijo? ¿Hay otros niños involucrados a quienes también se les pega? ¿Quién ve los golpes?

Es importante averiguar si es una situación personal entre dos niños, o si hay un ambiente de bullying, donde un agresor y su público están abusando de un solo víctima.

2. Pregunta.

¿Qué pasó antes de los golpes? ¿Qué hizo tu hijo después? Estas preguntas se hacen con mucha tranquilidad: no estás buscando culpas. Solamente quieres conocer todo el entorno.

Es importante ayudar a tu hijo a identificar sus propios sentimientos. “¿Cómo te hace sentir?” puede ser una pregunta con respuesta muy obvia, pero necesitas ayudar a tu hijo a encontrar palabras adecuadas para analizar sus circunstancias.

“Me siento triste.” “Estoy muy enojado.” “Me siento humillado.”

Poder articular lo que te pasa es el primer paso en ser asertivo.

3. Pide soluciones.

En vez de meterte de lleno y decir, “Pues, pártele la cara a este hijo de toda su madre,” cálmate y pregunta a tu hijo, “Y qué crees que puedes hacer?”

A lo mejor te sorprende su respuesta.

Ayúdale a encontrar dos o tres opciones viables. Por ejemplo, puede retirarse, decirle a la maestra o regresar el golpe en el momento.

5. Ensaya opciones.

En una situación donde alguien repetidamente recibe agresiones, lo peor no son los golpes, sino la falta de poder que somete y atrapa a la víctima en un círculo vicioso de intimidación.

Dentro del ambiente seguro de la casa, puedes dar a tu hijo el espacio para pensar y practicar soluciones que le devolverán el control de su situación.

Por ejemplo, tú puedes tomar el papel del agresor y fingir que vas a pegar a tu hijo. “Te voy a pegar,” le dices. “¿Qué vas a hacer?”

Te puede gritar fuerte, o estirar el brazo con la mano extendida para decir, ¡Alto! Te puede decir con firmeza, “ A MI no me pegas, fíjate.” Puede denunciar al agresor y pedir ayuda a alguien más. O te puede dar un trancazo (fingido).

El chiste es dejarlo experimentar y practicar con varias respuestas hasta que se sienta cómodo con alguno.

6. Promueve la comunicación verbal.

Antes de llegar a los golpes, hay que tratar de hablar. Por eso, ayuda a tu hijo a poner sus límites usando palabras. Por ejemplo, puede decir, firmemente, en voz alta: “No me pegues. No me gusta. Me duele.”

O también, “Si me vuelves a pegar, te voy a acusar con la maestra.”
Enseña a tu hijo a hablar de sus propias emociones en vez de etiquetar a los demás.

Por ejemplo, decir “cuando me pegas, me siento muy enojado” es mejor que decir, “niño grosero pegalón”.

Dar la cualidad de una etiqueta a alguien le da poder, porque le estás concediendo esta característica como algo esencial y no como una forma de conducta que se puede cambiar.

Si tu hijo llega a ver a su acosador como alguien malvado y amenazador, será difícil sobreponerse a esta impresión. Su relación con esta persona siempre se basará en el miedo y la intimidación.

Por otro lado, si tú le ayudas a tu hijo a enfrentar al otro niño y vencer su miedo, podrá ver que es un niño igual que él, con una conducta inaceptable pero sin la ventaja de ser un monstruo. Las conductas se pueden cambiar.

7. Acude con la autoridad.

Mientras que tú en casa sigas el proceso de apoyar a tu hijo, habla con las autoridades escolares para que ellos tomen cartas para supervisar la situación en la escuela.

Cuando el problema es entre dos niños de la misma edad, muchas veces lo pueden resolver con un poco de ayuda. Sin embargo, si hay un desequilibrio de tamaño o fuerza, es absolutamente necesaria la intervención adulta para prevenir el bullying.

Es vital que los adultos mantengan los ojos bien abiertos para evitar situaciones peligrosas que puedan salir de control.

8. Confía en tu hijo.


Dale tu voto de confianza, haciéndolo sentir fuerte. Déjalo saber que tendrá siempre tu apoyo incondicional, y que él decide cómo quiere resolver su problema, ya sea con palabras, con ayuda de la autoridad, o con golpes.

Tú no le digas, “¡Pega!” o “¡No pegues!” El hecho de pegar para defenderse no lo hace un niño violento, y el hecho de no pegar no quiere decir que es un débil que se deje de todos.

El proceso de buscar su propia solución con tu apoyo fortalece su auto estima y su habilidad de enfrentar retos.

Un niño fuerte que se enfrente a su agresor pronto dejará de ser el marco de agresiones.

Margaret McGavin

martes, 10 de diciembre de 2013

Violencia Intrafamiliar: Causante de Bullying

Nuestros hijos son el reflejo exacto del ambiente que están viviendo en su hogar, los niños absorben todas las vivencias, emociones, problemas, tristezas y cualquier tipo de emociones que emanen de allí.

De esta manera, debemos entender la violencia como cualquier acto violento hacia los demás ya sea con golpes, patadas, cachetadas, rompimiento de ropas, de objetos personales o de la casa, igualmente la violencia no sólo es física también tiene que ver con las palabras humillantes, gestos descalificantes, acusaciones infundadas, y todas aquellas acciones que tengan que ver con intimidar y hostigar a la persona causando dolor interno.

El fenómeno del bullying Cr ha ido creciendo como reflejo de la Violencia Intrafamiliar Según un estudio reciente de EE.UU., los chicos abusadores tienen un alto porcentaje de riesgos de salud, lo que incluye la violencia familiar que describimos anteriormente.

En una encuesta de 5,807 estudiantes de escuela media y secundaria de casi 138 escuelas públicas de Massachusetts, los investigadores encontraron que los que tenían que ver con el acoso escolar también eran propensos a sufrir abuso de un familiar o ser testigos de violencia doméstica, en comparación con las personas que no eran ni abusadores ni víctimas.

La proporción de probabilidades de que un estudiante de secundaria es maltratado físicamente por un familiar es de 2.8 para aquellos que son víctimas de bullying y de 3.8 para los que son bully y abusadores.

Aunque continuamente se relacionan los problemas de acoso escolar con calificaciones bajas, uso de sustancias y problemas de salud mental, no siempre son los causantes directos de esa problemática ya que la violencia intrafamiliar tiene una total incidencia en nuestros hijos, puesto que de allí toman el ejemplo máximo de tolerancia y amor hacia el prójimo.

En su hogar es donde aprenden a amarse y respetarse, a reconocer los errores en ellos mismos y en lo demás. sí las cosas, vemos que el bully o agresor tiene un perfil muy marcado a pertenecer a familias disfuncionales, con gritos y falta de respeto hacia cada uno de sus integrantes, desde la relación de los padres como la de los hijos entre sí, no existe respeto ni consideración alguna hacia los demás.

En estos hogares la vía para arreglar los problemas es a través de los gritos, insultos e intimidaciones, y son precisamente estas conductas las que hacen que el niño en el colegio intente ejercer su liderazgo de la misma manera que lo hace en su casa.

También encontramos el caso de aquellos niños que son intimidados o maltratados continuamente por sus hermanos, ya sean mayores o menores de su mismo género o no. Estos niños son los que en el colegio repiten estos patrones de conducta, buscando desahogar los sentimientos de represión y tristeza que sienten y de los que son víctimas a diario en su casa.

