miércoles, 6 de febrero de 2013

12 Reglas de la Disciplina Autoconsciente

No pedimos a los niños que sean perfectos, que estén ahí sin molestar. Estamos dando forma a sus vidas, enseñándoles valores, enseñándoles respeto.La disciplina consciente consiste en hacer la vida previsible para tu hijo y fijar límites que le hagan sentirse seguro. Consiste en que tu hijo sepa qué puede esperar y qué se espera de él, en diferenciar lo que está bien de lo que está mal y en juicio de valores.

Esto consiste en enseñar al niño a obedecer una determinada serie de normas. Los niños pequeños no son malos a propósito, simplemente sus padres no les han ayudado a aprender la forma correcta de comportarse. En cambio cuando los padres crean estructuras externas para refrenar a sus hijos, les ayudan a desarrollar el control.La finalidad última de la disciplina consciente es ofrecer a nuestros hijos la posibilidad de aprender a tomar buenas decisiones, a ser responsables, a pensar por ellos mismos y a actuar de una manera socialmente aceptable. Nos preocupa sobre manera el hecho de que nuestros hijos crezcan sin una dirección correcta con parámetros y reglas claras establecidas que les permita abrir caminos fáciles hacia las diferentes situaciones que se le presentan en la vida, por este razón hemos realizado una compilación detallada de los aspectos más relevantes que hemos estudiado en nuestros módulos para que tu tengas una manera efectiva y concreta al aplicarlos con tus hijos. Te garantizo que no te fallarán!!!!

Los doce ingredientes de la disciplina consciente son:

1.- Se conscientes de tus propios límites y pon normas

Deja claro lo que esperás del niño, informándole previamente. Establece unos límites, unas normas y manténte firmes en ellas.

2.- Analiza tu propio comportamiento para ver que le estás enseñando a tu hijo.

La forma en que resolvemos una situación será la manera de mostrarle al niño en qué consiste controlar las propias emociones: establecer límites sin enfadarnos, actuar en vez de reaccionar, afrontar con serenidad las situaciones estresantes o en cambio si gritamos, somos maleducados, etc. nuestro hijo con toda probabilidad incorporará nuestro comportamiento a su repertorio particular.

3.- Escuchate para asegurarte de que eres tu quienes estás al mando, no tu hijo.

Ser padre significa estar al mando. Si llegado el caso después de intentar que tu hijo coopere, o de haber probado todos los trucos que te sugiero no te funcionan, debes ser tu quien tome las riendas.

Si dices cosas como “ mi hijo no me deja ….”, “mi hijo hace que yo haga….” “ mi hijo no me permite….” o algo parecido tu no estás al mando.

4.- Cuando sea posible planea con antelación; evita situaciones o circunstancias difíciles

Con niños muy pequeños que aún no poseen las habilidades cognitivas para entender por qué algo está fuera de los límites, es mejor evitar las situaciones más confilictivas. Evitad las situaciones que sean demasiado (demasiado ruidosa, demasiados niños, demasiado excitante, demasiada actividad, demasiado exigente como tenerle sentado más tiempo del que pueda soportar, que le exija demasiado físicamente como un largo paseo…). La palabra clave sería PLANIFICAR. La planificación previa quizá no resuelva todos los problemas pero está claro que puede aliviar los que se repiten siempre que aprendamos de ellos.

5.- Analiza la situación con los ojos de tu hijo

Lo que en un niño pequeño parece ser agresividad es simple curiosidad, falta de coordinación, dolor de dientes (y por eso te ha mordido…), o puede que esté exhausto o que simplemente hayás sido inconstante a la hora de marcarle los límites.

6.- Tu decides dónde y cuándo

Hay situaciones que requieren de una solución rápida. Usa tu juicio e ingenio, pero no busques excusas ni te pierdes en largas explicaciones.

7.- Ofrece opciones de final cerrado

Los niños pequeños suelen cooperar más si se les da a escoger, porque eso les da sensación de control. En vez de amenazar o sobornar a vuestro hijo procura hacerle intervenir y que se sienta parte de la solución. “Qué quieres recoger primero, los cubos o los muñecos?”

8.- No tengas miedo a decir que no

Es importante que los niños entiendan que existe una amplia gama de emociones humanas, incluidas la tristeza, la ira y la exasperación. Si no les enseñamos a aceptar un no por respuesta estaremos condenando a nuestros hijos a un crudo despertar. Por lo tanto decir no cuando resulta necesario no les perjudica.

9.- Corta de raíz cualquier comportamiento no deseado

Detén a tu hijo antes de que actúe o en pleno acto. Es importante que ayudes a tu hijo a entender qué le ocurre cuando se porta mal. Pon nombre inmediatamente a su emoción “ya sé que estás (emoción)” para que la identifique. No le hagas sentir culpable por ello ni le acuses de ser malo, y deja que descubra que las emociones si bien no son incorrectas no sirven de excusa. Con esto enseñas a tu hijo a identificar y controlar sus emociones.

10.- Alaba el buen comportamiento y corrige o ignora el malo

Es más importante apreciar el buen comportamiento que reprimir el malo. Se conscientes de qué premias ofreciendo tu atención (lloriqueos, berrinches, quejas, gritos…) y deja de hacerlo si es así y elogia el buen comportamiento.

