Sucede que el día anterior a esa noche tenía muchos compromisos laborales que no me dejaron dormir, fue por ello que decidí levantarme a tratar de hacer ejercicios de respiración, afirmaciones positivas y otras de técnicas de relajación que conozco.
Ninguna me dió resultado pues, por más que trataba de concentrarme, la mente seguía atacándome con culpas y preocupaciones.
En Teoría se que “preocuparme es como tratar de aserrar aserrín”, mas sin embargo NO podía hacer que mi mente se calmara para poder volverme a dormir.
Por más que trataba de concentrarme en relajar mi cuerpo a través de la respiración consciente y las afirmaciones positivas nada podía contra la mente parlante que cada vez más iba tomando en control.
Decidí probar con otra estrategia: “Comenzar a Observar mis Pensamientos”
A continuación muestro los pensamientos que se me presentaron:
- Se te olvidó hacer esto ayer
- Tienes muchos pendientes por hacer hoy
- Levántate ya y se productivo!!!
- Si no pagas el recibo te van a cortar el servicio
- Perdiste dinero por que se te olvidó eso!!!
- Olvidaste anotar en la agenda aquello!!!
- ¿Que estoy haciendo?, Este ejercicio de observar mis pensamientos NO SIRVE!!!
- Mejor ponte a Meditar… (Fue cuando me senté en postura de meditación y trate de enfocarme en la respiración)… Al poco tiempo comenzó la mente a seguir con su parloteo:
- Estas meditando mal!!!
- Me esta doliendo la espalda!!!
- No respiras lo suficiente!!!
- En lugar de estar haciendo esto deberías estar trabajando
- Y la lista podría seguir y seguir…
Fue en ese momento cuando decidí recurrir a la oración y comencé a repetir en silencio…
“Pongo el Futuro en Manos de Dios”
“Perdono esto y lo veo de otra forma”
Esto comenzó a calmarme poco a poco y de repente se me vino un PENSAMIENTO:
“ATIENDE A TU NIÑO”
Fue como si una “Gran Revelación” se hubiera presentado frente a mi:
“Atiende a tu Niño”
Decidí hacerle caso y comencé a visualizarme como un niño pequeño.
Ya que traje a mi mente como yo era de niño, comencé a platicar con ese ser inocente y perfecto que solía ser.
Lo que pasó luego fue ALGO EXTRAORDINARIO!!!
Me di cuenta en ese preciso instante que la mejor técnica para deshacer a la mente parlante era:
AMANDO A MI NIÑO INTERIOR!!!
Y con amar al niño interior me refiero a tener un encuentro íntimo y preguntarle cariñosamente: ¿Que necesitas?, Estoy a tu servicio precioso, ¿Como puedo hacerte sentir amado, apreciado y protegido hoy?
Hace tiempo escuche una frase que dice:
“Los miedos son las partes de mi ser que están esperando ser amadas”
Y esa mente parlante que tuve ese día ERA JUSTAMENTE ESO: PURO MIEDO!!!
Miedo al Futuro, Miedo al Pasado, Miedo por NO ser lo suficientemente bueno, Miedo por haberle fallado a un cliente, Miedo por no haber cumplido con la promesa que le hice a mi hijo, Miedo por no cumplir con las expectativas “ilusorias” que yo mismo había fabricado en mi mente hacia mi esposa, mis padres, mis amigos, etc.
Mi mente parlante se calmó hasta que atendí a la RAIZ DEL PROBLEMA:
El Niño Interior!!!
Ese es el propósito de estas meditaciones que escucharas a continuacion es IR A LA RAÍZ y reconciliarnos con ese ser maravilloso que todos llevamos dentro.
Al Niño Interior se le conoce también como subconsciente o programación.
La terminología puede variar, pero lo que verdaderamente importa es comprender que para poder sanar de forma consistente debemos ir a la causa del sufrimiento.
Estoy convencido que todos los problemas de la humanidad provienen de la programación, y es sanando al Niño Interior como se deshacen todas esas creencias limitantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario