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jueves, 27 de noviembre de 2014

Acerca del condones

Hablarles a sus hijos acerca del sexo puede ser abrumador, sin importar qué tan cercanos sean. Pero hablar acerca de asuntos como la abstinencia, las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y la anticoncepción pueden ayudar a reducir el riesgo de embarazos no deseados en adolescentes o de que contraigan una ETS.

La American Academy of Pediatrics (AAP) apoya la educación sexual que incluye información tanto acerca de la abstinencia como del control de la natalidad. Las investigaciones han demostrado que esta información no aumenta el nivel de actividad sexual de los niños, sino que en realidad promueve y aumenta el uso apropiado de los métodos de control de la natalidad entre los adolescentes sexualmente activos.

Cómo y cuándo hablar acerca del sexo y del control de la natalidad es su elección. Proporcionar información es vital, pero también es inteligente decirles a los niños cuál es su opinión. Recuerde, al encarar estos asuntos como cualquier otro tema de salud, no como algo sucio o vergonzoso, aumentará las probabilidades de que sus hijos se sientan cómodos al acercarse a usted para plantearle preguntas y problemas. Por más incómodo que se sienta, conteste las preguntas con honestidad. Y si no sabe las respuestas, está bien decirlo, luego averiguarlas y volver a conversar con sus hijos.

Si tiene preguntas acerca de cómo hablar con su hijo o hija acerca del sexo, considere la posibilidad de consultarle al doctor de su hijo. A muchos padres esto les resulta difícil de enfrentar, y un doctor puede ofrecer una perspectiva útil.

¿Qué son los condones?

Los condones se consideran un método anticonceptivo de barrera. Hay condones masculinos y femeninos. El condón masculino es una funda fina (generalmente hecha de látex, un tipo de caucho) que recubre el pene. El condón femenino es una funda de poliuretano con un anillo flexible en cada extremo. Un extremo es cerrado y se coloca dentro de la vagina; el otro extremo es abierto y el anillo queda fuera de la cavidad vaginal. El condón masculino, también llamado "preservativo" o "profiláctico", se usa con mucha más frecuencia.

Fuente: Kids Health 

viernes, 25 de julio de 2014

Educación sexual en casa

Tengo una niña de 7 años, que empieza a tener muchas dudas de la sexualidad, quiere tocarme mis partes privadas por curiosidad. Quisiera saber exactamente como hablarle y cuanta información necesita, pues no quiero darle ni mucha ni poca, sino justo la necesaria para su edad.

La sexualidad infantil se expresa de diversas maneras. Casi todas las niñas y niños juegan a conocer su propio cuerpo, muestran inquietudes sobre el amor, los besos, cono nacen los niños y qué pasa cuando los adultos están solos. Estas son inquietudes que requieren una adecuada participación e información por parte de los papás. 

En este caso, conocer el cuerpo adulto tiene una función importante en la infancia: la diferenciación de lo que es ser "pequeño" y ser "grande". Lo que lleva al niño a querer explorar estas diferencias observando y tocando, preguntando sobre cada parte y queriendo compararlas.

Cuando se presenta esto con hijos pequeños, lo ideal es explicar qué es cada parte del cuerpo. Pero explicando que tanto niños como adultos los tienen, la diferencia está en que cuando se llegan a los 12 años estos empiezan a crecer, hasta llegar a tener casi la misma forma y tamaño de las de mami. Luego aprovechar a platicar sobre la privacidad e intimidad del propio cuerpo, y cómo éste también debe de cuidarse y respetarse, que nadie lo puede tocar y nosotros no podemos tampoco tocar las partes privadas de los demás.

La información que se debe dar a los 7 años dependerá de qué tanta curiosidad o preguntas esté exteriorizando. Generalmente en los colegios, a estas edades, ya les han enseñado un poco sobre el cuerpo; es bueno trabajar en conjunto, averiguar sobre los temas que se hablan en clase, para reforzarlos en casa.

Siempre es bueno tener libros de educación sexual en casa, hay variedad dependiendo de las edades. Para que estos funcionen bien hay dos formas de utilizarlos. Uno es que entre las dos vayan hojeando el libro, y así las dos aprenden. La otra forma, es dárselo a ella para que cuando surjan dudas las pregunten, y así usted, con otro libro de educación sexual para papás, le puede ir dando más información.

Otra forma divertida, sería tomar un tema al azar, hacer que ella lo lea y luego se lo explique a usted como si ella fuera la maestra. De esta forma se sabe cómo es que ella está tomando esta información.

Si ella empieza con preguntas o dudas, lo que siempre hay que tener en mente, es devolverles la pregunta. Es decir, preguntar qué es lo que ellos saben o suponen del tema, así solo corrobora, o da una idea de la información. Otra pregunta clave es saber dónde escucharon esa pregunta, o por qué la duda. Es una forma de poder ir guiando la información que ellos necesitan.

Lo importante en la educación sexual en casa, es que no se vea como tema prohibido, malo o negativo, ya que esto crea represiones y más curiosidad. Lo mejor es, como papás, estar informados antes de que ellos lleguen con preguntas. Y siempre crear un ambiente de confianza y respeto para hablar de todos los temas.

Yoshi Alcalá
Psicología y Sexualidad
Licda. Psicología Clínica
Conferencista en temas de Sexualidad

lunes, 14 de abril de 2014

¿Cómo hablar de sexo? (Parte 1)

Hoy estoy adentrándome en un tema un poco diferente de los que usualmente decido compartir con ustedes, pero he descubierto que en casa ha hecho falta mejorar la información acerca de ciertos aspectos de la sexualidad humana que me gustaría explorar para buscar puntos de convergencia y perderle el miedo a hablarlo.

