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martes, 15 de octubre de 2013

Gastronomía y Tradición en México: Postres, Dulces y Golosinas

Para terminar, quiero hablarles de otra tradición mexicana que casi está extinta, los carritos de camotes y plátanos machos. Curiosamente, los camoteros, como se les conoce, eran el terror de mi niñez, recuerdo aquel silbato agudo y tan clásico, que era imposible confundirlo. No sé con qué lo relacionaba, pero sí recuerdo el miedo que sentía cuando el camotero pasaba con su carrito anunciando su deliciosa mercancía.

Me encandilaba su sonido y los vapores que se extendían en el aire, y que dejaba una estela acompañada por el grito de: ¡Hay camotis!

Los camotes y plátanos ya están cocidos, pero se les mantiene calientes dentro de carrito con fuego de leña, lo que les da un agradable sabor ahumado. Un camote o plátano típicamente callejero, de carrito, tenía y tiene, por complemento natural, un pedazo de papel de estraza para servirlo, su sabor dulce se incrementa con leche condensada. Lamentablemente, hoy en día, se ven y se escuchan apenas unos cuantos carritos de camotes en la ciudad de México, pero en las zonas provincianas suelen ser más
abundantes. Los carritos de camotes son una tradición nocturna, ya que sólo cuando oscurece se les escucha con su lamento tradicional y tan característico.

De camote, que en realidad es una raíz, también se hacen los dulces típicos de la ciudad de Puebla. Son pequeños cilindros de la raíz cocida y molida con azúcar, a los que se les añaden esencias de fresa, piña, limón y vainilla, para darles colores y sabores distintos. Los cilindros se envuelven en papel de china con su etiqueta característica que lo distingue en cuanto a su sabor, y se acomodan en pequeñas cajitas de cartón.


Issa Martínez
Alenarte Revista

lunes, 23 de septiembre de 2013

Gastronomía y Tradición en México: Postres, Dulces y Golosinas

Las alegrías y las obleas son también delicias clásicas de México. Las primeras se preparan con semillas de amaranto tostado y una miel delgada de piloncillo, cuya masa obtenida se coloca extendida y algo gruesa, en una charola de aluminio. Al enfriarse, como en el caso de los muéganos, las semillas quedan unidas y se cortan en cuadritos, círculos o en pequeñas bolitas. Esta golosina es una de las más antiguas de México. El amaranto se conoce desde la etapa de la prehistoria aunque era utilizado más bien con fines religiosos. Su contenido en proteínas duplica al del maíz y al del arroz y es entre 60 y 80% más alto que el del trigo.



Las obleas son delgadísimas láminas de trigo, las mismas que se utilizan para las hostias: se hacen redondas, se les agrega un poco de jarabe de maíz y se doblan por la mitad; en la orilla se les coloca semillas de calabaza -pepitas sin cáscara-, y suelen ser de colores. Los vendedores de alegrías y obleas llevan su charola por las calles ofreciendo su mercancía, aunque también se encuentran en expendios de dulces.


Continuará...
Issa Martínez
Alenarte Revista

viernes, 20 de septiembre de 2013

Gastronomía y Tradición en México: Postres, Dulces y Golosinas.


Leche, azúcar, vainilla, yemas de huevo y canela, son los ingredientes de la jericalla. Se cocinan todos menos las yemas a fuego lento hasta espesar, una vez que la mezcla está fría, se le añaden las yemas y se revuelve la mezcla. Después se vacía en moldes individuales y en una charola con agua, se hornean a baño maría


Los chongos zamoranos son originarios de Michoacán y se preparan con leche cortada con
pastillas de cuajo, jugo de limón y almíbar con canela. Su consistencia es muy especial, así como sus formas “informes” que se obtienen al cortar la leche, y es un postre francamente delicioso, también de mis preferidos.Las morelianas, son igualmente de Michoacán, pero esencialmente de la ciudad de Morelia, son delgadas obleas que se unen con cajeta y que dan a las obleas una consistencia chiclosa y exquisita.

