domingo, 30 de junio de 2013

Vive

En la vida, conforme van pasando los años, voy teniendo mis dudas y sospechas. En este caso te diré que no es lo mismo estar vivo que vivir. Vivir es un hecho biológico y estar vivos es pasar por la vida. Vivir es respirar y estar vivo es sentir el aire entrando por los pulmones, haciendo travesuras en nuestro interior.

Quizá vivir no es más que estar en el momento en que sucede “el milagro de la vida”. Estar vivo es sostener ese privilegio.

Muchas veces vivimos, pero pocas estamos vivos, porque el motor de nuestros impulsos es el miedo. Vivimos para no tener miedo, evitamos estar vivos para sufrir.

  • Miedo de reír y que los demás se burlen.
  • Miedo a la pérdida.
  • Miedo al éxito y a mantenerlo.
  • Miedo a amar y ser amado.
  • Miedo al silencio.
  • Miedo a convivir.
  • Miedo al miedo.
  • Ante todo, miedo a no ser feliz.
La felicidad es quien marca la diferencia entre vivir y estar vivo. Para muchos es una idea a cerca de la posesión.

Poseer es lo que nos permite ser felices o no. Es una mentira socialmente aceptada.


De todas las alternativas, estar vivo es la única para ser feliz. Pero hay muchos infelices en el mundo, aunque la razón científica dice que ser feliz es mucho más sencillo de lo que se cree.

Te ofrezco este decálogo de la infelicidad:

1.Para ser infeliz debes renunciar al derecho natural de “estar vivo” incluyendo la autodeclaración de designarte VIVO.
2.La infelicidad necesita de la renuncia total a todo acto de alegría.
3.Dejar de hablar en presente y pasar a pensar en pasado.
4.Negarse a cualquier oportunidad y no dejar de pensar que es mejor malo conocido que bueno por conocer.
5.Olvidarse completamente de todos tus sueños, por maravillosos que sean y continuar con la idea del “tener razón” y la tristeza.
6.Ver siempre el vaso medio vacío, seguir viviendo en la escasez.
7.Encerrarse en pensamientos pesimistas.
8.Consumirse por los acontecimientos naturales de la vida.
9.Fingir ser fuerte apretando la mandíbula y tragándose el sufrimiento.
10.Morir cada día.

Ahora te ofrezco otro, en este caso es para ser feliz….

1.Brotar y fluir con el universo, aceptar lo que nos da la vida; si la vida te da limones…. pide sal y tequila!
2. Reír a carcajadas, si de verdad lo sientes.
3.Disfrutar, tomar los mejores frutos del árbol de la vida.
4.Agradecer.
5.Abrirse al amor.
6.Dejarnos sentir.
7.Transformarse en agentes del amor.
8.Estar vivo.
9.Equivocarse.
10.Brindar perdón.

TÚ ELIGES!

Vanessa Arjona

jueves, 27 de junio de 2013

La envidia

En esta entrada hablaremos de la envidia, te explicaré este tema más en profundidad: qué tipo de personas la padecen, cuáles son sus causas y qué podemos hacer para superarlas.

Como siempre, te ofrezco la parte “teórica”, haz tú mism@ el estudio.

La envidia es una sensación natural y es normal padecerla siempre y cuando no domine nuestra vida y sentimientos. Puede hacer sufrir a mucha gente (tanto al envidioso como a la víctima) Ya sea oculta o visible, la envidia es un sentimiento de frustración con respecto al bien de otra persona, a la cual lo único que se le desea es herirla. Pero, ¿por qué?

La persona envidiosa es alguien que no está satisfecha (por inmadurez, frustración, cualquier motivo que ni él mismo sabe). Por eso lo único que siente hacia otras personas – de manera consciente o inconsciente – es rabia, mucha rabia porque tienen algo que ellas no tienen (ya sea dinero, belleza, éxito, libertad, personalidad, etc.), algo que él desea realmente pero no quiere o no puede conseguir.


En lugar de aceptar su situación, lo que hace es odiar e intentar destruir a toda persona que tenga lo que ella anhela; así es como se defienden las personas fracasadas y acomplejadas.

Este sentimiento va muy relacionado con el egocentrismo, pues la persona envidiosa tiene ansiedad por destacar, quiere ser el centro de atención: ganar, quedar por encima,etc. Su único objetivo es el de ser mejor en cualquier situación. Por esta razón, son muchas las personas que se sienten continuamente amenazadas con cualquier éxito ajeno. Viven en una permanente competición contra todo el mundo. Ya no se trata de desear algo que tienen otros, sino dedesear lo que los demás tienen como forma de incrementar su autoestima.Esta manera de sufrir es muy triste ya que esclaviza a la persona.

