sábado, 17 de agosto de 2013

Los beneficios del mango


También conocido como melocotón de los trópicos, el mango es una fruta bien conocida desde tiempos antiguos por las tribus indias del trópico y actualmente se produce en todo el mundo.

El mango nos ayuda a cuidar nuestro cabello y nuestra piel, al mismo tiempo que nutre y depura el organismo con sus propiedades antioxidantes y diuréticas.

Antioxidante y laxante
Gracias a su alto contenido en Vitaminas A y C, y a sus ácidos málico y palmítico, el mango es una fruta muy antioxidante que nos ayuda a protegernos de enfermedades cardíacas, las alergias o el cáncer. Una pieza de 100 gramos de mango contiene 36.4 gramos de vitamina C, lo que corresponde al 61% de las necesidades diarias de esa vitamina.

La fibra del mango junto a la fructosa que tiene facilita el tránsito intestinal y actúa como un laxante natural, previniendo así el estreñimiento de una manera fácil y eficaz.
Bajar de peso

El mango contiene un 83 % de agua, y a pesar de su sabor dulce nos aporta pocas calorías y azúcares fácilmente asimilables. Por ello, el mango es una fruta recomendable para estar presente en dietas de adelgazamiento para tomar tanto en el desayuno como en el tentempié, satisfaciendo la sensación de saciarnos, proporcionando una elevada cantidad de agua y evitando la ingesta de calorías y grasas innecesarias.

Rico en minerales
El mango nos aporta también gran cantidad de minerales, lo que nos puede ser beneficioso para curar ciertas enfermedades. Algunos de los minerales que nos aporta el mango son:
  • Hierro: Este mineral es esencial para nuestro organismo, previene la fatiga y nos ayuda a fortalecer las defensas contra enfermedades.
  • Cobre: Beneficioso para el color y la aparición del pelo.
  • Magnesio: Nos protege de enfermedades cardiovasculares, del estrés o de los dolores menstruales.
  • Calcio: Uno de los minerales más importantes para la formación de los huesos.
Gracias a su alto contenido en hierro, el mango resulta muy beneficioso para la prevención de la anemia. Además, dado que el mando tiene también un alto contenido en vitamina C, nos facilita la absorción del hierro.

Cómo comer el mango
El mango se consume tanto sólo como en ensaladas y zumos. La piel del mango no se come, para consumirlo fresco se debe pelar. Dado que el mango es una fruta muy resbaladiza, se recomienda pelarlos de una manera similar a cómo pelaríamos un kiwi, cortando la fruta a la mitad y separando la pulpa de la piel con una cuchara grande.

Fuente: Mejor con salud 

Noche de cougars por Rose Mary Espinosa

No es raro que los reencuentros generacionales terminen en desencuentros, especialmente cuando se trata de poner sobre la mesa éxitos y fracasos o hacer un recuento de los bienes materiales, logros profesionales, los hijos o los matrimonios en el haber.

A veces se apuesta por la pose, a veces por la naturalidad. Quizá la primera proteja, quizá la segunda exhiba. Nadie está exento de que el otro lo mire igual o mejor de cómo lo recordaba o mucho peor que en la foto de perfil en Facebook. Podemos llevarnos sorpresas, porras o silencios por cómo lucimos, por dónde estamos parados, por la persona con quien nos casamos o las razones por las que nos separamos.

Digamos que mi último reencuentro generacional no fue numeroso ni calculado sino sorpresivo y con pocos comensales. El lugar de la inesperada reunión suele estar invariablemente de fiesta, no obstante esa vez atestiguamos un extraño tránsito del cierre de la noche cougar al arranque de la madrugada escort.

Así le llaman los meseros.

Desde luego que lo que observamos e interpretamos dio pie a otra de las conversaciones infaltables en estas reuniones: la nostalgia del ayer. Nostalgia que va y viene. Que puede viajar o quedarse en tentación y sucumbida o en renuncia y resignación.

Saltaron a la mesa anécdotas de haber vuelto a contactar a la primera novia de la secundaria, al primer amor de la preparatoria, la curiosidad por abrir un nuevo capítulo, la necesidad de cerrar un círculo, la urgencia por dar carpetazo. . . No dejó de ser incómodo que los hombres ahí presentes hicieran alarde de las prerrogativas de su género, a la manera de clichés: que si con los años los hombres se hacen interesantes y las mujeres solo envejecen; que si la posición, el poder y el dinero compensan el paso del tiempo. . . Generalidades, que no verdades únicas, ante las que a veces uno reacciona y discute y, otras veces, solamente escucha y guarda silencio.

De hecho, más que los desplantes machistas, sexistas o materialistas, incluso más que ese necio empeño en medirse con los demás en términos de quién la hizo y quién no, lo que realmente me inquieta es esa sutil tendencia a ver en el otro un viejo conocido más que un ser por descubrir. Una mirada reduccionista que pareciera atribuir la experiencia de vida al recuerdo que de alguien se tiene: cómo era, cómo se comportaba: Ah, pues era de esperarse.

Por poner un ejemplo, una de las presentes, madre y divorciada, dijo que se encontraba en una relación complicada dado que su pareja vivía en el extranjero y no siempre le era fácil lidiar con la distancia. Acto seguido, le llovió. Reproduzco parte del coro griego que le cayó encima, tal y como lo recuerdo:

No es para menos. Desde niña te enamorabas de imposibles. Todos los otros no daban el ancho. Y no me extraña, pues siempre fuiste muy severa contigo misma. Y lo sigues siendo. Ya ves cómo adelgazaste. Y qué bueno que decidiste cuidarte. ¿Recuerdas cómo te escondías bajo ropa holgada? Te evadías. Y lo sigues haciendo. Por eso los amores platónicos. Hasta la fecha.