Información en casa
Aun hoy, existe desinformación relacionada con este tema. Hombres y mujeres crecen con información incompleta que afecta a la forma en que se relacionan con la sexualidad. Por temor, no preguntan y los padres por vergüenza, no hablan.

Información en el colegio, escuela, servicio social
Es necesario que en el colegio se establezcan programas de educación sexual, que cubran las necesidades reales de los jóvenes que cada día empiezan su entrada a la adolescencia más temprano.

Es responsabilidad de todos
Aunque nos de pena, debemos hablarlo con las personas que amamos y nos aman. O por lo menos, buscar a un adulto que sea capaz de proveernos de las herramientas adecuadas para tener una sexualidad sana y feliz.

¿Es pecado?
Según algunas religiones, tener relaciones sexuales antes de o fuera del matrimonio, es pecado. Pero si somos realistas, la mayoría de las personas llegan a casarse con alguna experiencia sexual previa. Estoy de acuerdo que la Iglesia busca proteger a la población con la advertencia de "pecado"; pero encuentro que carecen de argumentos atractivos y convincentes para la mayoría de los jóvenes expuestos a la sociedad y a sus propios deseos, combinados con explosiones hormonales.

¿Por qué a pesar de mis advertencias, mi hij@ tiene relaciones sexuales?
Generalmente, en un alto porcentaje se da debido a ignorancia y curiosidad, una combinación explosiva y peligrosa. Además de aburrimiento, falta de comunicación en casa, exposición antes de tiempo como lo puede ser ver a sus padres teniendo relaciones sexuales, abuso sexual dentro del hogar, internet, tv, revistas, historias, descuido por parte de los cuidadores principales, silencio, secreto, violación, etc.

Pornografía como medio educativo
Por temor al tema del "sexo", nadie se hace cargo de educar como debe de ser. Porque es el tipo de situaciones en las que esperamos que alguien más se haga cargo de informar a niños, jóvenes y créanme: adultos. A falta de información, quien resulta siendo el educador por excelencia son las películas XXX. Y si creen que esto es bueno, les tengo una mala noticia: es terrible.

¿Por qué no pueden educarme las películas porno?
¡Porque no son reales! No dicen la verdad acerca de la sexualidad, es una distorsión enorme acerca del cuerpo humano, de las necesidades verdaderas de nuestro cuerpo, mente y corazón. La mujer generalmente es posicionada como un objeto y el hombre como un animal salvaje. Lo que generan es mucha confusión, desilusión a la hora de la verdadera experiencia con una pareja, distorsión de la realidad, baja autoestima, vergüenza acerca del propio cuerpo y de la actuación en la cama.

Fantasías
Algunas veces, las opciones que nos proponen las películas, historias de otros, el internet o las "patoaventuras" de algún amigo bueno para hablar, pueden generar fantasías en nosotros. El deseo sexual es sano y adecuado, las fantasías también. El problema es no saber diferenciar la realidad de la fantasía y perder de vista cuándo debemos detenernos y cuándo este bien actuar.

Dagmar Polasek
Psicología General
Licenciada en Psicología Clínica
Socia Fundadora de Colegio de Psicólogos

martes, 17 de diciembre de 2013

¿Cómo y cuándo hablar con su hijo sobre el sexo?

Hablar de sexo con alguien, y mucho más a su hijo, puede que le cueste..

Es posible que se sienta incómodo, avergonzado, o preocupado por darle a su hijo demasiada información, y demasiado pronto.

No permita que por éstas preocupaciones deje de darle a su hijo una buena educación sobre los hechos de la vida. Es muy importante que usted hable con su hijo sobre el sexo por muchas razones. Por ejemplo:

Su hijo escuchará las historias sobre sexo en el campo de juegos, en las películas, programas de televisión y en los medios de comunicación, esta información puede no ser exacta. Usted necesidad educarlos a ellos de forma que conozcan los hechos.

Ser consciente de sus cuerpos y el sexo desde una edad temprana significará que su hijo comprenda lo correcto de lo erróneo, y será capaz de identificar si un adulto se comporta de manera inadecuada o los toca.

Hablar abiertamente sobre el sexo le permita que su niño saber que pueden venir a usted si tienen alguna inquietud.

Debe debatir cuestiones tales como el embarazo y las infecciones de transmisión sexual a los niños más mayores, ellos sabrán tomar precauciones y cuidar de sí mismos.

El conocimiento de los hechos y cuestiones hará que su hijo tenga menos probabilidades de experimentar antes de que estén preparados. Darles la confianza a conocer su propia mente cuando se trata de sexo.

Hable con su hijo sobre el sexo y desde una edad temprana. Ésto hará que sea menos incómodo para usted y su hijo. La pubertad puede ser una época de temores para un niño, de manera que se debe explicar lo que le está sucediendo a su cuerpo y por qué.

En general, la educación sexual debe ser una progresión gradual desde una edad temprana. Pregunte si en la escuela de su hijo se les enseña y como usted puede participar.

No se limite a hablar de sexo en el sentido físico, asegúrese de hablar con su niño acerca de los aspectos emocionales de hacer el amor. Explique que el sexo es extraordinario, que ocurre entre las parejas que se aman unos a otros y están preparados para ello.