Desgraciadamente, existen varias formas de expresar la envidia, a través de: críticas, calumnias, dominación, ofensas, rechazo, rivalidad, venganza, agresiones,etc.

Normalmente, una persona envidiosa lo será de aquellas personas más cercanas a su entorno, es decir, entre iguales ( hermanos, primos, vecinos, etc).

La envidia no tiene porqué ser siempre un sentimiento malo; algunas veces, cuando deseamos algo que otro tiene, podemos generar un impulso para así superarnos e ir en la dirección de conseguir nuestros objetivos. En este sentido, la identificación y la imitación serán habilidades de maduración personal.

A continuación, si eres envidios@, te ofrezco algunos consejos para superar la envidia:

- Acéptala como algo natural y quítale la parte negativa.
- Manipula todos los sentimientos que procedan de la envidia.
- Conócete y acéptate con todos tus defectos y virtudes.
- Perdona tus propios obstáculos.
- Ajusta tus deseos a tus posibilidades.
- Aprende a que te guste todo lo que puedes hacer con lo que tienes.
- Reconoce que hay personas que provocan envidia.
- Evita todas las comparaciones inútiles durante la niñez.
- Educa a los niños para que sean solidarios y se alegren del bien ajeno.

Por último y para concluir, creo que cuanto más insatisfecha o débil es una persona, más envidiará a la gente. La envidia tiene cura, mediante un tratamiento de crecimiento y desarrollo personal, pero ésta es posible solamente si resuelves y tomas conciencia de tus propias carencias.

LAS PERSONAS MADURAS NO ENVIDIAN A NADIE!!

Vanessa Arjona

martes, 25 de junio de 2013

De una Mujer para las Mujeres

Si ALGUNA está de bajón, recuerde que:
  • Somos el sexo lindo.
  • Sentarse con las piernas cruzadas no duele.
  • Si resolvemos ejercer profesiones predominantemente masculinas somos pioneras.
  • Si ellos deciden ejercer profesiones predominantemente femeninas, son gays.
  • Nuestra inteligencia es comparable a la de cualquier hombre... y nuestra apariencia es mejor.
  • Si matamos a alguien y probamos que fue durante el síndrome pre-menstrual es un atenuante.
  • Nuestro cerebro tiene la misma capacidad que el de los hombres. Aunque tengamos 6 billones de neuronas menos... o sea nuestras neuronas son más eficientes.
  • Somos capaces de prestar atención a varias cosas al mismo tiempo.
  • Siempre sabemos dónde están las medias.
  • La mujer del presidente es llamada "primera dama".
  • El marido de la presidenta es un cero a la izquierda, aunque sea de derecha.
  • Si nos casamos con el heredero al trono, seremos reinas.
  • Si un hombre se casa con la heredera al trono, será el marido de la reina.
  • Si somos traicionadas, somos víctimas... si nosotras traicionamos, ellos son cornudos.
  • En definitiva, nosotras decidimos cuántos hijos tener.
  • Sentimos al bebé moverse adentro.
  • Los chicos siempre dicen mamá primero.
  • Siempre sabemos que el hijo es propio.
  • Tenemos meses por licencia de maternidad.
  • El examen ginecológico es más agradable que el examen de próstata.
  • Somos monogámicas... ¡aunque sea necesario probar varios hombres hasta encontrar alguno que valga la pena...!
  • Siempre estamos presentes en el nacimiento de nuestros hijos.
  • Somos las divas del casamiento.
  • Alguien alguna vez oyó hablar de un "musso inspirador"
  • Vivimos más.
  • Somos más resistentes al dolor y a las infecciones.
  • Tenemos menos problemas cardiacos.
  • Tenemos prioridad para los botes salvavidas.
  • Somos más sensibles.
  • Tenemos un día internacional.
¡Realmente somos maravillosas!

Desconozco a su autora

lunes, 24 de junio de 2013

Cuando te sientas confundida

Cuando te sientas confundida y necesites de respuestas, escudriña tu alma, busca por dentro.

Y es que al buscar por fuera en un mundo que gira rápido y sin control no encontrarás respuestas, ya que todos buscamos lo que tú buscas hoy.