11.- No recurras al castigo físico

Porque es una solución momentánea, porque es injusto, porque le enseñas que la violencia está bien y fomenta la agresión.

12.- Recuerda que ceder no equivale a querer.

Si impones una disciplina consciente estas ayudando a tu hijo a darse cuenta de que cooperara es divertido y de que si se porta bien se siente mejor.

Si no ayudas a tu hijo a conocer los límites le estás haciendo un flaco favor, y no está aprendiendo a controlarse

Se constantes y claros en las normas. Te sentirás mejor contigo misma y con la clase de padres que eres, y por ende tu hijo se sentirá más seguro. Sabes cuáles son tus límites y te respeta por tener palabra. Te querrá por tu honestidad, y sabrá que cuando dices algo lo cumples.

Fuente: http://hijosypadres.wordpress.com

lunes, 4 de febrero de 2013

Violencia intrafamiliar

En un noticiero local mostraban las imágenes de un padre golpeado... y a mi mente llegaron tantas imágenes. En su rostro que ni siquiera podía abrir los ojos debido a los golpes que recibió de parte de sus hijos, se veía plasmada la ira, el enojo, la impotencia, cuánto dolor...

Las críticas hacia el incidente de más de una persona eran; es lo que merecía, ya era hora, pero... alguien se detuvo a pensar qué es lo que puede llevar a unos hijos a realizar esta clase de actos contra su propio padre?, o a un esposo contra su propia esposa o hijos?
El alcohol produce un deterioro mental tan severo que a medida que van pasando los años de consumo la persona pierde noción de las cosas que hace ya sea buenas o malas.
Los fundadores de AA eran nada más y nada menos que un corredor exitoso de bolsa y un médico cirujano a quienes el alcohol los gobernó hasta convertirlos en las personas más extrañas y lamentables. 

Cuentan ellos mismos que el Dr Bob, reconocido cirujano, no podía dejar de temblar debido a las grandes dosis de alcohol y cuando las evitaba tampoco podía dejar de temblar por la seca, comúnmente le llaman abstinencia, tenía que reprogramar una y otra vez las cirugías de sus pacientes.

Qué puede hacer que una persona con la formación en salud, que conoce todo lo que se debe hacer para vivir una vida saludable caer en esta situación?, pues nadie lo sabe, llamemoslo aprendizaje, en el caso del Dr Bob él aprendió que era impotente ante el alcohol y que el beber una sola gota le hacia daño y lo convertía en un ser desconocido para sí mismo, carente de valores y estima, y llevándolo al caso particular del padre golpeado podemos decir que tal vez esta situación que supera a toda su familia también la transforma al grado de convertirlos en personas violentas, lastimadas interiormente con deseos de manifestarse de algún modo ante el dolor que los embarga.

El alcoholismo es un problema de interés social no debe quedarse en sólo un problema doméstico que debe ser castigado o evitado deber atenderse desde todos los pilares sostenibles de la persona, salud mental, física, espiritual y social... 

Lamento y me duele ver en nuestra sociedad tantas manifestaciones de impotencia que no tienen otros rótulos más que "inadaptados" o "irresponsables", esto es más grave, es falta de amor, de estima, de comprensión...

Aprendamos a ver más allá de las circunstancias, no nos detengamos a criticar los actos, evaluemos por qué se generan, cuál es la fuente y actuemos.

Mary


domingo, 3 de febrero de 2013

¿Por qué y cuándo se suicida la persona?

Hay muchas maneras de matarse a uno mismo. Lo increíble, es que son muchos los seres humanos que viven en continuo suicidio sin saberlo y sin aceptarlo. Lo grave, es que con esta acción y actitud sí que consiguen aniquilar poco a poco su entorno, cumpliendo con una de los objetivos que se corresponden a los suicidan: crear dolor en los que le rodean y sentimiento de culpa. 

La soledad, el vacío emocional, el vacío espiritual, la falta de motivación, la frustración por metas objetivamente inalcanzables, la carencia de recursos para afrontar situaciones de conflicto, objetivos en la vida inexistentes que llevan a buscar experiencias degradantes a la dignada de la persona y que generan en ella misma sentimientos de culpa o que incrementan el vacío existencial; son los posibles por qué de la búsqueda de suicidio. 

Mientras que el consumo de sustancias tóxicas para el organismo, la abstención de solicitar asistencia, la negación de sí mismos, la negación de una realidad por no ser consciente de ella o del conflicto, la búsqueda de situaciones frustrantes o adversas consientes de ello; pueden ser el cuándo se opta por el suicidio. 

No soy quién para juzgar esta acción, pero sí tengo la necesidad de invitar a reflexionar sobre éste tema y a buscar alternativas para vivir una vida que aporte un mejor bienestar en general. La felicidad como tal puede que sea hasta una falacia, pero la suma de situaciones placenteras, de confort o de bienestar, sí que pueden llevar a momentos de felicidad.; estos, son momentos que se van renovando e intercalando con realidades que están en la mano de la persona transformarlas siempre en positivas, en resumen, aprendiendo de ellas.

Isabel Gómez