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jueves, 1 de mayo de 2014

Vivir una vida congruente con quien yo quiero llegar a ser

¿Quién quiero ser? Esa es la pregunta más difícil de responder, debido a que no lo sabemos. Generalmente sabemos lo que no queremos ser, pero no lo que sí.

¿Porque se nos dificulta tanto? En realidad, sí sabemos lo que queremos, pero nos separan de lograrlo muchos de los límites, cadenas, ataduras, que nos han puesto los demás para "cuidarnos" y porque "nos quieren tanto", o "porque pobre tu papá" y miles de "razones" más. Cuando nuestros padres no han cumplido con sus propios sueños, deciden que sus hijos son ideales para hacerlos realidad, separando a ese ser de poder cumplir con lo propio.

¿Por qué no me dejan ser quien quiero ser? Esta es una cadena que vemos dentro de las familias, debido a creencias, obligaciones morales, deberes sociales, necesidades económicas, entre otras. Es decir, muchas de las personas que dejan de ser quienes querían ser, se quedan con el sueño truncado y piden a los hijos que lo hagan realidad... dejando a ese hijo igual, y cuando crece, pide a su hijo que cumpla el sueño no realizado de la madre o el padre y la cadena continúa por generaciones.

Castigo. Si no lo haces, serás expulsado de la familia. La mayoría de las personas decide por amor, culpa o miedo dejar sus sueños de lado y obedecer los de la familia, dejando de ser quien quería ser. El problema es que si sigues tus sueños, serás castigado por tu familia o sociedad; pero si decides hacer realidad el sueño de otro con tu propia vida, entonces el castigado es tu corazón.

Es una decisión compleja. Por eso pocas personas siguen su camino y debido a esta "desobediencia" de mí mismo, existe tanta tristeza hoy en el mundo, frustración y enojo.

Afuera la culpa. Atrévete a buscar ayuda. Si la culpa es lo que no te deja seguir tus sueños, entonces trabaja en la culpa, descúbrela, elimínala y sigue tu camino.

Mapas de vida. Algunas veces el problema es que no sabemos hacia dónde queremos ir y debido a ello es más sencillo dejar que otros nos digan cómo y a donde ir.

Sé dueño de ti, enamórate de tu propia vida. Buscamos tanto ser buenos con los demás que parece que cualquiera está antes en las listas de propiedad sobre mí, que yo. Entonces, al no ser yo mi dueño, me da lo mismo si me cuido o no. Me da igual lo que me pase, porque de todas maneras yo no decido sobre mí. Si te pudieras dar cuenta de tu valor, de lo valioso que eres, podrías enamorarte de ti, cuidar de ti y forjar tu propio destino.

¿Cómo me enamoro de mí? Reconoce tu valor, trabaja en tu autoestima, recuerda lo que querías hacer cuando eras niño, date cuenta qué cosas te apasionan, hacia dónde te gusta ir, qué tipo de personas admiras. Como te tratas a ti mismo, te cuidas en tus hábitos, estás siendo tu amigo.

Poner límites a los demás. La forma más efectiva de desarrollar tu vida como la quieres llegar a tener es por medio de definir tus límites, definir tu terreno personal, protegerte, limpiarte, ordenarte, amarte, cuidar de ti, no dejar entrar a cualquiera. Como si fueras un club exclusivo, tienes horarios, cuidados, tarjeta VIP; creo que si pudieras verte con un lente de amor, sabrías que eres más valioso que eso. Y sí, tienes derecho a poner reglas para ti y los demás.

Ahora estás listo. Ya pusiste límites, ya arreglaste tu autoestima, ya eliminaste la culpa, entonces es momento de diseñar la persona que quieres llegar a ser. ¡Felicitaciones! es un momento muy emocionante para quien llega.

Trabajar hacia quién quieres llegar a ser. ¿Qué quieres alcanzar? saca papel y lápiz y ponte a soñar, escribe todo lo que quieras, aunque suene marciano. Después lee nuevamente lo que escribiste y elige con números cuál es el más importante y juega con esa posibilidad.