Los ejemplos de maltrato infantil y violencia intrafamiliar son innumerables, el mensaje de donde de este artículo es que como padres, profesores o adultos responsables al cuidado de niños y jóvenes es que cuidemos nuestras relaciones con quienes nos rodean y con quienes amamos, para que malos ejemplos y situaciones que nos ocurren en la vida diaria no sean el detonante de que nuestros hijos se conviertan en bullys. Te invitamos a que revises, manejes, controlas y redirijas la manera como te relacionas con los demás.

Fuente: Padres Expertos

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Bullying Femenino: Mujer Contra Mujer

Existen mujeres de las que prefiero no estar cerca!! Las bullies.A veces pensamos que esta etapa de la agresora va a terminar durante la época escolar, pero no es asi, nos equivocamos y bastante .Son mujeres malvadas que comenzaron desde pequeñas. No eligen sanarse. Fueron y serán. Lo escribimos de manera rotunda porque es rotundo.

Pero hemos observado que el bullying femenino se recrudece después de los 40/50. Como si el vivir a la otra como una amenaza imaginaria alcanzara extremos telúricos. Las bullies se desatan. Como si existiera en ellas un algo dolorosísimo que registra los cambios de edad, sobre todo, como pérdida. Ninguna tiene más logros por denigrar a la otra. Pero es la manera más rápida de descargar rabias, negar carencias. Tapar —con un mínimo de esfuerzo— ese vacío que traemos dentro.

La bully vuela propagando incomodidad e intentando manipular a las demás, la agresión adolescente en general involucra a tres personas: agresora, víctima y cómplice-testigo.

La agresión femenina adulta suele mantener los lugares. La Agresora que es quien ataca. La amiga o seguidora que es quien generalmente la refuerza . Y las testigos o bystanders que se quedan estupefactas y paralizadas ante las agresiones , generalmente de manera dolorosa y hasta con lágrimas, por miedo a plantarse en lo que es suyo, por prudencia o samaritanismo desplazado: “Es que ella sufre, la comprendo”. La empatía no obliga a soportar de más. Soportar los ataques de una bully podría ser una forma de gozo bien oscuro. Reencontrar un lenguaje descalificador. Que quizá conocimos en la infancia. Y que en algún lado nos tranquiliza tanto como nos daña. Hasta un día. El bullying femenino tiene sus armas: la maledicencia, la intriga, el halago envenenado. El ejercicio de formas raras de espionaje y de control.

El término Relational Agression, lo utilizamos para describir cómo las mujeres podemos usar la amistad o la cercanía para herir, un modo de violencia verbal en los que el daño es infligido con palabras. Como las profesionales del halago envenenado. Una de las formas más eficaces de la agresión femenina: “Qué adorable tu hija. “Qué trabajo tan interesante el tuyo, “Qué buen esposo tienes “, Se ve que tú sí sabes con quién moverte”. Éste nos encanta: “Con lo inteligente que eres, le has de gustar a todos”.

Desde que la “bipolaridad” existe como diagnóstico, una cantidad considerable de mujeres las padecen .Tendríamos que imaginar la bipolaridad como epidemia femenina. ¿Por qué necesitaríamos descalificar a otra, para sentir que nuestro lugar es nuestro?

La agresión es un mecanismo de defensa ante la amenaza que la otra representa” La bullie daña. Porque no soporta el límite de lo que no es o no tiene. Aunque sea y tenga mucho de bello. No le basta. Quiere lo suyo y lo de la otra. ¿Y su víctima cómo se deja? Cuando una persona es clara respecto a lo que espera y toleraría de otros, la tratan de manera más respetuosa.

Sentirse desempoderada mantiene a víctima y bully atrapadas en una trampa. La bully puede sentir que si es menos agresiva no podrá mantener su posición, ¿De imaginario dominio? ¿De completud y superioridad? Para la víctima, sentir que no tiene más opción que la de ser pasiva puede encerrarla en un lugar que invita a más agresiones.

Este tipo de violencia de mujeres como una forma de ejercer “el poder” sobre otras, —principalmente entre adolescentes de secundaria y preparatoria— se caracteriza por la práctica de medidas de “segregación” orientadas a doblar psicológicamente a sus víctimas.
Las niñas que están atravesando por un proceso de hostigamiento o acoso escolar pasan con facilidad de la tristeza y el llanto fácil, y a la depresión se pasa directamente. Las niñas, adolescentes y mujeres son expertas en llevar a cabo el bullying emocional.
Te recomendamos que si estas siendo víctima de acoso y eres una mujer, debes justificarlas con pruebas tales como grabaciones, no te de vergüenza ni temor incluso si se continúas trabajando en la empresa.
Evita las confrontaciones con tu acosadora. Por lo general, en el mobbing se actúa en equipo, así que identifícalos y arma tu propio equipo de seguridad con tus compañeros.
Deja constancia clara de lo que está sucediéndote por escrito o grabado, ya sea encubierta o abiertamente.
Lleva una bitácora de lo que sucede diariamente, cómo venía vestida tu agresora, qué te dijo, en dónde te lo dijo y por qué, y anota quienes atestiguaron el hecho. Con esto, por más hábil que sea tu agresora para defenderse, podrás probar lo que te hizo.

Si el acoso persiste y la situación se va deteriorando, lo mejor es que dejes el trabajo antes de poner en riesgo tu salud e integridad.

La situación es grave si tenemos en cuenta que las mujeres poseen una tendencia cínica a hacer sentir mal a las otras mujeres cuando les tienen envidia, rabia, celos: las mujeres pueden llegar a ser doblemente más crueles que los hombres puesto que usan su capacidad y su inteligencia y su sensibilidad para hacer que su objetivo sea devastado con sus acciones. Es por esto que le llamamos emocional a este tipo de acoso o bullying puesto que se basa en producir en la víctima emociones como la depresión, las fobias , los trastornos alimentarios, las dependencias y codependencias, los miedos, y los dolores psicosomáticos , tristeza, pérdida de autoestima, abulia entre otras emociones .

Emociones que son muy hábiles en hacer sentir a sus presas las mujeres desde niñas a sus víctimas, debido a que como desde pequeñas son conocedoras del arte de manipular o doblegar la mente a través de la disgregación de otras, puesto que usar la fuerza para ellas es poco común como en los niños de su edad, es así como de esta forma la niña que se convertirá en mujer si no es ayudada por su familia y su colegio básicamente cuando crezca y sea mayor podrá tener la tendencia de seguir cometiendo estos actos intimidatorios.

Fuente: Padres Expertos

lunes, 11 de noviembre de 2013

Bullying: ¿Qué ocurre cuando el profesor es la víctima?

La idea de percibir al maestro como un bully (acosador) de sus propios alumnos es simple. La frase "el profesor la tiene agarrada conmigo" es tan común que, inclusive, sirve para justificar bajas calificaciones, reprimendas por parte del educador o, sencillamente, para señalar una verdad al estilo de la profesora Sue Sylvester de la serie Glee, quien con frecuencia hace burlas de alumnos y de otros colegas para dar cuenta de su poder. Pero, ¿qué ocurre cuando el profesor es realmente la víctima?

Cientos de titulares en todo el mundo demuestran que el abuso reiterativo o la violencia contra la figura del maestro es cada vez mayor. Estudios de varias organizaciones hacen notar, por ejemplo, que 36% de los maestros en Ontario, Canadá, manifiesta haber sido blanco de violencia por parte de sus estudiantes, mientras que en el Reino Unido, 35 por ciento de los profesores participantes en una investigación realizada por la Unión Nacional de Maestros (NUT por sus siglas en inglés) reconoce haberse convertido en víctimas de ciberacoso: 72% de las actividades de este tipo es realizado por alumnos, mientras 26% de las prácticas de acoso escolar por las redes sociales es promovido por los padres o representantes del estudiantado.