Y ¿quién más que tú para buscar por dentro, donde tu alma habita, donde surgen tus sueños, donde habita tu verdad, la que no arriesgas por miedo?

Miedos que tendrás que enfrentar, si quieres seguir viviendo, si deseas ser feliz.

Empieza a buscar por dentro, que lo de afuera se extingue y se esfuma como el viento.

Y la verdad que existe en ti no la derrumban los vientos.

Desconozco su autor

martes, 18 de junio de 2013

Hijo eres

El abuelo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años. Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban. La familia completa comían juntos en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacían el alimentarse un asunto difícil. La comida caía de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel.

El hijo y su esposa se cansaron de la situación. "Tenemos que hacer algo con el abuelo", dijo el hijo. "Ya he tenido suficiente"... "Derrama la leche hace ruido al comer y tira la comida al suelo". Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en uno de madera. De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado solo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran frías llamadas de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.

El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo. Le preguntó dulcemente: "¿Qué estás haciendo?"

Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah, estoy haciendo un plato para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos."

Sonrió y siguió con su tarea. Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla. Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.

Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupo un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa parecían molestarse más, cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

Anónimo

¿En qué piensa un bebé?

En las primeras etapas después de nacer, la conciencia de un bebé se encuentra en un estado que es todo sensaciones: no tiene la capacidad de pensar en el sentido de  razonar, memorizar conscientemente, reflexionar o enjuiciar. Quizás podría decirse que es más sensible que consciente.  Mientras duerme, el bebé es consciente de su estado de bienestar, al  igual que un adulto que duerme con su pareja es consciente de su presencia o ausencia. Cuando está despierto es mucho más consciente de su estado, pero de un modo que en un adulto se llamaría subliminal. En cualquiera de estos dos estados, es más vulnerable a su experiencia que un adulto, ya que no tiene ningún precedente con el que clasificar sus impresiones.
La falta de un sentido del paso del tiempo no supone una desventaja para un bebé intrauterino o para un bebé que esté en contacto con el cuerpo de la madre, simplemente se sienten bien; pero para un bebé que no esté pegado al cuerpo de la madre, el hecho de no poder mitigar cualquier parte de su sufrimiento mediante la esperanza- que depende de un sentido del tiempo- es quizás el aspecto más cruel de su terrible experiencia. De ahí que su llanto no pueda contener ni siquiera un vestigio de esperanza ya que actúa como una señal para encontrar alivio. Más tarde, a medida que las semanas y los meses van transcurriendo y la conciencia del bebé aumenta empieza a sentir un indicio de esperanza y el llanto se convierte en un acto asociado a un resultado, ya sea negativo o positivo. Pero la aparición de un sentido del tiempo a penas de ayuda a que las largas horas de espera sean más llevaderas. La falta de una experiencia anterior hace que el tiempo le resulte intolerablemente largo a un bebé que esté en un estado de anhelo.
Incluso años más tarde, cuando aquel niño tenga cinco años la promesa hecha en el mes da agosto de regalarle una bicicleta en navidad le resulta tan satisfactoria como no prometerle nada. A los diez años el tiempo se ha reorganizado en vista de la experiencia hasta el punto de que aquel niño puede esperar de una manera más o menos agradable un día para recibir algunas cosas, una semana para obtener otras, y un mes para algo muy especial, pero un año sigue sin tener demasiado sentido para él en cuanto a mitigar su deseo, y la realidad presente contiene una cualidad absoluta que dará paso solo después de experimentar muchas otras experiencias a un sentido de la naturaleza relativa de los eventos según la propia escala del tiempo. Solo a los cuarenta o cincuenta años, la mayoría de  la gente tiene alguna perspectiva de la verdadera dimensión de un día o de un mes en el contexto de toda un vida mientras que solo algunos pocos gurús y octogenarios son capaces de apreciar la relación entre los momentos o la vida de uno y la eternidad al comprender plenamente la irrelevancia del arbitrario concepto del tiempo.
Un bebé- como un gurú iluminado- vive en el eterno ahora. El bebé que está pegado al cuerpo de su madre- el gurú- viven el ahora en estado de beatitud; en cambio, el bebé que no está en contacto con el cuerpo de su madre lo vive en un estado de un vivo deseo insatisfecho en medio de un inhóspito universo vacio. Sus expectativas se mezclan con la realidad, y las expectativas innatas y ancestrales son recubiertas- en vez de ser cambiadas o reemplazadas- por las expectativas basadas en su propia experiencia. Cuanto más diverjan estos dos grupos de expectativas, más alejado estará de su potencial innato de bienestar.
Texto extraido de:
M. Liedloff; (2003). El concepto del continuum. En busca del bienestar perdido. Tenerife: Editorial OB STARE)
Fuente: Padres en apuros 

¿Bebés difíciles? o ¿progenitores difíciles?

