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domingo, 9 de febrero de 2014

Cómo actuar en caso de malos tratos

La violencia de género consiste en insultos, humillaciones, actos de control sobre el dinero, ropa, amistades, relaciones familiares, aislamiento social, amenazas, agresiones físicas o sexual

Información de los pasos que debes seguir si has sido agredida:

1 Llama a teléfonos de asistencia y emergencia.
Tanto si eres víctima de maltrato como si conoces un caso cercano de violencia de género puedes ponerte en contacto con teléfonos gratuitos . Funcionan las 24 horas del día los 365 días del año y no deja rastro en la factura del teléfono. Nadie sabrá que has llamado, es absolutamente confidencial.
Recibirás atención profesional. Te informarán de qué hacer en caso de maltrato y en caso de emergencia te derivarán . Recibirás información sobre los recursos y los derechos que tienes en materia de empleo, servicios sociales, ayudas económicas, recursos de información, de asistencia y de acogida.

2 Acude al hospital o centro de salud más cercano.
Lo primero es acudir a tu centro de salud u hospital para que te hagan un reconocimiento médico completo. Si no puedes acudir por tu propio pie, llama al servicio de Emergencias para que vayan a donde estés. Si has sufrido una agresión sexual, coméntalo y pide una revisión específica. Es muy importante que pidas el parte de lesiones. Y no olvides que las lesiones pueden ser tanto físicas como psicológicas.
Sería muy recomendable que además busques asesoramiento en una asociación de mujeres especializada, en un centro de atención a la mujer de tu localidad, o en un centro de servicios sociales.

3 Si corres peligro, sal de tu casa.
Puedes abandonar el domicilio familiar sin perder derechos, siempre que en un plazo de 30 días interpongas una denuncia o una demanda de separación.
Si puedes, debes llevar contigo el DNI y la cartilla de la Seguridad Social, el libro de familia, libretas de ahorro y tarjetas de crédito, llaves, contrato de arrendamiento o escrituras de propiedad del mismo, certificados médicos y agenda de direcciones y teléfonos. Por supuesto, si tienes hijos, llévatelos contigo. Su seguridad es prioritaria.
Si tienes miedo de regresar por tus cosas llama a la Policía para que te acompañen.

4 Presenta una denuncia.
También puedes presentar una denuncia en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer, comisaría de Policía o comandancia de la Guardia Civil.
Cuando detalles la violencia que has sufrido por parte de tu marido, compañero o novio, ex marido, ex compañero o ex novio, cuenta todos los episodios de violencia que hayas vivido, cita a las personas que hayan sido testigos directos de la misma e identifica correctamente a tu agresor.
Tendrás derecho a un abogado/a desde el momento en que interpongas la denuncia.
Si has sufrido maltrato en otras ocasiones es importante que lo expliques, que digas si entonces pusiste denuncia o no. Es también vital que comentes si tú y tus hijos están en una situación de riesgo. Antes de firmar la denuncia léela atentamente y pide copia. Puedes pedir o solicitar información sobre la orden de protección.

5 Solicita una orden de protección.
Puedes solicitar una orden de protección en tu centro de servicios sociales, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer, la Fiscalía contra la Violencia sobre la Mujer, la comisaría de Policía o la comandancia de la Guardia Civil.
Una vez solicitada, el juez recibe a la mujer y al agresor por separado y, en un máximo de 72 horas, decide si es necesario adoptar alguna medida. Las medidas pueden ser:
- Medidas civiles. Se refieren al uso y disfrute de la vivienda, al régimen de custodia, visitas y comunicación con los hijos, a la prestación de alimentos y a la protección de los menores. Tienen una duración de 30 días y hay que solicitarlas expresamente.
- Medidas penales. Están destinadas a evitar que el agresor pueda ponerse en contacto contigo y eludir así nuevas agresiones. Entre ellas, está la prisión provisional, la orden de alejamiento, la prohibición de comunicación, la prohibición de residir o acudir al lugar del delito o residencia de la víctima y la retirada de armas y otros objetos peligrosos.
-Medidas de asistencia y protección social. Son servicios como los alojamientos de emergencia, las ayudas económicas, atención psicológica, asesoramiento jurídico, etc.
La orden de protección puede solicitarse ante el juez, el fiscal, ante la policía o la guardia civil, en las oficinas de atención a las víctimas, en los servicios sociales de tu ciudad o comunidad autónoma y en los servicios de orientación jurídica de los colegios de abogados.