En Venezuela, pese a que no existen cifras oficiales con respecto a la problemática del acoso escolar -bien sea hacia maestros como hacia alumnos-, se estima que nueve de cada 100 habitantes sufre de este tipo de violencia. Si a esto se suma que, de acuerdo con Unicef, esta nación es el segundo país en el que fallecen más adolescentes y jóvenes violentamente, entonces la conclusión podría ser que está librándose una batalla en los colegios y liceos del país.

Casos como el del licenciado Robert Jerez, profesor del Liceo Fermín Toro, quien fue duramente golpeado a mediados de 2011 por un grupo de encapuchados que vestían el uniforme del plantel, o el de la profesora Rudileth Cegarra, quien fue aporreada por uno de sus alumnos de tercer grado y luego agredida por los padres de este, son cada vez más comunes.

"Hay poca data o estadística sobre el tema del acoso en sus diferentes formas porque, precisamente, como es parte de la cotidianidad no se logra identificar como una forma de violencia. Pero, ¿cuál es la variante que se está presentando recientemente?: la violencia hacia maestros y profesores", explica Oscar Misle, director de Cecodap, organización que trabaja en pro de la defensa de los derechos del niño y del adolescente

De su lado, el profesor y experto en seguridad Hernán Matute, creador de la Cátedra Antidrogas del Instituto Pedagógico de Caracas, advierte que el tema del acoso hacia el maestro como figura de autoridad se ha agravado. Esto es así como consecuencia de nuevos factores que intervienen en la relación alumno-educador, entre los cuales se incluyen el consumo y venta de drogas en los planteles. "En los últimos diez años esto ha generado comportamientos distintos a los tradicionales en los alumnos que propiciaban el acoso, intimidación escolar o el llamado chalequeo", añade el educador.

¿Acoso o violencia?
Para que un maestro pueda actuar de forma asertiva contra los inconvenientes violentos que pueden presentarse con sus alumnos, es importante identificar si lo que se vive o vivió es acoso o actos aislados de violencia.

"Para que sea acoso las acciones deben darse de manera constante y sistemática; pero cuando un muchacho en el aula o en el colegio responde de manera inadecuada o hace burla del profesor y esta situación no es frecuente, entonces estamos ante un acto enmarcado dentro de la violencia o en actitudes violentas. ¿Esto puede convertirse en acoso si no se actúa a tiempo? Por supuesto que sí. Hay que proceder a eliminar estas acciones de violencia por tontas que parezcan", explica Oscar Misle.

Para conseguir que se proceda a tiempo ante un evento mayor, el profesor debe informar de lo ocurrido a la Coor-dinación y a la Dirección, como primeras instancias. Es importante que se lleve un registro de cómo se dio el inconveniente y de las personas que allí se encontraban con el fin de llegar a una conclusión sobre qué debe hacerse con el alumno con mal comportamiento, qué recomendar a los padres y qué hacer en conjunción con la comunidad educativa para pautar acciones constantes dentro de la escuela con el fin de educar contra la violencia y a favor de una cultura de paz.

"Es importante que el maestro no identifique en clase al alumno que ejerció la acción directamente o que no tenga como temas del día 'los problemas de violencia en el salón', pues esto es una actitud reactiva y no positiva en favor de encontrar una solución más definitiva a esta situación. Por ello lo ideal es educar en valores e incluir en el pénsum anual muchas actividades que promuevan la paz, la comunicación y la autoestima en el colegio", menciona el profesor Matute.

Tipos de asedio contra el maestro
De acuerdo con la organización Bullying Education, creada por profesores y consejeros en Internet para prevenir el acoso escolar en todas sus formas, existen cuatro maneras (hasta ahora) de agresión por parte de los estudiantes hacia el profesorado.

" Pulsar los botones: El más antiguo método. Los alumnos saben qué hacer para interrumpir en clase, romper con el orden del salón o reírse mientras el maestro imparte los objetivos, entre otros. Son formas de intimidación cuya finalidad es no consentir que el maestro cumpla con su trabajo.

" Happy Slapping: Estos términos en inglés se refieren a bromas que realizan los educandos a los profesores tras captarlos con las cámaras de teléfonos celulares y realizar montajes fotográficos o en video, para luego colgarlos en sitios web públicos y compartirlos con sus pares.

" Páginas de críticas: También en Internet está creciendo el número de sitios (creados por alumnos, obviamente) en los cuales se les coloca una nota a los maestros (conocidos como Rate my teacher, cuya traducción es "Califica a mi profesor"). El problema es que los alumnos que ingresan en estas páginas web no solo hacen mofa de la reputación del individuo como profesor, sino que también se critica su forma de vestir, de actuar, de hablar, etcétera.

" Ciberacoso: "El alumno me enviaba mensajes por Internet y a mi celular amenazándome porque no le había pasado la materia. Me insultaba y decía que escribiría cosas de mí en Facebook para que la gente supiera quién era yo realmente. Con el pasar de los meses quedó solo en palabras; sin embargo, al principio me sentí muy incómoda", expone una profesora universitaria, quien prefiere no revelar su nombre.

El acoso por las redes es el más común hacia los educadores dado que el alumno puede mantenerse en el anonimato y hacer muy públicas informaciones falsas o verdaderas del profesor, burlarse y, sobre todo, hacer fotomontajes del educador hasta que este se siente verdaderamente amenazado y vulnerable, sin saber cómo responder ante una vigilancia constante por parte de sus alumnos.

Normativas ecuánimes
"Cuando un joven tiene una actitud agresiva o hay un hecho violento contra un maestro esto acarrea consecuencias de orden penal, por lo tanto el profesor (apoyado por la comunidad educativa) puede acudir al Ministerio Público a denunciar las acciones cometidas en su contra, e inclusive puede conservar su identidad en el anonimato", expresa Matute, quien muestra preocupación pues muchos educadores, ante un problema de acoso o de violencia, se sienten desprotegidos y optan por abandonar la carrera, o no saben cómo conducirse ante eventos más graves (como el consumo de drogas) y entonces se ven expuestos a crímenes.

"Hay un uso abusivo de la Ley orgánica para la protección de niñas, niños y adolescentes (Lopnna) con el fin de intimidar. Primero, porque no se utiliza como una herramienta para mejorar la convivencia escolar sino para amenazar. Tanto los jóvenes como sus padres intentan intimidar al educador señalándole que lo denunciarán porque la ley 'los ampara'; y segundo, lo que realmente ocurre es que la normativa se desconoce. Cuando hacemos reuniones con maestros damos cuenta de ello. Como hay desconocimiento de la ley, esta se usa de manera arbitraria y discrecional. La ley no favorece ni estimula a ninguna de las partes", explica el director de Cecodap, quien concluye argumentando que los miembros de un colegio -alumnos, padres y representantes y profesorado- deben conocer a fondo las leyes para poder ejercer acciones lógicas con respecto a cualquier dificultad dentro de la escuela.

El maestro hoy
Escuelas en mal estado, individuos con poca mística para trabajar, armas y drogas dentro de los colegios y bajos sueldos constituyen el caldo de cultivo en el que subsiste el educador de hoy.

De acuerdo con Oscar Misle y Hernán Matute, el profesorado debe reflexionar sobre su papel en la sociedad. "Pasamos de un extremo a otro: de un maestro que era una figura de autoridad a quien nadie se atrevía a responder o a preguntar, al extremo que ahora los profesores temen a sus estudiantes".

"El maestro ha perdido su sentido de pertenencia y liderazgo. Es un simple 'dador de clases'. Yo me muerdo la lengua porque soy uno de los formadores de estas personas. Olvidamos que lo más importante no es dar el contenido de una materia sino formar y educar ciudadanos. Finalmente, toda esta situación genera un ambiente dado a la anomia y a la ruptura de normas, y, por lo tanto, a la violencia y el desafío a la autoridad", añade Matute.

