domingo, 10 de febrero de 2013

No Grites, ¡Canta!

Sara tenía cinco hijos sanos, felices y enérgicos, quienes eran naturalmente capaces de todo tipo de comportamientos que volverían loco a cualquier padre. Pero nunca vi a Sara perder la calma, ni siquiera por un momento. Tenía unos brillantes ojos azules que siempre reflejaban un mar de calma, incluso cuando su casa parecía ser un caos. Hablaba suavemente, como una seda, a pesar de los lloriqueos ensordecedores y las disputas entre hermanos.

A pesar de que conocí a Sara cuando yo aún era soltera y no tenía idea de lo desafiante que es para una madre mantener la calma en momentos como este, la conocía lo suficiente como para darme cuenta de que Sara era diferente a la mayoría de los padres.

En una ocasión particular en la que las dos estábamos absorbidas en una conversación, el hijo de Sara de cinco años levantó un delicado cartel de vidrio, envuelto para regalo, que había sido comprado para su tío que se había casado recientemente. Su madre miró en su dirección y dijo calmadamente: “Por favor deja eso, no quiero que se rompa”.

El niño continuó manipulando el frágil regalo. “Por favor deja eso, se puede romper”. Pero él no lo dejó.

Un minuto después, escuchamos la caída y la rotura del vidrio. Sin decir una palabra, Sara se agachó, levantó los vidrios rotos y los puso sobre la mesa a su lado. Miró a su hijo a los ojos y mantuvo la mirada por unos momentos hasta que se dio vuelta hacia mí y continuó fluidamente con la conversación desde donde había sido interrumpida.

Cuando el hijo de Sara se escabulló, lleno de culpa, para encontrar entretenimiento en otro lugar, le expresé mi asombro y le rogué que me diera su secreto para la serenidad. Ella me reveló que hacía unos años había ido a ver a la Rabanit Kanievsky, la esposa de Rav Jaim Kanievsky, uno de los líderes de Torá de la generación. “¿Qué puedo hacer para ser una buena madre?”, preguntó.

La sabia mujer respondió que dos veces a la semana debía leer “Igueret HaRambán”, una carta que Najmánides, el sabio del siglo 13, le escribió a su hijo. En su carta, Najmánides nos da las claves para ser las personas que queremos ser, destacando en especial la importancia de ser humildes ante todo y de hablar siempre con calma. Sara me aseguró que fue estrictamente por la revisión constante de esta epístola que se había convertido en la persona tranquila que era ahora.

Necesidades Extrañas

Y aquí estoy, nueve años después y madre de tres niños sanos e inquietos. Sin haberme considerado nunca una persona enojona por naturaleza, habría sido imposible prepararme para el desafío de controlar mi temperamento como madre. Por el contrario, siempre había estado orgullosa de mi personalidad relajada y de la falta de conflictos en mis relaciones. Tengo claros recuerdos de ver a extraños gritarles y hasta pegarles a sus hijos en público y estar segura de que sólo una persona sicótica sería capaz de tal comportamiento. Entonces esta nueva sensación de tensión, que surge a partir del enojo, filtrándose por mi cuerpo fue un fenómeno bastante raro. Esas necesidades extrañas que llenaban mis entrañas realmente me avergonzaban. ¿Podía ser yo de la misma especie que esa gente loca de mis recuerdos?

Recordé el ingrediente secreto de Sara para mantener la calma. Busqué mi copia de “La Carta del Rambán” de mi repisa, quité la capa de polvo que se había formado, y comencé a inculcar sus mensajes en mi ser.

“Acostúmbrate a hablarle amablemente a toda la gente en todo momento y esto te salvará de la ira, un rasgo personal defectuoso muy serio que hace que uno peque”.