Hable con su hijo sobre la importancia de esperar hasta que encuentren la persona adecuada.

Aquí tiene algunos consejos para hablar con su hijo sobre el sexo:

-Asegúrese de que sabe lo que está hablando! Consiga toda la información antes de hacercelo saber al niño. Hay una gran cantidad de libros y de recursos disponibles.

-Es posible que tenga que escribir exactamente lo que quiere decirle a su hijo de antemano. Luego puede practicar, y evitar diciéndole demasiado, o demasiado pronto.

-Tratar de ser lo más natural y relajado como sea posible, si quiere que se sienta cómodo en el abordaje que usted va hacer, hágale preguntas.

-Podría ser una buena idea tomar un ejemplo, si sabe de alguien su hijo que está embarazada, o que ven una pareja besarse en un programa de televisión, luego puede usarlo como punto de partida.

-Elige una hora en la que normalmente pasan tiempo juntos, por ejemplo en el coche, después de las comidas, o cuando un programa de televisión ha terminado. Ésto hará que la conversación sea más natural.

-Sea lo más honesto que pueda.

-Utilice libros o folletos para verlos juntos.
Prepárese las preguntas difíciles. Los niños son curiosos! Si le piden a usted algo que no ha preparado y no sabe qué decir, puede decir algo como "No estoy seguro, vamos a hablar de eso más tarde". Si la pregunta es razonable, asegúrese de responder.

-Pregúntele a su niño por su opinión. Ésto hace que se sientan valorados, y que se involucre más en la conversación, en lugar de simplemente hablar de ello.

-Asegúrese de decirle a su hijo que si se está preocupado por alguna razón, o tiene alguna pregunta, pueden venir a usted. Ser accesibles y honesto en todo momento.

No deje que el sexo se convierta en un tema tabú, un niño puede crecer creyendo que el sexo es malo, cuando en realidad es parte de una relación sana entre dos personas que se aman.

Fuente: Todo para padres e hijos

lunes, 28 de octubre de 2013

¿Cómo y cuando hablar de sexo con su hijo?

Hablar de sexo con alguien, y mucho más a su hijo, puede que le cueste!!!
Es posible que se sienta incómodo, avergonzado, o preocupado por darle a su hijo demasiada información, y demasiado pronto.

No permita que por éstas preocupaciones deje de darle a su hijo una buena educación sobre los hechos de la vida. Es muy importante que usted hable con su hijo sobre el sexo por muchas razones. Por ejemplo:

Su hijo escuchará las historias sobre sexo en el campo de juegos, en las películas, programas de televisión y en los medios de comunicación, esta información puede no ser exacta. Usted necesidad educarlos a ellos de forma que conozcan los hechos.

Ser consciente de sus cuerpos y el sexo desde una edad temprana significará que su hijo comprenda lo correcto de lo erróneo, y será capaz de identificar si un adulto se comporta de manera inadecuada o los toca.

Hablar abiertamente sobre el sexo le permita que su niño saber que pueden venir a usted si tienen alguna inquietud.

Debe debatir cuestiones tales como el embarazo y las infecciones de transmisión sexual a los niños más mayores, ellos sabrán tomar precauciones y cuidar de sí mismos.

El conocimiento de los hechos y cuestiones hará que su hijo tenga menos probabilidades de experimentar antes de que estén preparados. Darles la confianza a conocer su propia mente cuando se trata de sexo.

Hable con su hijo sobre el sexo y desde una edad temprana. Ésto hará que sea menos incómodo para usted y su hijo. La pubertad puede ser una época de temores para un niño, de manera que se debe explicar lo que le está sucediendo a su cuerpo y por qué.

En general, la educación sexual debe ser una progresión gradual desde una edad temprana. Pregunte si en la escuela de su hijo se les enseña y como usted puede participar.

No se limite a hablar de sexo en el sentido físico, asegúrese de hablar con su niño acerca de los aspectos emocionales de hacer el amor. Explique que el sexo es extraordinario, que ocurre entre las parejas que se aman unos a otros y están preparados para ello.

Hable con su hijo sobre la importancia de esperar hasta que encuentren la persona adecuada.

Aquí tiene algunos consejos para hablar con su hijo sobre el sexo:

-Asegúrese de que sabe lo que está hablando! Consiga toda la información antes de hacercelo saber al niño. Hay una gran cantidad de libros y de recursos disponibles.

-Es posible que tenga que escribir exactamente lo que quiere decirle a su hijo de antemano. Luego puede practicar, y evitar diciéndole demasiado, o demasiado pronto.

-Tratar de ser lo más natural y relajado como sea posible, si quiere que se sienta cómodo en el abordaje que usted va hacer, hágale preguntas.

-Podría ser una buena idea tomar un ejemplo, si sabe de alguien su hijo que está embarazada, o que ven una pareja besarse en un programa de televisión, luego puede usarlo como punto de partida.

-Elige una hora en la que normalmente pasan tiempo juntos, por ejemplo en el coche, después de las comidas, o cuando un programa de televisión ha terminado. Ésto hará que la conversación sea más natural.

-Sea lo más honesto que pueda.

-Utilice libros o folletos para verlos juntos.
Prepárese las preguntas difíciles. Los niños son curiosos! Si le piden a usted algo que no ha preparado y no sabe qué decir, puede decir algo como "No estoy seguro, vamos a hablar de eso más tarde". Si la pregunta es razonable, asegúrese de responder.