El bullying o la violencia hacia el maestro está vinculado tanto con la actitud de los padres en casa como con el desinterés por parte de las comunidades educativas de tomar acciones contra las agresiones (a profesores o estudiantes) a partir de un trabajo arduo y largo de prevención; pero son estas mismas figuras (educadores, representantes, colegios y alumnado) las que tienen el poder -y el deber- de combatir seriamente la intimidación.

Verónica Pérez Peña
Fuente: Estampas

viernes, 12 de abril de 2013

Bullying Femenino: Mujer Contra Mujer


¡¡Existen mujeres de las que prefiero no estar cerca!! Las bullies. A veces pensamos que esta etapa de la agresora va a terminar durante la época escolar, pero no es así  nos equivocamos y bastante .Son mujeres malvadas que comenzaron desde pequeñas. No eligen sanarse. Fueron y serán. Lo escribimos de manera rotunda porque es rotundo.

Pero hemos observado que el bullying femenino se recrudece después de los 40/50. Como si el vivir a la otra como una amenaza imaginaria alcanzara extremos telúricos. Las bullies se desatan. Como si existiera en ellas un algo dolorosísimo que registra los cambios de edad, sobre todo, como pérdida. Ninguna tiene más logros por denigrar a la otra. Pero es la manera más rápida de descargar rabias, negar carencias. Tapar —con un mínimo de esfuerzo— ese vacío que traemos dentro.

La bully vuela propagando incomodidad e intentando manipular a las demás, la agresión adolescente en general involucra a tres personas: agresora, víctima y cómplice-testigo.

La agresión femenina adulta suele mantener los lugares. La Agresora que es quien ataca. La amiga o seguidora que es quien generalmente la refuerza . Y las testigos o bystanders que se quedan estupefactas y paralizadas ante las agresiones , generalmente de manera dolorosa y hasta con lágrimas, por miedo a plantarse en lo que es suyo, por prudencia o samaritanismo desplazado: “Es que ella sufre, la comprendo”. La empatía no obliga a soportar de más. Soportar los ataques de una bully podría ser una forma de gozo bien oscuro. Reencontrar un lenguaje descalificador. Que quizá conocimos en la infancia. Y que en algún lado nos tranquiliza tanto como nos daña. Hasta un día. El bullying femenino tiene sus armas: la maledicencia, la intriga, el halago envenenado. El ejercicio de formas raras de espionaje y de control.

El término Relational Agression, lo utilizamos para describir cómo las mujeres podemos usar la amistad o la cercanía para herir, un modo de violencia verbal en los que el daño es infligido con palabras. Como las profesionales del halago envenenado. Una de las formas más eficaces de la agresión femenina: “Qué adorable tu hija. “Qué trabajo tan interesante el tuyo, “Qué buen esposo tienes “, Se ve que tú sí sabes con quién moverte”. Éste nos encanta: “Con lo inteligente que eres, le has de gustar a todos”.

Desde que la “bipolaridad” existe como diagnóstico, una cantidad considerable de mujeres las padecen .Tendríamos que imaginar la bipolaridad como epidemia femenina. ¿Por qué necesitaríamos descalificar a otra, para sentir que nuestro lugar es nuestro?

La agresión es un mecanismo de defensa ante la amenaza que la otra representa” La bullie daña. Porque no soporta el límite de lo que no es o no tiene. Aunque sea y tenga mucho de bello. No le basta. Quiere lo suyo y lo de la otra. ¿Y su víctima cómo se deja? Cuando una persona es clara respecto a lo que espera y toleraría de otros, la tratan de manera más respetuosa.

Sentirse desempoderada mantiene a víctima y bully atrapadas en una trampa. La bully puede sentir que si es menos agresiva no podrá mantener su posición, ¿De imaginario dominio? ¿De completud y superioridad? Para la víctima, sentir que no tiene más opción que la de ser pasiva puede encerrarla en un lugar que invita a más agresiones.

Este tipo de violencia de mujeres como una forma de ejercer “el poder” sobre otras, —principalmente entre adolescentes de secundaria y preparatoria— se caracteriza por la práctica de medidas de “segregación” orientadas a doblar psicológicamente a sus víctimas.
Las niñas que están atravesando por un proceso de hostigamiento o acoso escolar pasan con facilidad de la tristeza y el llanto fácil, y a la depresión se pasa directamente. Las niñas, adolescentes y mujeres son expertas en llevar a cabo el bullying emocional.
Te recomendamos que si estas siendo víctima de acoso y eres una mujer, debes justificarlas con pruebas tales como grabaciones, no te de vergüenza ni temor incluso si se continúas trabajando en la empresa.
Evita las confrontaciones con tu acosadora. Por lo general, en el mobbing se actúa en equipo, así que identifícalos y arma tu propio equipo de seguridad con tus compañeros.
Deja constancia clara de lo que está sucediéndote por escrito o grabado, ya sea encubierta o abiertamente.
Lleva una bitácora de lo que sucede diariamente, cómo venía vestida tu agresora, qué te dijo, en dónde te lo dijo y por qué, y anota quienes atestiguaron el hecho. Con esto, por más hábil que sea tu agresora para defenderse, podrás probar lo que te hizo.

Si el acoso persiste y la situación se va deteriorando, lo mejor es que dejes el trabajo antes de poner en riesgo tu salud e integridad.

La situación es grave si tenemos en cuenta que las mujeres poseen una tendencia cínica a hacer sentir mal a las otras mujeres cuando les tienen envidia, rabia, celos: las mujeres pueden llegar a ser doblemente más crueles que los hombres puesto que usan su capacidad y su inteligencia y su sensibilidad para hacer que su objetivo sea devastado con sus acciones. Es por esto que le llamamos emocional a este tipo de acoso o bullying puesto que se basa en producir en la víctima emociones como la depresión, las fobias , los trastornos alimentarios, las dependencias y codependencias, los miedos, y los dolores psicosomáticos , tristeza, pérdida de autoestima, abulia entre otras emociones .

Emociones que son muy hábiles en hacer sentir a sus presas las mujeres desde niñas a sus víctimas, debido a que como desde pequeñas son conocedoras del arte de manipular o doblegar la mente a través de la disgregación de otras, puesto que usar la fuerza para ellas es poco común como en los niños de su edad, es así como de esta forma la niña que se convertirá en mujer si no es ayudada por su familia y su colegio básicamente cuando crezca y sea mayor podrá tener la tendencia de seguir cometiendo estos actos intimidatorios.
Fuente: PadresExpertos

jueves, 4 de abril de 2013

Medidas para acabar con el acoso escolar entre compañeros.

"El mundo no está amenazado por malas personas,

sino por aquellas que permiten la maldad" 
(Albert Einstein)

¿No es triste que entre compañeros ocurra esto?

Es muy fuerte que esto ocurra, que niños peguen a otros que son iguales que ellos, pero... ¿por qué ocurre esto?


Tenemos que hacer cualquier cosa para que esto vaya a menos hasta que acabe por desaparecer. A continuación dejo algunas recomendaciones que podríamos llevar a cabo para ayudar:

1) Debemos mejorar las medidas de supervisión y vigilancia.

2) Es conveniente realizar actividades durante el recreo para fomentar las buenas relaciones entre compañeros.

3) Realizar tutorías con profesores comprometidos a solucionar este tipo de situaciones.

4) Crear un sistema fácil que permita al alumno denunciar este tipo de situaciones.