Desde el punto de vista del bebé existen, sin ninguna duda, progenitores “difíciles”.
  • Dichos progenitores pueden, quizás, incluirse en dos tipos:
    • descuidados o
    • intrusivos.
En el último peldaño del tipo descuidado hemos de situar las madres depresivas con su gran dificultad para responder a sus bebés; dichas madres muestran una gran apatía y retraimiento, no contactan visualmente con el bebé y tampoco lo cogen en brazos si no es para limpiarlo o darle de comer.
    • La respuesta del bebé en esta situación es comunicarse también de manera depresiva en el intercambio con otras personas.
    • Además, sus sentimientos son menos positivos (y el cerebro izquierdo está menos activo).
    • A la edad de 1-2 años muestran más dificultades que los otros niños en la ejecución de tareas cognitivas y, también, un apego de tipo inseguro.
    • Con el aumento de la edad, los problemas emocionales muestran una tendencia a  persistir.
Si nos centramos en el último peldaño del tipo intrusivo, podemos situar en él a otro tipo de madre que puede ser también depresiva, aunque  quizás de manera encubierta. Se trata de un tipo de madre más expresiva a la que, en cierto grado, le molestan las demandas del bebé y siente hostilidad hacia él, además, puede mostrarle dicha hostilidad cuando lo maneja de manera brusca o sin calidez. Sin embargo, lo más frecuente es que se trate de una persona muy activa y que se relaciona con el bebé de manera poco sensible, obstaculizando, a menudo, las iniciativas del bebé y sin saber captar sus mensajes. Las madres que maltratan a los bebés tienden a situarse en este último peldaño del espectro;
  • Sus niños también son propensos a tener dificultades en su desarrollo, con un tipo de apego inseguro y una manera de relacionarse evitativa o desorganizada.
( Fragmento extraido de: Gerhardt, S.; (2004). El amor maternal: La influencia del afecto en el desarrollo mental y emocional del bebé. Barcelona: Editorial Albesa, S. L.)
Fuente: Padres en apuros

lunes, 17 de junio de 2013

Cómo interpreta el mundo un bebé

  • El bebé, en su simplicidad psicológica, es como una planta que acaba de nacer y, al comienzo, sus sentimientos se hallan a un nivel muy básico.
  • Un bebé experimenta sentimientos globales de desconsuelo o satisfacción, de molestia o bienestar, pero procesa estos sentimientos sin complejidades ni matices, ya que aún no posee la capacidad mental para procesar informaciones complejas.
    • Pero mientras se apoya en los adultos para manejar las situaciones que se le presentan en un intento de disminuir las molestias y aumentar el bienestar, va entrando, poco a poco, en el mundo que le rodea. Vive en un ambiente donde hay personas.
  • El   bebé tiene una visión de lo que ocurre a su alrededor, y le llegan sensaciones olfativas y sonidos que cambian constantemente durante el día, la noche, etc., y a medida que ello ocurre comienzan a formarse ciertos patrones de funcionamiento. Poco a poco el bebé comienza a reconocer las características más estables de lo que le rodea  las almacena en forma de imágenes.
    • Puede tratarse, por ejemplo, de la imagen tranquilizadora de la madre que entra sonriente en su habitación cuando el bebé está llorando en la cuna, o puede tratarse de una imagen perturbadora, de cara hostil que se acerca.
    • El significado de estas situaciones se va estableciendo cuando el bebé comienza a darse cuenta de si la madre, cuando entra por la puerta, muestra placer o malestar.
    • Las emociones primitivas tienen mucho que ver respecto a si se rechaza a las personas o, por el contrario, se las atrae para estar más cerca, y estas imágenes se convertirán en expectativas respecto al mundo emocional en el que el bebé vive, expectativas que le ayudarán a predecir qué ocurrirá en la próxima situación, cómo responder de la manera más adecuada.
( Fragmento extraido de: Gerhardt, S.; (2004). El amor maternal: La influencia del afecto en el desarrollo mental y emocional del bebé. Barcelona: Editorial Albesa, S. L.)
Fuente: Padres en apuros