--No necesariamente. . . Uno aprende, decide, crece --alcanzó a decir la pobre, pero no contó.

--La esencia es esencia, te guste o no.

--¿Ahora tú sabes más de mí que yo misma? –pregunta.

--Hay cosas que son evidentes ante los otros. Tú no quieres ver. Así eras entonces. Idealizabas lo que no podías tener y desdeñabas lo que estaba a tu alcance. Siempre ha sido así. La esencia es la esencia.

Lo menos malo fue que todos tuvieron oportunidad de dictaminar al de al lado. ¿Seríamos lo suficiente valientes para pasar de la superficialidad y la autocomplacencia a la disposición a escuchar y profundizar?

Para entonces, si un grupo de mujeres arregladas se levantaba de la mesa significaba que no habían pescadograduados y si un grupo de hombres treinteañeros llegaba con un par de mujeres llamativas quería decir que no les había alcanzado para pagarse cada quien su propia acompañante.

Las etiquetas son para las latas, no para las personas, es una frase célebre atribuida al actor Anthony Rapp. En un artículo titulado La chocante persistencia de las etiquetas, Scott Barry Baufman habla del efecto nocivo de éstas: Al convertir datos en categorías, se pierde información valiosa. Los seres humanos son más que anoréxicos u obesos, introvertidos o extrovertidos, talentosos o negados. Cada persona tiene una combinación propia de rasgos y experiencias de vida.

Al fin y al cabo, un reencuentro generacional es la ocasión propicia para representarse en el tiempo: en vivo y a todo color se aprecian los contrastes entre ayer y ahora, el devenir en bruto.

Hay quien piensa que este tipo de encuentros nos ahorran meses de psicoanálisis. Yo prefiero creer que son ocasiones para defender una narrativa propia como seres dueños de nuestro pasado y poder integrar éste con el presente hacia el futuro: Estas son mis caídas, estos son mis éxitos. Qué he hecho, qué hago, qué quiero y debo hacer yo, no los otros.

Provechoso el desencuentro generacional que resulte en un merecido encuentro consigo mismo.

Rose Mary Espinosa

Alimentos que te ayudan a combatir el estrés


La mayoría de personas experimentan o han experimentado el estrés en algún momento de su vida. El exceso de estrés puede tener efectos negativos en tu cuerpo, estado de ánimo y comportamiento. Incluso puede causar tanto a corto como a largo plazo problemas tales como deterioro de la memoria, capacidad de aprendizaje, presión sanguínea alta, enfermedad cardíaca coronaria, osteoporosis y mal funcionamiento del sistema inmune.

Muy pocas personas saben que hay ciertos alimentos que pueden ayudar a combatir el estrés. Aquí están algunos de ellos.

Té verde

El té verde contiene potentes antioxidantes como polifenoles, flavonoides y catequinas. Todos estos antioxidantes ayudan mucho a tener un estado de ánimo positivo, debido a su efecto calmante sobre la mente y el cuerpo. Los efectos positivos del té verde se dan más entre las personas que no beben alcohol ni fuman. 

Arándanos

Contienen gran cantidad de antioxidantes que ayudan mucho a reducir el nivel de estrés. Los arándanos también contienen vitaminas C y vitamina E, junto con minerales como el magnesio y el manganeso, que también son útiles para reducir el estrés. El consumo regular de arándanos te ayuda en el tratamiento de trastornos del estado de ánimo, la depresión, el insomnio y otros.

Leche

Un vaso de leche descremada te proporciona una buena cantidad de antioxidantes. La vitamina A, vitamina D, calcio y proteínas que se encuentran en la leche, combaten los radicales libres que se liberan cuando tienes estrés, ayudando a calmarte. La mejor manera de empezar el día es con un plato de cereal de grano entero con leche baja en grasa, el mejor desayuno de lucha contra el estrés.

Espinacas

Los vegetales verde oscuro como la espinaca son ricos en vitaminas C, A y B. Este vegetable, contiene una buena cantidad de minerales como calcio, potasio, magnesio y fósforo, los cuales reducen las hormonas del estrés en el cuerpo y estabilizar tu estado de ánimo. Una taza de espinaca al día te relaja y hace que tu cuerpo luche contra el estrés.

Almendras

Gracias a la vitamina E, vitamina B, magnesio, zinc, aceites saludables que son una excelente fuente de fibra, las almendras reducen la presión arterial y aumentan tu nivel de energía.

Chocolate oscuro

El consumo de alrededor de una onza y una media de chocolate negro al día puede reducir enormemente el nivel de hormonas de estrés presentes en el cuerpo. El chocolate contiene magnesio, que es un mineral que lucha contra el estrés, la fatiga, la depresión y la irritabilidad.

Salmón

Los ácidos grasos omega-3 del salmón aumentan químicos cerebrales como la serotonina (que te ayuda a sentirte feliz) y regulan las hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina.Lo recomendable es comer dos o tres porciones de salmón a la semana.

Arroz

El arroz integral contiene una buena cantidad de vitaminas del grupo B, que son muy importantes en el mantenimiento de las células, tejidos y órganos. Cuando el cuerpo recibe la cantidad adecuada de vitaminas B, acumula menos estrés y sufre menos trastornos del estado de ánimo. 

Aguacate (palta o avocado)

Gracias a sus nutrientes, el aguacate regula las hormonas del estrés, manteniendo los nervios y las células del cerebro sanas. El consumo diario de un aguacate reduce significativamente tu nivel de presión arterial y reduce el nivel de la hormona del estrés. 

La mejor manera de combatir el estrés es encontrar la causa detrás de él y luego tratar de resolverlo. A parte de estos alimentos, el ejercicio regular, el masaje, el yoga y la relajación pueden ayudarte a reducir los niveles de estrés.


Fuente: Mejor con salud