miércoles, 27 de marzo de 2013

¿Qué hacer cuando un hijo roba?



A veces un niño es exitoso en el colegio, actúa correctamente y hasta ayuda con los deberes del hogar. Aun así, un buen día lo sorprendemos robando. ¿Cómo puede ser posible tal cosa? Antes de que enloquezcas, espera a conocer por qué se produce este tipo de conducta en los niños y qué podemos hacer para resolver la situación.
¿Por qué roban los niños y los adolescentes?

Los niños de cualquier edad —desde los preescolares hasta los adolescentes— pueden sentirse tentados a robar por diversos motivos:

En ocasiones los niños pequeños toman cosas que les gustan sin entender que cuestan dinero y que está mal hacerse de algo por lo cual no hemos pagado.

Los niños mayores, por su parte, saben que no se debe tomar algo sin pagar, pero algunos podrían robar porque no tienen el suficiente auto-control para evitar tomar lo que no les pertenece.

Los adolescentes saben, por supuesto, que no se debe robar; sin embargo, muchas veces acaban haciéndolo por simple desafío o porque los amigos lo hicieron. Es posible que, como se les ha dado mayor control sobre su vida, algunos hurten como una expresión de rebeldía.

Otras razones son también coadyuvantes:
  • Los niños pueden estar enojados o querer llamar la atención. Ello refleja un estrés en casa o en la escuela.
  • Algunos adolescentes roban porque han empezado a consumir drogas y no tienen cómo pagarlas.
  • También están los niños que quieren cosas que no pueden comprarse, por ejemplo, accesorios de marcas populares entre los menores
Función de los padres

No importa cuál es la razón por la que un menor esté robando, es responsabilidad de los padres encontrar la causa original que se oculta tras el problema superficial, y darle solución. He aquí algunos consejos para manejar tan delicados casos:

Cuando un niño es sorprendido robando, los padres deben tener en cuenta si es la primera vez que sucede o si ya es un patrón de comportamiento.

Es necesario que los padres ayuden a los niños pequeños a entender que robar es incorrecto, que cuando uno toma un objeto de otra persona o sin pagar por ello, le está haciendo daño a alguien.

Si un preescolar toma un caramelo, por ejemplo, los padres pueden ayudar a que el niño lo devuelva. Si el pequeño ya lo ha comido, se le puede llevar a la tienda a pedir disculpas y pagarlo.

Lo mismo sucede con los niños que ya van al colegio. Es importante devolver lo ajeno que se ha tomado. Los de primer y segundo grado ya deberían saber que robar está mal, pero es posible que necesiten comprender mejor las consecuencias de sus actos.

Cuando un adolescente roba, se recomienda que los padres lleven a cabo las consecuencias. Por ejemplo, si el menor ha robado en un establecimiento, hay que llevarlo allí y hacer que hable con el departamento de seguridad para que explique y pida disculpas. La humillación de enfrentar lo que ha hecho puede ser una lección duradera.

No se aconseja nunca apelar al castigo físico. Podría hacer que el niño se enojara y decidiera participar en eventos peores (drogas, pandillas, etc.).

Los menores deben aprender que el hurto no es solo tomar cosas de una tienda: se trata de tomar dinero de los dueños del negocio. Además, que esos actos son ilegales y que las consecuencias no son simplemente regaños, sino que pueden ser retenidos en centros de detención juvenil o incluso ir a prisión.

Si el niño roba dinero de sus padres, se le debe dar la opción de devolver la plata haciendo tareas extras en el hogar. Nunca pongas dinero como cebo para atrapar a tu hijo robando, eso podría dañar la confianza entre ambos.

En general, mantente monitoreando a tu hijo si se ha dado ya algún caso de robo y ayudándolos a comprender la razón de que existan las normas de respeto a las cosas ajenas. En casos muy severos, recomendamos acudir al especialista.

Si manejamos el problema a tiempo, siempre habrá una solución para ayudar a nuestros hijos a crecer felices respetando la propiedad del otro.
Fuente: Entre Padres 

martes, 26 de marzo de 2013

¿Cómo fomentar el desarrollo lingüístico en niños pequeños?



La comunicación con los niños que están aprendiendo a hablar puede ser una oportunidad importante para ayudarlos a mejorar sus herramientas. Los chicos comienzan a descubrir nuevas formas de expresarse en el día a día, ganando una comprensión más estructurada de la realidad. He aquí algunas vías para fomentar el desarrollo lingüístico en niños pequeños.

Impulsar el desarrollo lingüístico en niños pequeños
Charlas

Mientras cuidas de tu hijo, sostén charlas con él sobre distintos temas. Aprovecha que estás bañándolo, alimentándolo, vistiéndolo, etc., para conversar sobre los sucesos del día, qué harás y a quién piensas ver. Hablarle al niño tanto como es posible permite que este reconozca cómo se usa el lenguaje y cómo él mismo puede emplearlo.

Conversa con tu pequeño de forma clara y concisa, respondiendo sus preguntas y reaccionando positivamente a cualquier intento de comunicación que este tenga.

Lecturas

La lectura es una de las vías más efectivas de enseñarle el lenguaje a un niño. Escoge libros simples con colores e ilustraciones. Mientras lees, hazle al niño preguntas sobre el libro como por ejemplo: “¿Quién es este?” o “¿De quién es esto?”.