-Pregúntele a su niño por su opinión. Ésto hace que se sientan valorados, y que se involucre más en la conversación, en lugar de simplemente hablar de ello.

-Asegúrese de decirle a su hijo que si se está preocupado por alguna razón, o tiene alguna pregunta, pueden venir a usted. Ser accesibles y honesto en todo momento.

No deje que el sexo se convierta en un tema tabú, un niño puede crecer creyendo que el sexo es malo, cuando en realidad es parte de una relación sana entre dos personas que se aman.


Fuente: Todo para padres e hijos


martes, 30 de julio de 2013

Papá, Mamá, ¿De dónde vienen los bebés?

Mamá, ¿de dónde vienen los niños?”, le preguntó Daniela, de 5 años, a su madre Rosario. Ella se incomodó un poco ante la interrogante y luego le dijo que la cigüeña los traía de París.
“Me tomó tan de sorpresa la pregunta que lo único que atiné fue a echarle el cuento de la cigüeña. No esperaba que mi niña, tan chiquitita, me pregunte de estas cosas. Ahora no sé cómo hablarle, si volver a retomar el tema y decirle la verdad sobre cómo nacen los bebés”, manifestó Rosario.
Roberto contó que casi se cae de espalda cuando su hijo, de seis años, le preguntó sin rodeos: “¿Papá que significa sexo?”
“Primero no sabía qué responderle. Comencé con un preámbulo. Le dije que los seres vivos nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Cuando le estaba hablando de que una mujer necesita de un hombre para tener un bebe, él me interrumpió interrogándome: ¿Papi los bebés crecen en la barriga porque las mamás comen mucho y luego va creciendo su panza y de ahí salen los niños?’. Lo abracé y comencé a explicarle que papá y mamá se amaban y que fruto de ese amor es que él creció en el vientre de la mami, y quedó satisfecho”, relató.

Hablar sin temor
Lo más conveniente es hablar con naturalidad, aconseja la psicóloga Claudia Tórrez, para que el niño tenga confianza, reciba una buena formación y siempre que tenga dudas recurra a sus padres y no a terceras personas que lo pueden orientar equivocadamente.
Dice que hablar de sexo con los chicos es muy importante porque se los ayuda a identificarse y a tener conocimiento sobre su futura vida sexual.
Lo ideal es hablar cuando ellos comienzan a preguntar, que es alrededor de los cuatro a cinco años, ya que a esa edad es cuando se dan cuenta de que son diferentes entre varones y mujeres. Para ello, agrega, es necesario que los progenitores estén preparados y hablen sin temor.

Hay que responder dependiendo de la edad
La psicóloga y terapeuta sexual Rossy Zabala explica que si bien el psicoanálisis tradicional plantea el esclarecimiento sexual al chico alrededor de los 10 años, en este contexto social y cultural es bueno realizarlo cuando se lo requiera, pues el desarrollo de la técnica, instrumentos como son los medios masivos de comunicación, no permiten al pequeño reprimir su pulsión de saber e investigar acerca de la sexualidad, por lo tanto el periodo de latencia (alrededor de los seis años, que coincide con el ingreso de la criatura a la etapa escolar) ha sido dejado de lado.
“Es bueno no mentirle al niño con viejo cuento, ya obsoleto de la cigüeña o que los niños vienen de París, pues el infante trae consigo inconscientemente el saber”, señala la terapeuta.

Sigue siendo un tabú
La psicóloga y máster en educación sexual Mónica Rivero afirma que el tema de la sexualidad sigue siendo un tabú para muchos padres. Una de las causas precisamente se debe a que a ellos mismos se les ocultó cierta información o no se les habló al respecto.
“Hoy estamos ante un mundo con bastante información, la cual nuestros hijos captan: la televisión, la Internet, amigos, etc. Sin embargo, la mayoría de esta información es negativa para la formación sexual de los chicos. Por ello, debemos tener en claro que la información que nosotros no le damos como papás, ellos la conseguirán de una u otra forma”, asegura la especialista.

No hay edad marcada para hablar de sexo
Mónica resalta que la educación sexual se la va construyendo día a día y que no se trata de hablar específicamente del tema. Tampoco hay una edad marcada para empezar a decirles, dado que la educación en este campo es un proceso que acompaña a su crecimiento, pero lamentablemente los padres se preocupan del peso, talla, alimentación y olvidan una parte fundamental, que es parte de los seres humanos, como es la sexualidad.
“Les estamos hablando de sexualidad indirectamente desde que les cambiamos el pañal y ellos se tocan y ¿cuál es nuestra reacción? La mayoría reacciona diciendo: eso no se hace, es sucio. También cuando caminamos desnudos en la casa y no queremos que nos vean, cuando les decimos que esas son cosas de grandes, etc. Son actitudes que influyen negativamente en ellos”, advierte Mónica.

Premisas básicas

Claudia recomienda cuatro puntos básicos para hablar con los niños sobre la sexualidad:

Hay que decir siempre la verdad, no inventarse ninguna historia.

Siempre hay que llamar a las cosas por su nombre. Se debe decir el nombre correcto de las partes del cuerpo, por ejemplo pene y vagina, con el fin de no provocarle más confusión sobre la sexualidad.

Hay que facilitarles el camino cuando ellos se deciden a hablar acerca del tema, dado que la mayoría de los chicos tiene reparo o vergüenza de formular una pregunta y los papás pueden adelantar como una forma de complicidad con ellos.