6 ¿Qué hacer si conoces un caso de malos tratos?
Las personas que están cerca de la víctima, sus familiares, amigos o sus vecinos deben ser conscientes de que su ayuda es también clave. Si te encuentras en este caso, esto es lo que puedes hacer:
-Si sospechas que una persona está siendo agredida o escuchas frecuentemente ruidos o gritos, debes llamar a la Policía.
-Si has presenciado un episodio violento, préstate como testigo a la víctima.
-Si eres familiar de la víctima, tú mismo puedes solicitar la orden de protección.
-Es importante que escuches a la víctima y le hagas ver que no está sola y que ella no es la culpable de la situación, pero no la presiones a tomar medidas.

Fuente:

viernes, 22 de noviembre de 2013

Impotencia aprendida

Según expertos en psicología; La mujer que ha experimentado la violencia queda incapacitada para controlar su voluntad, a través del tiempo, desarrollando así la ‘condición de impotencia aprendida’. Esta condición previene el que una mujer maltratada pueda percibir o actuar cuando se les presenta una oportunidad para poder escapar de la violencia. Se basa en la hipótesis de que tempranas influencias sociales en una mujer facilitan la condición psicológica de impotencia, lo que hace que las mujeres se sientan incapaces de poder controlar positivamente sus vidas.

La Dra. Walker expone el que la “impotencia aprendida” es la responsable de la deficiencia cognoscitiva emocional y conductual que se observa en la mujer maltratada, es lo que le afecta negativamente y le retiene en la relación abusiva.

Características de la Impotencia Aprendida

1.El maltrato repetitivo disminuye en la mujer su capacidad para responder, se convierte en sumisa. Su personalidad pasa a ser pasiva.

2.La habilidad cognoscitiva (conocimiento) para percibir el éxito cambia en la mujer. Ella no cree que su respuesta le traerá resultados favorables, así lo sean o no.

3.La mujer maltratada no creerá que nada de lo que ella haga alterará el futuro o su destino.

El sentido de bienestar emocional pasa a ser precario y se vuelve más propensa a la depresión y a la ansiedad.

Aportación:

sábado, 16 de noviembre de 2013

La Mujer Maltratada

La problemática de la mujer maltratada sigue siendo uno de las manifestaciones de violencia social más grave en la actualidad. Los diferentes abordajes sociales que se han implementado parecen no arrojar el resultado deseado ya que las conductas agresivas en el ámbito doméstico sigue siendo de alto grado.

Es indispensable insistir en algunos puntos claves para que la sociedad los retenga y sostenga como una herramienta más para enfrentar la situación, y que formen parte de un aprendizaje social sobre la temática. Cambiar patrones de conducta y comunicacionales en la familia actual. Sólo si cambiamos la perspectiva desde donde mirar este problema social podremos encontrar alternativas distintas para llegar a una solución más acertada.

Estereotipos sociales que dificultan el abordaje de la problemática de la violencia de género:

LA CULPABILlZAN: “Lo habrás provocado”, “Algo habrás hecho”, “Tiene mal carácter”, “No le obedeces”.

LA HACEN CÓMPLICE: “Le gusta que le peguen”, “Es masoquista”, “Se queda por que le conviene”.

NATURALIZAN LA VIOLENCIA: “¿Un golpe que te hace?”, “Todos los hombres son así”, “Casarse no es un lecho de rosas”, “Porque te quiero te aporreo”.