La concisa carta estudia las etapas del crecimiento personal desde ponerle riendas a la ira hasta adquirir humildad para desarrollar una conexión más profunda con Dios. La receta comienza con algo bastante simple, “hablar amablemente”. De hecho, él propone algo aún más simple, “no elevar nuestra voz”. Conquista eso y te has conquistado a ti mismo – no es una proeza fácil.

La Carta del Rambán ha probado ser extremadamente útil para muchas personas. Sin embargo, no es un proceso explicable mediante la lógica, ya que leer la carta una vez no significa que realmente llegó al corazón y que el lector ha cambiado para siempre. Pero la carta termina con una promesa; “lee esta carta al menos una vez a la semana y tus deseos serán respondidos”. Esto se refiere a todos los deseos, pero especialmente a aquellos que están leyendo la carta con la esperanza de obtener auto-control y humildad.

El rabino Abraham Jaim Feuer escribió un hermoso libro, “Una Carta para las Generaciones”, en la que elucida cada renglón de esta carta ética. Explica que cuando una persona siente que las cosas están bajo su control, se pone ansiosa ante la situación más mínimamente estresante, porque imagina que todo el mundo demanda su atención y reacción. Por lo que responde gritando, elevando su voz en un intento de obtener control sobre las cosas que nunca estuvieron en sus manos.

Por el otro lado, una persona que ha aprendido a confiar en Dios es calmada y serena porque entiende que Dios tiene todo bajo control. Es libre para hablar de manera suave y gentil porque no necesita probarle nada a los demás, ni siquiera a sí mismo.

Una mañana normal de lunes presenta suficientes oportunidades para convertir a cualquier madre en un guardián de cárcel gritón – alguien se levantó tarde y su transporte llega en 15 minutos, otro no quiere comer esto de desayuno y tampoco puede encontrar lo que ponerse. La voz estresante dice: “Todos cuentan conmigo y demandan mis soluciones, por lo que les gritaré”. Pero el Rambán nos da una alternativa: mantén tu voz baja. Gritar sólo exacerbará la tensión.

No podemos controlar a nuestros hijos, pero podemos amarlos y creer en ellos, y luego amarlos un poco más. El trabajo de una madre el lunes a la mañana es ser una fuente de amor, calidez y apoyo – alentar al que se levanta tarde para que pueda estar listo a tiempo, simpatizar con el “cliente insatisfecho” del desayuno, y abrazar al adolescente frustrado que “no tiene nada para ponerse”.

El Punto de Ebullición

Siempre estarán esos duros momentos en los que sentimos el deseo de estallar en ira y peleamos para contenernos. Es como caminar sobre una cuerda floja sin estar seguros por cuánto tiempo más podremos mantenernos balanceados. En esos momentos, “¡Cuando quieras gritar, canta, y cuando quieras pegar, haz cosquillas!”.

Cuando esos impulsos comienzan a surgir en tus entrañas y reprimirlos no durará mucho, déjalos salir – pero de otra forma. Cuando tengas ganas de gritar con todos tus pulmones, tus entrañas estarán satisfechas si es que cantas con todos tus pulmones. Canta gritando con todas tus fuerzas tu melodía favorita, o inventa una tú (Mis canciones favoritas son algo así: “Nadie puede hacerme gritar ahora, nadie puede hacerme perder el control…”).

Los chicos piensan que es divertido escuchar a sus padres interpretar una ópera mientras la casa se cae a pedazos y la verdad es que no les importa cuáles son las palabras. Entonces, ¿por qué tratar de reprimir fuerzas tan poderosas?

Ahora, con respecto a la vergonzosa, a veces espeluznante, y siempre ilógica necesidad de darle una cachetada a un hijo, evítala enfrentando a ese niño – y luego haciéndole cosquillas amorosas. Te prometo, esta técnica no sólo sirve para quitarse de encima los impulsos horribles, sino que también transforma instantáneamente a la casa en un caos armonioso y alegre. ¡Inténtalo!

Rivka Zahava

Aprenda cómo puede hacer más segura su cuenta de Facebook

Riesgos y ataques contra esta red social aumentan. Consejos para volver más seguro su perfil.