Siempre se tiene que relacionar el tema de la sexualidad con el amor, como algo que implica cariño, responsabilidad y generosidad.

Lo que no se debe hacer
Rossy dice que hay cosas que los padres nunca deben hacer cuando su hijo le pregunte acerca del tema de sexualidad:

Nunca mentirle
El niño ya tiene un pequeño saber en temas de sexualidad, pues su pulsión de ver y escuchar lo ha llevado a investigar sobre este tema y lo que hace es cerciorarse, a través de un adulto, para confirmar sus dudas e inquietudes.

No se escandalicen
Sus hijos tienen todo el derecho a preguntar sobre lo que ignoran o no entienden. Si ustedes se escandalizan de sus preguntas, ellos pueden creer que están haciendo algo que no corresponde a su edad, y que los niños no deben intentar indagar sobre este tema. En realidad, el susto que demuestran los padres atemoriza especialmente al infante.

No se burlen de sus comentarios
Dejar a su pequeño en ridículo delante de una visita, o reírse de sus observaciones o comentarios sobre el sexo, ocasiona en su autoestima una humillante herida que puede tener efectos perniciosos más adelante, no se atreverá a actuar con naturalidad, a ser él mismo, por temor a decepcionar a sus progenitores.

No muestren disgusto
Si cuando su hijo le pregunta o hace algún comentario en relación al sexo ustedes se enfadan o los retean por lo que ha dicho, él puede creer que está haciendo algo malo o que está prohibido para los niños, y que, por lo tanto, merece un castigo, nada más lejos de la realidad.
Su sano e inteligente deseo de saber puede verse mutilado, y esto puede afectar otras áreas de su aprendizaje. Por ello, los padres deben hablar con sus hijos con absoluta naturalidad.

No los ignoren
La confianza de un niño se la va ganando día a día, pero se la puede perder en un instante. Si su hijo no se siente respetado o intuye que nadie le hace caso y que sus padres prefieren ignorar sus preguntas, se creerá menospreciado y tenderá a rehuir el diálogo con los adultos. Probablemente, en la siguiente ocasión preferirá no preguntarles.

Cuando no preguntan
Rossy explica que cuando un infante no pregunta no significa que no quiere saber, sino más bien que teme saber.
“El miedo al conocimiento se instaura muy fácilmente en los niños porque en realidad éste siempre implica traspasar algún límite y entrar en lo desconocido, asociado a lo oscuro y lo misterioso. Puede ser que su temor se deba a que sus padres no estuvieron demasiado atentos a sus inquietudes o a que no las tomaron en serio o a que se sobrepasaron al ofrecerle una información que no había pedido”, expresa la psicóloga y terapeuta sexual.

Manifiesta que se debe tener en cuenta que el niño no es capaz de asimilar todas las explicaciones que les dan, simplemente retiene y comprende realmente aquello que es capaz de integrar de una forma afectiva. En cambio, el infante rechazará la información que no puede transcribir en su lenguaje emocional o la interpretará de forma diversa, según la etapa evolutiva por la que esté atravesando.

Algunas sugerencias
La recomendación de los psicólogos es que los padres deben estar preparados para abordar la sexualidad con sus hijos. No existe una diferenciación entre quien debe hablar con sus hijos, aunque es mejor si lo hacen ambos.


Mónica afirma que tanto el papá como la mamá son los responsables de hablarles, sin importar si es una niña o niño.
“Para hablar con un niño de temas relacionados con el sexo, es mejor hacerlo a solas, sin otros hermanos o familiares que puedan coartar su naturalidad, en un clima de intimidad, pero no en secreto. Los chicos se sienten más cómodos preguntando si encuentran en sus padres y educadores una actitud abierta y franca. Solo así se atreverá a plantear sus dudas”, aconseja Rossy.


Agrega que a sus preguntas e inquietudes no se les debe contestar con prisa o en situaciones en las que se dispone de poco tiempo; es más conveniente hacerlo tranquilamente en días festivos o cuando están de vacaciones. A veces, antes de responderles, se les puede consultar qué opinan al respecto, de este modo se tendrá una idea aproximada del grado de conocimiento que tienen los niños.
“Estas conversaciones no hay que forzarlas, los niños preguntan cuando sienten la necesidad de hacerlo, no porque los adultos se lo impongan”, remarca Claudia.

Para hablar con ellos
Mónica detalla que alrededor de los 4 o 5 años les viene la curiosidad por saber de dónde llegan los bebés. Hay que hablarles con la verdad que incluye las distintas maneras: normal o cesárea. No es necesario entrar en detalles. No hay que ir más allá porque no entenderán.
A medida que pasan los años, prosigue la experta, sus curiosidades serán otras. Si en la primera etapa no les contestaron o ven cierta incomodidad, ellos darán por sentado que de estos temas no se debe preguntar, sentirán que hay algo oculto y aumentará su curiosidad.
“Los niños captan más nuestras actitudes que lo que decimos. Por ello, al hablar de sexualidad es indispensable hacer un trabajo introspectivo, es decir analizar nuestros miedos y sentimientos que nos producen estos temas, de lo contrario tendremos las mismas actitudes y prejuicios que tuvieron con nosotros”, concluye Mónica.

Respondiendo sus preguntas

Los psicólogos brindan algunas pautas para responder a preguntas que hacen los niños sobre sexo, que también se pueden aplicar a otras consultas complicadas que ellos hacen a los papás:

- Si les tomaron por sorpresa y no saben qué decir, o si les incomoda la idea de hablar al respecto mientras están en un autobús lleno, puede decir: “Excelente pregunta. Hablemos sobre esto cuando lleguemos a casa”. Así tendrán tiempo para organizar sus pensamientos.

