sábado, 2 de marzo de 2013

Bondades y Peligros del Mundo 2.0

Facebook, Twitter, MySpace, LinkedIn y Flickr son sólo algunas de las redes sociales de moda donde niños, adolescentes y adultos de todas las edades pasan largas horas jugando, chateando, compartiendo fotos y haciendo nuevas amistades en línea

No cabe la menor duda de que las redes sociales han dejado de ser una simple moda juvenil para convertirse en un globalizado fenómeno de masas que ha revolucionado la manera en que las personas se comunican hoy en día. Desde que la internet irrumpió en los hogares de todo el planeta a mediados de la década del noventa, las salas de chat, los juegos en línea, los foros, los blogs y los perfiles públicos se han multiplicado de manera exponencial hasta llegar a formar parte esencial de nuestras vidas.

Su utilidad ha quedado plenamente demostrada en situaciones de crisis o emergencias, tal y como sucedió durante los terremotos de Chile y Haití, o en las protestas de Irán tras las elecciones presidenciales del 2009. En las redes sociales circulan campañas valiosísimas de carácter humanitario, ambientalistas o en pro de los derechos animales. Además sirven como plataformas para el reencuentro de familiares, viejas amistades y para realizar convocatorias masivas a eventos de cualquier tipo.

Expertos en el tema han resumido las bondades de la web 2.0 adoptando el término “inteligencia colectiva” para referirse a la gran comunidad virtual que está permanentemente a la disposición de sus usuarios con el propósito de ayudarles a resolver casi cualquier problema o duda que se les presente sobre un tema en particular. En segundos, es posible consultar a otras personas y acceder a información de primera mano para realizar investigaciones, trabajos y tareas del colegio o la universidad (siempre respetando la fuente utilizada claro está), conseguir direcciones, saber el estado del tráfico o del clima en determinada zona, región, país, etc.

Riesgos

Sin embargo, estas redes tienen un lado oscuro. Al revelar tanta información sobre sus usuarios, detalles personales e íntimos sobre sus vidas (y además de manera pública), se exponen a una serie de peligros, entre los más comunes el chantaje, la extorsión, la difamación, el acoso sexual e incluso el secuestro.

Según fuentes policiales, los criminales tienen como base de datos los blogs y los perfiles de Facebook, Sónico o Hi5 de sus posibles víctimas para recopilar datos y conocer detalles como el rostro, el domicilio, las pertenencias, los carros, las fotos de viajes y así determinar el nivel socio-económico de la persona que están acechando.

Antes, a los delincuentes les resultaba mucho más difícil acceder a esta data y elegir a los posibles candidatos a secuestro, pero ahora, con la información que suben las personas de manera voluntaria a la red ya no necesitan de largas investigaciones.

Los menores de edad son especialmente vulnerables. A partir de los 12 años, cuando los jóvenes ingresan a secundaria, es cuando se da un mayor incremento en el uso de estos sitios web, sin embargo, cada vez entran con más frecuencia niños y niñas con menos años. A menor edad, los riesgos de las redes son mayores, ya que no se posee la madurez suficiente para saber decir que no, y se desconoce todo lo que lleva implícito conceptos como el de privacidad e intimidad.

A los 12 años o menos, los chicos no son conscientes de que todo lo que suben a la red (fotos, videos, información) deja un rastro digital que puede exponerlos en un futuro a situaciones de riesgo como el acoso, el chantaje, la difamación, las solicitudes de adultos con fines sexuales, etc.

¿Con quién se relaciona mi hijo? ¿A quién puede llegar a conocer? ¿Qué nivel de seguridad hay en esos contactos? ¿Qué objetivos tienen quienes participan en las redes sociales?, son algunas de las preguntas que se hacen los padres y representantes que, en muchos casos, jamás han participado en ninguna de estas redes.

Recomendaciones

La moraleja es que si somos precavidos en el mundo real también debemos serlo en el ciberespacio: no damos información a extraños, no abrimos la puerta a cualquiera y ponemos alarmas en nuestras propiedades, etc. Instituciones venezolanas como Cecodap (Centro Comunitario de Aprendizaje), recomiendan no publicar fotografías de la familia o personales en situaciones comprometedoras ya que puede resultar peligroso, aplicar el criterio de bajo perfil en Internet, no colgar información que puedan ponernos en riesgo, y cambiar la configuración de privacidad de la cuenta de estas redes para que únicamente los amigos puedan acceder.

Según los especialistas, conocer a cabalidad las herramientas de seguridad que este tipo de sitios ofrece, es la mejor arma para combatir cualquiera de estos peligros, por lo que no es necesario llegar a eliminar o privarse de la oportunidad de formar de una comunidad virtual en la que, como vimos anteriormente, también se pueden encontrar beneficios.

En el caso de los padres y madres de familia, deben tener la responsabilidad de conocer qué hacen sus hijos con la computadora, y entender los riesgos que existen en Internet. Es recomendable que entren y participen también en estas redes, conozcan su funcionamiento y no las vean únicamente como fuente de peligro.

En España, un creciente número de escuelas y colegios vienen implementando talleres para padres y docentes con el objetivo de proporcionarles herramientas que les permita comprender los retos y riesgos que afrontan los niños y adolescentes en la red, y en consecuencia, tomar medidas de seguridad.

Con el uso adecuado y controlado de este tipo de herramientas, haremos de nuestra estadía en línea, y la de nuestros hijos, una experiencia más segura y confortable, y podremos disfrutar de todos los beneficios que las redes sociales tienen para ofrecer, nunca dando mensajes de prohibición, pero sí orientando lo que ellos hacen con las nuevas tecnologías.

Carlos J. Mascareño
Especialista en periodismo digital


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