lunes, 26 de agosto de 2013

Dieta de la fresa para adelgazar


Si te importa tener unos kilos de más, puedes utilizar la dieta de la fresa, para depurar y desintoxicar tu organismo, a la vez que puedes bajar de peso, si te sobran unos kilos.

Existen varias formas de realizar esta dieta:

MONODIETA DE FRESAS

Si quieres bajar rápido de peso y necesitas bajar uno o dos kilos, esta monodieta de fresas te va a ayudar. Esta dieta incluye las fresas como alimento único, repartidas en cinco comidas –unos 400 gr. en cada comida-. Sólo la podrás realizar tres días, y no debes de sobrepasar este tiempo, porque es una dieta pobre en nutrientes.

DIETA DE FRESAS Y OTRAS FRUTAS

Puedes utilizar las fresas combinadas con otras frutas repartidas en cinco comidas, durante cuatro días y sin sobrepasar este tiempo -300 gr. de fresas+ otra fruta-; ayudará a bajar de peso y desintoxicar tu organismo. Por su contenido en fibra, retarda el vaciado gástrico, por lo que ayuda a sentir menos hambre, y es muy útil si padeces estreñimiento.

DIETA DE FRESAS Y OTROS ALIMENTOS

Esta dieta la puedes realizar durante una semana, y puedes seguir este plan de dieta:

Desayuno – 400 gr. de fresas+ leche vegetal o yogur+ avena

Media mañana- 350 gr. de fresas

Comida- Menestra de verduras o Sopa de verduras + Pechuga de pollo o filete de merluza +300 gr. de fresas.

Media tarde- 350 gr. de fresas

Cena- 450 gr. de fresas + yogur desnatado

Puedes tomar todo el agua que quieras fuera de comidas y tisanas de hierbas sin azúcar.

Aunque cada persona es diferente, se pueden llegar a perder de 2- 3 kilos, después de una semana de dieta; además de mejorar la digestión y el sistema inmune y ser un excelente remedio anti-envejecimiento para la piel.

Se pueden beneficiar de la dieta todas las personas sanas, que no padezcan ninguna enfermedad, a excepción de las personas con alergia a las fresas o al ácido salicílico; tampoco aquellas que padezcan piedras en el riñón, colitis o enfermedades intestinales.

Las fresas poseen muy pocas calorías y nada de grasas. Son ricas en fibra lo que ayuda a tener una buena digestión y regular el colesterol. Son una fuente rica en antioxidantes, por su contenido en vitamina C; también aportan las necesidades diarias de vitamina B6 y K, y minerales como el hierro, manganeso, magnesio, y cobre.

Las fresas ayudan a reducir los niveles de colesterol malo y previenen la aterosclerosis, por lo que disminuyen el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular o accidente cerebrovascular.


Fuente: Mejor con salud

Todo lo que deberías de saber sobre los huevos



Si hay un alimento altamente recomendable, ese es el huevo. Apto para consumir a todas las edades y prácticamente bajo cualquier situación, tiene un gran valor nutricional, a pesar de los falsos mitos instaurados y que aquí trataremos de explicar.

Aunque se pueden comer los huevos de muchas especies como oca, pato, codorniz, avestruz, etc., nos centraremos en el huevo de gallina, que es el más consumido con diferencia.


Una de las principales ventajas del huevo es que nos permite comerlo de muy diferentes formas, como ingrediente único, cocinándolo cocido, frito, revuelto, al plato, escalfado, en tortilla (solo o con cualquier otro alimento que se nos ocurra) o formando parte de innumerables recetas, tanto de platos dulces como salados.


Proteínas del huevo
Las proteínas del huevo se encuentran mayoritariamente en la clara y se consideran proteínas de alto valor biológico, pues contienen todos los aminoácidos esenciales, convirtiendo al huevo en el alimento de mayor calidad proteica. De hecho, las proteínas del huevo se toman de referencia para valorar la calidad proteica de los otros alimentos. 

La proteína más abundante es la ovoalbúmina. Se determina que 100 gr de huevo nos aportan 13 gr de proteínas.

En la clara del huevo también hay vitaminas, aunque el 90% de su peso corresponde a agua.


