lunes, 4 de marzo de 2013

La importancia del apresto en niños en edad pre-escolar

El apresto es básico para el ser humano porque se refiere al proceso de preparación que permanentemente se tiene ante cualquier actividad que se quiera iniciar.

Por ejemplo: si se quiere aprender a montar patines, se debe iniciar con mantener el equilibrio, luego se experimenta el rodar con ayuda de otro hasta que, paulatinamente, se va soltando y patina sin apoyo.

Cuando se trata de los más pequeños de la casa, el apresto se realiza en forma gradual y planificada para que realmente estimule y desarrolle procesos, habilidades y destrezas de pensamiento. Para lograrlo se deben abordar cuatro puntos básicos, el área socio afectiva, el área motora, el área cognitiva y el área de lenguaje.

Para preparar al niño en el tema de las relaciones humanas (primera área), la estimulación debe estar dirigida a conocer a otros pares y a relacionarse adecuadamente con ellos y con otras personas de su entorno, como es el caso de familiares y demás adultos significativos.

Esto se puede lograr a través de juegos, en los cuales se promuevan actividades en distintos ambientes físicos: parques, piscinas, playas, y se hagan conocer a los pequeños las normas y valores propios de estos espacios. Estos inicios de socialización le serán de utilidad al comienzo de la escolaridad, pues se sentirá cómodo en compañía de otros pares y de otros adultos que no son mamá y papá.

El área motora, específicamente la que corresponde a los segmentos gruesos del cuerpo, requiere de actividades orientadas al conocimiento de las partes del propio cuerpo, así como sus funciones. Para tal fin, es importante planear paseos a lugares donde los pequeños tengan la oportunidad de correr, subir y bajar escaleras alternando pies, arrojar y atajar pelotas, caminar, saltar, rodar por el suelo, mantener el equilibrio caminando sobre una línea, trasladar objetos grandes y pequeños o líquidos de un lado a otro.

Además los padres deben incentivar a los niños y a las niñas a la práctica de deportes. Estas actividades ayudan al pequeño a regular velocidades, a seguir ritmos, ubicarse en el espacio y a orientarse en éste, además lo inicia en la dominancia lateral que dará paso al desarrollo pleno de la lateralidad y direccionalidad, requisitos básicos para la disposición de letras y números en el plano gráfico en el inicio de la lectura, la escritura y el cálculo.

Conjuntamente con el desarrollo motor grueso, es primordial la estimulación de las partes finas del cuerpo, por tanto, los ejercicios tienen que enfocarse en la fortaleza de manos y dedos para lograr primero la prensión, luego la manipulación de objetos, posteriormente el desarrollo de una buena pinza fina y, finalmente, la tan anhelada pinza trípode que permitirá a los chicos sostener adecuadamente los instrumentos propios para el dibujo, la escritura y el coloreado.

Estos ejercicios dan paso a la coordinación ojo-mano, proceso que permite conjugar el movimiento propio con la visión, condición indispensable para las primeras actividades escolares como son: rasgar, cortar, pegar, colorear, enhebrar, punzar, garabatear, trazar líneas, letras, números, hasta llegar a la escritura formal.

Para preparar el desarrollo de procesos en el área cognitiva, padres y madres deben exponer a sus hijos al contacto con objetos concretos que tengan características de color, forma, tamaño, grosor y texturas que le permitan discriminar, identificar, clasificar y hacer relaciones de semejanzas y diferencias entre recursos.

Además, pueden organizar experiencias en distintos ambientes para que los pequeños se ubiquen en posiciones diversas dentro del espacio físico, observen y coloquen objetos en sitios asignados, describan recorridos mentales e identifiquen conceptos básicos: arriba-abajo, adelante-atrás, sobre-debajo, entre otros. También es posible poner en práctica pasatiempos que inviten a los niños a recopilar objetos para agruparlos, ordenarlos, contarlos y construir con estos.

Esta habilidad que desarrolla el pequeño de curiosear y explorar el ambiente, desarrolla la percepción, es decir la habilidad de entrenar los ojos para que distinga colores, formas, tamaños, esto le será de gran ayuda para lograr el reconocimiento de números y letras cuando llegue el momento de leer, escribir y calcular.

