Las investigaciones demuestran que si se trata el bullying en las aulas de clase de manera proactiva y se hacen semanas antibullying en las escuelas el porcentaje de niños que se suicidan y el porcentaje de aquellos que intentan suicidarse reduciría notablemente.
Empleamos el término bullying en la escuela para describir un comportamiento agresivo o el acto intencional de hacer daño a algún/a otro/a, que se lleva a cabo de forma constante durante un período de tiempo y en el cual existe una relación interpersonal caracterizada por una asimetría de poder.
Recuerda que el hostigamiento tiene que ser permanente en el tiempo y como tal puede utilizar diversos soportes para ejercerse, los cuales, en la mayoría de los casos, suelen entremezclarse: soporte físico (golpes, empujones, robos); soporte verbal (insultos, amenazas); soporte relacional o indirecto (exclusión social, rumores) y,el soporte digital (agresiones vía web, celulares, etc.).
Ninguno de estos actos de forma individual y exclusiva puede considerarse bullying, a no ser que uno o más de ellos se presenten consistentemente en el tiempo.
Las consecuencias en la víctima del bullying pueden ser tanto físicas como psicológicas y en muchos casos, pueden ser permanentes en el tiempo. Algunas investigaciones refieren desde daño físico como moretones, pérdidas en el patrimonio personal de los estudiantes, hasta severas consecuencias en la salud mental a futuro, como depresiones severas, trastornos de ansiedad y/o estrés post traumático, e incluso el suicidio, como fue el caso en Iquique de la estudiante Pamela Pizarro en el año 2003.
Las múltiples investigaciones existentes muestran que el bullying es un problema real y grave en las escuelas; independientemente de los países, del tamaño de los establecimientos, de la diversidad cultural, del nivel socio-económico de los estudiantes o de la dependencia educacional de los colegios. Es un problema transversal en la escuela de nuestros tiempos .
Pensamos que los colegios necesitan abordar el bullying desde dos puntos de vista el proactivo y el reactivo.
Muchos estudios enseñan habilidades a los niños que son acusados, dándoles herramientas para que sean asertivos y proactivos ante su agresor, básicamente lo que se debe promover es el buen uso de las emociones, herramientas para el manejo de los problemas, y la habilidad para establecer buenos lazos de amistad.
Independientemente el camino que se tome para ayudar a los niños la responsabilidad total del proceso depende de los adultos responsables, ya que en ocasiones los niños cuando no ven resultados desesperan y caen fácil en la frustración.
Eliminemos el pensamiento que el bullying es una cosa de niños, todos debemos verlo como un problema de agresión, como un fenómeno que ataca las relaciones los sentimientos y las emociones directas de quien las padece.
Por esto el bullying es un problema de las emociones porque las afecta directamente, hace de las personas un cúmulo de sentimientos que no paran, y que si se les permite adueñarse de las personas se apoderan de ella hasta el caso grave de cometer suicidio.
Teniendo en cuenta que la mayoría de caso de bullying es llevado a cabo dentro de los colegios, estamos invitando a los educadores y directivos para que presten atención a la mínima señal de alerta, por insignificante que sea se le debe prestar atención; estudios han demostrado que en el 45% de los casos en que ha existido una intervención a tiempo de los profesores los alumnos han podido para al agresor y este a su vez se ha detenido también por temor a ser descubierto nuevamente.
El bullying es un comportamiento por excelencia claramente excluyente, por consiguiente se hace cada vez más necesario que nos pongamos en el lugar del otro y que podamos ver su mundo.
Las debilidades de la víctima no son necesariamente las mismas que percibimos nosotros, por tanto no debemos subestimar jamás la agresión que está llevando a cabo el agresor.
Los agresores siempre encontrarán la manera de retroalimentarse a partir del dolor de su víctima, así que siempre sabrán cómo ir debilitando su autoestima sin compasión.
No pares de luchar contra este fenómeno, lucha todo el tiempo no desistas nunca.
Gracias
PadresExpertos.com
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