Hasta ahora hemos visto que cuando se pierde un embarazo, pueden darse varios momentos: el momento de choque y el momento de nostalgia. Ahora veremos nuevas circunstancias por las que también se atraviesa en estos momentos:
Momento de Desorganización:
Por lo general, después de vivir esta experiencia tan fuerte, la pareja no tiene deseos de salir, se retiran de los amigos y la familia, pueden desarrollar síntomas de depresión como tristeza, apatía, disminución del apetito y de la autoestima, tienen dificultad para realizar rutinas diarias, la culpabilidad puede acrecentarse debido a la incapacidad de salir adelante, los síntomas fisiológicos también se acentúan y la persona puede llegar a ocultar su depresión tras enfermedades físicas.
Se vuelve imprescindible el apoyo psicosocial, familiar y espiritual para poder superar la pérdida, este momento puede durar un poco más allá del año así que habrán fechas que causen dolor como el aniversario del suceso, las vacaciones, fechas significativas como el día de la madre o del padre que incluso pueden causar tristeza durante muchos años después.
La recomendación siempre es a buscar ayuda; hablar y ponerle palabras a las emociones es liberador y sanador. Conforme van pasando los días y semanas, va volviendo la calma y este momento se debe aprovechar para hacer un recuento de lo que se ha aprendido, lo que se ha superado y también para volver a situar metas a corto, mediano y largo plazo. Éste es el momento del reajuste.
Momento de reajuste:
Inicia cuando la pareja empieza a aceptar la muerte de su hijo, gradualmente van teniendo un reajuste emocional. Éste proceso se caracteriza por que las personas poco a poco empiezan a llevar una vida normal, vuelven a las rutinas previas y empiezan a hacer planes para el futuro. No quiero que piensen que ya no recordarán al bebé que esperaban, el amor que sentían por ese bebé no ha cambiado pero los padres han aprendido a incorporar en sus vidas la pérdida y cómo les digo, poco a poco van recuperando el deseo de salir adelante, dejar atrás el dolor.
Todos estos procesos no se pueden alterar, es importante de vivir cada uno y cada persona tiene su propio tiempo para salir de ellos, tampoco se pueden acelerar, la duración varía según la personalidad de cada quien pero se puede hablar de entre 18 a 36 meses. Les recuerdo que el apoyo que reciban las parejas por parte de los amigos y la familia es importante y la asistencia de un equipo de salud servirá para que el proceso sea menos duro. Un profesional en psicología es muchas veces necesario.
Es imprescindible un apoyo psicosocial y espiritual para superar una muerte perinatal, muchos médicos o asistentes de salud e incluso muchas personas alrededor de la pareja, no creen que así sea puesto que no tuvieron "relación" con el feto que murió, pero como decía en uno de los artículos anteriores, la pareja ha formado en vista de este embarazo esperanzas y anhelos que se pierden y por supuesto que han empezado a sentir amor por el bebé. Es crucial un apoyo constante de compasión y empatía para superarlo.
Ileana Páez-Hanser
Psicología Perinatal
Licda. Psicóloga Clínica
Especialización en Psicología Perinatal
Y en este hermoso planeta nos toco vivir y transformar sueños en realidades, podemos actuar de diferente forma. Seamos diferentes, hagamos la diferencia, con nuestra familia, amigos, compañeros; es tiempo de un cambio: seamos humanos de nuevo Sean bienvenidos a este blog. Les mando un abrazo de oso.
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