- Muestren una actitud relajada y confiada al responder.

- Comiencen preguntándole al niño lo que sabe, lo que ha oído, y por qué le interesa. Quizás se confundió con la idea de que los bebés vienen del vientre de la mamá porque no puede figurar cómo puede la comida estar en el mismo lugar que el bebé. Ustedes pueden decir: “Hay un lugar especial en el cuerpo de las mujeres que se llama útero, y los bebés están cómodos allí mientras van creciendo”. Si al niño le satisface esa explicación, pueden ver si tiene otras preguntas.

- Utilicen un lenguaje claro y sencillo, adecuado para su edad.

- Usen las palabras apropiadas y no algunas que se escuchan hasta tontas. Aunque les de vergüenza, no hay que evitar palabras tales como senos, pene o vagina. Si los niños aprenden los nombres apropiados para las otras partes del cuerpo, también deben aprender los nombres correctos para las relacionadas con la reproducción y el placer sexual.

- Hablen simplemente. Por ejemplo, pueden decirle algo como: “Vos empezaste a crecer en mi útero cuando una semilla mía y el esperma de papá se juntaron”. Pueden sembrar semillas y ver crecer flores y verduras. Si el hijo curioso quiere saber más de lo que están preparados a discutir, pidan ayuda a amigos o recurran a libros. Si no saben cómo explicarles adecuadamente, existen una serie de libros extraordinarios, especialmente diseñados para los niños que les pueden orientar.

- Se vale decir no sé, voy a pensar, voy a averiguar o vamos a preguntarle a tu papá, porque yo soy niña (o viceversa) si esto no es el caso, investiguen y retómenlo después, pero nunca lo dejen pasar.

- Transmítanle a su hijo que la sexualidad es bella y natural.

Fuente: El amor lo mas dulce 

miércoles, 24 de julio de 2013

¿Qué digo?, ¡el niño me preguntó sobre sexo!

Karla disfrutaba del capítulo final de su serie favorita y su pequeña de siete años también estaba (sin que ella reparara mucho en ese momento) pendiente de la tele.
Inesperadamente, dos mujeres se dieron un cariñoso beso en la boca y se tomaron de la mano.

La sorpresa fue grande para madre e hija, la primera no se esperaba ese desenlace y la segunda quedó estupefacta, tratando de digerir la inusual escena en su corta vida. Inmediatamente la niña ‘bombardeó’ a su progenitora con una seguidilla de preguntas. ¿Esas que se besaron eran mujeres? ¿Es posible que dos chicas se enamoren?

Las palabras no salieron de su boca, su cerebro no encontró una explicación que dejara satisfecha a la pequeña y tampoco quería despertarle el morbo. También le preocupaba confundirla, quería que la niña se educara respetando las diferencias y las preferencias sexuales de terceros.

Karla comentó esta embarazosa situación a sus amigas del barrio, cuando saltó el comentario de una joven madre que estaba preocupada porque su hijo de cuatro años los encontró teniendo relaciones a ella y a su esposo.

“Estaba oscuro, no nos vio al detalle, pero notó que Jorge estaba arriba de mí, se asustó y le gritó: ¿qué le estás haciendo a mi mamá?, No quiero dejarlo traumado, pero tampoco supe qué decirle en ese momento. Tengo que darle una explicación, pero estoy pensando cómo y cuándo”.

La sexualidad está presente en nuestras vidas y habrá que hablar de ello a los hijos más temprano que tarde. Ese es el consejo general que dan los especialistas si es que la idea es que los hijos vivan una vida saludable y gratificante.

Mamá, ¿de dónde vengo?
Esa pregunta a todos les ha tocado responder, pero la mayoría no estaba preparada para hacerlo. Aquí el consejo de la sicóloga Dalia Muñoz: “Actúa con tranquilidad. Cuando tu hijito te haga preguntas sobre el sexo y otros temas complejos, lo mejor es contestar de la manera más tranquila y directa posible para que no piense que es vergonzoso hablar contigo sobre ciertos temas.
Si crees que será muy difícil hablar sobre sexo con tu hijo, puedes ensayar tus respuestas. Aprovecha momentos de tranquilidad con tu niño para conversar sobre el tema. Como por ejemplo mientras arman un rompecabezas o a la hora de la merienda. Lo importante es que los padres no estén nerviosos cuando hablen con sus hijos sobre el tema"

La edad para hablar de sexo
Muñoz hace notar que desde muy pequeños, entre los dos y tres años de edad, los hijos empiezan a conocer y explorar su cuerpo.
“Como padre puedes ayudarle a que se conozca mejor nombrándole, en el momento del baño o cuando le cambias de ropa, las diferentes partes de su cuerpo diciéndole estos son tus pies, estas tus manos...
A medida que tu hijo crece, empieza a conocer mejor su cuerpo y ve las diferencias que existen entre niños y niñas. Es cuando empieza la época de las preguntas que a los adultos nos dejan en shock. Que este momento no nos pille por sorpresa y sepamos responderles. Nunca les mientas y un buen recurso es utilizar las diferencias entre los animales machos y hembras. Desde los cinco hasta los ocho años las preguntas de niños y niñas son diferentes. Ellos no son tan curiosos, pero las niñas muestran especial interés.
No olvides ser claro y no es necesario dar más información de la que piden. Si tu pequeño quiere saber de dónde vino, le puedes decir: ‘Te formaste en la barriga de mamá y ahí creciste hasta que estuviste listo para nacer’".
El terapeuta sexual Alejandro Velarde va más allá y alerta: “Hay que observar sus conductas, por ejemplo, cuando empiezan los ‘toqueteos’ de sus propios genitales. Se debe decirles simplemente ¿se siente bien, no? y, probablemente no sea necesario dar mayores explicaciones o comentarios, a no ser que el niño o niña dé muestras de mayor curiosidad.

