¿¿Estás plenamente seguro que tu hijo no ha sido víctima de acoso escolar o bullying?? Sólo un tercio de los niños que han padecido este sufrimiento devastador lo denuncian a sus padres o profesores.
La mayoría de las veces los niños sufren la intimidación y no nos damos ni siquiera cuenta, los niños no lo reportan a la escuela ni tampoco a sus padres, en este artículo te enseñaremos 3 Herramientas para seguir en tu hogar y aplicarlas antes de que las cosas se te salgan de control.
Herramienta 1. Si bien es cierto que la mayoría de los niños no reportan la intimidación, lo más triste que pasa es que la mayoría de los casos sucede que los niños piensan que son culpables de la situación. Como padres debemos enseñarles a nuestros hijos que nadie merece ser intimidados ni siquiera un bully lo merece.
Debemos enseñarles a nuestros hijos que quien le hace daño a otros a través de sus agresiones físicas o verbales es alguien que está mereciendo nuestra compasión . Igualmente nuestros hijos deben saber que un bully siente felicidad por hacer lo que hace.
Lo que buscamos con esta descripción clara del bully ante nuestros niños es mostrarles que quienes tienen un verdadero problema son los bullys o agresores y no ellos. De esta forma le estamos ayudando a nuestros hijos de dos maneras: la primera es enseñarles a dejar de autoculparse y contestar mal frente al chico agresor, o contestarle al bully de una manera enojada o grosera que es el tipo de respuesta que el agresor espera. Y como segunda enseñanza estaremos ayudando a nuestro hijo para que se haga un espacio en su cerebro de ver el bullying de manera desapasionada. Si logramos que esto ocurra, que vean las cosas como un juego estaremos ganando la mitad de la batalla!
Herramienta 2: Explícale a tu hijo la importancia del lenguaje corporal, de la manera como se siente, camine y hable. Un niño con los hombros caídos y la mirada pérdida seguramente le será más difícil conseguir liberarse de las intimidaciones de un bully. Nada más importante que una persona que proyecte seguridad ante su comunidad y ante quien quiere agredirlo.
Mientras que un niño con su mirada siempre al frente de los ojos del otro y su posición corporal activa y dinámica, está enviándole un mensaje subconsciente al bully para que lo respete y no se meta con él.
Herramienta 3: Ayuda a tu hijo a través de lluvia de ideas qué palabras puede usar cuando se encuentre frente a un bully, anímalo a que las mantenga presente para que las use. Esto desmoralizará al bully y comenzarán a cambiar las cosas y quien comenzará a tomar el poder será el niño. Por ejemplo le puede decir: “Tu crees que estás siendo muy listo, pero simplemente eres un Bully, no me interesan tus intimidaciones”
Anímate a practicar nuestras herramientas y te aseguramos que fortalecerás su autoestima y al mismo tiempo prepararás a tu hijo para enfrentar una situación de éstas, que llega a ser tan dolorosa y triste para cualquier ser humano.
Gracias
PadresExpertos.com
Y en este hermoso planeta nos toco vivir y transformar sueños en realidades, podemos actuar de diferente forma. Seamos diferentes, hagamos la diferencia, con nuestra familia, amigos, compañeros; es tiempo de un cambio: seamos humanos de nuevo Sean bienvenidos a este blog. Les mando un abrazo de oso.
jueves, 28 de marzo de 2013
3 Tips Antibullying
Cuando tus hijos están siendo intimidados de manera que la situación pueda volverse violenta físicamente, diles que intenten estar siempre rodeados de gente manteniéndose cerca de amigos o compañeros de clase durante los momentos en que la intimidación pueda ocurrir.
A continuación encontrarás algunas cosas que tu hijo o hija puede hacer para combatir la intimidación psicológica o verbal.
1. Ignorar al intimidador y alejarse. Esto no significa que sea un cobarde; a veces es más difícil que perder la paciencia y enfadarse. Los intimidadores se entusiasman al ver las reacciones de sus víctimas, y al alejarte o ignorar sus insultos, le está haciendo saber que no te importa, el intimidador se cansará de tratar de fastidiarlo. La actitud corporal como caminar con la cabeza erguido hace saber que nuestro hijo no es vulnerable, ni le tiene miedo a su agresor.
2. Elimina la Fuerza física. Cualquiera que sea la manera en que decidas tu hijo hacerle frente al intimidador, no debe usar la fuerza física Si recurre a la violencia contra un intimidador, tiene más probabilidades de meterse en problemas o de resultar herido. Enséñale que se puede defender de diferentes maneras como alejarse de la situación.