IMPIDEN ALEJARSE: “No hay que deshacer la familia", "Los chicos necesitan un padre”, “¿Cómo te la vas a arreglar sola?”.
A la mujer maltratada no le gusta que la golpeen (no goza con el sufrimiento) AUNQUE …

- Pueda gustarle el hombre que la maltrata.
- Pueda sentir que merece ser maltratada.
- Se siente responsable o culpable.
- No pueda romper con el ciclo de violencia.
- Sea una persona con mayor tolerancia a la violencia.

Leer articulo completo aquí: http://psicologaonline.es/La_Mujer_Maltratada.html

Aportación:

jueves, 14 de noviembre de 2013

Como prevenir el maltrato


Detectar los signos de maltrato antes de que ocurran es lo que más puede protegernos de sufrir situaciones de este tipo, poniendo fin a la relación antes de que tenga lugar la segunda bofetada y no permitiendo caer en la trampa del arrepentimiento y la seducción cuando nuestra integridad está en juego.

Los abusadores tienen miedo. Cada vez es más fácil y seguro que los denuncien, ya sea en Internet, por teléfono o personalmente. Si has sido víctima de algún tipo de abuso, o conoces a alguien que padece este problema, aunque sea un familiar cercano, no lo pienses dos veces: ¡Denúncielo!

En todos los países hay entidades que ayudan a las mujeres que están sufriendo maltrato, denuncie si usted está siendo maltratada, no tenga miedo, su vida puede estar corriendo peligro, no se calle, denuncie.

Aportación:

martes, 12 de noviembre de 2013

Maltrato psicológico para bajar su autoestima

Todo esto tiene un único objetivo, que es minar la autoestima de la víctima, y de hecho así se consigue por lo que cuando se pasa a la parte física, no se sabe cómo reaccionar o incluso se es muy dependiente del otro personal o económica y socialmente.


Con la agresión física pasa igual que con el maltrato psicológico, no se suele pasar de un insulto a una paliza, sino que suele empezar siempre con pequeñas agresiones que no deben ser toleradas y deben ser tenidas en cuenta como alarma de lo que podría suceder con el tiempo y que son:

Empujones.

Zarandeos.

Pellizcos dolorosos.

Una bofetada.

Golpear o lanzar algún objeto de forma violenta mirando a la persona, como queriendo indicar que “golpee la puerta por no darte a ti un puñetazo”.

Tirones del pelo.

Forzar o presionar para tener un acto sexual.

Son gestos de violencia que rara vez dejan marcas físicas, y que empiezan siendo puntuales pero que con el tiempo van a más y derivan en palizas. No hay que olvidar una cosa: que una vez que se ha saltado la barrera del respeto que una persona debe tener a otra, cualquier cosa puede ocurrir, ya no hay marcha atrás y con el tiempo el maltrato irá a más.

Aportación:

miércoles, 16 de octubre de 2013

Programa de : Los 12 Pasos

Este programa debe verse como un cúmulo de sugerencias. Tal vez ahora los encuentres irrelevantes, pero no dejes de leerlos de vez en cuando....te aseguro que llegará un momento en el que descubrirás el evidente valor que tienen "Los Doce Pasos"

Hemos hablado en varias entradas sobre la dependencia emocional a las Relaciones Destructivas, así como de las consecuencias tan graves que podría ocasionarnos si seguimos viviendo en una con esas características.

Existe un programa denominado Los Doce Pasos. Dicho programa también ha sido implementado en terapias de grupo en el caso que nos interesa: el de las mujeres maltratadas, dependientes y adictas a las relaciones destructivas, y que solo buscan recuperarse y rehacer sus vidas de forma digna y feliz. A continuación expongo dicho programa utilizado exitosamente, con una breve explicación en cada uno de los pasos a seguir:

1.-Admitimos que somos impotentes en relación con el maltrato y abuso de nuestra pareja, que nuestras vidas se tornaron ingobernables. Al aceptar que tu vida era ingobernable al vivir inmersa en una relación que poco a poco ha ido consumiéndote y destruyendo tu ser interior, has avanzado en tu recuperación. NO te sientas fracasada, es imposible que seas capaz de aceptar tu problema de la noche a la mañana, pues así como la adicción a tu relación tuvo que ser progresiva también lo debe ser la recuperación. Tómate tu tiempo, y cuando te sientas preparada...continúa con el siguiente paso.