Es necesario hablar con la víctima, los padres, trabajar con la familia.
Es complicado parar el acoso escolar pero todo es posible y con ayuda de todos podemos conseguir acabar con esta situación.

martes, 2 de abril de 2013

Signos y Claves para descubrir el Acoso Escolar o Bullying

Muchas veces, los padres y profesores de las víctimas somos los últimos en enterarnos de que nuestros hijos están sufriendo el acoso escolar de sus compañeros, ya que la vergüenza o el miedo a las represalias son los principales motivos para ocultarlos.

Los Padres debemos estar atentos a los siguientes aspectos, que pueden ser indicios de que nuestros hijos están siendo víctima del acoso escolar:

- Cambios en el comportamiento del niño. Cambios de humor.
- Tristeza, llantos o irritabilidad.
- Pesadillas, cambios en el sueño y/o apetito.
- Dolores somáticos, dolores de cabeza, de estómago, vómitos.
- Pierde o se deterioran de forma frecuente sus pertenencias escolares o personales, como gafas, mochilas, etc.
- Aparece con golpes, hematomas o rasguños y dice que se ha caído.
- No quiere salir ni se relaciona con sus compañeros.
- No acude a excursiones, visitas, etc. del colegio.
- Quiere ir acompañado a la entrada y la salida.
- Se niega o protesta a la hora de ir al colegio.

Si estás atento a estas señales podrás prevenir y combatir el bullying a tiempo.

Gracias
Padres Expertos

lunes, 1 de abril de 2013

Consejos para padres y maestros en caso de Bullying

En la mayoría de las ocasiones tanto los padres y profesores de las víctimas somos los últimos en enterarnos de que nuestros hijos están sufriendo de acoso escolar o Bullying .La vergüenza o el miedo a las represalias son los principales motivos.

Padres Expertos basados en nuestra experiencia ha recopilado una serie de recomendaciones para Papás, Maestros y Profesores que les ayudarán efectivamente a nuestros hijos en el momento en que se encuentren frente a una situación de bullying.

Recomendaciones para Padres:
1. Establece Relaciones Basadas en el Diálogo: Habla con tus hijos sobre la agresión relacional antes de que se enfrenten al problema
2. Da un Buen Ejemplo. Procura ser un modelo de buen comportamiento (muestra tolerancia y respeto, evita chismear y hablar mal de otros… recuerda que los hijos aprenden de lo que ven)
3. Utiliza preguntas abiertas. Son muy importantes para explorar todo el contexto donde ocurrió la agresión –háblame más de esto…
4. Ponte en Su Lugar. Empatiza con sus sentimientos y evita frases como “así son las niñas” o “ya se les va a pasar” –me imagino lo mal que te habrás sentido…
5. Evita juzgar o etiquetar a las niños agresoras
6. Busca la Reflexión. Ayuda a tu hija a reflexionar sobre lo que podría estar causando este problema y mantén abierta la posibilidad de que ella sea o haya sido de las agresoras –ayúdame a entender mejor la situación, ¿qué más había pasado?
7. Diáloga. junto con tu hijo sobre las alternativas para manejar la situación -¿qué crees que podrías hacer?
8. Pregúntale si ella necesita o desea que tú intervengas en la resolución del conflicto -¿hay algo que yo puedo hacer para ayudarte?
9. Acude a buscar apoyo en la escuela si lo ves necesario
10. Acude a buscar apoyo con un terapeuta si lo ves necesario

Los padres deben estar atentos a los siguientes aspectos, que pueden ser indicios de que nuestros hijos está siendo víctima del acoso escolar:

• Cambios en el comportamiento del niño. Cambios de humor.
• Tristeza, llantos o irritabilidad.
• Pesadillas, cambios en el sueño y/o apetito.
• Dolores somáticos, dolores de cabeza, de estómago, vómitos…
• Pierde o se deterioran de forma frecuente sus pertenencias escolares o personales, como gafas, mochilas, etc.
• Aparece con golpes, hematomas o rasguños y dice que se ha caído.
• No quiere salir ni se relaciona con sus compañeros.
• No acude a excursiones, visitas, etc. del colegio.
• Quiere ir acompañado a la entrada y la salida.
• Se niega o protesta a la hora de ir al colegio.

Recomendaciones para Maestros

1. Habla con tus alumnos sobre agresión relacional (puedes utilizar cuentos, películas u otros recursos) para concientizarlos sobre el asunto.
2. Procura ser un modelo de buen comportamiento (muestra respeto por todos tus alumnos, no muestres favoritismos, evita hablar mal de otros…)
3. Crea un clima de seguridad en el salón de clases: establece reglas claras de que no será tolerado ningún tipo de agresión.
4. Trata de identificar las primeras señales de agresión relacional antes de que se conviertan en un conflicto mayor.
5. Mantén una relación cercana y de confianza con tus alumnos para que sepan que pueden acercarse a ti cuando tengan un problema.
6. Escucha de manera activa y empática cuando un alumno te hable sobre una situación de agresión relacional.
7. Utiliza los mismos lineamientos para escuchar recomendados a los papás.

De igual forma los profesores deben estar atentos a:

• La relación de los alumnos/as en los pasillos y en el patio. Los peores momentos se sufren cuando los profesores no están presentes.
• Las “pintadas” en las puertas de baños y paredes (qué nombres aparecen habitualmente).
• La no participación habitual en salidas de grupo.
• Las risas o abucheos repetidos en clase contra determinados alumnos o alumnas.
• Las faltas continuadas a clase, ya que pueden indicar que no quieren acudir a clase por miedo.
• Estar atentos a los alumnos que sean diferentes, por su forma de ser o aspecto físico.
• Se queja de forma insistente de ser insultado, agredido, burlado…
• Si comenta que le roban sus cosas en el colegio o si cada día explica que pierde su material escolar.
• Investigar los cambios inexplicables de estados de ánimo: tristeza, aislamiento personal del alumno o alumna, aparición de comportamientos no habituales, cambios en su actitud, poco comunicativo, lágrimas o depresión sin motivo aparente…
• Escasas o nulas relaciones con los compañeros y compañeras.
• Evidencias físicas de violencia y de difícil explicación: moratones, cortaduras o rasguños cuyo origen el niño no alcanza a explica,; ropa rasgada o estropeada, objetos dañados o que no aparecen…
• Quejas somáticas constantes del alumno: dolores de cabeza, de estómago o de otro tipo cuya causa no está clara.
• Accesos de rabia extraños.
• Variaciones del rendimiento escolar, con pérdida de concentración y aumento del fracaso.
• Quejas de los padres, que dicen que no quiere ir al colegio.

Recomendaciones para el Colegio o Escuela

1. Incluir el concepto de agresión relacional en la definición de bullying que utiliza la escuela.
2. Realizar una encuesta para medir el tipo de bullying que se da con más frecuencia en la escuela.
3. Desarrollar un lenguaje y entendimiento común sobre la agresión relacional que sea compartida por los maestros, padres de familia, directores y alumnos.
4. Comprender las implicaciones que tiene la agresión relacional para los alumnos y para la escuela.
5. Crear una cultura que promueva y modele relaciones sanas.

Gracias
PadresExpertos

jueves, 28 de marzo de 2013

Niñas Aterrorizadas por Gordura: Víctimas de Bullying

Hace dos días, mi hija mayor me dejó aterrada cuando me dice:” Mami, estoy gorda, mira mi barriga!!! ¿Y si mejor no como?”

Los niños y sobre todo las niñas, se sienten afectadas por las exigencias de nuestra enfermiza sociedad actual: el número de consultas pediátricas debido a problemas en la alimentación está registrando un aumento asombroso, particularmente en la población de niñas cuyas edades están comprendida entre los 3 y 9 años.