Planificar. ¿Qué necesitas para llegar a ser quien quieres ser? ¿Estás en el camino correcto? ¿Sabes lo que implica? ¿Deseas el camino hacia allá? ¡Atrévete! es una aventura por alcanzar, dirige tus pensamientos, sentimientos, elecciones, palabras, conducta, interacciones sociales, medio ambiente, relaciones, biología, todos integrados a la vez.

¿Qué influencia la actividad de tu cerebro? ¡Tú! Hazte el líder, el dueño, empodérate como el capitán de esa embarcación que es tu propia vida, llévala a un buen mar. Tú estas dirigiéndolo con tus pensamientos, eres más que tus pensamientos.

¿Quién soy yo? Soy más que la suma de mis partes. Existo.

Dagmar Polasek
Psicología General
Licenciada en Psicología Clínica
Socia Fundadora de Colegio de Psicólogos

sábado, 19 de abril de 2014

Atrévete a soñar (Parte 2)

Yo te invito hoy a escuchar tu corazón, que ahí están las claves de tu felicidad.
  1. Qué quiero: Es una pregunta difícil porque otros han decidido por ti. Uno secretamente siempre sabe qué quiere cuando sabe lo que le gusta. Si igual sigue siendo difícil, piensa lo que no quieres para ti. Es más fácil empezar por ahí.
  2. Qué pienso hacer acerca de: Dinero, relaciones, trabajo, estudio, familia, religión. La mejor manera de conocerte y encontrar qué quieres es pensar en tu forma de pensar hacia lo que haces y vives diariamente.
  3. Sentimientos: Cuáles son tus sentimientos en general. Si tú te sientes la mayoría del tiempo, o por lo menos más veces de las que quisieras, enojado, triste, abrumado, cansado, incómodo, los temores te agobian, temes que el dinero no te alcance, vacío, dolor, angustia y demás, déjame decirte que no eres feliz. Busca serlo, te lo mereces, tienes derecho a ser feliz.
  4. Decide ser feliz: Ser feliz es una decisión, al igual que el ser miserable y amargado. Tú lo decides. Cuesta el mismo esfuerzo diario enojarse por todo y quejarse que respirar profundo y ver el lado amable de las experiencias.
  5. Liberar lo que te disgusta: Deja ir todo lo que no te gusta, aunque sea ese novio o trabajo que dicen que es maravilloso pero de alguna forma no te termina de convencer. Suelta tus sentimientos negativos. Si no lo puedes hacer solo, ve a terapia; esto es lo que hacemos los psicólogos cada día en nuestra practica clínica.
  6. Listo para soñar: Ahora que ya estás reconociendo aquello que te gusta y lo que no, te sugiero que tomes lápiz y papel y diseñes cómo quieres que sea tu nueva vida, cómo es el o la nueva tú, qué tal sería tener un cuerpazo, una pareja de película y un trabajo como lo soñaste. Atrévete a escribirlo, lo peor que puede pasar es que en lugar del 100 que pediste llegues a un 70, 80 o 90. Pero te apuesto que el 70 de ese sueño es 800 veces mejor de cómo estas hoy. ¿O no?
  7. Prepárate para cambiar hábitos: Si ya empezaste a tomar las riendas de tu vida, tendrás que hacer cambios importantes en ella. No a todos los que te rodean les va a parecer, pero se trata de tu vida y de cómo quieres que de hoy en adelante tengas -por fin- los mejores años de tu vida.
  8. Recíbelo, es tuyo: Te pasaste tanto tiempo esforzándote en todo lo anterior que, sin darte cuenta, un día ya no estás en ese trabajo, estás en uno que te gusta más y te pagan mejor. Ahora estás viviendo tu sueño y no tienes idea de qué pasó, pero pasó. Cuando es para ti, llega; y cuando sabes qué quieres, los sueños se hacen realidad.
¡A vivir el sueño, se ha dicho!

Suerte.

Dagmar Polasek
Psicología General
Licenciada en Psicología Clínica
Socia Fundadora de Colegio de Psicólogos