3. Estimula actividades que generan autoconfianza. El ejercicio es una manera de sentirse fuerte y poderoso (y además, levanta el ánimo). Aprender un arte marcial o toma clases de yoga. Otra manera de incrementar la confianza es mejorar sus aptitudes en actividades como el ajedrez, el arte, la música, las computadoras o la escritura. Una manera de hacer nuevos amigos es unirse a una clase, un club o un gimnasio y le hará sentir muy bien. La confianza que adquieras le ayudará a ignorar a los niños que son crueles.
Con la puesta en práctica de estos 3 elementos tu hijo tendrá herramientas clave para autoblindarse contra el bullying. Practícalas ya!!
Gracias
PadresExpertos
A continuación encontrarás algunas cosas que tu hijo o hija puede hacer para combatir la intimidación psicológica o verbal.
1. Ignorar al intimidador y alejarse. Esto no significa que sea un cobarde; a veces es más difícil que perder la paciencia y enfadarse. Los intimidadores se entusiasman al ver las reacciones de sus víctimas, y al alejarte o ignorar sus insultos, le está haciendo saber que no te importa, el intimidador se cansará de tratar de fastidiarlo. La actitud corporal como caminar con la cabeza erguido hace saber que nuestro hijo no es vulnerable, ni le tiene miedo a su agresor.
2. Elimina la Fuerza física. Cualquiera que sea la manera en que decidas tu hijo hacerle frente al intimidador, no debe usar la fuerza física Si recurre a la violencia contra un intimidador, tiene más probabilidades de meterse en problemas o de resultar herido. Enséñale que se puede defender de diferentes maneras como alejarse de la situación.
3. Estimula actividades que generan autoconfianza. El ejercicio es una manera de sentirse fuerte y poderoso (y además, levanta el ánimo). Aprender un arte marcial o toma clases de yoga. Otra manera de incrementar la confianza es mejorar sus aptitudes en actividades como el ajedrez, el arte, la música, las computadoras o la escritura. Una manera de hacer nuevos amigos es unirse a una clase, un club o un gimnasio y le hará sentir muy bien. La confianza que adquieras le ayudará a ignorar a los niños que son crueles.
Con la puesta en práctica de estos 3 elementos tu hijo tendrá herramientas clave para autoblindarse contra el bullying. Practícalas ya!!
Gracias
PadresExpertos
miércoles, 27 de marzo de 2013
¿Qué hacer cuando un hijo roba?
A veces un niño es exitoso en el colegio, actúa correctamente y hasta ayuda con los deberes del hogar. Aun así, un buen día lo sorprendemos robando. ¿Cómo puede ser posible tal cosa? Antes de que enloquezcas, espera a conocer por qué se produce este tipo de conducta en los niños y qué podemos hacer para resolver la situación.
¿Por qué roban los niños y los adolescentes?
Los niños de cualquier edad —desde los preescolares hasta los adolescentes— pueden sentirse tentados a robar por diversos motivos:
En ocasiones los niños pequeños toman cosas que les gustan sin entender que cuestan dinero y que está mal hacerse de algo por lo cual no hemos pagado.
Los niños mayores, por su parte, saben que no se debe tomar algo sin pagar, pero algunos podrían robar porque no tienen el suficiente auto-control para evitar tomar lo que no les pertenece.
Los adolescentes saben, por supuesto, que no se debe robar; sin embargo, muchas veces acaban haciéndolo por simple desafío o porque los amigos lo hicieron. Es posible que, como se les ha dado mayor control sobre su vida, algunos hurten como una expresión de rebeldía.
Otras razones son también coadyuvantes:
No importa cuál es la razón por la que un menor esté robando, es responsabilidad de los padres encontrar la causa original que se oculta tras el problema superficial, y darle solución. He aquí algunos consejos para manejar tan delicados casos:
Cuando un niño es sorprendido robando, los padres deben tener en cuenta si es la primera vez que sucede o si ya es un patrón de comportamiento.
Es necesario que los padres ayuden a los niños pequeños a entender que robar es incorrecto, que cuando uno toma un objeto de otra persona o sin pagar por ello, le está haciendo daño a alguien.
Si un preescolar toma un caramelo, por ejemplo, los padres pueden ayudar a que el niño lo devuelva. Si el pequeño ya lo ha comido, se le puede llevar a la tienda a pedir disculpas y pagarlo.
Lo mismo sucede con los niños que ya van al colegio. Es importante devolver lo ajeno que se ha tomado. Los de primer y segundo grado ya deberían saber que robar está mal, pero es posible que necesiten comprender mejor las consecuencias de sus actos.
Cuando un adolescente roba, se recomienda que los padres lleven a cabo las consecuencias. Por ejemplo, si el menor ha robado en un establecimiento, hay que llevarlo allí y hacer que hable con el departamento de seguridad para que explique y pida disculpas. La humillación de enfrentar lo que ha hecho puede ser una lección duradera.