jueves, 13 de junio de 2013

Cómo elogiar / reforzar correctamente y para qué nos sirve

Tenemos la tendencia a buscar fallo, en lugar de los puntos fuertes. Esto nos pasa sobre todo con nuestros hijos,  pero también con la pareja y en el trabajo.
Frecuentemente, nos olvidamos de halagar y elogiar a las demás personas. Damos por hecho que lo positivo es lo normal, o que es su deber hacer las cosas bien. Incluso parece que nos da cierto pudor resaltar lo positivo de los demás y que puedan pensar que queremos adularles.
¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de elogiar correctamente?
  • Lo más importante a la hora de elogiar es ser sincero, si no, la comunicación no verbal nos delatará y no conseguiremos el efecto deseado.
  • Ten una actitud de búsqueda de lo positivo. Y evita asociarlo a una crítica.
  • Siempre es mejor elogiar la conducta que a la persona, sobre todo, cuando estamos educando a un niño. Le debe quedar claro cuál es la conducta que nos agrada, para que vuelva a repetirla.
  • Tendremos que ser lo más concretos posible.
    • Es mejor decir: “Me gusta cómo has colocado la colcha y lo bien que has estirado las sábanas.”
    • Que decir de manera más genérica: “Has hecho muy bien la cama.”
  • También es conveniente usar mensajes yo, en primera persona, y utilizar un lenguaje emocional.
    • Será más eficaz decirle a nuestro hijo: “Me encanta tu dibujo.”
    • Que decirle: “Has hecho un dibujo muy bonito.”.
  • También es importante que el elogio o refuerzo se exprese en un tiempo próximo a la conducta que nos agrada.
Hasta aquí hemos visto qué nos frena a la hora de elogiar y cuál es la manera más adecuada de hacerlo, pero,  ¿para qué nos sirve elogiar?
  • En primer lugar favorece que caigamos bien y nos convirtamos en personas significativas y de confianza.
  • También, hace consciente al otro, de aquello que nos agrada de él. Es un gran incentivo, más potente que el castigo o la crítica. Aumentando la probabilidad de que se repitan determinadas conductas.
  • El elogio es muy útil si queremos ayudar a potenciar la autoestima positiva y la motivación en el otro.
  • Y, en general, podemos decir, que mejora la calidad y calidez de las relaciones.
Fuente: Padres en apuros


martes, 11 de junio de 2013

Los celos

¿QUÉ SON?
  • Se presentan cuando hay un conflicto para recibir atención.
  • Nos sirve para aprender a tolerar no ser el centro de atención y compartir afecto.
¿QUÉ NO HAY QUE HACER?
  • Evitar las comparaciones entre hermanos.
  • Evitar las culpabilizaciones con respecto al otro.
  • Evitar las responsabilidades exigentes con respecto al otro.
¿QUÉ HAY QUE HACER?
  • La empatía con los celos es muy importante. Tenemos que recoger y comprender los sentimientos negativos hacia el otro.
  • Hay que mostrar atención al niño y dedicarle momentos en exclusividad.
  • Debemos propiciar ocasiones para que el niño colabore con el otro.
Fuente: Padres en apuros


lunes, 10 de junio de 2013

La alegría y otras emociones agradables

ALEGRÍA

  • La alegría es la emoción que produce un suceso valorado como favorable como puede ser:
    • La consecución de metas (resolver un problema difícil…),
    • Los acontecimientos positivos (aprobar un examen, enamorarse, tener un hijo, superar una enfermedad…),
    • Determinados hechos que corroboran que somos valiosos para los demás (recibir un elogio, gustarle a otra persona…).
    • En general la alegría se da cuando creemos que estamos haciendo progresos hacia la realización de nuestros objetivos.
  • La alegría facilita la empatía, lo que favorece la aparición de conductas altruistas, de compromiso social y voluntario.
    • Genera actitudes positivas hacia los demás y hacia uno mismo.
  • La alegría mejora la autoestima, la autoconfianza, las relaciones sociales, el rendimiento cognitivo, la creatividad, el aprendizaje, la memoria, aumenta la disponibilidad para enfrentarse a nuevas tareas, favorecen la conducta exploratoria y ayuda a superar el miedo.
  • Cuando la alegría se desborda estamos ente una situación de euforia, en la que hay una activación total, esto nos empuja a la acción y al contagio desbordante.
  • Los acontecimientos negativos si nuestro estado de humor es eufórico (alegría) tienen menos efectos.

