"Pidan y se les dará;
busquen y encontrarán;
llamen y se os abrirá.
Porque todo el que pide, recibe;
el que busca, encuentra;
y al que llama, se le abre."
Mateo 7. La Biblia.
En la Biblia está escrita esta promesa que Dios nos hace según las escrituras sagradas. Hoy en día, lo encontramos en la nueva tendencia de los libros como "El Secreto", que se consideran "New Age", es decir magia, ilusión, fantasía, nada para tomarse en serio.
De alguna manera, nos han hecho creer que debemos renunciar a nuestros sueños, que aquello que en realidad deseamos no se nos va a dar, que no tenemos que molestar a Dios con nuestros pedidos, pues a lo mejor no lo merecemos o no lo hemos sudado.
Dentro del tema de "sudar" está la creencia que todos hemos integrado en nuestros sistemas de creencias: "Solo aquello que nos es súper difícil, vale la pena". Como me dice una paciente cuando vamos avanzando en su vida y las cosas empiezan a serle fáciles: "Es que me hace falta sentir que me lo gané, que yo lo logré con enormes esfuerzos; si no me costó, creo que no lo hice bien o que es por un corto tiempo que estará en mi vida y luego desaparecerá."
Nos han enseñado a vivir de la mano del dolor, el sufrimiento, la carencia, la humillación, los esfuerzos sobrehumanos, los manuales complicados. Creemos que el camino de la felicidad y el éxito están empedrados para confundirnos, cansarnos, frustrarnos, hacernos pagar pecados que no recordamos, llenarnos de latigazos emocionales. Entonces, si logramos pasar por todoesto, seremos felices.
Imagínense cómo llegar a ser felices después de tanto dolor, trauma, desgaste. No llegamos, nos enfermamos antes o ya nos hemos endurecido tanto que, aunque tuviéramos el Paraiso de la tierra prometida enfrente, no lo podríamos reconocer y mucho menos disfrutar.
La buena noticia que les traigo hoy es que para ser felices... hay que ser felices. Así de fácil. Como dice la declaración del principio del artículo: Pide y se te dará. Si, es así de fácil.
Si quieres algo, pídelo, búscalo, deséalo y, seguramente, lo alcanzarás. Lo que ocurre es que en el camino nos confundimos, muchas veces debido al temor, por pensar que no es para mí y no tengo ningún derecho de pedirlo o siquiera desearlo.
¿Sabes algo? Si lo quieres es porque es para ti. La forma en que sabemos si algo es para nosotros es cuando lo deseamos. Si dentro de ti hay deseos, es porque esos deseos están señalando el camino de quien eres tú en realidad. Es decir, tú tienes orientación hacia algo porque ese algo te define, tú eres parte de la respuesta. Las respuestas están dentro de ti.
Lo que ocurre es que muchas veces nos han dicho que no valemos, no podemos, no debemos o, lo que es peor, desde afuera nos quieren decir cómo vivir y en qué invertir nuestro valor personal, tiempo, esfuerzo, energía. Cuando tú no estás contento en donde estás, sientes incomodidad o rechazo a lo que haces, te cuesta ir cada día a tus labores, todo tu ser te está diciendo que no estás feliz. Por ejemplo, si estás estudiando la carrera que tus padres decidieron para ti o estás trabajando en un lugar que no te hace feliz pero lo haces por complacer a otros, estás en el lugar equivocado.
Para lograr tus sueños, escribí la segunda parte; ¡espérala, pronto vendrá!
Continuará...
Dagmar Polasek
Psicología General
Licenciada en Psicología Clínica
Socia Fundadora de Colegio de Psicólogos
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