Que aprendan de sexo en la casa y no en la calle
Antes que nada, sin importar lo que pregunte el niño, no hay que reaccionar bruscamente ni evitar la conversación, eso es lo primero que recomienda Muñoz. “Tu hijo podría pensar que sus preguntas son tabúes y que es un niño malo por pensar en esas cosas. En lugar de reprochárselo o distraerlo, elogia su interés diciendo, ¡qué buena pregunta! Al final de la conversación, motívalo diciéndole: ‘Hazme más preguntas cuando quieras, hijito’.
Tu pequeño necesita saber que puede hablar contigo sobre cualquier tema. Esto es fundamental, no solo durante su niñez, sino para el resto de su vida”.
Para Velarde los niños ya están inmersos en el aprendizaje sexual desde sus primeras etapas de desarrollo, quieran o no los padres, lo único que pueden decidir es si acompañan ese proceso y cómo lo hacen. “Que sus explicaciones no sean eruditas ni que se enfoquen solamente en los aspectos biológicos, sino que también reflejen emociones, valores y procesos de toma de decisiones”.

Enseñarles que nadie puede tocarlos
“Lo importante es enseñarles que su cuerpo es de ellos y de nadie más, que nadie tiene derecho a tocarlos sin que ellos quieran, por ejemplo, decirles que está bien que caminen de la mano con un amiguito o que tomen la mano de un adulto para cruzar la calle... pero hay cosas que son diferentes, que ninguna persona los puede tocar en las partes del cuerpo que habitualmente cubrimos con la ropa, porque el cuerpo es algo que pertenece a cada uno”, alerta Muñoz.

Cómo abordar el tema de la homosexualidad
La homosexualidad está presente en lo cotidiano, por ello Muñoz enfatiza en que ahora que los niños tienen mucho acceso a la información no se debe ocultar el asunto ni dejarles la labor a los profesores.
“Con púberes y adolescentes hay que tener en cuenta que ellos están expuestos a todo tipo de información (TV o internet) y conviene que hallen respuestas en casa antes que con los amigos. Por ejemplo, el adolescente puede creer que es homosexual porque siente admiración por otro joven de su mismo sexo. Allí habría que explicarle que simplemente es una etapa transitoria, en la que se buscan modelos a seguir. La identificación, a esta edad, no es mala”.

Velarde da ejemplos para que los padres ejemplifiquen las variaciones que se pueden dar en la naturaleza o en las personas: “Desde las diversas razas de perros o gatos, pasando por los diversos gustos de la gente acerca de equipos de fútbol, cantantes, etc. y terminando con las diferencias en cuanto al tipo de pareja que las personas desean tener. Estas variaciones simplemente se las debe respetar, pues no son una enfermedad y el hecho de que uno las respete en otras personas no significa que las va a practicar o aceptar para su propia vida”

Claves para no equivocarse a la hora de explicar

Por Dalia Muñoz y Alejandro Velarde

Sin inventar. Diremos siempre la verdad, no inventaremos ninguna historia (nada de que a los niños los trae la cigüeña) para explicar temas relacionados con el sexo.

Al pan, pan. Debemos llamar a las cosas por su nombre. Es mejor decirles el nombre correcto de las partes del cuerpo con el fin de no crearle mayor confusión (se acabó ese de decir flor en vez de vagina).

Facilitar las cosas. Podemos facilitarles el camino cuando veamos que quieren hablar de sexo. A veces, tienen reparo o vergüenza de hacernos una pregunta y podemos adelantarnos con un gesto de complicidad con ellos.

Sexo y amor. Hay que relacionar el tema de la sexualidad con el amor como algo que implica estimación, generosidad y responsabilidad para dar forma a su futura conducta sexual.

Placer y reproducción. Cuando son más grandes se les debe hablar de la importancia de la sexualidad como parte de nuestra personalidad, como herramienta de placer y de reproducción.

Riesgos. Explicar sobre los riesgos en el ejercicio de la sexualidad: desde las infecciones de transmisión sexual, el sida, los embarazos no deseados, hasta el aspecto afectivo y de valores.

Fuente: Amor lo mas dulce

martes, 23 de julio de 2013

Encontré a mi hijo viendo pornografía

“Cuando limpiaba la casa, encontré revistas pornográficas en la habitación de mi hijo. En ese momento hice un gran escándalo y lo castigué”, cuenta Sandra, quien se encuentra muy preocupada porque su niño tiene 12 años y considera que es demasiado joven para estar pensando en esas cosas.

Los chicos empiezan a tener ese tipo de curiosidades cada vez más temprano. Hay niños que incluso desde los nueve años quieren ver pornografía, no tanto por curiosos, sino por presión de los amigos, señala la psicóloga Sherezada Exeni. “Puede haber pasado que otro niño de su curso trajo una fotografía de una chica desnuda, vio alguna imagen en la televisión o pudo abrir una página de internet y se le aparecieron mujeres con poca ropa o totalmente desnudas”, argumenta.