La guayaba y el membrillo son algunas de las frutas que se utilizan para preparar el dulce de ate. La pulpa se cuece y se le añade pectina, para que adquiera esa consistencia dura, que le permite ser cortado en rebanadas. Una rebanada de ate de membrillo y una rebanada del mismo tamaño de queso manchego, es un postre suculento que no requiere de mucha preparación, ya que el ate normalmente no es de manufactura casera y se adquiere ya elaborado, tanto a granel, como empaquetado.

Continuará...
Issa Martínez
Alenarte Revista

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Gastronomía y Tradición en México: Postres, Dulces y Golosinas.

La calabaza -de Castilla- en tacha, se acostumbra prepararla para los festejos de día de muertos, y no requiere más que partir la calabaza y cocinarla en un jarabe de piloncillo, azúcar, canela, un poco de anís y unos cuantos clavos de olor. Es sabrosísima tanto su carne como sus semillas, otra forma de aprovechar las semillas es sacarlas, lavarlas, remojarlas en agua con sal, dejarlas secar y después se tuestan en un comal, y son conocidas como pepitas. También se puede cocinar la calabaza entera, y solo se le realizan muchos agujeros por los que entra el jarabe para impregnarla.


Los muéganos y buñuelos se preparan con harina de trigo. Para los muéganos se cortan pequeños cuadritos de la maza y se fríen en manteca o aceite, después se les añade un jarabe de piloncillo y canela, algo espeso, que al enfriarse, hace que los cuadritos como almohadillas infladas, queden unidos en un delicioso enjambre.







Los buñuelos mexicanos se preparan con levadura de cerveza y se hacen muy delgados y grandes, después se fríen en aceite hasta que queden crujientes y se les agrega un jarabe de piloncillo y tejocotes sin piel.



Continuará...
Issa Martínez
Alenarte Revista 


lunes, 16 de septiembre de 2013

Gastronomía y Tradición en México: Postres, Dulces y Golosinas 2da. parte

Las frutas cristalizadas con azúcar son también parte de los dulces tradicionales de México: higos, limones rellenos de coco, calabaza, acitrón, piña y camote, son algunos de los más utilizados. Los vendedores ambulantes llevan una canasta llena y cubierta con papel celofán, para protegerlos de la intemperie.

La cajeta mexicana tiene su origen en la ciudad de Celaya, Guanajuato, y se realiza con
Cajeta
leche de cabra y de distintos sabores: quemada -mi favorita-, envinada y de vainilla.

El arroz con leche no es único de México, pero aquí se prepara cociendo el arroz en agua con cascaritas de limón y rajas de canela, leche evaporada, y condensada para endulzar, se le agrega también pasitas -uvas pasas-.

La capirotada es uno de los postres más sabrosos y antiguos que se pueden consumir en México. Se hace con rebanadas de pan duro y frito en manteca y escurrido. Aparte se prepara un jarabe de piloncillo y canela, ligeramente espeso, al que se le agrega nueces, pasas y almendras. Una vez listo el jarabe, se agregan las rebanadas de pan fritas y se le añade queso fresco, pero con queso manchego también queda deliciosa.

Continuará...

Issa Martínez
Alenarte Revista 

domingo, 15 de septiembre de 2013

Gastronomía y Tradición en México: Postres, Dulces y Golosinas

Famosa es la tradición de los merengueros y los volados. Al grito de “¡Hay merengues, merengues!” los ojos de los niños se iluminaban con esa chispa traviesa pero que no deja de reflejar la inocencia infantil. Y es que no era para menos, la promesa de saborear un delicioso merengue o gaznate, y probablemente gratis, era algo especialmente llamativo para los niños. ( Issa Martínez)

Jugar a los “volados” es una muy mexicana forma de juego de azar, que consiste en arrojar hacia arriba, -cortando el aire y dando giros-, una moneda
para ”cacharla” -en México “cachar” significa atrapar algo con las manos-, en la palma de la mano y cubrir la moneda con la otra mano, en cuanto la moneda cae en la mano receptora. ¿Águila o sol? es la pregunta de quien tira la moneda al aire, y claro, gana el que “adivine” qué cara de la moneda es la que queda hacia arriba. El “águila o sol” se debía a que los “volados” se jugaban con monedas de veinte centavos, de cobre, y de un lado tenían el escudo mexicano representado por el águila parada sobre el nopal y, del otro, la pirámide teotihuacana con los rayos del sol por encima de ésta. A estas monedas se les llamaba popularmente “veintes”.

