sábado, 1 de marzo de 2014

Cómo reaccionar ante las críticas

Las críticas forman parte de toda relación y, por muy bien que te lleves con alguien, tarde o temprano recibirás alguna crítica por su parte, pero el modo que tenéis de manejar esas críticas puede influir mucho en la calidad de vuestra relación.

Existen dos formas de responder ante una crítica: la defensiva y la constructiva. Son muchas las personas que responden de una manera defensiva porque se sienten atacadas. Dado que es una respuesta muy típica, es también la que más has visto desde tu infancia en los demás y, por tanto, la que más probabilidades has tenido de aprender. Pero nunca es tarde para empezar a aprender otros modos distintos de responder.

La respuesta defensiva

Hay varios tipos de respuestas defensivas:

1. Niegas completamente lo que la otra persona dice. Esto hace que la otra persona piense que no tienes en cuenta su punto de vista u opinión y es muy probable que se enfade.

2. Evitas o ignoras la crítica, actuando como si no hubiera sucedido o no la hubieras oído, cambias de tema y evitas hablar de eso, o dices que lo hablaréis otro día. Esto hace que el problema se quede sin resolver y que la otra persona sienta que no la escuchas y que sus necesidades no se tienen en cuenta. Con el tiempo hace que se acumulen emociones negativas y que haya un distanciamiento ente ambas personas.

3. Atacas a la otra persona con críticas. Una reacción muy habitual ante una crítica consiste en criticar cualquier otra cosa de esa persona, como algo que hizo mal en el pasado. Por ejemplo, si alguien te dice que deberías haberte dado más prisa porque vais a llegar tarde, respondes recordándole todas las veces que has tenido que esperarle. Esta es una estrategia muy utilizada porque con ella puedes desarmar con facilidad a la otra persona, pero suele dañar mucho las relaciones porque, además de no reconocer la opinión de la otra persona, le estás atacando, tal vez sacando a relucir de nuevo sus errores del pasado. Además, le transmites la idea de que ni olvidas ni perdonas y dejas a la otra persona con la sensación de que tendrá que estar pagando sus errores del pasado de por vida (tal vez en cada nueva discusión que tengáis). Este tipo de contraataque suele dar lugar a discusiones y conflictos más fuertes y deteriora mucho la relación.

4. Pones excusas y restas importancia a lo sucedido. Esta es otra forma de no aceptar las críticas de los demás. Las excusas suelen hacer que la otra persona se enfade, que piense que no tienes en cuenta su punto de vista, que no pidas perdón cuando quizás deberías hacerlo y te impiden reconocer cuándo la otra persona tiene razón o al menos parte de razón o simplemente valorar y entender su punto de vista.

Continuará...

Ana Muñoz