OTRAS EMOCIONES AGRADABLES

  • Las emociones agradables facilitan:
    • el aprendizaje,
    • la consecución de objetivos,
    • la comunicación.
  • También favorecen la conducta exploratoria y ayudan a superar el miedo.
  • Están asociadas a la salud física y psicológica.
  • Estamos preparados biológicamente para las emociones agradables a través de los receptores sensoriales.
  • Se expresan mediante distintos tipos de sonrisa.
Emociones producidas por situaciones agradables:
Placeres sensoriales – Alegría – Bienestar – Diversión – Éxtasis – Elevación Excitación – Admiración – Asombro – Triunfo – Orgullo (fiero y naches) – Atracción-deseo-amor – Ternura
Emociones positivas producidas por situaciones desagradables:
Alivio – Esperanza
Las emociones empáticas: Gratitud – Compasión

viernes, 7 de junio de 2013

¿En qué notamos que nuestr@ hij@ tiene una baja autoestima?

  • Expresan sus pensamientos de forma negativa y en términos de nunca, todo, siempre, nadie, etc.: “Nunca hago nada bien”, “siempre saco malas notas”, “nadie quiere ser mi amigo”.
  • Piensan y se dicen cosas como: “No sirvo para nada”, “soy un desastre”.
  • Se dejan influir por los demás.
  • Piensan que para que les quieran deben ser los mejores y los primeros en todo, lo que aumenta su nivel de autoexigencia.
  • Piensan que los errores son una tragedia y no se lo permiten.
  • Confían poco en sí mismos, se sienten inseguros.
  • Tienen un gran sentido del ridículo.
  • Temen estar en contacto con otros niños por lo que puedan pensar de ellos.
  • Tienen miedo a equivocarse.
  • Están tristes. No encuentran nada que les motive y se ilusionan con pocas cosas.
  • Si no consiguen ser los mejores se frustran de manera desproporcionada.
  • Por muy bien que hagan las cosas no están contentos con los resultados.
  • No valoran sus capacidades.
  • Tienen una actitud de rechazo a lo que proponen los demás.
  • Aunque pueda parecer que estos niños están muy seguros, detrás de la agresividad suele haber frustración. No saben cómo controlarse ante los ataques de ira.
  • Buscan constantemente llamar la atención para conseguir la aprobación de los demás. Interrumpen para que les presten atención.
  • Son inhibidos y poco sociables.
  • Muestran una actitud agresiva.
  • Se quejan y critican constantemente.
  • Aunque tienen capacidades suficientes no arriesgan, no hacen nada nuevo por si les sale mal.
  • Les cuesta solucionar los diferentes problemas con los que se encuentran, ya que son desafíos nuevos y se bloquean ante ellos.

martes, 4 de junio de 2013

Aprender a hacer reconocimientos

Es importante saber hacer críticas, pero no sólo debemos fijarnos en lo que de los demás nos disgusta. A todos nos gusta que nos resalten nuestras cualidades positivas, por pequeñas que éstas sean, y aunque hacemos muchas cosas bien, no siempre dedicamos a los puntos fuertes toda la atención que merecen.
Nuestros hijos también necesitan saber lo que de ellos nos agrada. Por este motivo, también debemos prestar atención a las muchas cosas que nos parecen agradables y “correctas” de ellos, incluso a las excepciones (por ejemplo, nuestro hijo nunca recoge la mesa, pero hoy lo hizo). Nuestros hijos aprenderán mucho más rápido si resaltamos sus aciertos y valoramos sus logros, por sencillos que éstos sean, porque les motivamos y estimulamos para seguir mejorando. Por eso, debemos dedicar tiempo para conocer sus aspectos positivos y expresárselo en forma de reconocimientos.
Un reconocimiento es un comentario positivo que hacemos a la otra persona, con amabilidad y sinceridad. Con ello, le ponemos de manifiesto con nuestras palabras algunas de sus cualidades más positivas.
Los reconocimientos positivos pueden señalar características naturales (“¡Qué guapa eres!”), sus acciones (“Has estudiado muchísimo!,¡menudas notas me traes!¡” o “gracias por echar una mano recogiendo la mesa”) y sus actitudes (“eres muy cariñoso”). Como vemos, existen muchas posibilidades de expresar comentarios positivos a una persona.
Texto cedido por el IMFEF

sábado, 1 de junio de 2013

Los beneficios del deporte temprano

Todos los niños aprenden a caminar, correr y saltar, pero si se favorece la actividad física en edades tempranas, caminarán con más gracia, correrán más rápido y saltarán más alto. Y eso les encanta. Conocen su cuerpo y saben hasta dónde pueden llegar. Y con un poco más de ayuda, materiales adecuados y algo de entrenamiento, las posibilidades que tienen para jugar, hacer ejercicio y divertirse son muchísimas... y los beneficios para su salud, innumerables.