Los volados que los merengueros jugaban fueron toda una tradición y, su -¿sencillo o doble?- era la invitación a jugar y ganar dos merengues por el precio de uno o a pagar dos veces el mismo merengue en caso de perder.

Cierto que la suerte no tenía tanto que ver, porque los merengueros tenían tal adiestramiento en los “volados” que, a veces, “se dejaban ganar”. Cierto también, que no todos los clientes aceptaban jugar -niños o adultos-, pero para quienes entraban en el juego, era, también, una forma inocente de divertirse, porque en una de “ésas”, le fallaba el cálculo al merenguero…y sí, a veces también sucedía, lo que desde luego era casi una afrenta para el merenguero.

Entrañable para muchos mexicanos resulta el pregón del merenguero, único e inconfundible por su ritmo y duración cadenciosa en la nota alargada.

Los merengues se preparan como cualquier otro merengue, con claras de huevo y azúcar, pero a los merengues mexicanos se les agrega un poco de pulque. Los gaznates, que son láminas delgadas de harina, se rellenan de la mezcla del merengue y de la misma forma se hornean. Aún es posible encontrarse con algún merenguero, charola al hombro y repleta de estas delicias para disfrute de chicos y grandes, aunque los “volados” quedaron para la historia.

De la ciudad de Monterrey, al norte de la República Mexicana, son las llamadas “glorias”, exquisitos dulces de leche, miel de maíz, vainilla y nuez.

Muy conocidos y apreciados son los dulces de tamarindo y azúcar, que también se preparan como golosina picante.

Los dulces de coco son también muy representativos de lo típico mexicano, se les conoce como cocadas y se preparan de varias formas, con leche o con miel de maíz, y se colorean con pinturas vegetales, de tal forma, que encontramos dulces en color rosado y amarillo, verde, azul o simplemente blancos.

Continuará...

Issa Martínez
Alenarte Revista 

jueves, 12 de septiembre de 2013

Dulces tradicionales mexicanos

Para la elaboración de los dulces típicos, los mexicanos aportamos la calabaza, el chilacayote, el coco, el cacao, la tuna, el maíz, el amaranto y los españoles trajeron la caña de azúcar, la leche y el huevo. Los principales ingredientes de los postres actuales en México llevan frutas, leche, piloncillo y canela.

En los mercados podemos encontrar las alegrías hechas de amaranto, las pepitorias, elaboradas con pepita de calabaza, las palanquetas hechas con nuez o cacahuate, los macarrones de leche azucarada, cocadas, diversos dulces de leche, jamoncillos de pepita, acitrón, tamarindos enchilados dulces y salados, charamuscas estiradas, trompadas, rompemuelas, frutas cubiertas y cristalizadas como la calabaza, chilacayote, higo, piña, naranja, tuna y limones rellenos de coco. Crujientes morelianas, jaleas, obleas, peladillas y cajetas.

El mercado de dulces de la Ciudad de México es toda una tradición. Está ubicado en el límite norte del Centro Histórico de la capital, sobre la Avenida Circunvalación, a un costado de la Merced, y ahí puede uno encontrar todo tipo de golosinas, principalmente mexicanas. Son 151 locales distribuidos en 12 pasillos que forman lo que es el mercado original, el cual, a través del tiempo se ha extendido por los alrededores.

Fuente: Como en el tianguis

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Dulces tradicionales mexicanos

La dulcería es una añeja tradición mexicana con raíces prehispánicas que sumadas a las coloniales.