Estudios realizados a la incidencia de los trastornos alimentarios en los niños en Barcelona, indican que cerca del 48% de los niños de entre 8 y 12 años tiene miedo a estar gordo, indican además que un 46% de los menores de esta edad que están a dieta no tienen sobrepeso.

¿Quien dijo que nuestros hijos deben soportarlo todo, insultos, amenazas y burlas por miedo?

En detalle, el estudio sobre los factores implicados en el seguimiento de dietas en menores de 8 a 12 años, elaborado por un equipo de investigadoras de la Universidad de Barcelona, indica que el 61% de las niñas y el 31% de los niños encuestados respondieron que “siempre” tenían este temor.

La investigación se llevó a cabo sobre 180 niños de 2 colegios de Barcelona y La Roca del Vallés (Barcelona), a quienes -tras recibir el correspondiente consentimiento de los padres- se les preguntó para conocer si sabían lo que era una dieta y si la habían hecho alguna vez, a la vez que se les tomó las medidas antropométricas.

Día a día nuestros hijos están sujetos a sufrir intimidaciones y hostigamientos por cualquier motivo , pero uno de los más frecuentes es el tema de la gordura o el sobrepeso, o el simple hecho de estar pasados unos kilos demás.

Lamentablemente la sociedad ha hecho que nuestros hijos tengan valores y paradigmas acerca de la figura humana real, esto ha causado grandes problemas porque las niñas especialmente buscan parecerse a las barbies o las modelos femeninas del momento. El problema se agrava cuando analizamos las estadísticas y nos damos cuenta que 4 de ca10 niñas sufren de bullying y además son las más propensas a sufrir de bullying emocional, que por demás es muy doloroso por que afecta a las emociones.

Es cuando vemos niñas en los colegios públicos y privados haciéndole chistes y burlas a los demás compañeras por no tener determinado cuerpo o no alcanzar demasiado “peso ideal”.

Ante este síndrome tan grave no sólo debemos prevenir sino mantener en constante atención a las conductas alimentarias de nuestras hijas.


  1. Ayúdale a que aprendan a comer sano, a llevar a cabo una rutina de verduras, proteínas y carbohidratos adecuados para su edad.
  2. Si observas que tu hija tiene una inclinada inclinación por los dulces, chocolatería y harinas, enséñale a distribuir durante la semana esa ingesta, la idea no es eliminarlas sino aminorar su cantidad a la semana la cantidad que ella come de este tipo de alimentos
  3. Inculca que realice ejercicio mínimo 3 veces a la semana.
  4. Ayúdale para que se acostumbre a tomar agua en el día
  5. No envíes en su lonchera exceso de dulces y golosinas, realiza una lonchera adecuada y equilibrada para que la niña no tenga una gran ingesta de este tipo de alimentos.
También encontramos a niñas de corta edad que han caído en el Síndrome de Especialización de la Comida, que hace que las niñas sólo consuman dos o tres marcas de comida . Los alimentos que llegan a escoger son aquellos que no engordan , aunque también existen caso de niños que sólo quieran comer papas fritas y bebidas de una marca determinada y se rehúsen a consumir comidas diferentes .

Evita que tu hija sea víctima de bullying o acoso escolar teniendo en cuenta estas recomendaciones básicas que te ayudarán a sembrar hábitos sanos alimenticios en tus hijas.

Gracias
PadresExpertos.

3 Herramientas Contra el Bullying

¿¿Estás plenamente seguro que tu hijo no ha sido víctima de acoso escolar o bullying?? Sólo un tercio de los niños que han padecido este sufrimiento devastador lo denuncian a sus padres o profesores.

La mayoría de las veces los niños sufren la intimidación y no nos damos ni siquiera cuenta, los niños no lo reportan a la escuela ni tampoco a sus padres, en este artículo te enseñaremos 3 Herramientas para seguir en tu hogar y aplicarlas antes de que las cosas se te salgan de control.

Herramienta 1. Si bien es cierto que la mayoría de los niños no reportan la intimidación, lo más triste que pasa es que la mayoría de los casos sucede que los niños piensan que son culpables de la situación. Como padres debemos enseñarles a nuestros hijos que nadie merece ser intimidados ni siquiera un bully lo merece.

Debemos enseñarles a nuestros hijos que quien le hace daño a otros a través de sus agresiones físicas o verbales es alguien que está mereciendo nuestra compasión . Igualmente nuestros hijos deben saber que un bully siente felicidad por hacer lo que hace.

Lo que buscamos con esta descripción clara del bully ante nuestros niños es mostrarles que quienes tienen un verdadero problema son los bullys o agresores y no ellos. De esta forma le estamos ayudando a nuestros hijos de dos maneras: la primera es enseñarles a dejar de autoculparse y contestar mal frente al chico agresor, o contestarle al bully de una manera enojada o grosera que es el tipo de respuesta que el agresor espera. Y como segunda enseñanza estaremos ayudando a nuestro hijo para que se haga un espacio en su cerebro de ver el bullying de manera desapasionada. Si logramos que esto ocurra, que vean las cosas como un juego estaremos ganando la mitad de la batalla!

Herramienta 2: Explícale a tu hijo la importancia del lenguaje corporal, de la manera como se siente, camine y hable. Un niño con los hombros caídos y la mirada pérdida seguramente le será más difícil conseguir liberarse de las intimidaciones de un bully. Nada más importante que una persona que proyecte seguridad ante su comunidad y ante quien quiere agredirlo.

Mientras que un niño con su mirada siempre al frente de los ojos del otro y su posición corporal activa y dinámica, está enviándole un mensaje subconsciente al bully para que lo respete y no se meta con él.

Herramienta 3: Ayuda a tu hijo a través de lluvia de ideas qué palabras puede usar cuando se encuentre frente a un bully, anímalo a que las mantenga presente para que las use. Esto desmoralizará al bully y comenzarán a cambiar las cosas y quien comenzará a tomar el poder será el niño. Por ejemplo le puede decir: “Tu crees que estás siendo muy listo, pero simplemente eres un Bully, no me interesan tus intimidaciones”

Anímate a practicar nuestras herramientas y te aseguramos que fortalecerás su autoestima y al mismo tiempo prepararás a tu hijo para enfrentar una situación de éstas, que llega a ser tan dolorosa y triste para cualquier ser humano.

Gracias
PadresExpertos.com

3 Tips Antibullying

Cuando tus hijos están siendo intimidados de manera que la situación pueda volverse violenta físicamente, diles que intenten estar siempre rodeados de gente manteniéndose cerca de amigos o compañeros de clase durante los momentos en que la intimidación pueda ocurrir.

A continuación encontrarás algunas cosas que tu hijo o hija puede hacer para combatir la intimidación psicológica o verbal.

1. Ignorar al intimidador y alejarse. Esto no significa que sea un cobarde; a veces es más difícil que perder la paciencia y enfadarse. Los intimidadores se entusiasman al ver las reacciones de sus víctimas, y al alejarte o ignorar sus insultos, le está haciendo saber que no te importa, el intimidador se cansará de tratar de fastidiarlo. La actitud corporal como caminar con la cabeza erguido hace saber que nuestro hijo no es vulnerable, ni le tiene miedo a su agresor.

2. Elimina la Fuerza física. Cualquiera que sea la manera en que decidas tu hijo hacerle frente al intimidador, no debe usar la fuerza física Si recurre a la violencia contra un intimidador, tiene más probabilidades de meterse en problemas o de resultar herido. Enséñale que se puede defender de diferentes maneras como alejarse de la situación.

