Muchas son las causas que pueden llevar a las mujeres a afrontar la difícil tarea de la maternidad en solitario: en algunas ocasiones se tratará de una decisión propia, mientras que en otras será el destino quien otorgue este importante papel
Iniciarse sola en la maternidad es una realidad que ha experimentado un considerable aumento en los últimos años, una nueva organización familiar que se está desarrollando con fuerza en las sociedades modernas. Aunque a lo largo de todas las épocas, estar embarazada siendo soltera, sin tener pareja o viviendo con los padres es algo que ha estado mal visto y duramente criticado, cada día son más las mujeres que se inician solas en la gran aventura de la maternidad por muy diversos motivos. Unas deciden tener un hijo y criarlo solas a través de la adopción o la inseminación, sin embargo, a otras les toca vivir esta situación por otras difíciles circunstancias, como puede ser el abandono o desentendimiento por parte del padre del futuro bebé.
Madre sola en cifras
Según un reciente estudio del Instituto de la Mujer que investiga la maternidad en solitario en España, “Madres solas por elección. Análisis de la monoparentalidad emergente. 2004-2007”, el número de mujeres que deciden ser madres en solitario no para de crecer, habiéndose multiplicado casi por 13 en los últimos 30 años, pasando de un 2,03 a un 26%. Este estudio analiza los procedimientos que utilizan estas mujeres para iniciarse en la maternidad, tanto la adopción como la inseminación, y el perfil de estas mamás. Según indica este informe, las madres solteras por elección suelen ser mujeres de entre 35 y 45 años, estando su inmensa mayoría activas laboralmente y en posesión de estudios universitarios, logrando así unos ingresos de entre 20.000 y 30.000 euros anuales.
Una misma aventura, distintas circunstancias
Ser mamá supone un gran cambio en la vida de cualquier mujer, un periodo de transición lleno de nuevos retos, emociones, dificultades y, cómo no, momentos increíbles. Son en estos momentos en los que piensan muchas de las mujeres que deciden, por su propia voluntad, aventurarse en la maternidad gracias a la adopción o a la inseminación artificial. Muchas pueden ser las razones que lleven a estas mujeres a tomar este importante paso, desde querer ser madre a pesar de no tener pareja, hasta no querer compartir la vida con un hombre sin querer privarse de este bonito cambio.
Aunque algunas mujeres deciden ser madres en solitario por decisión propia, a otras les toca vivir esa increíble aventura por azar u otras difíciles circunstancias.
Sin embargo, muchas otras mujeres ven este periodo mucho más oscuro, ya que ellas no decidieron vivir la maternidad en solitario sino que por azar o diversas circunstancias de la vida, tienen que acabar solas haciéndose cargo de esta gran responsabilidad. Una inesperada ruptura antes o después de conocer la situación del embarazo, o una enfermedad que incapacite al padre, entre otras causas, pueden llevar a que la madre tenga que criar sola al pequeño. Aunque es cierto que la presencia del padre y compartir la educación del niño juntos es una gran fuente de apoyo para la madre, tanto instrumental y económica como emocional, ya que le tendrás a tu lado para compartir los buenos y malos momentos; también lo es saber que son muchas las mujeres que criaron solas a sus hijos en el pasado, en peores situaciones y con una sociedad que les miraba despectivamente. No obstante, hoy las cosas han cambiado, y criar a un hijo sola es difícil, pero no imposible, sobre todo si tenemos el apoyo, cariño y comprensión de quienes más nos quieren.
¿Cuáles son las principales dificultades?
• La sobrecarga y el exceso de responsabilidad son características propias de las madres solteras, ya que tienen que sacar adelante solas al pequeño asumiendo las funciones de madre-padre, domésticas, laborales, educativas, etc., sintiéndose así sobrecargadas de responsabilidades y sin tiempo para ellas mismas.
• La principal dificultad a la que las madres solteras tienen que enfrentarse es la economía. Al no disponer de la ayuda del padre, los ingresos serán considerablemente menores, siendo más complicado hacer frente a los gastos que supone un bebé o un niño. Además, frecuentemente, tampoco reciben la pensión por parte del padre, dificultando más aún la situación.
• Las madres solteras, si no disponen de trabajo, no tienen tantas posibilidades para elegir empleo, ya que tendrán que cuidar de su bebé y las necesidades serán mayores.
• Sin embargo, una de las principales preocupaciones de las madres solteras es qué le dirán al pequeño cuando pregunte por su padre. Ante esta situación hay que decirle la verdad, pero siempre adecuada a su edad y sin dar demasiados detalles. Para que tu hijo confíe en ti, hay que decirle siempre la verdad, ayudándole a entenderla.
