Algunas decisiones pueden ser de poca o relativa importancia en nuestra vida o la de los demás, pero otras son de vital importancia. Toda decisión está encaminada a solucionar algún problema, necesidad o situación que enfrentamos. Por eso, todos los seres humanos debemos educar nuestra habilidad para tomar decisiones acertadas.
Explícale a tu hijo que el tomar decisiones es una habilidad que todos podemos desarrollar, cuando tengamos que tomar una decisión, siempre debemos plantearnos las cuatro preguntas siguientes:
- ¿Qué tengo que hacer? Es decir, cuál es el problema y por qué tengo que tomar una decisión.
- ¿De cuántas maneras puedo hacerlo? Pensar en todas las alternativas o formas diferentes de resolver la situación.
- ¿Cuál es la mejor? Es decir, entre todas las alternativas, cuál es la mejor teniendo en cuenta las consecuencias de cada opción.
- ¿Cómo me ha salido? Ésta se realiza después de haber llevado a la práctica la decisión, para ver si tuvo éxito y reafirmarla o, en caso contrario, corregirla.
Algunos de los beneficios de desarrollar la capacidad de decidir en nuestros hijos son:
- Les ayuda a sentirse seguros.
- Aprenden a no ser dependientes.
- Desarrollan la confianza en ellos mismos.
- Sienten satisfacción por lo que lograron.
- Se hacen responsables de sus acciones y decisiones.
Psicología General
Licenciatura en Psicología Clínica, Cum Laude
Consteladora Familiar y Programación Lingüística
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