2.- Aceptamos que necesitamos la ayuda de alguien que nos devuelva el sano juicio. Tal vez tu caso amerite la intervención de un especialista (psicólogo), según la gravedad de dependencia o abuso que has vivido con tu pareja, pero no todas lo necesitan. Es necesario que tú misma te evalúes. Lo importante es aliarse a una persona de confianza con quien puedas desahogarte libremente y quien pueda brindarte su punto de vista de forma cabal y objetiva. Puedes recurrir a algún amigo, consejero, una compañera, o aún mejor, podrías encomendarte a una fuerza suprema, dependiendo de tus creencias. Abrazar algún tipo de creencia superior o divina (la que consideres) es decisión personal, da resultados óptimos: la fe.

3.- Encomendamos nuestra voluntad y vida al cuidado de esa persona o fuerza suprema que elegimos. Este paso está ligado con el anterior. Si decidiste apoyarte en un especialista, consejero o fuerza suprema para salir adelante, no debes olvidar que sus consejos tienes que escuchar. En estos momentos ellos poseen mayor objetividad que tú. Déjate guiar por quien hayas elegido, por algo lo escogiste.

4.-Realizamos un minucioso y valiente inventario de nosotras mismas. Debemos ser honestas y evaluar las cosas que hicimos y que nos llevaron a "engancharnos" con esa persona que nos está destruyendo, y tratar de corregir los errores mentalmente. Claro que esas "correcciones" no tendrán lugar, pero concientizarnos de ellos nos dará la sensación de liberación. Al identificarlos como desagradables, no desearemos volver a cometerlos.

5.-Admitimos ante Dios, nosotras mismas y otras mujeres, la exacta naturaleza de nuestros errores. Cuando ya estés consciente de tu problema, de los errores que cometiste y a los extremos que llegaste por haberte vuelto dependiente emocional, es tiempo de hablarlo y reconocerlo ante otros.

6.-Recuperamos la confianza en nosotras mismas. Tu problema de dependencia no te permitía hacer nada por tí misma, siempre lo hiciste por alguien más. De ese modo te sentías "segura" en tu zona de confort y no tuviste que enfrentarte a una adaptación de entorno. Más simple: Si dejaste de ir al supermercado porque tu pareja hacía las compras...¡sal y hazlo tú cuanto antes!!. Liberarte de tus malos hábitos es parte del proceso de sanación. Si abandonaste a tus amigos, ponte en contacto de inmediato con ellos (es una excelente forma de recomenzar una vida, créemelo), ve a citas y vuelve a disfrutar de todas las cosas que dejaste de hacer. Es tiempo de retomar tu estilo de vida....¡¡libre!!.

7.-Recordemos que todavía necesitamos ayuda. Una cosa es retomar tu vida, cambiar de hábitos, recuperar la confianza en tí, pero otra muy distinta es pensar que te encuentras completamente curada. Tienes que recuperar al 100% tu dignidad, no busques una recaída.

8.-Hacemos una lista de las personas a quienes dañamos, e intentamos compensar a todos ellos. Éste es uno de los pasos formidables del tratamiento. Se necesita mucho valor para aceptar haber herido a alguien pero todavía se requiere de más para pedir perdón. No se trata de reparar daños, sino de aceptar haber hecho algo mal y saldar deudas emocionales con aquellos que alejamos por la vida que llevamos en esa relación. Se trata de las personas más allegadas a tí, y que por alguna razón se distanciaron. Al estar dispuesta a reconocer los propios errores y a repararlos es un signo de madurez.

