viernes, 2 de agosto de 2013

Cómo entender a tu hija de 15 años

Nada mejor que ver crecer a tu hija, con quien a lo largo de los años lograron consolidar una relación basada en el amor y confianza. Sin embargo, esa niña que ahora bordea los 15 años no puede evitar sentirse aturdida por los cambios que últimamente has notado en ella, incluyendo la construcción de su autoestima, que aunque parece una tarea titánica no es misión imposible, pues tú puedes ayudarle a lograrlo, no olvides que también pasaste por esta edad y sabes lo complicado que podría ser.

Punto clave. Quizás surgen preguntas como, ¿qué cambios va a experimentar mi hija en los próximos años? ¿Hasta qué punto debo darle libertad? ¿Cómo puedo ayudarle a mejorar la confianza en sí misma? ¿Es posible que se sienta influenciada por ciertos parámetros de belleza y cómo le ayudo a distinguir lo bueno y lo malo? ¿Qué pistas me pueden indicar que tiene algún problema grave? Ante ello, buscar información sobre las características de esta etapa sobre los cambios físicos, emocionales y demandas sociales que nuestros hijos atraviesan en su preparación para ser adultos, es la clave, asegura la psicóloga clínica, Lorena Ovando, del Gabinete Integrativo de Servicios Psicológicos (GIGEPSI).

Las emociones son normales. Lorena resalta que las emociones exageradas y variables así como cierta debilidad en su comportamiento son habituales, por ejemplo, pasan de la tristeza a la alegría o de sentirse los más inteligentes a los más ridículos con rapidez. Piden ser cuidados como niños y a los cinco minutos exigen que se les deje solos porque “no son niños”. Otro aspecto cambiante es la forma de expresar los sentimientos. Los besos y abrazos de la niñez pasan a leves gestos de cabeza. Las expresiones de afecto hacia la familia les pueden parecer ridículas (“cosas de niños”). Pero no desesperes, recuerda, que, son cambios en la forma de expresarse y no así, cambios en los sentimientos hacia sus amigos o familiares.

Padres y amigos. Recuerda que ambos roles (padres y amigo) se basan fundamentalmente en el respeto, confianza, comunicación y amor. Por lo tanto, ser comunicativos con la hija, darle confianza, comprenderlo, pero sobre todo ejercer el rol de la autoridad en ciertos momentos y al mismo tiempo, darle responsabilidades, favorecerá a lograr una mejor autoestima. Ahora bien, el hecho de que tu hija te considere su amigo, no significa que debas invadirle sus espacios como ser sus amistades, sus hobbies, etc. Porque esto no favorecería al fomento de su propio autocontrol e independencia, explicó el psicólogo clínico Christian Avilés

Fuente: El amor lo mas dulce 


jueves, 1 de agosto de 2013

¿Permitir el noviazgo en la preadolescencia?

El noviazgo en la preadolescencia suele ser una relación muy ilusionante, ya que, los chicos se encuentran viviendo cambios evidentes. La experimentación es una de las principales causas para que ellos se "arreglen". Sin embargo, también puede influir la presión social, la carencia de comprensión y afecto en la familia, además del bombardeo de imágenes de los medios visuales, señaló, la psicóloga Lorena Ovando del gabinete psicológico GEGIPSE.

¿Deberían tener novia?. La psicóloga explica que, ningún preadolescente debería involucrarse con una relación de pareja sin conocer lo que realmente implica establecerla. Además, dadas las características de la pubertad no se está listo para afrontarlo, porque,se corre el riesgo de vivir una experiencia poco satisfactoria ,lo cual, afectaría las relaciones futuras, resaltó.

Sea amigo de su hijo. La profesional, aconseja que ante esto, los progenitores deben tener una actitud de comprensión y reflexión, ya que, muchas veces los niños no solo están buscando pasar ratos agradables con la "novia" o el "novio", sino que pueden estar buscando esa comprensión y acogida que no encuentran en ellos. También, es probable que exista una confusión entre lo que significa el noviazgo y la forma en cómo muchas veces se relacionan.

Ante todo oriéntelos. La comunicación es lo principal. Hable con su hijo acerca de las relaciones de pareja, explicándole qué simbolizan, cómo funcionan y qué se espera de ellas. No utilice la crítica negativa. Además, no evite el tema de la exploración sexual, explique, sus consecuencias físicas, emocionales y sociales. Asimismo, no es buena idea prohibir, esto porque muchas veces la negación, solo llevará a esconder esta situación.

TransmÍtale confianza. Lo ideal es fomentar la información constante, en donde se genere un puente de comunicación entre ambos. "Que su hijo sienta que es capaz de escoger y que usted confía en que hará lo correcto. No olvide ser el ejemplo", dijo la psicóloga.

Fuente: El amor lo mas dulce

miércoles, 31 de julio de 2013

¿Estás en el colectivo de los padres “helicóptero”?

El fenómeno de los híper-padres o padres “helicóptero” está en expansión. Tanto nos hemos preocupado por apoyar a nuestros hijos, que podemos estar saboteando su crecimiento.

Los papás helicópteros permanecen inmóviles en el aire alrededor de sus hijos, evitando que pase cualquier influencia externa y previendo todo peligro; los sobreprotegen y se sienten orgullosos de su nivel de compromiso.