Finalmente, el lenguaje constituye el eje para el desarrollo de las demás áreas de apresto. Y como el lenguaje articulado se adquiere en la familia y se desarrolla progresivamente por la necesidad de comunicación, los adultos significativos más cercanos, deben procurar usarlo en forma apropiada y sin deformaciones desde que el niño y la niña nacen.

Por lo tanto, el lenguaje cotidiano debe incluir nociones de color, forma, tamaño y palabras descriptivas, esto convierte a los futuros escolares en buenos lectores. El contar historias y dramatizarlas, le permite al infante aprender a expresar su mundo interno y a desenvolverse con seguridad, estas son herramientas básicas para comprender lo que leen y ser capaces de transmitir emociones e ideas en forma oral y escrita.

Las nociones matemáticas son las primeras en adquirirse y están presentes en el lenguaje cotidiano cuando se expresan frases como: “un avioncito, dos avioncitos…”, a la hora de comer; “recoge todos tus juguetes”; “te voy a dar muchos besos” y en los juegos cuando hacemos que se agrupen elementos, se categoricen, y clasifiquen juguetes, prendas de vestir, entre otros.

Esta serie de habilidades y destrezas que los niños y niñas adquieren tanto dentro como fuera del hogar requieren de la madurez propia de la edad y son la base de los procesos complejos que se desarrollarán a plenitud en la llamada edad escolar.

Luego, serán los maestros y maestras quienes dentro de la rutina escolar, se encarguen de planificar actividades dirigidas a estimular el pensamiento lógico, crítico y reflexivo, a esto se le llama aprestamiento pedagógico porque hay una preparación emocional, social, intelectual, física y expresiva de los niños al ambiente escolar.

Lic. Nuria Ruiz Noguera
Psicopedagoga
Centro Desarrollo Humano Ciclo Vital

domingo, 3 de marzo de 2013

Educar un hijo adolescente independiente y autónomo


En el desarrollo natural de la vida, todos pasamos de la dependencia pasiva de cuando somos bebés y niños hasta la independencia activa de la fase adulta. En el medio del camino está la adolescencia. Por eso es muy importante aprender a educar a nuestros hijos adolescentes en la independencia y la autonomía.

Por eso es tarea de los padres propiciar y ayudar al joven a en su desarrollo personal, prepararlos para que progresivamente se valgan más por sí mismos y aprendan cada día más a pensar, sentir, valorar y actuar por cuenta propia y dirigir sus destinos.

Educar el adolescente a un proyecto de vida.

Es primordial para la formación de la personalidad del joven adolescente, establecer una jerarquía de valores y proponerse objetivos o metas que orienten y den sentido a su vida y que le permitan hacer elecciones, tomar decisiones y hacer planes de vida.

Para educar a los hijos adolescentes para que sean independientes y autónomos, los padres deberían proporcionarles asistencia, oportunidades, experiencias, valores, ejemplos y modelos que les posibiliten trazar un plan de vida. Un plan de vida abarca decisiones en diversas facetas de la vida: personales, familiar, social, vocacional y laboral. En cada una de estas áreas de la vida las situaciones concretas les plantean a las adolescentes opciones, encrucijadas, dilemas, ante los que deben tomar un rumbo, una ruta.

Hablamos de ayudar, no de obligar o decidir en nombre del hijo adolescente. No tenemos que decirles qué decisión tomar, sino preparar y formar a los hijos a pensar, juzgar y actuar por sí mismos, iluminándoles los caminos que enfrentan, por la mayor experiencia que tenemos los padres, pero animándoles para que escojan, asuman posturas y den los pasos responsables en sus vidas.
Fuente: http://guiajuvenil.com

México, principal consumidor de Refresco a nivel mundial

La Food Industry Development Centre Inc. (Food Centre) y la Universidad de Yale reportan que en México se consumen 163 litros per cápita de refresco de cola al año, lo cual significa que desplazó al primer lugar, que era Estados Unidos, cuyo registro es de 113 litros per cápita en ese mismo lapso, informó el Poder del Consumidor, organización civil.