Controversia con el colesterol

Durante años se ha recomendado restringir el consumo de huevos a 2 o 3 por semana por su alto contenido el colesterol. Hoy en día se conoce que lo que incide en el colesterol sanguíneo es el balance entre las grasas saturadas y las insaturadas. Pues bien, el huevo contiene de ambos tipos, pero muchas más insaturadas. Además, el huevo es rico en lecitina, responsable de su propiedad emulsificante, que disminuye la absorción intestinal de colesterol.

Con todo ello, podemos concluir que una persona sana, que sigue una dieta equilibrada puede consumir hasta 7 huevos semanales. Y aquellas que sufran de hipercolesterolemia o cualquier otra enfermedad con riesgo cardiovascular, deberán consumir 2 o 3 semanales o prescindir de las yemas.

El huevo en las dietas para adelgazar
Si bien es cierto que un huevo tiene un aporte calórico elevado, 150 kcal por cada 100 gr, un huevo pesa unos 60 gr, por tanto, su aporte de calorías será en torno a las 80 kcal, algo muy nimio para las personas con una dieta equilibrada; aquéllas que sigan una dieta para adelgazar deberán controlar su consumo, pero nunca dejar de tomarlo, pues es más beneficioso que perjudicial.

Por último, recordad que el huevo es un producto muy alérgeno, sobre todo en la infancia.

Fuente: Mejor con salud

domingo, 25 de agosto de 2013

Alimentos Germinados: semillas que hacen florecer al organismo


¿Sabías que los brotes de soja contienen un 27% más de proteínas que la carne, los huevos o la leche, pero sin la grasa?


Los alimentos germinados son brotes que se ingieren estando aún vivos y que, por lo tanto, contienen una gran cantidad de nutrientes,convirtiéndolos en indispensables como parte de cualquier dieta sana.

Existen diferentes tipos de alimentos germinados, pero no siempre se encuentran en el mercado; los más comunes y fáciles de localizar son los de alfalfa y judía mungo (popularmente conocida como soja verde), por lo que habrá que comprar las semillas y germinarlas en casa si quisiéramos disponer de brotes de trigo, lenteja, cebolla, garbanzo, rabanito, girasol o guisante (arveja).

¿Cuáles son sus propiedades?
Las semillas germinadas de alfalfa son las más nutritivas y ricas en proteínas, mientras que las de judía (haba, frijol) mungo se sitúan justo después, siendo éstas más fáciles de digerir. Los germinados de trigo son ricos en vitaminas y sales minerales, y constituyen la mejor forma de comer el grano entero. Los granos de lenteja, además de proteínas, aportan vitaminas, manganeso, hierro y cinc. Los de garbanzo, por su parte, son muy energéticos y aportan calcio y fósforo. Las semillas de cebolla emulan el picante característico de esta, por lo que es una buena manera de incluir indirectamente su sabor, por ejemplo, en ensaladas.

El contenido nutricional de los germinados es comparable al que poseen verduras y frutas, con el aliciente de que estas semillas son más ricas en enzimas y clorofila, siendo asimismo antianémicas, antitóxicas y revitalizantes. Por ejemplo, los germinados de soja o guisante (arveja) poseen un 27% más de proteínas que la carne, los huevos o la leche, pero sin el elevado contenido en grasas. Por tanto,se trata de un alimento muy completo que, disponible en cualquier época del año, equilibra las carencias que podamos tener en nuestra dieta.

Cómo favorecen a nuestro cuerpo los alimentos germinados
En cuanto a los beneficios que aportan estas semillas a nuestro organismo, son muchos los que encontramos, situándose sobre todo como una gran fuente de vitaminas, proteínas, minerales y nutrientes que ayudan a combatir las “enfermedades” de hoy en día, tales como el estrés. Por otra parte, y debido a que se trata de un alimento que está vivo, contiene hormonas de crecimiento, además de que no se malogra la energía de sus sustancias activas.

Los alimentos germinados son reconocidos por prevenir enfermedades, ya que fortalecen el sistema inmune, combaten la acción de los radicales libres, reducen el colesterol, mejoran el funcionamiento de la flora intestinal, estimulan la secreción del páncreas, ayudan en los procesos de depuración y desintoxicación y, al ser un alimento pre-digerido, facilitan la digestión. En definitiva, las semillas germinadas favorecen al metabolismo gracias a su acción reconstituyente.

Como puedes ver, los beneficios de los germinados son innumerables. ¿Ya los has probado e incluido en tu alimentación? ¿Qué esperas para incorporarlos a tu dieta?

Fuente: Mejor con salud