Una de las principales dificultades a la que las madres solteras tienen que hacer frente es la economía, ya que en estas familias monoparentales los ingresos son menores complicando así la situación y la manutención del pequeño
¿Cómo afrontar el embarazo en solitario?
Tanto la falta de ayuda por parte del padre en la educación del pequeño, como de apoyo emocional a la madre, son factores que no facilitan esta nueva experiencia en la que se ha embarcado la madre en solitario, una experiencia que estará marcada por los retos, las responsabilidades y, también, por los buenos momentos que irá viviendo junto al recién nacido. La falta de la figura paterna no impedirá en ningún momento que disfrutes al 100% de tu pequeño, sino que, al contrario, estaréis más unidos debido al tiempo y las situaciones que viviréis ambos juntos. Sin embargo, si quieres afrontar el embarazo de la mejor manera posible puedes llevar a cabo una serie de consejos que te ayudarán en tu labor como madre:
• Piensa en el momento del parto y en las primeras semanas de vida de tu bebé, en todo aquello que vais a necesitar durante los primeros días. Organízate, así evitarás el agobio y el estrés.
• El hecho de no tener pareja no significa que vayas a estar sola durante el embarazo, el parto y la educación del pequeño. Tus familiares, amigos e incluso vecinos pueden ayudarte en todo lo necesario, seguro que están encantados en echarte una mano, sobre todo los primeros días, en los que estarás muy sensible y agotada. Apóyate en tus más allegados para sobrellevar la situación, o incluso en un psicólogo si es necesario. Además, puedes elegir a alguien que te apoye emocionalmente en las clases de preparación y durante el parto. Asimismo, debes saber que la figura masculina es muy importante para los más pequeños, pudiendo pedirle a algún familiar, tu padre, hermano, etc., que sea quien lleve esta responsabilidad ante tu hijo y pueda compensar la carencia afectiva, en este sentido.
• Deberás pensar también en cómo será tu vida tras la vuelta a la normalidad ¡y al trabajo! ¿Quién se hará cargo del pequeño? En estos casos, suelen ser los abuelos los que más ayuda prestan, sin embargo, sería una buena idea que aprovecharas durante el embarazo para buscar una guardería que consideres adecuada para tu hijo, así evitarás el estrés de hacerlo con prisas y agobios.
• Confía en ti misma y sé segura, así se lo transmitirás también al bebé. Muchos son los niños que crecen sin padre o en un núcleo familiar incompleto, lo que no supone dificultad alguna para que tengan un desarrollo y crecimiento normal y saludable.
• Cuando tu hijo empiece a preguntar por su papá, cuéntale la verdad pero sin detalles. Dile que su familia no es como las demás, pero que eso no es nada malo, sino que, al contrario, todo el mundo le quiere por haber llenado de alegría vuestras vidas. Bríndale cariño y amor mientras le explicas esto, así generarás en él seguridad y confianza; pero, ante todo, no le mientas, por más dura que sea la verdad, hay muchas maneras de decir las cosas.
• Tampoco debes hablar mal de su padre, intenta contarle siempre cosas positivas. Cuando tu pequeño crezca será él quien saque sus propias conclusiones.
• Las madres que crían a sus hijos solas tienden a sobreprotegerlos, algo que no es bueno, ya que cuando vaya a la guardería y al colegio, se encontrará con la realidad. Por ello, intenta explicarle las cosas lo más claramente posible.
• Dedica cierto tiempo para ti misma. Puedes hacerlo cuando acuestes a tu pequeño, siempre que no prefieras irte a descansar después de un día agotador. Haz cualquier cosa que te guste: ve la televisión, lee un libro, escucha música,… cualquier cosa que te haga sentirte bien.
• Nunca pienses que conseguir rápidamente una pareja será lo mejor para tu pequeño y se resolverán así todos tus problemas, ya que estas relaciones suelen acabar en fracaso. Tómate tu tiempo.
• No pienses que no debes reñir ni castigar a tu hijo porque ya esté sufriendo demasiado por no tener un papá. Hay que ponerle límites y castigarle si es necesario, ya que nunca se sufre por lo que no se tuvo.
• Por último, recuerda que ser mamá en solitario no significa ser una superheroína. Debes asumir tus nuevas responsabilidades, pero siendo consciente de que tienes limitaciones y de que no debes sobrecargarte. Así, disminuirás el nivel de ansiedad y de autoexigencia, pudiendo cuidar mejor a tu pequeño y disfrutar de todos los buenos y felices momentos que conlleva la maternidad.
Redacción: Silvia Paredes
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