El deporte es mucho más que la simple actividad física y, si se enseña de una forma apropiada y acorde a los intereses de nuestro hijo, puede convertirse en un hábito muy favorable para él. Los padres debemos ser conscientes de que los niños que no practiquen deporte durante la infancia probablemente tampoco lo harán durante la vida adulta.

El ejercicio físico de los párvulos suele llevarse a cabo con miras al desarrollo de la psicomotricidad, la coordinación y el compañerismo. Desde los 3 a los 6 años, nuestros hijos están en la edad del juego y de la gimnasia de imitación, pero su cuerpo todavía no está preparado para soportar ningún ejercicio de potenciación muscular. La actividad física de este periodo estará dominada por el juego y debe:
  • Poner énfasis en adquirir soltura, agilidad, equilibrio, fuerza…
  • Evitar la competitividad y potenciar el compañerismo y la lealtad hacia todos los miembros del grupo.
  • Inculcar desde el principio que lo importante es practicar un deporte, no ser un campeón.
  • Divertir.
Los beneficios del deporte en la salud de nuestro hijo pueden ser múltiples:

Beneficios físicos del deporte

  • Aumenta la resistencia cardiovascular: previene la aparición de enfermedades cardiovasculares.
  • Mejora la resistencia y la fuerza muscular: previene las lesiones musculares.
  • Aumenta la flexibilidad: nuestro hijo será más ágil, más rápido y tendrá menor riesgo de torceduras.
  • Potencia el conocimiento del propio cuerpo.
  • Ayuda a desarrollar mejor y más rápidamente las capacidades de coordinación.
  • Aporta el control de un alto nivel de movimientos básicos que permitirán en el futuro realizar de forma óptima el trabajo técnico deportivo.
Beneficios psíquicos del deporte

  • Ayuda a ganar seguridad en sí mismo, ya que el hecho de ir superando retos anteriores, hace que nuestro hijo se sienta capaz de afrontar otros de mayor dificultad.
  • Contribuye a aumentar la autoestima, ya que nuestro hijo "se gusta a sí mismo" al ver que es capaz de hacer bien, diferentes tipos de movimientos y ejercicios.
  • Favorece la autonomía, ya que nuestro hijo se da cuenta de que es capaz de dominar su cuerpo en el entorno (espacio, colchonetas, obstáculos, saltos, etc.). Ello le hace consciente de que tiene gran capacidad para actuar de forma independiente.
  • Su mejora hace que se sienta valorado por los demás: sus compañeros le llaman para participar en sus juegos, sus profesores le felicitan y sus padres también.
  • Le ayuda a sentirse valiente en diferentes situaciones, tanto físicas como sociales, y eso le da seguridad.
  • Se siente más independiente, capaz de decidir por él mismo cuándo y cómo debe actuar o dejar de hacerlo.
La práctica de hábitos saludables es una de las mejores aportaciones que podemos ofrecer los padres a nuestros hijos. Ya hemos visto que la actividad física aporta muchos beneficios y mejora la salud de la persona. Los efectos negativos del sedentarismo sobre la salud están claros. Un niño que se mueve, que corre, que le gusta nadar en solitario y jugar al fútbol con sus compañeros, es un niño "más sano" que otro que tiende siempre a quedarse sentado, enganchado a la tele o jugando al vídeojuego. Los padres debemos aportar hábitos saludables, propiciar el movimiento y el juego, inventar actividades, dar alternativas a actividades sedentarias, y ayudarles, sobre todo, valorando lo bien que lo hacen y lo contentos que estamos. Seguramente estaremos haciendo una inversión a largo plazo en felicidad y salud. Ellos seguro que nos lo agradecerán.

Escola Esportiva Brafa

"Todo se puede comprar" por Rose Mary Espinosa

Escena de la obra
En temas como la trata de personas para fines de explotación sexual no es raro que sean mujeres quienes levanten la voz y tomen cartas en el asunto, y tampoco es raro que estas tomas de conciencia y estos llamados a la acción muchas veces sean interpretados como muestras necias de conservadurismo, cerrazón o envidia.

