Con la agresión física pasa igual que con el maltrato psicológico, no se suele pasar de un insulto a una paliza, sino que suele empezar siempre con pequeñas agresiones que no deben ser toleradas y deben ser tenidas en cuenta como alarma de lo que podría suceder con el tiempo y que son:
Empujones.
Zarandeos.
Pellizcos dolorosos.
Una bofetada.
Golpear o lanzar algún objeto de forma violenta mirando a la persona, como queriendo indicar que “golpee la puerta por no darte a ti un puñetazo”.
Tirones del pelo.
Forzar o presionar para tener un acto sexual.
Son gestos de violencia que rara vez dejan marcas físicas, y que empiezan siendo puntuales pero que con el tiempo van a más y derivan en palizas. No hay que olvidar una cosa: que una vez que se ha saltado la barrera del respeto que una persona debe tener a otra, cualquier cosa puede ocurrir, ya no hay marcha atrás y con el tiempo el maltrato irá a más.
Empujones.
Zarandeos.
Pellizcos dolorosos.
Una bofetada.
Golpear o lanzar algún objeto de forma violenta mirando a la persona, como queriendo indicar que “golpee la puerta por no darte a ti un puñetazo”.
Tirones del pelo.
Forzar o presionar para tener un acto sexual.
Son gestos de violencia que rara vez dejan marcas físicas, y que empiezan siendo puntuales pero que con el tiempo van a más y derivan en palizas. No hay que olvidar una cosa: que una vez que se ha saltado la barrera del respeto que una persona debe tener a otra, cualquier cosa puede ocurrir, ya no hay marcha atrás y con el tiempo el maltrato irá a más.
Aportación:
No hay comentarios:
Publicar un comentario