miércoles, 1 de julio de 2015

La libertad

Libertad, es una palabra maravillosa que, me animaría a decir sin temor a equivocarme, la es para cada ser que habita este planeta.

Todos asociamos a la libertad con algo, por ejemplo; “si tuviera dinero sería libre…” o, “si mi trabajo fuera viajar, me sentiría libre…”, en fin, las variantes pueden ser infinitas y en definitiva es sinónimo de felicidad.

¿Pero es en verdad así? ¿Alguna vez nos pusimos a pensar qué significa realmente para nosotros? Probablemente, cuando éramos chicos y estábamos entrando en la adolescencia, ser libres era crecer más rápido y ser grandes para “hacer lo que yo quiera”. Y cuando crecimos y nos convertimos en adultos, se nos empezó a complicar; los deberes, obligaciones, responsabilidades y mandatos varios, tanto familiares como sociales, nos hicieron ver la Libertad como algo que sólo existía en los libros o una sensación de la cual gozábamos por corto tiempo.

En mayor o menor medida, todos hemos tenido a lo largo de nuestra historia, uno o varios, momentos de crisis, donde el dolor, la angustia o quizás la rabia nos han hecho sentir atrapados, sin salida.

Es probable también, que en esos momentos desesperantes, nos haya sorprendido algún pequeño “flash” donde sentimos que la salida estaba dentro nuestro.

Pero vayamos a las cosas de todos los días, a las limitaciones cotidianas. Cada, “no puedo…”, “no sé si me animo…”, “no tengo dinero, o suerte, o pareja, etc.”, “no sé si me irá bien…”; son pequeñas cárceles que nos construimos. Cada vez que decimos una de estas frases nos creamos un cerco que nos impide ir más allá e incluso no nos deja ver el mundo de infinitas posibilidades que nos rodea.

El miedo automáticamente nos encierra, nos limita, nos hace caminar en círculos. Es el que nos paraliza y ya es tiempo de que empecemos a desarmarlo pues que se achique o se agrande, depende exclusivamente de nosotros.

Desbaratarlo, es un trabajo de cada día, enfrentando de a una las situaciones en las que el miedo se hace presente. A lo mejor, no lo logramos la primera vez, pero si insistimos tenemos el éxito asegurado

No nos olvidemos que muchas veces es más grave el miedo al miedo que a lo que realmente vamos a enfrentar o resolver.
Probemos cambiar nuestra actitud en lo de todos los días, y en cada pequeño triunfo, vamos a experimentar la libertad, y esa misma sensación nos va a dar fuerzas para hacer cambios cada vez más importantes. Las llaves de la cárcel están en nuestro poder y sólo nosotros podemos decidir cuando usarlas.

Abrirnos al Amor y aprender el respeto, nos ayudará a encontrar el camino hacia la más extraordinaria experiencia: La Libertad

Desconozco a su autor



lunes, 29 de junio de 2015

Aliento

Cuando las preocupaciones te agobien y sientas que tu cuerpo ya no puede más no te encierres en una idea solamente: Desahógate, y piensa que en ese momento estás viviendo un instante de tu larga vida.

Y todos los problemas son circunstanciales y las circunstancias son igual que las olas: Vienen y se van, la felicidad espiritual no consiste en borrar de la mente las preocupaciones, ni olvidarlas, la tranquilidad espiritual consiste en la búsqueda constante de soluciones para nuestros problemas.

No basta ni remotamente con cruzarte de brazos y hablar de ellos. Hay que enfrentarlos: O te vencen o las vences, y en esa lucha hay que trazar estrategias.

No siempre el camino más fácil es el más indicado.

La vida nos ha enseñado que no hay nada imposible para vencer.

¡Lucha con toda tu alma!

Desconozco a su autor


domingo, 28 de junio de 2015

Hoy empiezo …

Desde hoy puedo tratar de mirar mi vida de otra manera. Y hacer un esfuerzo por no preocuparme en vano. Será mejor si me ocupo llegado el momento. Si busco lo bueno de las cosas y dejo de lado lo malo. Si rescato lo positivo de las situaciones y de las personas, por sobre los aspectos negativos. El esfuerzo nunca será en vano. Hoy empiezo.

Desde hoy voy a levantarme y dar gracias a Dios por lo que tengo. No siempre debo pedir, pedir, pedir. Voy a mirar a mi alrededor y dar gracias. Por la familia, por los amigos, por el trabajo. Porque no estoy sola. Porque no me falta nada. Porque mi vida está llena. La energía que gaste, valdrá la pena. Hoy empiezo.

Desde hoy voy a disfrutar de cada cosa que haga. De cada momento. Por más ínfimo que sea. Voy a valorar más los momentos con amigos. Y con la familia. Intentaré sacarle el jugo a una ronda de café. A un asado compartido. Seguramente, saldré beneficiada. Hoy empiezo.

Desde hoy quiero ser más generosa y aprender a escuchar. Quiero darme cuenta de que el otro necesita de mí, de que puedo ayudarlo. Mi hombro puede ser de gran ayuda. Debo cederlo. Hoy empiezo.

Desde hoy quiero darme cuenta de que todo es cuestión de actitud. La vida está compuesta por hechos y por la forma en que reaccionamos ante ellos. La actitud puede hacer que una tragedia deje de serlo. Puede convertir un fracaso en una oportunidad. Hoy quiero tener una actitud exageradamente positiva ante la vida. Hoy empiezo.

Desconozco a su autor