3. Estimula actividades que generan autoconfianza. El ejercicio es una manera de sentirse fuerte y poderoso (y además, levanta el ánimo). Aprender un arte marcial o toma clases de yoga. Otra manera de incrementar la confianza es mejorar sus aptitudes en actividades como el ajedrez, el arte, la música, las computadoras o la escritura. Una manera de hacer nuevos amigos es unirse a una clase, un club o un gimnasio y le hará sentir muy bien. La confianza que adquieras le ayudará a ignorar a los niños que son crueles.

Con la puesta en práctica de estos 3 elementos tu hijo tendrá herramientas clave para autoblindarse contra el bullying. Practícalas ya!!

Gracias
PadresExpertos

martes, 26 de marzo de 2013

Bullying y Suicidio Infantil

En este artículo detallaremos a fondo los motivos que llevan a suicidio infantil, estudiaremos los motivos que pueden desencadenar estas tristes ideas.

Podemos destacar que entre los factores que más incidencia tienen para que un niño o niña piensen o contemplen la idea del suicidio están:

1- Presenciar acontecimientos dolorosos como el divorcio de los padres, la muerte de seres queridos, de figuras significativas, el abandono, etc.
2- Problemas en las relaciones con los progenitores en los que predomine el maltrato físico, la negligencia, el abuso emocional y el abuso sexual.
3- Problemas escolares, sea por dificultades del aprendizaje o disciplinarios.
4- Llamadas de atención de carácter humillante por parte de padres, madres, tutores, maestros o cualquier otra figura significativa, sea en público o en privado.
5- Búsqueda de atención al no ser escuchadas las peticiones de ayuda en otras formas expresivas.
6- Para agredir a otros con los que se mantienen relaciones disfuncionales, generalmente las madres y los padres.
7- Para reunirse con un ser querido recientemente fallecido y que constituía el principal soporte emocional del niño o la niña.

Obviamente, una crisis suicida infantil surge de la relación del niño o la niña con su medio familiar y se manifiesta por una serie de señales en la conducta que se expresan, de manera general, en cambios de todo tipo. Comienzan a tornarse agresivos o pasivos en su comportamiento en la casa y en la escuela, cambian sus hábitos de alimentación y de sueño, pudiendo mostrar inapetencia o por el contrario, un apetito inusual.

Los cambios en el hábito del sueño, tales como desvelos o insomnio, terrores nocturnos, en los cuales el niño o la niña despiertan, con los ojos desmesuradamente abiertos, temerosos, sudorosos y quejándose de lo que están visualizando y que les ocasionan el terror que experimentan.

También pueden sufrir de pesadillas o malos sueños, así como enuresis, o lo que es lo mismo, orinarse en las ropas de cama mientras se está durmiendo. En otras ocasiones lo que pueden presentar es una somnolencia excesiva, que puede ser un síntoma depresivo a estas edades.

Durante la crisis suicida infantil son comunes los problemas relacionados con el rendimiento y comportamiento del niño o la niña en la escuela.

Las dificultades académicas, las fugas de la escuela, el desinterés por las actividades escolares, la rebeldía sin motivo aparente, la no participación en los juegos habituales con los demás niños y amigos, la repartición de posesiones valiosas, y hacer notas de despedidas, son signos que puedes observar como una crisis suicida infantil.

La atención psicoterapéutica a una crisis suicida infantil debe ir dirigida a la sensibilización de padres o tutores para que tomen conciencia de los cambios ocurridos en el niño o la niña, que presagian la ocurrencia de un acto suicida. Te recomendamos recoger todos aquellos artículos y juguetes con los cuales puedan autolesionarse tales como sogas, cuchillos, tijeras, bisturís armas de fuego, tabletas de cualquier tipo, combustibles, sustancias tóxicas y otros venenos, etc.

Si tu niño o la niña realiza una tentativa de suicidio tienes que investigar qué intención perseguían con este acto, pues necesariamente no tiene que ser el deseo de morir el principal móvil, aunque sea el de mayor gravedad. Los deseos de llamar la atención, la petición de ayuda, la necesidad de mostrar a otros cuán grandes son sus problemas, pueden ser algunos de los mensajes enviados con un acto suicida.

Debes intentar realizar un diagnóstico correcto del cuadro clínico que está condicionando la crisis suicida, para descartar que este sea el debut de una enfermedad psiquiátrica mayor, como un trastorno del humor o una esquizofrenia, y en ello puede desempeñar un papel muy útil la observación de sus juegos y la entrevista médica, la cual debe correr a cargo de un especialista en psiquiatría del niño y el adolescente.

Ten en cuenta que se deben desarrollar estrategias de prevención de suicidio durante los primeros años escolares, especialmente entre los estudiantes involucrados en conductas de acoso escolar, bullying, matoneo particularmente entre las menores que son víctimas.

Gracias
PadresExpertos

sábado, 23 de marzo de 2013

Importancia de la Autoestima en las Víctimas y Agresores del Bullying

Sabias que existe una relación existente entre los problemas de victimización y la baja autoestima de las víctimas de acoso escolar o bullying?

Algunos investigadores sostienen que los adolescentes agresivos presentan una autoestima más baja que aquellos sin problemas de conducta, mientras otros afirman que los agresores, por regla general, se valoran positivamente a sí mismos y muestran un nivel de autoestima medio o incluso alto.

Esta aparente contradicción de resultados podría estar fundamentada en lo que los investigadores entienden por autoestima, la autoestima alude a la valoración que la persona hace de sí misma, pudiendo ser ésta general o específica para distintas áreas de la vida. Partimos del supuesto de que el adolescente puede tener una imagen general de sí mismo favorable o desfavorable y que, además, puesto que se desenvuelve en diversos contextos como el familiar, el escolar y el social, también desarrolla una imagen de sí mismo específica en cada uno de ellos.

El objetivo de este artículo es analizar la autoestima de adolescentes agresores, victimizados y agresores/víctimas (aquellos que siendo bullies, también son victimizados por sus compañeros) en las dimensiones familiar, escolar, social y emocional.

Sabemos que los adolescentes victimizados en la escuela se perciben a sí mismos más negativamente en los ámbitos social y emocional de la autoestima, en comparación con los agresores.

Las víctimas de violencia escolar suelen presentar desórdenes emocionales como estrés, ansiedad y síntomas depresivos, así como problemas de aislamiento, exclusión social en la escuela y dificultades para integrarse socialmente en el grupo de compañeros. Suelen ser descritas como personas tristes, inseguras y tímidas que tienen pocos o ningún amigo.

Son generalmente personas tristes, deprimidas y solas es, de hecho, compartida por las propias víctimas.

Sin embargo, las valoraciones de las víctimas en relación con los contextos familiar y escolar, son más positivas que en el caso de ambos grupos de agresores, e incluso tan positivas como las valoraciones que hacen de sí mismos los adolescentes sin problemas de agresión o victimización en la escuela. Así, aunque estos escolares sostienen que en ocasiones se sienten sobreprotegidos por sus padres, en general, se muestran satisfechos con su entorno familiar; mientras que por el contrario, los agresores suelen informar de la existencia de relaciones hostiles y desafiantes con sus padres.

Teniendo en cuenta el ambiente del escolar, hemos constatado que las víctimas presentan normalmente un buen rendimiento académico y no muestran más dificultades académicas que el resto de compañeros, mientras que los agresores suelen presentar un bajo rendimiento escolar y muestran actitudes desfavorables hacia la escuela, el profesorado y los estudios.