Los antiguos mexicanos que vivieron en Mesoamérica antes de la llegada de los españoles ya preparaban algunos de nuestros dulces típicos, mezclando frutas, semillas, algunas especies y miel. También se utilizaron las bondades del pulque y del aguamiel que se extrae del maguey, la melcocha obtenida del jugo de tuna concentrado, del mezquite, así como mieles extraídas de las hormigas, avispas y abejas, además de varias palmas y raíces, y que mezclados con el maíz, cacao y la semilla de amaranto, se originaron dulces como el pinole, el chocolate y la alegría.

Con la miel elaboraban alegrías de amaranto y palanquetas de semillas de calabaza y cacahuate. El aguamiel recalentado se usaba para bañar frutas y las mujeres machacaban el fruto del nopal −la tuna−, hasta obtener una capa dulce y transparente que se revolvía con amaranto y se servía como postre, como un verdadero manjar de dioses.

La mayor parte de nuestros dulces típicos están elaborados con frutas autóctonas, pero a la llegada de los españoles, y con la intención de apoyar a la evangelización del nuevo mundo infinidad de conventos y órdenes religiosas combinaron las costumbres culinarias europeas con las indígenas, acentuándose en diferentes puntos del país como Puebla, Michoacán, Querétaro entre otros estados de la República, dando como resultado esas exquisiteces que conocemos como dulces típicos mexicanos.

Era muy común que las familias adineradas apoyaran económicamente a las religiosas para la manutención de los conventos y ellas a su vez fueron creando dulces para agasajar y agradecer a sus bienhechores. De sus establos y granjas provenía la leche para la creación de rompopes, jamoncillos de leche, cajetas, ates y una infinidad de variantes que con el tiempo y con el paso de los siglos fueron adoptados por la población en general siendo íconos de las gastronomías locales de cada región del país.

Continuará....

Fuente: Como en el tianguis

jueves, 30 de mayo de 2013

¿Por qué celebramos el Día de la Mulas? (México)

4 historias sobre la fiesta religiosa y la tradición mexicana.

El Jueves de Corpus Christi o también conocido como Día de las Mulas, es una celebración de la iglesia católica pero en torno a esta tradición existen algunas leyendas, por eso te presentamos 4 definiciones del por qué se celebra a las mulas. Comparte la tuya.

1. En la iglesia católica se celebra 60 día después del Domingo de Resurección, es una de las máximas fiestas, ya que representa la importancia del cuerpo y la sangre de Jesucristo presente en la Eucaristía.

Esta solemnidad se comenzó a celebrar en el año de 1246 cuando un sínodo de obispos encabezados por Robert de Thorete de Lieja lo autorizó, más tarde el Papa Urbano IV el año de 1264 lo oficializó.

Las celebraciones del Jueves de Corpus suelen incluir una procesión en la que el mismo cuerpo de Cristo (la hostia consagrada) se exhibe en una custodia.

2. En México, el Jueves de Corpus Christi se empezó a celebrar en 1526, rindiéndose culto al Santísimo Sacramento en la Catedral de la ciudad de México. El centro de la festividad era latradicional misa seguida de una procesión encabezada por el arzobispo, acompañado por autoridades eclesiásticas, sacerdotes, el ejército y el pueblo.

3. También hay leyendas en torno a la celebración, una de ellas es la de un hombre llamado Ignacio. El día de la misa de Jueves de Corpus el sujeto se interrogó sobre su vocación sacerdotal, así que se le ocurrió pedirle a Jesucristo que le enviara una señal.

En aquel entonces los campesinos llevaban a la iglesia sus mulas cargadas con ofrendas a Dios en señal de agradecimiento. Al pasar el Eucaristía frente Ignacio, él pensó: “si Dios existiera hasta las mulas se arrodillarían” y extrañamente un mula se arrodilló. De ahí surge la tradición de vestir a los niños de “inditos” y regalar mulitas hechas de hojas secas llenas de dulces.

