En general los padres solemos estar al estar al margen del problema, debido a que –aún en situaciones graves- el grupo mantiene la ley del silencio, que consiste en no decirle nada a nadie por miedo a que el grupo lo cuestione o en el peor de los casos por también llegar a ser víctima.
1. Lo que menos debes hacer cuando te encuentres en una situación de Bullying es tomarte la agresión como propia y amenazarlo fuera de las instalaciones del colegio.
2. Tampoco debes impulsar a Tu hijo a solucionar su dolor con más presión, por ejemplo diciéndole: “no te dejes pegar” o “tienes que ser más fuerte”, produce siempre el efecto contrario, se sienten más débiles. Ten en cuenta que ya lleva varios meses sin poder resolver esta situación y le será aún más doloroso sentir que se le exige utilizar la violencia contra alguien que lo trata con violencia, y frente al cual no ha podido defenderse hasta ahora. La violencia no conduce a nada bueno ni tampoco productivo.
3. No debes ocasionar escándalos en el colegio, ni con el profesor ni con los padres del niño agresor.
4. No sobreprotejas a tu hijo cuando está siendo víctima, o alejarlo permanentemente de situaciones conflictivas no es la solución, tampoco pensar que cambiarlo de colegio funcionará. Tampoco da buenos resultados permitir que el niño falte frecuentemente al colegio por temor a la agresión. Ten mucho cuidado en esto, el que falte a clases sólo aumentará el problema al momento que regrese, puesto que su agresor siempre lo estará esperando.
4. No dejes de darle toda la importancia que merece el problema, ya sea negando su existencia u obligando al hijo a que se someta a su hostigador, argumentando que cuando se le pase dejará de molestarlo.
5. Consentir el maltrato de un niño o adolescente contra otro es permitir que haya más víctimas de los abusos. El abuso no es “normal” entre escolares, ni “se trata sólo de bromas”. Es importante enseñar a los espectadores pasivos a que cuando vean que un compañero está en esa situación desfavorable se lo digan a su profesor. La violencia, física o moral y el abuso no se pueden consentir.
Tampoco el grupo ni la víctima deben aguantar. Simplemente porque, cuando la ola de violencia se pone en marcha, cada día es peor: ya nadie sabe quién es su amigo y quién no. Por otra parte, si la víctima y el resto de los compañeros que no quieren participar de la violencia aguantan sin decírselo a nadie, pronto el acosador creerá que puede seguir abusando. Aproximadamente el 25% de los agresores que se han acostumbrado a intimidar para lograr sus objetivos terminan teniendo problemas con la justicia en la adolescencia, e incluso antes.
• Si apoyas emocionalmente a tu hijo, superará más rápido y fácil el problema. Tranquilízalo y muéstrale tu apoyo diciéndole que no es su culpa que esto suceda, y que a cualquiera persona le podría situación, ya que cualquier niño o joven puede ser víctima de bullying.
• Los padres debemos permanecer en calma y no reaccionar con violencia hacia el colegio o el agresor, ya que no solucionará así el problema; no modelará formas adecuadas de solucionar conflictos, que enseñe a sus hijos frente a futuros problemas. Es importante enseñar a solucionar los conflictos pacíficamente, a pesar del dolor que se sienta.
• Acércate a conversar con el profesor , con una actitud positiva, colaboradora; informale la situación de su hijo/a (lo que le está sucediendo y lo afectado que se encuentra emocional y socialmente), y preguntale qué sabe al respecto. Pídele ayuda explícitamente, porque tu hijo/a lo está pasando muy mal hace muchos meses y ningún adulto se había dado cuenta (ni él, ni el profesor).
• Solicita al profesor/a que investigue la situación a la brevedad, dada la gravedad del problema, acordando una reunión en los próximos días, para conocer de manera más completa la situación. El profesor deberá comprometerse a entrevistar al acosador y algunos alumnos clave, e indagar con mucho cuidado el problema buscando no aumentar la situación de desprotección del niño/a o joven afectado.
• Es esperable que junto al profesor participe el psicólogo/a u orientador/a del colegio, para facilitar un buen manejo del problema, y buscar las mejores soluciones. También es importante que la dirección del colegio esté al tanto de la situación y del curso de las intervenciones.
• Para frenar el círculo vicioso de esta forma de violencia escolar es fundamental buscar acuerdo y trabajar en conjunto la familia y el colegio, y deben participar tanto los padres del niño/a o joven acosado, como los de los padres del acosador (al menos en reuniones por separado). Para todos es importante que este problema sea resuelto. Para los padres del niño que está intimidando también puede ser una sorpresa muy dolorosa, o puede que ya se sientan superados por la situación. Por eso lo importante es invitarlos respetuosamente a colaborar en la pronta solución.
• Dependiendo de la gravedad del problema el colegio deberá sancionar a los involucrados. Según la gravedad del caso e historial del estudiante responsable, se dan días de suspensión y/o matrícula condicional por un cierto período de tiempo, restricción en privilegios escolares, entre otros.
• Es importante que haya consecuencias frente a las malas conductas, sin embargo el foco debiera ser “formar” en vez de “reprimir”. Siempre se presentarán problemas graves y no tan graves en los colegios, lo importante es tener planes de prevención, y cuando ocurran los problemas tener mecanismos que refuercen la formación que están recibiendo los alumnos.
• En este sentido, es fundamental que se “repare” el daño y las relaciones interpersonales en el curso afectado, y no centrarse sólo en solidarizar con la víctima y excluir al victimario; esto último no forma.
• Los profesores pueden recurrir a diversas estrategias de manejo de estos problemas en su sala de clases y con los niños o jóvenes afectados. Le sugerimos ver el recurso educativo para profesores “Estrategias para enfrentar los malos tratos y al bullying en el colegio” que se encuentra en el Portal Educarchile Esencial en la sección Docentes.
• En caso de ser necesario, el colegio deberá exigir a los padres del niño/a o joven acosador, asistir al psicólogo para que sea ayudado en resolver adecuadamente esta situación.
• Por supuesto que es importante ayudar al hijo/a a recuperar sus amistades o hacer algunas nuevas,eso le ayudará a dejar atrás el dolor y retomar sus actividades e intereses.
Es fundamental entonces que los adultos intervengan en las situaciones de bullying, si no el daño puede ser tan profundo y doloroso que atraerá aún más problemas tanto a la víctima como a los victimarios.
Gracias,
PadresExpertos.com
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