¿Qué hacer?
La reacción óptima como padres es actuar de manera serena e inteligente. No grites, no castigues ni te enojes. Mejor explícale a tu hijo que, si bien su curiosidad es normal, ese material es para adultos. Recalca que la pornografía distorsiona la realidad, ya que el común de las mujeres y los hombres no son como se ven en esas fotografías o videos. “Hay que guiarlos ante un tema desconocido, explicarles que muchas veces este material produce una percepción equivocada de las personas, lo natural, el amor. Estas imágenes pueden hacerle pensar que el sexo no es realmente una expresión de amor, solamente un desborde corporal”, argumenta Exeni.

En caso de que empiecen a fluir las preguntas, responde a todas sus dudas en un lenguaje adecuado a su edad. Si te agarra desprevenida y no sabes cómo hacerlo, pregúntale qué es lo que sabe y, de acuerdo con eso, has énfasis en que el sexo es sólo una de las muchas expresiones del amor de pareja.

Si le gritas, te enojas y revisas sus cosas, lo único que conseguirás es que el pequeño tenga aún más dudas y que empiece a buscar respuestas por su cuenta. Si en cambio le explicas, agrega Exeni, es posible que de todas formas busque más información, pero esta vez con más criterio. “No debes olvidar que el niño que está pasando a ser adolescente necesita su espacio, tener sus propios secretos y de ninguna manera está bien invadirlo o hacerle sentir que estás desconfiando de él. Mejor respeta lo suyo, así como él lo hace contigo”, recomienda la psicóloga.

Ejemplo
Si no quieres que tus hijos vean pornografía, dales el ejemplo. Si tú tienes acceso a este tipo de imágenes en internet, revistas o videos, tarde o temprano, tus pequeños los encontrarán y se preguntarán por qué tú puedes ver ese material y ellos no.

Valores
Los valores que le inculcas a tus hijos son importantes para ellos a la hora de evaluar cualquier material. Por ejemplo, es vital que le enseñes que cada persona debe respetar su cuerpo y que nadie tiene derecho a dañarlo, así como dejar claro que los seres humanos no son objetos a utilizarse.

Curiosidad
Los niños a cierta edad tienen más curiosidad que las niñas para saber cómo es el cuerpo del hombre y de la mujer, así que puede que una foto les ayude en eso. Si tienen claro lo que es bueno y malo, despreocúpate y deja que lleguen a su propia conclusión.

Fuente: Amor lo mas dulce

jueves, 31 de enero de 2013

Factores Importantes al Educar a los Hijos en la Sexualidad

Hay un tema que no dejo de escuchar que inquieta a los papas jóvenes que de pronto se encuentran con que ya tienen hijos en la edad de la pubertad y no saben cómo enfrentar está época en que comienzan a desarrollarse y su cuerpo y comportamiento van experimentando cambios que los convertirán de niños a adultos.

Pero lo que más los aterra es que no saben hacerlo y solamente la idea de enfrentarse a las típicas preguntas sobre sexualidad que comienzan a hacer y que por lo general los topa por sorpresa, los llenan de angustia y desesperación.

Algunas consideraciones importantes a tener en cuenta serían las siguientes con el compromiso de profundizar en cada uno de ellas y de ponerse a estudiar.

  1. La educación de la sexualidad la tenemos que transmitir dentro de un marco antropológico que implica educar de una manera integral, lo cual significa que tengan un mayor conocimiento de la persona humana y una mayor conciencia de su dignidad.
  2. Tenemos que evitar reducir la educación de la sexualidad a la mera genitalidad. 
  3. Enseñaremos que el amor es deseo pero también ese amor implica entrega y donación incondicional al otro.
  4. La sexualidad es algo que nos constituye como seres humanos y el mal uso de ésta no libera a la persona, sino que la frustra y la esclaviza.
  5. Tenemos como padres que estar conscientes que educar a los hijos en la sexualidad nos corresponde a nosotros dentro de un marco de escucha, empatía y reconocimiento y que es en la familia en donde el niño descubre el verdadero significado del amor por el amor que se tienen sus padres y que le tienen a él.
  6. La familia es en donde aprende su dignidad por haber sido creado por un ser supremo y porque es único e irrepetible y además aprende el ser persona a través de la convivencia con sus padres, hermanos y familia extendida.
  7. Tenemos que estar conscientes que la educación sexual ha seguido un camino de empobrecimiento carente de valores y el uso indiscriminado de la tecnología más que informar sobre este tema ha traído confusión y mal formación en las conciencias de los niños, los jóvenes y los adultos.
  8. Hay que hablarles del valor de la vida, del valor del amor humano, de la belleza de sus cuerpos, del respeto por el otro.
  9. Transmitirles que la castidad en el amor, significa hacer pasar el bien del otro por delante de mi propio interés a través del autocontrol y de la templanza, ambas virtudes tan poco enseñadas y tan poco vividas.
  10. Pero sobre todo y lo considero lo más importante, es enseñar con el ejemplo transmitiendo como padre el verdadero significado de la masculinidad y como madre el verdadero significado de la feminidad lo que lleva a los seres humanos a la verdadera complementariedad y felicidad verdadera.
La educación sexual es básica para el buen desarrollo de las niñas y de los niños por lo cual debemos de informarnos para hacerlo bien y lo más importante, hacerlo a tiempo.

Tere Durán
http://tereduran.blogspot.mx/