4. Algunos más aseguran que el Día de las Mulas data de la época de la Colonia, cuando el padre al terminar la misa de eucaristía y mostrar la imagen de Cristo a los fieles que se encontraban concentrados en la explanada de la catedral, ninguno de ellos se inclinó a reverenciar la imagen, excepto una mula, es por ello que ese día se le hace honor a este animal.


martes, 7 de mayo de 2013

Tradición del día de muertos patrimonio cultural de la humanidad

Nuestra cultura está llena de sincretismos culturales solo falta echar un vistazo a nuestras tradiciones que encierran un sinfín de enigmas llenos de color, brillo, olor, de un momento a otro nos llevan del cielo al infierno.

Un ejemplo es nuestra tradición de día de muertos donde podemos observar un sinfín de colores, podemos oler nuestros suculentos platillos mexicanos, el incienso, el aroma y color de la flor de cempasúchil, sin duda esta tradición aviva cada uno de nuestros sentidos.


¿Pero de dónde y cómo surgió esta tradición?

Abriendo las páginas de nuestro pasado podemos encontrar que esta celebración es de origen prehispánico y posteriormente con la llegada de los españoles se combinó con la celebración católica de Todos los Santos y Fieles Difuntos el 1 y 2 de noviembre respectivamente, hasta derivar en una de las tradiciones más ricas y con más arraigo en México.

Tan hermosa resulta esta festividad que en 2003 la UNESCO declaró al Día de Muertos como Patrimonio de la Humanidad.


Varias eran las culturas que acostumbraban honrar a los muertos, entre éstas destacan los mexicas, mayas, purépechas y totonacos.

Los mexicas, por ejemplo, honraban a los muertos “chiquitos” en el Miccailhuitontli durante el mes conocido como Tlaxochimaco, por su parte, el Ueymicailhuitl era la celebración de los muertos grandes y se caracterizaba por sacrificios de personas.

También se creía que el destino final del alma dependía de la forma en cómo moría; de esta manera existían cuatro “universos” o inframundos de la muerte:

Tlalocan
Los que morían por causas relacionadas con el agua; Omeyocán
los que murieron en la guerra o las mujeres al dar a luz Chichihuacuauhco a donde iban todos los niños


Mictlán
Ahí llegaban todos los muertos acompañados por un perro gigante llamado Xólotl, que los ayudaba a cruzar las nueve dimensiones que conformaban Mictlán para encontrar el descanso eterno.

En la antigüedad cuando una persona fallecía, sus familiares acostumbraban montar ofrendas con los objetos que pertenecían al muerto y que le servirían durante su tránsito en el Mictlán por eso es que en la actualidad podemos observar que en algunas ofrendas se ponen objetos del fallecido.

El Día de Todos los Santos
Esta costumbre celebra a todos los santos de la religión católica que no tienen un día específico.

En siglo X el Papa Gregorio IV estableció oficialmente y en todo el mundo católico la celebración de Todos los Santos el día 1 de noviembre de cada año.

El Día de los Fieles Difuntos
En esta celebración se ora por las almas de los fieles difuntos que aún se encuentran en el Purgatorio en proceso de purificación.

Fusión entre el México prehispánico y España
Con la llegada de los españoles a México, la costumbre de honrar a los muertos se mezcló poco a poco con las festividades católicas de Todos Santos y Fieles Difuntos hasta terminar en lo que hoy en día conocemos como Día de Muertos.

La creencia actual es una mezcla entre el México de antes y después de la llegada de los españoles y se piensa que en este día los muertos regresan a visitar a sus familiares vivos, quienes les ofrendan sus alimentos favoritos.

Nuestro país goza de diversidad y dependiendo de la localidad donde se celebre el Día de Muertos, es común encontrar en las ofrendas: flores de cempasúchil cuyo color representa la luz y se utiliza para ayudar a los muertos a encontrar el camino de regreso a casa; sal, agua e incienso, utilizados para purificar el alma; cruz de tierra, para recordarle al difunto su fe; cirios o veladoras que forman una cruz y que indican los cuatro puntos cardinales; pan de muerto y calaveras de dulce, la fotografía de o de los difuntos y la comida y bebida que en vida disfrutaba más.

María Érika De la Luz Márquez