9.-Disfrutamos de los lazos que volvimos a estrechar. No será fácil, de hecho al principio va a existir la sombra de lo que sucedió, pero con la convivencia ese recuerdo se irá disipando hasta extinguirse por completo...Sabrás que tu esfuerzo ha valido la pena, y que en realidad nunca has estado sola.

10.-Volvemos a hacer un inventario personal y si volvimos a equivocarnos, lo admitimos. Para no repetir errores pasados debemos mantenernos en un estado de alerta. Es preferible que realicemos un inventario periódicamente, con el fin de saber si volvimos a cometer un error pasado de forma inconsciente. Admitir errores actuales que estén vinculados con los anteriores es un modo adelantado de corregirlos.

11.-Recuperamos las ansias por la vida y sus placeres. Los placeres de la vida son los logros que a beneficio nuestro conseguimos: ganar un premio, ser reconocidas en nuestro trabajo o en nuestra escuela, escribir un artículo o algo similar. Estos pequeños logros alimentan nuestra autoestima. Trázate objetivos o metas para que los cumplas poco a poco, verás que tendrás muchas satisfacciones. Una mujer dependiente pierde el interés y el gusto en estos placeres. Si has llegado hasta este punto, podrás darte cuenta que es ahora cuando tu vida tiene un sentido formidable; acabas de recuperar a tus seres queridos, sabes distinguir entre lo que te conviene y lo que no, y lo mejor de todo: has comenzado a trazarte metas que te llevarán a ser mejor persona. Estás lista para dar el siguiente y último paso en tu recuperación.
12.-Seamos un ejemplo para las demás. Si llegaste a este punto es porque realmente conseguiste un cambio...¡¡lograste despertar!!. Tu responsabilidad ahora es ser un modelo para las demás mujeres que aún se encuentran sumergidas en esas relaciones y que las han ido destruyendo lentamente. A veces, la mujer que logra recuperarse tiende a ser más perceptiva para notar problemas de dependencia emocional (adicción a relaciones destructivas) cuando apenas se están gestando. Si conoces a una mujer en la misma situación de la que tú pudiste salvarte, no la confrontes, sé astuta y hazle ver que vive en un error. Recuerda que la confrontación sería lo peor que hicieras, pues podrías asustarla y alejarla (lo mismo que a tí te pasó con quienes trataron de alertarte).

El éxito en la recuperación de mujeres adictas a relaciones destructivas ha consistido en:
  • Asistir a un grupo de autoayuda
  • Terapia Psicológica (según evaluación previa)
  • Seguir el Programa de Doce Pasos
  • Reuniones con otras mujeres donde pueden sentirse libres de hablar del mismo tema
Como siempre, solamente tú sabrás cómo y cuándo reconocer que tienes un problema, así como la manera de resolverlo. Estos consejos son fuerzas terapéuticas que han sido comprobados en muchos casos....pero la última decisión la tienes TÚ!!!

Aportación:
El silencio, nos hace Cómplices!!
No seas solo uno mudo espectador mas....
les invito a unirse , gracias.
Solo Pon me gusta en la página, cariños

martes, 8 de octubre de 2013

No Bromear Con el Maltratador

Algunas Víctimas, a veces intentan bromear con el Maltrato haciendo comentarios graciosos, como una forma de ignorarlo o para buscar alguna clase de complicidad con el Maltratador. Sin embargo, ello no sólo no suele evitar el problema sino que incluso suele reforzarlo, ya que quien responde con bromas ante una agresión da lugar a entender que no se respeta a sí mismo como persona o, incluso, al propio Maltratador. Ante el Maltrato jamás debe bromearse, ni siquiera la propia Víctima.

Por ejemplo, es el caso del niño que se hace el gracioso tras ser insultado o amenazado por un compañero de colegio. Ello puede hacer que éste parezca más despreciable, ridículo, etc. y, por lo tanto, más merecedor de recibir "castigo" correspondiente.