Por eso me sorprendió que la obra Si un árbol cae. . . haya sido concebida y escrita por hombres: respectivamente, por el productor Vladimir Peña y el dramaturgo Javier Malpica. Las premisas son crudas y la metáfora escalofriante: el ejercicio forzado de la prostitución se hace de víctimas cada vez más jóvenes, quienes reciben tratos infrahumanos y, una vez que dejan de ser útiles o dejan de cooperar, son desechadas y olvidadas: como árboles en medio del bosque que nadie escucha caer.

Le pregunto a Malpica qué le significó involucrarse con esta realidad como hombre y ’desenmascarar’ los móviles de su género. Él responde que, si bien la obra pretende retratar el sufrimiento de dos mujeres víctimas de la trata, igualmente le permitió ‘descubrir la parte masculina involucrada: esa que apoya o, en el mejor de los casos, ‘no obstaculiza’ o es indiferente a la desaparición de las mujeres y su venta para la prostitución forzada.

El clima generalizado hacia este tipo de realidades estrujantes suele ser de indiferencia y apatía. Por miedo o por costumbre, se silencia y, por ende, se permite y se promueve. Hay quien se cura en salud porque lo considera un fenómeno mundial. Hay quien se cruza de brazos porque, a su juicio, es cuestión de naturaleza humana y siempre ha existido y siempre existirá. Ése es el énfasis en uno de los diálogos del único actor masculino en escena (que desempeña distintos roles) y que exalta, acaso lapidariamente, las prerrogativas y los alcances de los de su clase: los hombres, sean políticos, empresarios, futbolistas o abogados: Las leyes se escriben con nuestro semen, sentencia.

Malpica cree que la trata de personas es, en efecto, un problema de género: Vivimos en una sociedad (evidentemente comandada por la testosterona) donde ideas como ‘todo se puede comprar’, ‘el sexo es siempre placentero’, ‘el sexo vende’, han llevado a muchos hombres a la falsa creencia de que toda prostitución es valida y que tienen derecho a satisfacer sus deseos sexuales siempre que paguen, sin importarles que las mujeres involucradas puedan ser víctimas de trata y estar forzadas a ello.

¿En qué medida el ‘’destino final’’ contribuye a perpetuar y agravar crímenes de esta magnitud? Malpica es tajante: ‘Si así piensan los ‘clientes’ no podemos extrañarnos de que haya quienes hayan dado un paso más allá y, para satisfacer esa demanda masculina, sientan que tienen el derecho de vender, esclavizar, torturar y hasta asesinar a las que ya no ven sino como un objetos de consumo. Uno no puede menos que sentir vergüenza de su propio género.

La obra presenta un formato novedoso y en distintos. La desventura de los dos personajes femeninos (propiciada por condiciones preexistentes como: la violencia intrafamiliar, la marginación y el hecho de nacer mujer) se muestra también como una azarosa, acaso ilusa, elección de papeles dramáticos que terminan por ser roles de vida, en medio del anonimato y el olvido.

Una serie de testimoniales de víctimas de trata en todo el mundo que revelan sus móviles para callar, sonreír y complacer (Aprendí a quedarme callada para que me insultaran menos… a sonreír para que me dejaran de pegar). Un caudal de datos duros, transmitidos por el periodista Javier Solórzano a través de una pantalla (12 millones de mujeres víctimas de este crimen, quienes en los casos más severos son obligadas a atender entre 30 y 50 clientes por día) y el pronóstico de que, en los próximos años, la trata, segundo delito a nivel nacional, por encima de la venta de armamento, supere al número uno: el narcotráfico.

Los pasajes más estremecedores ilustran la pérdida de la inocencia a través de promesas y amenazas, de engaños y traición, incluso por parte de familiares y esposos. Quienes padecen los ultrajes se ven inmersas en dinámicas de sometimiento e intimidación: debilitadas por cuánto se les veja y minimiza, resignadas a morir.

Si no hay más voces de indignación al respecto, es porque se trata de un crimen de género y la sociedad machista está minimizando lo que ocurre. Hay dinero involucrado, por lo que hay mafias y corrupción silencian las voces de aquellos indignados o afectados. La trata de mujeres y niñas existe en nuestro país, y no necesitamos ser ni reporteros, investigadores, sociólogos o escritores para dejar oír nuestras voces solidarias. Podemos empezar al menos con no cerrar los ojos y los oídos a esos árboles que caen.


Rose Mary Espinosa