Los adolescentes agresivos, sin embargo, se perciben a sí mismos como altamente competentes en los ámbitos social y emocional de la autoestima; más competentes incluso que sus compañeros no implicados en problemas de agresión o victimización en la escuela. Estos mismos resultados se han obtenido en centros de enseñanza de Estados Unidos y se han reflejado en trabajos científicos rigurosos. Una posible explicación es que los adolescentes agresivos son en numerosas ocasiones figuras importantes en su grupo de iguales, e incluso, populares y queridos entre sus compañeros, lo que les hace disfrutar de ciertos beneficios sociales que se reflejan en su bienestar tanto emocional como social.

Finalmente, el grupo de agresores/víctimas es el que presenta un cuadro más negativo: por un lado, se valoran más negativamente que los agresores en las dimensiones social y emocional de la autoestima y, por otro, se valoran más negativamente que las víctimas en los ámbitos familiar y social de la autoestima.

Que te parece si estas ideas, sean claves para que los psicólogos, maestros trabajen en los centros educativos y con las familias, promoviendo programas cuyo objetivo prioritario sea el potenciar y mejorar las relaciones profesor-alumno y padres-hijo. Aquí está la verdadera esencia de la intervención socio-familiar y el fundamento para lograr una mejor convivencia entre nuestros jóvenes.

Gracias

PadresExpertos

Bullying Discapacidad

Los niños con discapacidades son uno de los problemas más desconcertantes de la niñez, afecta no sólo a los niños y niñas sino también a los padres de familia y a sus hermanos.

Sabemos que el desarrollo de un niño con discapacidad es diferente, y por ende típicamente más lento, por estas razones es siempre sujeto de sufrir rechazo y ser víctima de bullying.

Es así como el niño se hace víctima de burlas, de chistes, de hostigamientos y de toda clase de humillaciones, en la mayoría de los casos a escondidas del profesor. Debido a su debilidad física.

Como padres debemos saber qué pasa cuando un niño discapacitado discapacitado está siendo víctima de bullying , está sufriendo calladamente asumiendo en silencio el sufrimiento sin comunicárselo a nadie.

Los acosadores se basan en el estatus social, en el desequilibrio de poder, y en el miedo de sus víctimas.

Por qué son seleccionados los estudiantes con discapacidad?, numerosas investigaciones demuestran que muestran mayor riesgo, ya que se han detectado factores por los que son susceptibles, como el hecho de que no son incluidos dentro de un grupo, son ansiosos y débiles físicamente, también porque no los siente el grupo como iguales, no son incluídos en temas sociales, piensan que son estúpidos o torpes no los reconocen como personas capaces no ni entienden su incapacidad, no reconocen sus capacidades, son catalogados como tímidos ansiosos, pasivos o tranquilos y extremadamente sensibles.

El bullying puede tomar varias formas, tanto observables como no observables , entre las observables como la intimidación a través de insultos, comentarios sobre género y raza, destrucción de objetos personales empujones, golpes, y dentro de las conductas secretas o no observables tenemos rumores, aislamiento, notas, correos electrónicos, duelos peligrosos, colgar material en la red, manipulación de amigos.

No todos los estudiantes con discapacidad sufren con la misma frecuencia las intimidaciones , las investigaciones han analizado este tipo de intimidaciones dependen si estas limitaciones son visibles o no visibles.

El tipo de limitaciones son las que muestran que condicionan la naturaleza y la frecuencia de intimidación , si son discapacidades visibles como hemiplejia, disfemia, parálisis celebral, distrofia, espina bífida, parálisis celebral, déficit sensorial.

Entre las condiciones no visibles tenemos el déficit de memoria, retraso mental, hiperactividad, diabetes, asma e incluso desórdenes emocionales.

Estudios demuestran que ente las actividades que activan el bullying, ser elegido en sociodramas tomar clases aparte, tener menos de 2 amigos, tics o manifestaciones físicas, permanecer sólo en los recreos, no ser elegido en actividades deportivas, espasmos, dificultades en movimientos.

Los agresores o bullys de los niños discapacitados y muchas veces de los que no lo son refieren que les gusta hacerlo porque sus compañeros lloran con facilidad.

Los niños que sufren discapacidades sufren el acoso igual que los que no las tienen, la gravedad de estas circunstancias es que a los discapacitados se les añade crueldad, les esconden sus medicinas, les colocan apodos específicos a su propia discapacidad les imitan los ademanes, les hacen burlas a su patrón de marcha a los gestos y tics que este tipo de alumnos tienen.

Una de las mayores condiciones índice de producirse condiciones que produce el bullyin es la disfemia. Que afecta el ritmo de producción de su discurso que se ve fragmentado en la mayoría de los casos. Esto sucede frecuentemente impidiendo relacionarse fácil con los demás .

El acoso Puede crear ambiente hostil, impidiendo participar a sus víctimas en las actividades escolares como lo hacen sus demás compañeros, como es el caso en la oportunidad de aclarar dudas, participar de las actividades de las escuelas, participar en actividades deportivas, etc.

La escala de violencia puede causar daños difícilmente reparables y graves, existen consecuencias físicas tales como la depresión, el daño físico y emocional, bajo rendimiento escolar, tristeza, depresión y consecuencias a nivel familiar, el niño no asiste a la escuela, manifestaciones psicosomáticas como náuseas cefaleas, ausentismo y hasta reacciones fatales como el suicidio, también a los padres les crea sentimientos de impotencia .El bullying afecta a los testigos y lo hace porque el testigo tiene sentimientos de culpa y de cobardía, el bullying se puede perpetuar sino se detiene a tiempo y también en adolescencia .

La escuela debe ser un lugar seguro para cualquier niño que facilite sus crecimientos y que no se vuelva contra él.

Como estrategias de intervención, a nivel de la escuela recomendamos implementar aquellos programas que funcionan tanto a nivel individual como a nivel del aula o del colegio. Buscar programas que permitan evaluar la naturaleza en que se da el bullying, el alumno discapacitado tiene que comprender el significado de las diferentes tipos de bullying, que no lo interprete como juego, el director debe estar implicado, se debe recoger información anónima, sin que se revele la identidad, deben estar vigiladas todas las áreas de la escuela como los pasillos, baños, corredores y lugares más alejados.

A nivel de la clase reuniones regulares para discutir del tema del bullying, lo primero que debemos hacer es adaptar estos cuestionarios existentes para que los alumnos discapacitados entiendan qué significa la palabra bullying, que significa testigo y víctima, conocer los tipos de bullying. Ya que conociendo el concepto de bullying, ya integrado en el currículum, podrá ser capaz de reconocer que está siendo víctima de bullying y que no es un juego lo que le está pasando , es importante que cada profesor y alumno sea sujete de tener alcance a las adaptaciones y modificaciones teniendo en cuenta la discapacidad de cada alumno.

Los adultos debemos responder adecuadamente, ser empáticos con los programas y animar a los estudiantes a incluir a todos los alumnos, sin separar a los discapacitados. No debe separarles la discapacidad

Decirles que no se permitirá bullying ni en las clases ni en la escuela. Los padres debemos contactarnos con la escuela si nuestro hijo está involucrado en un problema de bullying.

A nivel del estudiante las víctimas deben ser aleccionadas en resolución de problemas y de conflictos, asertividad, sistemas de apoyo para los que están en riesgo. Los padres debemos desarrollar su autoestima , enseñemos a estudiantes y educadores y al personal a tolerar las diferencias no visibles, a enseñar habilidades sociales, a enseñar a docentes y no decentes a que conozcan todas las conductas de bullying.

Finalmente debemos tener Políticas de tolerancia cero, tanto en la escuela como en los hogares y el ambiente donde se desarrollan nuestros hijos.

Gracias
PadresExpertos