Fuente:
Campaña Por La No Violencia Contra Las Mujeres


domingo, 29 de septiembre de 2013

¿ Sabías que tú vales mucho y eres especial ?

¿ Sabías que tú vales mucho y eres especial ?

Qué especial eres tú...
que tu presencia es un regalo para el mundo
que eres una persona única y diferente a todas las demás.

Que tu vida puede ser lo que tú quieres que sea.

Vívela un día a la vez.

Cuenta tus bendiciones
no tus problemas
y verás cómo irás saliendo adelante.

Hay tantas respuestas dentro de ti
Comprende, sé valiente, sé fuerte.

No te impongas límites,
tus sueños están esperando hacerse realidad.

No dejes tus decisiones importantes al azar
esfuérzate por llegar a la cima, a tu meta,
y a tu premio.

Nada hace perder más energía que las preocupaciones
Mientras más tiempo llevas un problema, más pesado se vuelve.

No te tomes las cosas demasiado en serio
Vive la vida con serenidad, no con lamentaciones.

Recuerda que un poco de amor puede durar mucho tiempo
Recuerda que bastante amor puede durar para siempre.

Recuerda que la amistad es una sabia inversión.
Los tesoros de la vida son las personas... cuando están juntas.

Que tengas salud, y esperanza, y felicidad,
Tómate el tiempo para pedir un deseo a una estrella.
Y no te olvides, ni por un día...
¡Lo especial que TÚ eres!




sábado, 24 de agosto de 2013

Violencia de pareja y violencia sexual contra la mujer

Datos y cifras

  • La violencia contra la mujer -especialmente la ejercida por su pareja y la violencia sexual- constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos de las mujeres.
  • En un estudio multipaís de la OMS, el 15%-71% de las mujeres de 15 a 49 años refirieron haber sufrido violencia física y/o sexual por parte de su pareja en algún momento de su vida.
  • Estas formas de violencia pueden dar lugar a problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva y otros problemas de salud, y aumentar la vulnerabilidad al VIH.
  • Entre los factores de riesgo de comisión de actos violentos cabe citar un bajo nivel de instrucción, el hecho de haber sufrido maltrato infantil o haber presenciado escenas de violencia en la familia, el uso nocivo del alcohol, actitudes de aceptación de la violencia y las desigualdades de género.
  • Entre los factores de riesgo de ser víctima de la pareja o de violencia sexual figuran un bajo nivel de instrucción, el hecho de haber presenciado escenas de violencia entre los progenitores, la exposición a maltrato durante la infancia, y actitudes de aceptación de la violencia y las desigualdades de género.
  • En entornos de ingresos altos, hay ciertos indicios de la eficacia de los programas escolares de prevención de la violencia de pareja (o violencia en el noviazgo) entre los jóvenes.
  • En los entornos de ingresos bajos, aparecen como prometedoras otras estrategias de prevención primaria, como la microfinanciación unida a la formación en igualdad de género y las iniciativas comunitarias dirigidas contra la desigualdad de género o tendentes a mejorar la comunicación y las aptitudes para las relaciones interpersonales.
  • Las situaciones de conflicto, posconflicto y desplazamiento pueden agravar la violencia y dar lugar a nuevas formas de violencia contra las mujeres.

Introducción

Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como "todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada".
La violencia de pareja se refiere al comportamiento de la pareja o ex pareja que causa daño físico, sexual o psicológico, incluidas la agresión física, la coacción sexual, el maltrato psicológico y las conductas de control.
La violencia sexual es cualquier acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual u otro acto dirigido contra la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de su relación con la víctima, en cualquier ámbito. Comprende la violación, que se define como la penetración, mediante coerción física o de otra índole, de la vagina o el ano con el pene, otra parte del cuerpo o un objeto.

