martes, 23 de abril de 2013

Un buen regalo para tus hijos

Había un hombre que cada noche jugaba con su hijo. Cierto día, supo que tendría que trabajar horas adicionales hasta tarde en la noche, y deseaba darle a su pequeño algo que hacer.

Miró a su alrededor en su oficina y vio una revista con un gran mapamundi en la portada. Desprendió la portada con el mapa y con mucha paciencia lo partió en pequeños pedazos para llevárselo a su hijo.

Cuando llegó a su casa, el hijo corrió a su encuentro. El hombre le explicó que no podía jugar con él, pero que le había traído algo para hacer en su lugar. Colocó sobre la mesa todos los pedazos de papel y le explicó que era un mapa mundo.

Unos treinta minutos después el pequeño niño se acercó a su padre y le dijo:

- Bueno, ya lo terminé. ¿Podemos jugar ahora?

Sorprendido, el hombre fue a ver la obra de su hijo, y ciertamente allí estaba el mundo con cada pieza en su debido lugar.

-¡Es asombroso! ¿Cómo lograste hacerlo? -dijo el hombre.

-Fue muy sencillo. En la parte trasera de la página había una foto de un hombre. Cuando formé el rostro del hombre, el mundo entero ocupó su debido lugar -respondió el chico.

Uno de los grandes regalos que puedes darles a tus hijos es el deseo de aprender sobre el mundo que los rodea, sobre ellos mismos y sobre su Creador.

Mateo 7:7
Pedid, y se os dará, buscad
y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Vía Renuevo de plenitud 

lunes, 22 de abril de 2013

El dinero compra

Con el dinero se puede comprar

* La cama, pero NO el sueño.
* La comida, pero NO la digestión
* El libro, pero NO la inteligencia.
* El lujo, pero NO la belleza.
* Una casa, pero NO un hogar.
* El remedio, pero NO la salud.
* La convivencia, pero NO el amor.
* La diversión, pero NO la felicidad.
* El crucifijo, pero NO la fe.
* Un lugar en el cementerio, pero No el cielo

Preocúpate primero por las cosas de Dios…
no siempre te dará todo lo que pidas ¡pero siempre te dará todo lo que necesites!

Desconozco a su autor

jueves, 18 de abril de 2013

Deberes con los que deben cumplir nuestros hijos

Muchas veces queremos consentir a nuestros hijos, evitándoles que tengan cosas que hacer, como ayudar en las tareas del hogar, pero esto puede hacerles un daño cuando crezcan, porque no valorarán esas actividades ni las sabrán hacer, lo que es muy necesario al crecer. Si les enseñas desde niños, según sus capacidades, a trabajar en el hogar, aprenderán a hacerlo con entusiasmo y a valorarlo.

¿Enseñarles deberes hogareños?
Cuando somos adultos pensamos que muchas cosas serían más fáciles si las hubiéramos aprendido antes, o nos hubiéramos familiarizado con ellas. Siempre es mejor aprender las cosas de pequeño, siendo la responsabilidad una cualidad muy importante, que no debemos retrasar.

Los niños necesitan aprender que en la vida hay cosas que hacer, que aunque no nos gusten debemos hacerlas, así que es mejor aprenderlas y realizarlas con el mejor ánimo posible, como las tareas hogareñas, el cuidado de las mascotas, etc. No se trata de que los hijos hagan todo, sino que vayan aprendiendo y colaborando en el hogar, lo que les será de gran ayuda cuando vivan solos o en pareja.


¿Cómo enseñarles?
Lo primero es enseñar con el ejemplo. Si haces las labores hogareñas con entusiasmo, tu hijo verá que es divertido y con gusto te ayudará, sólo por el deseo de hacerte feliz, aunque eso ocurre si le enseñas a dejar de ser egoísta.

También puedes premiarlo cada vez que te ayude, o decirle “ayúdame a cocinar la torta que te gusta”, o hacer un esquema de puntuaciones donde gane puntos al ayudar, lo que al cabo de un tiempo se transforme en un regalo. El incentivo es muy importante.


¿Todavía está muy pequeño?
A todas las edades puedes enseñarles algo a tus hijos, como por ejemplo, a los 2 años puedes aprovechar sus ganas de imitarte y de ordenar, y enseñarles con juegos que es divertido ordenar lo que se ha utilizado. Ya cuando están un poco más grandes (a los 4 o 5 años), puedes exigirles que realicen pequeñas tareas de las que ellos se encargarán, como limpiar la mesa, o ayudarte a llevar la bolsa del pan.

Ya sobre los 6 años, si les inculcaste el entusiasmo por ayudar, lo harán gustosos, pero en esta etapa la independencia y las ganas de hacer cosas para sí mismos puede ser mayor, por lo que tendrás que aplicar incentivos para enseñarles. Esta es la edad ideal para enseñarles a cuidar de otro ser, de una mascota, a plantar un árbol y a ayudar a botar la basura y doblar su ropa.

En la preadolescencia, si trabajaste bien, podrás tener a un hijo con ganas de ayudar, aunque a nadie le viene mal una recompensa de vez en cuando. Pero también tienes que hacerle entender que es parte de la unión familiar el colaborar para alivianarle el trabajo a los seres amados. Es una forma de demostrar amor el ayudarle a la mamá a colgar la ropa, o al padre a limpiar el coche, por lo que tienen que aprender a pensar en los demás y trabajar para la familia.

Si le enseñas estas pequeñas tareas a tus hijos les facilitarás el trabajo a futuro y les evitarás muchos problemas, ya que se suele repetir lo que se aprendió en la infancia y muchas personas no colaboran en las labores hogareñas, lo que trae grandes conflictos de pareja, o los puede afectar si viven solos y no saben hacer ni las tareas mínimas.

Y tú, ¿les enseñas a tus hijos a participar en el hogar? Recuerda que las tareas del hogar son lecciones de vida.

Fuente: Entre Padres