Por ello, organismos de la sociedad civil enviarán a Margaret Chang, directora de la Organización Mundial de la Salud, en el marco de la Asamblea Mundial de la Salud, una queja contra el gobierno federal y la empresa Coca-Cola, por haber incumplido con los compromisos pactados de evitar la publicidad de alimentos y bebidas no recomendables a menores de 12 años.

“Estamos hablando de que superamos un record de consumo de refresco en menos
de cinco años a Estados Unidos, y por ello México tiene altas tasas de sobrepeso
y obesidad, es decir, 7 de cada 10 adultos y la diabetes se disparó a más de 15
millones”, dijo Alejandro Calvillo, director del Poder del Consumidor.

Y aunque Calvillo aclaró que en horarios infantiles ya no se pasan promocionales de gaseosas en los medios electrónicos, la empresa Coca-Cola ha diseñado toda una estrategia de usar héroes del pasado en su publicidad, supuestamente pensada en adultos, además de que en cada escuela coloca por lo menos ocho anuncios con su imagen.

La Asociación Internacional de Alimentos y Bebidas, que engloba a todas las empresas, acordó de manera voluntaria en 2008, con la OMS y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, sacar del aire y de la publicidad tradicional todos aquellos anuncios que resulten poco saludables para la salud infantil. De hecho todos los países miembros, entre los que se encuentra México, también se comprometieron a regular estas prácticas.

Sin embargo, dijo, en cinco años de firmarse el compromiso con la OMS, la empresa Coca-Cola y el gobierno mexicano incumplieron y, por ello, es que el consumo de refresco se elevó más de 30 por ciento, ubicando al país en primer lugar de consumo.

En zonas marginales de Guerrero, la gaseosa se ha convertido en la única fuente de hidratación debido a la falta de dotación y suministro de agua potable.

La queja dirigida a la OMS, aseguró, está sustentada en datos científicos y en los monitoreos de la Food Industry Development Centre Inc. (Food Centre) y la Universidad de Yale, que reportan que en México se consumen 163 litros per cápita al año, y se sobrepasó a Estados Unidos. Asimismo, otras empresas de cereales y de pan de dulce han incumplido.

La organización citó los reportes del Instituto Nacional de la Nutrición que establece que la población mexicana tiene uno de los índices más bajos de consumo de frutas y verduras, al ingerir 122 gramos de estos alimentos al día, mientras que lo recomendable es de 400 diarios. En niños apenas llega a 87 gramos, situación que ha contribuido al aumento de sobrepeso y obesidad.


Los contenidos de vitaminas y minerales mejoran la memoria y aumentan las defensas para prevenir enfermedades, además de aportar antioxidantes que reducen el riesgo de contraer algunos tipos de cáncer.

Los mexicanos gastan alrededor de 240 mil millones de pesos al año en la compra de comida chatarra y sólo 10 mil millones de pesos en el consumo de 10 alimentos básicos, como carne, fruta y verdura.

En el caso de los niños, dijo, la situación es alarmante ya que gastan más de 20 mil millones de pesos al año en la compra de dulces, refrescos y comida chatarra con los cinco y 10 pesos que les dan sus padres a diario durante el ciclo escolar.

El Grupo Coca Cola también ha fijado postura al considerar errónea la estrategia de “satanizar” el azúcar para erradicar el problema de la obesidad y sobrepeso en el país, ya que la principal fuente de incremento de kilogramos obedece a que se está consumiendo 40 por ciento más de grasas y carbohidratos de lo recomendado.

“La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación establece que los mexicanos consumen 3 mil 260 calorías diarias, en lugar de las 2 mil recomendadas, de las cuales 62 por ciento son de carbohidratos, 26 por ciento grasas y 12 por ciento proteínas. Los refrescos sólo aportan 6.6 por ciento de la ingesta calórica diaria, y aún incluyendo las bebidas alcohólicas, sólo abarca 293 calorías, es decir, 14.6% del consumo diario de carbohidratos recomendados”.


Fuente: Food Industry Development Centre Inc. (Food Centre). Universidad de Yale, EU . Periódico Milenio, Mayo 2012. Blanca
Valadez