Alcance del problema

Las estimaciones más precisas de la prevalencia de la violencia de pareja y la violencia sexual en entornos sin conflictos son las proporcionadas por encuestas poblacionales basadas en el testimonio de las víctimas. En un estudio de la OMS sobre la salud de la mujer y la violencia doméstica contra la mujer (WHO multi-country study on women’s health and domestic violence against women) realizado en 10 países, en su mayoría en desarrollo, se observó que en las mujeres de 15 a 49 años:
  • entre el 15% de ellas en el Japón y el 70% en Etiopía y el Perú referían haber sufrido a lo largo de su vida violencia física o sexual perpetrada por su pareja;
  • entre un 0,3% y un 11,5% referían haber sufrido violencia sexual perpetrada por alguien que no era su pareja después de cumplidos 15 años;
  • la primera experiencia sexual había sido forzada en muchos casos (17% en la Tanzanía rural, 24% en el Perú rural, y 30% en zonas rurales de Bangladesh).
La violencia de pareja y la violencia sexual son perpetradas en su mayoría por hombres contra mujeres y niñas. El abuso sexual infantil afecta a niños y niñas. En los estudios internacionales realizados, aproximadamente el 20% de las mujeres y el 5%-10% de los hombres refieren haber sido víctimas de violencia sexual en la infancia.
Los estudios poblacionales sobre la violencia en las relaciones entre los jóvenes («violencia en el noviazgo») indican que este problema afecta a una proporción considerable de la población joven. Por ejemplo, en un estudio realizado en Sudáfrica entre personas de 13 a 23 años, el 42% de las mujeres y el 38% de los hombres refirieron haber sido víctimas de violencia física en el noviazgo.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de violencia de pareja y violencia sexual son de carácter individual, familiar, comunitario y social. Algunos se asocian a la comisión de actos de violencia, otros a su padecimiento, y otros a ambos. Entre los factores de riesgo de ambas, violencia de pareja y violencia sexual, se encuentran los siguientes:
  • un bajo nivel de instrucción (autores de violencia sexual y víctimas de violencia sexual);
  • la exposición al maltrato infantil (autores y víctimas);
  • la experiencia de violencia familiar (autores y víctimas);
  • el trastorno de personalidad antisocial (autores);
  • el uso nocivo del alcohol (autores y víctimas);
  • el hecho de tener muchas parejas o de inspirar sospechas de infidelidad en la pareja (autores);
  • las actitudes de aceptación de la violencia (autores y víctimas).
Entre los factores asociados específicamente a la violencia de pareja cabe citar:
  • los antecedentes de violencia (autores y víctimas);
  • la discordia e insatisfacción marital (autores y víctimas).
Y entre los factores asociados específicamente a la violencia sexual destacan:
  • la creencia en el honor de la familia y la pureza sexual;
  • las ideologías que consagran los privilegios sexuales del hombre, y
  • la levedad de las sanciones legales contra los actos de violencia sexual.
La desigualdad de la mujer con respecto al hombre y el uso normativo de la violencia para resolver los conflictos están estrechamente asociados tanto a la violencia de pareja como a la violencia sexual ejercida por cualquier persona.

Consecuencias para la salud

La violencia de pareja y la violencia sexual producen a las víctimas supervivientes y a sus hijos graves problemas físicos, psicológicos, sexuales y reproductivos a corto y a largo plazo, y tienen un elevado costo económico y social.
  • Entre los efectos en la salud física se encuentran las cefaleas, lumbalgias, dolores abdominales, fibromialgia, trastornos gastrointestinales, limitaciones de la movilidad y mala salud general. En algunos casos se producen traumatismos, a veces mortales.
  • La violencia de pareja y la violencia sexual pueden ocasionar embarazos no deseados, abortos provocados, problemas ginecológicos, e infecciones de transmisión sexual, entre ellas la infección por VIH. La violencia de pareja durante el embarazo también aumenta la probabilidad de aborto espontáneo, muerte prenatal, parto prematuro y bajo peso al nacer.
  • Estas formas de violencia pueden ser causa de depresión, trastorno de estrés postraumático, insomnio, trastornos alimentarios, sufrimiento emocional e intento de suicidio.
  • La violencia sexual, sobre todo en la infancia, también puede incrementar el consumo de tabaco, alcohol y drogas, así como las prácticas sexuales de riesgo en fases posteriores de la vida. Asimismo se asocia a la comisión (en el hombre) y el padecimiento (en la mujer) de actos de violencia.