Canciones

Canta con el niño. Las canciones y las rimas son maneras divertidas y muy efectivas para desarrollar las habilidades lingüísticas de los menores. Recitar poemas y canciones también es otro modo de que capte los patrones y cadencia del discurso. La repetición le permite memorizar vocabulario nuevo.
Televisión

Mira la televisión con tu hijo. La TV puede actuar como una herramienta muy valiosa para desarrollar el lenguaje. Conversa con él sobre lo que están viendo, hazle preguntas y háblale de los personajes. Escucha con él las conversaciones que aparecen y promueve charlas al respecto.

Paseos

Lleva a tu niño a pasear a parques y lugares exteriores. Conversa sobre lo que ven, hazle observaciones sobre los objetos de la realidad. Ello le ayudará a entender que existe una variedad de palabras nuevas y una interesante combinación de ellas. Háblale de las aves, las flores, los árboles, las personas en la calle, los autos, la hierba, etc.

Mientras mayor comunicación tengas con el niño, más pronto y eficientemente este aprenderá a utilizar todo el arsenal de palabras que tienen las lenguas.

Utiliza ingeniosamente las vías para fomentar el desarrollo lingüístico en niños pequeños que te hemos ofrecido y notarás que poco a poco se fortalecen y crecen las habilidades verbales de tu hijo.

Fuente: Entre Padres 

Bullying y Suicidio Infantil

En este artículo detallaremos a fondo los motivos que llevan a suicidio infantil, estudiaremos los motivos que pueden desencadenar estas tristes ideas.

Podemos destacar que entre los factores que más incidencia tienen para que un niño o niña piensen o contemplen la idea del suicidio están:

1- Presenciar acontecimientos dolorosos como el divorcio de los padres, la muerte de seres queridos, de figuras significativas, el abandono, etc.
2- Problemas en las relaciones con los progenitores en los que predomine el maltrato físico, la negligencia, el abuso emocional y el abuso sexual.
3- Problemas escolares, sea por dificultades del aprendizaje o disciplinarios.
4- Llamadas de atención de carácter humillante por parte de padres, madres, tutores, maestros o cualquier otra figura significativa, sea en público o en privado.
5- Búsqueda de atención al no ser escuchadas las peticiones de ayuda en otras formas expresivas.
6- Para agredir a otros con los que se mantienen relaciones disfuncionales, generalmente las madres y los padres.
7- Para reunirse con un ser querido recientemente fallecido y que constituía el principal soporte emocional del niño o la niña.

Obviamente, una crisis suicida infantil surge de la relación del niño o la niña con su medio familiar y se manifiesta por una serie de señales en la conducta que se expresan, de manera general, en cambios de todo tipo. Comienzan a tornarse agresivos o pasivos en su comportamiento en la casa y en la escuela, cambian sus hábitos de alimentación y de sueño, pudiendo mostrar inapetencia o por el contrario, un apetito inusual.

Los cambios en el hábito del sueño, tales como desvelos o insomnio, terrores nocturnos, en los cuales el niño o la niña despiertan, con los ojos desmesuradamente abiertos, temerosos, sudorosos y quejándose de lo que están visualizando y que les ocasionan el terror que experimentan.

También pueden sufrir de pesadillas o malos sueños, así como enuresis, o lo que es lo mismo, orinarse en las ropas de cama mientras se está durmiendo. En otras ocasiones lo que pueden presentar es una somnolencia excesiva, que puede ser un síntoma depresivo a estas edades.

Durante la crisis suicida infantil son comunes los problemas relacionados con el rendimiento y comportamiento del niño o la niña en la escuela.

Las dificultades académicas, las fugas de la escuela, el desinterés por las actividades escolares, la rebeldía sin motivo aparente, la no participación en los juegos habituales con los demás niños y amigos, la repartición de posesiones valiosas, y hacer notas de despedidas, son signos que puedes observar como una crisis suicida infantil.

La atención psicoterapéutica a una crisis suicida infantil debe ir dirigida a la sensibilización de padres o tutores para que tomen conciencia de los cambios ocurridos en el niño o la niña, que presagian la ocurrencia de un acto suicida. Te recomendamos recoger todos aquellos artículos y juguetes con los cuales puedan autolesionarse tales como sogas, cuchillos, tijeras, bisturís armas de fuego, tabletas de cualquier tipo, combustibles, sustancias tóxicas y otros venenos, etc.

Si tu niño o la niña realiza una tentativa de suicidio tienes que investigar qué intención perseguían con este acto, pues necesariamente no tiene que ser el deseo de morir el principal móvil, aunque sea el de mayor gravedad. Los deseos de llamar la atención, la petición de ayuda, la necesidad de mostrar a otros cuán grandes son sus problemas, pueden ser algunos de los mensajes enviados con un acto suicida.

Debes intentar realizar un diagnóstico correcto del cuadro clínico que está condicionando la crisis suicida, para descartar que este sea el debut de una enfermedad psiquiátrica mayor, como un trastorno del humor o una esquizofrenia, y en ello puede desempeñar un papel muy útil la observación de sus juegos y la entrevista médica, la cual debe correr a cargo de un especialista en psiquiatría del niño y el adolescente.

Ten en cuenta que se deben desarrollar estrategias de prevención de suicidio durante los primeros años escolares, especialmente entre los estudiantes involucrados en conductas de acoso escolar, bullying, matoneo particularmente entre las menores que son víctimas.

Gracias
PadresExpertos