Qué complicadas son a veces las relaciones con hijos, sobre todo la relación madre hijo (las madres siempre sentimos que lo damos todo y claro, luego viene la adolescencia con desafíos…)
Recuerdo esta situación con mi hijo frente al ordenador:
- Yo: Es hora de dormir
- Mi hijo: Solo un poco más…
- Yo: Mañana tienes que ir a clase…
- Mi hijo: (sin hacer caso de mis palabras, ensimismado frente al computador y con los auriculares puestos)
En alguna ocasión, y en un despiste suyo, me hice con el dichoso aparato y lo puse debajo de mi almohada, con la cabeza encima, dispuesta a que solo pasaran por encima de mi cadáver si quería hacerse con él.
Ahora lo recuerdo y me pregunto qué estaría pensando mi hijo viendo la situación. ¿Es esa una forma de educar? Me refiero a la educación en el sentido de poner pilares profundos en el corazón de nuestros hijos.
La respuesta es no.
Las relaciones con hijos en estas edades se sustentan con hilos frágiles. Las frases de padres a hijos adolescentes, los consejos a hijas rebeldes…no mejoran nuestra comunicación con ellos, ni arreglan los problemas que nos preocupan.
Voy a decirte cuál fue la manera que encontré para acercarme a mis hijos, de conseguir la amistad que yo añoraba, de comprender sus objetivos y de ayudarles a enfocarse en conseguirlos, en definitiva de situar a otro nivel nuestra relación dando un giro de 180º.
El único modo de pasar de un estado en el que sientes que tienes hijos rebeldes con los que no puedes comunicarte, que no tienen en cuenta lo que les dices ni valoran lo que has hecho por ellos, un estado en el que piensas y te preguntas qué es lo que va a pasar con su futuro y el tuyo….
…a un estado en el que sabes que las relaciones con tus hijos son de confianza; en el que ir detrás de ellos diciendo las típicas frases de padres a hijos adolescentes forma parte de vuestro pasado; en el que ellos sienten tu amor y tú el de ellos, en donde la buena comunicación es lo habitual…
El único modo de pasar de un estado a este otro es:
Siendo capaz de relajarte
Créeme cuando te digo que esta es el primer paso, el paso imprescindible para que, cualquier madre, mejore las relaciones con sus hijos, alcance esa amistad soñada y les ayude a lograr sus objetivos.
Y te digo esto con la autoridad que me otorga mi propia experiencia.
Pasos para adquirir confianza en ti misma y mejorar las relaciones con hijos:
Paso 1.- Cada vez que tengas conciencia de un problema, relaja todos los músculos que están, innecesariamente en tensión.
Paso 2. Cuando nos relajamos somos más creativos y mostramos nuestro amor hacia los hijos de manera más acertada, más inspirada.
En las relaciones padres e hijos la intuición juega un papel fundamental. Los músculos tensos te bloquean y te encierran en la situación difícil a la que en ese momento te enfrentas.
La tensión bloquea tu intuición y tu creatividad.
Para mí y para muchos cientos de personas, seguir una instrucción tan sencilla como esta ha supuesto un antes y un después en la relación con nuestros hijos.
¿Quieres dejar de tener ese nudo en la garganta, esa opresión en el pecho, esa confusión en tu mente, ese pesar cada vez que piensas en las relaciones con tus hijos, en ese aspecto concreto que te preocupa?…
Entonces empieza por relajarte porque es entonces cuando, al mismo tiempo, comenzarás a adquirir confianza en ti misma. Tú puedes solucionarlo, de modo que, cada vez que pensando en tus hijos sientas tensión, opresión, preocupación o confusión, ante los primeros síntomas:
Toma la decisión de relajarte ¡Empieza ya! ¡Hoy mismo!
INTÉNTALO. FUNCIONA.
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Sinceramente,
María José Cifuentes – Entrenadora Mental y Asesora Familiar
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