Repercusión en los niños

  • Los niños que crecen en familias en las que hay violencia pueden sufrir diversos trastornos conductuales y emocionales. Estos trastornos pueden asociarse también a la comisión o el padecimiento de actos de violencia en fases posteriores de su vida.
  • La violencia de pareja también se ha asociado a mayores tasas de mortalidad y morbilidad en los menores de 5 años (por ejemplo, por enfermedades diarreicas y malnutrición).

Costos sociales y económicos

Los costos sociales y económicos de este problema son enormes y repercuten en toda la sociedad. Las mujeres pueden llegar a encontrarse aisladas e incapacitadas para trabajar, perder su sueldo, dejar de participar en actividades cotidianas y ver menguadas sus fuerzas para cuidar de sí mismas y de sus hijos.

Prevención y respuesta

En la actualidad hay pocas intervenciones cuya eficacia se haya demostrado mediante estudios bien diseñados. Son necesarios más recursos para reforzar la prevención de la violencia de pareja y la violencia sexual, sobre todo la prevención primaria, es decir, para impedir que se produzca el primer episodio.
Respecto a la prevención primaria, hay algunos datos correspondientes a países de ingresos altos que sugieren que los programas escolares de prevención de la violencia en las relaciones de noviazgo son eficaces. No obstante, todavía no se ha evaluado su posible eficacia en entornos con recursos escasos. Otras estrategias de prevención primaria que se han revelado prometedoras pero deberían ser evaluadas más a fondo son por ejemplo las que combinan la microfinanciación con la formación en materia de igualdad de género, las que fomentan la comunicación y las relaciones interpersonales dentro de la comunidad, las que reducen el acceso al alcohol y su uso nocivo, y las que tratan de cambiar las normas culturales en materia de género.
Para propiciar cambios duraderos, es importante que se promulguen leyes y se formulen políticas que protejan a la mujer; que combatan la discriminación de la mujer y fomenten la igualdad de género, y que ayuden a adoptar normas culturales más pacíficas.
Una respuesta adecuada del sector de la salud puede ser de gran ayuda para la prevención de la violencia contra la mujer y la respuesta consiguiente. La sensibilización y la formación de los prestadores de servicios de salud y de otro tipo constituyen por tanto otra estrategia importante. Para abordar de forma integral las consecuencias de la violencia y las necesidades de las víctimas y supervivientes se requiere una respuesta multisectorial.

Respuesta de la OMS

En colaboración con varios asociados, la OMS:
  • reúne datos científicos sobre el alcance y los distintos tipos de violencia de pareja y violencia sexual en diferentes entornos, y apoya los esfuerzos desplegados por los países para documentar y cuantificar esa forma de violencia y sus consecuencias. Esto es fundamental para comprender la magnitud y la naturaleza del problema a nivel mundial.
  • refuerza las investigaciones y la capacidad de investigación tendentes a evaluar las intervenciones con que se afronta la violencia de pareja
  • elabora orientaciones técnicas basadas en datos científicos sobre la prevención de la violencia de pareja y la violencia sexual, y fortalece las respuestas del sector de la salud a ese fenómeno.
  • difunde información y apoya los esfuerzos nacionales tendentes a impulsar los derechos de las mujeres y a prevenir la violencia de pareja y la violencia sexual contra la mujer y a darle respuesta; y
  • colabora con organismos y organizaciones internacionales para reducir o eliminar la violencia de pareja y la violencia sexual en todo el mundo.
Fuente: Organización Mundial de la salud