No se aconseja nunca apelar al castigo físico. Podría hacer que el niño se enojara y decidiera participar en eventos peores (drogas, pandillas, etc.).
Los menores deben aprender que el hurto no es solo tomar cosas de una tienda: se trata de tomar dinero de los dueños del negocio. Además, que esos actos son ilegales y que las consecuencias no son simplemente regaños, sino que pueden ser retenidos en centros de detención juvenil o incluso ir a prisión.
Si el niño roba dinero de sus padres, se le debe dar la opción de devolver la plata haciendo tareas extras en el hogar. Nunca pongas dinero como cebo para atrapar a tu hijo robando, eso podría dañar la confianza entre ambos.
En general, mantente monitoreando a tu hijo si se ha dado ya algún caso de robo y ayudándolos a comprender la razón de que existan las normas de respeto a las cosas ajenas. En casos muy severos, recomendamos acudir al especialista.
Si manejamos el problema a tiempo, siempre habrá una solución para ayudar a nuestros hijos a crecer felices respetando la propiedad del otro.
Los niños de cualquier edad —desde los preescolares hasta los adolescentes— pueden sentirse tentados a robar por diversos motivos:
En ocasiones los niños pequeños toman cosas que les gustan sin entender que cuestan dinero y que está mal hacerse de algo por lo cual no hemos pagado.
Los niños mayores, por su parte, saben que no se debe tomar algo sin pagar, pero algunos podrían robar porque no tienen el suficiente auto-control para evitar tomar lo que no les pertenece.
Los adolescentes saben, por supuesto, que no se debe robar; sin embargo, muchas veces acaban haciéndolo por simple desafío o porque los amigos lo hicieron. Es posible que, como se les ha dado mayor control sobre su vida, algunos hurten como una expresión de rebeldía.
Otras razones son también coadyuvantes:
- Los niños pueden estar enojados o querer llamar la atención. Ello refleja un estrés en casa o en la escuela.
- Algunos adolescentes roban porque han empezado a consumir drogas y no tienen cómo pagarlas.
- También están los niños que quieren cosas que no pueden comprarse, por ejemplo, accesorios de marcas populares entre los menores
No importa cuál es la razón por la que un menor esté robando, es responsabilidad de los padres encontrar la causa original que se oculta tras el problema superficial, y darle solución. He aquí algunos consejos para manejar tan delicados casos:
Cuando un niño es sorprendido robando, los padres deben tener en cuenta si es la primera vez que sucede o si ya es un patrón de comportamiento.
Es necesario que los padres ayuden a los niños pequeños a entender que robar es incorrecto, que cuando uno toma un objeto de otra persona o sin pagar por ello, le está haciendo daño a alguien.
Si un preescolar toma un caramelo, por ejemplo, los padres pueden ayudar a que el niño lo devuelva. Si el pequeño ya lo ha comido, se le puede llevar a la tienda a pedir disculpas y pagarlo.
Lo mismo sucede con los niños que ya van al colegio. Es importante devolver lo ajeno que se ha tomado. Los de primer y segundo grado ya deberían saber que robar está mal, pero es posible que necesiten comprender mejor las consecuencias de sus actos.
Cuando un adolescente roba, se recomienda que los padres lleven a cabo las consecuencias. Por ejemplo, si el menor ha robado en un establecimiento, hay que llevarlo allí y hacer que hable con el departamento de seguridad para que explique y pida disculpas. La humillación de enfrentar lo que ha hecho puede ser una lección duradera.
No se aconseja nunca apelar al castigo físico. Podría hacer que el niño se enojara y decidiera participar en eventos peores (drogas, pandillas, etc.).
Los menores deben aprender que el hurto no es solo tomar cosas de una tienda: se trata de tomar dinero de los dueños del negocio. Además, que esos actos son ilegales y que las consecuencias no son simplemente regaños, sino que pueden ser retenidos en centros de detención juvenil o incluso ir a prisión.
Si el niño roba dinero de sus padres, se le debe dar la opción de devolver la plata haciendo tareas extras en el hogar. Nunca pongas dinero como cebo para atrapar a tu hijo robando, eso podría dañar la confianza entre ambos.
En general, mantente monitoreando a tu hijo si se ha dado ya algún caso de robo y ayudándolos a comprender la razón de que existan las normas de respeto a las cosas ajenas. En casos muy severos, recomendamos acudir al especialista.
Si manejamos el problema a tiempo, siempre habrá una solución para ayudar a nuestros hijos a crecer felices respetando la propiedad del otro.
Fuente: Entre Padres
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