Por instinto maternal y paternal, los padres nos programamos a anticipar todas las necesidades y deseos de nuestros hijos. Padecemos el síndrome del “antes de”: “Antes de que se caiga; antes de que se lastime; antes de que repruebe”, etc.

Sin embargo, a veces exageramos. Con el afán de proteger a los hijos de todo, les privamos de la valiosa experiencia de equivocarse. Ser buen padre no es evitar todo posible fracaso o sufrimiento para nuestros niños, sino apoyarlos para que enfrenten retos y los conquisten.

En tu vida de papá o mamá, para dejar crecer a tu hijo, practica el auto control de la siguiente manera.

CONOCE LAS LIMITACIONES

Tuyas, de tu hijo y del ambiente.

En primer lugar, no puedes controlar todo. Tienes que darte cuenta que habrá ocasiones en que tú no estarás presente para proteger a tu hijo, y por lo tanto es necesario enseñarle a cuidarse a sí mismo.

Luego, tienes que conocer a tu hijo y saber de qué pie cojea. Respeta sus talentos y sus debilidades. Por ejemplo, si a tu hijo le cuesta trabajo orientarse no lo vas a dejar solo en un lugar desconocido porque se puede perder.

También debes conocer los ambientes en donde se desenvuelve tu hijo.

Aunque tú no puedes ir a la escuela con él, debes estar familiarizado con los maestros y las reglas para saber que es un lugar seguro, aunque no perfecto. Puedes esperar que haya supervisión, al mismo tiempo que sepas que tendrá que defenderse de vez en cuando.

Controla las siguientes obsesiones.

LA LIMPIEZA

Ningún niño se muere por ensuciarse. Al contrario. En edad preescolar, por ejemplo, los niños conocen el mundo por medio de sus sentidos, y el poder tocar y manipular diferentes texturas (pintura, gelatina, aceite, espuma de rasurar) les ayuda a aprender, si los padres se lo permiten.

Como papá o mamá también es importante liberarte de tus altos estándares de limpieza para permitir a los hijos ayudar con los quehaceres de la casa. Aunque no quede igual la recámara que cuando tú la hagas, deja que tu hijo limpie su propio espacio, para que aprenda a ser responsable.

La ropa perfecta. Si tú tienes un gusto exquisito para combinar colores y estilos en tu propia ropa, tendrás que frenarte las ganas de vestir a tu hijo como si fuera tu maniquí.

Desde edad temprana, es muy importante permitir que él tome algunas decisiones propias y escoger sus prendas (entre dos o tres opciones controladas por ti, si quieres) es una forma de practicar la autonomía y desarrollar sus propios gustos.

LA PROEZA FÍSICA

No puedes someter a tu hijo a un estándar de proeza física que está hecha para adultos. Puede participar en muchos deportes sin ser campeón olímpico. Ni siquiera debe importar si gana o pierde.

Los niños desarrollan su cuerpo y sus habilidades físicas por medio de la práctica, por ensayo y error. No puedes meterte a sus juegos o competencias exigiendo el éxito, sin permitir que se diviertan y aprendan.

LA PERFECCIÓN ACADÉMICA

Para que tu hijo aprenda a ser buen estudiante, hace falta la paciencia. Es importante gozar el proceso de descubrir conocimientos nuevos. Es valioso probar, equivocarse y volver a tratar.

Por lo tanto, los papás tienen prohibido arrancar hojas del cuaderno de la tarea o (¡Dios me libre!) volver a hacer lo que el niño hizo mal.

LA COMPETENCIA

Tal vez los papás estemos acostumbrados a competir en el mundo de los negocios, donde nuestra supervivencia puede depender de la capacidad que tenemos para ganar a los demás.

Sin embargo, nuestros hijos están en una etapa de desarrollo en la que la cooperación y la colaboración son su reto.

Sobre todo en casa, tu hijo debe sentirse cómodo con la seguridad que es aceptado incondicionalmente. No tiene que ganar ninguna carrera ni competencia para tener tu apoyo, cariño y ayuda inmediata.

RELÁJATE

Si tu hijo llora, no te alarmes. Es normal que a veces lloren los niños. Si se cae, se equivoca, pierde o hace el ridículo, ¿qué puede pasar? Es un niño que tiene el derecho de esperar paciencia y aceptación de parte de los adultos más importantes en su vida.

Entonces, con tu actitud tranquila enséñale a levantarse, a volver a tratar y a esforzarse aun más para alcanzar sus sueños. Hay tiempo.

También hay tiempo para ti. No eres perfecto, y puedes aprender a ser mejor papá o mamá, siempre y cuando hayas establecido la regla de la tolerancia en casa. Aprender a aceptar a los demás con sus cualidades, defectos y propias etapas de desarrollo es una lección valiosa.

DISFRUTA

Acepta a tu hijo como es, en este momento de su desarrollo y goza tu tiempo con él. Permite que cometa sus propios errores, que sufra sus propios desengaños y que descubra y escoja sus propios gustos y amigos.

Deja un poco de distancia entre tú y tu hijo para que los dos puedan respirar a gusto. Si tú confías en él y no te metes a corregir todo lo que hace, tendrá la confianza de acercarse a ti por voluntadasu propia.

Regala autonomía a tu hijo

Fuente: El amor lo mas dulce