¿Ha visto por estos días que algunos de sus amigos en Facebook están publicando en su muro vídeos de contenido pornográfico? Este es uno de los riesgos de seguridad que recientemente se han recrudecido en dicha red social. Dicho vídeo es un 'malware' (programa maligno) que busca atraer a sus víctimas -con títulos como: "mira lo que esta mujer hizo borracha"-, que, al hacer clic y autorizar su visualización, en realidad le permiten a un virus acceder a su información y publicar ese tipo de videos sin su autorización.

"No es una técnica nueva y es extraño que las personas aún no aprendan. Cada vez que autorizan a una aplicación instalarse en Facebook, deben tener en claro que el creador de ese programa podrá ver sus datos, 'postear' información en su muro y analizar sus contactos, entre otras funcionalidades", comenta Andrés Velázquez, de la compañía de seguridad Mattica.

"Existe una sensación natural de confianza en las redes sociales, donde compartimos constantemente información y links con amigos, familia y compañeros de trabajo. Esto lo aprovechan los criminales para crear links fraudulentos o maliciosos en los muros de las personas para que aparenten ser de una fuente confiable", comentó Marian Merrit, de la compañía Norton.

Invitaciones a ver vídeos, promociones, regalos, descuentos, fotos, vídeos  nuevas aplicaciones, etc., son algunas de las modalidades que usan los malos para atraer la atención de las personas y llevarlas a descargar programas maliciosos. A continuación, más consejos para que proteja su perfil en esta red social.

Sé precavido cuando instalas aplicaciones

Muchas aplicaciones pueden haber sido creadas por cibercriminales y, por tanto, pertenecer a la categoría de no deseadas. Seguro que no quieres compartir tus datos privados con ellos

Desconfíe de los enlaces

Todo 'link' o enlace que lleve a videos, fotos, aplicaciones u ofrecimientos atractivos, como descubrir información personal de otros usuarios, debe ser revisado con calma, así provenga de amigos. Existe una aplicación gratuita en Facebook (la puede hallar en la misma red social) que analiza los enlaces que le lleguen. Se llama Norton Safe Web.

Asegure su cuenta

Facebook ofrece la opción de 'navegación segura', que blinda la cuenta para que sea más difícil para un delincuente robarle el perfil. Se activa así: vaya arriba a la derecha de su perfil y dé clic en 'cuenta', 'configuración de la cuenta', 'seguridad'. Dé clic en 'editar', en la opción 'navegación segura', y guarde los cambios. No funciona en accesos vía celular.

Contraseñas seguras

Nunca entregue su contraseña de acceso a nadie ni a ningún sitio web distinto a Facebook. Si no usa contraseñas complejas por miedo a olvidarlas, acá hay un truco: use una palabra de su elección, pero cambie las vocales por números. Por ejemplo: 'mariela' quedaría como 'm4r13l4'. Puede mejorarla usando una consonante en mayúsculas.

Active alertas de seguridad

Facebook también ofrece un servicio de alertas que le informa si alguien ha iniciado sesión con su perfil. Para ello vaya nuevamente a 'cuenta', 'configuración de cuenta', 'seguridad', y dé clic en 'editar', de la opción 'notificaciones de inicio de sesión'. Cuando otra persona acceda a su Facebook, le llegará un correo o un SMS a su celular.

Desde un equipo seguro

Muchas personas acceden a su Facebook desde varios computadores: la casa, la oficina, la universidad, etc. Algunos navegadores guardan por defecto las contraseñas, que luego son fáciles de hallar por otra persona. Prefiera siempre acceder a su perfil de Facebook desde un computador de confianza o desde su teléfono móvil, únicamente.


La Madre criticona

P: Mi madre siempre está criticándome. Si no está criticando mi ropa, entonces está criticando mis trabajos de la escuela o a mis amigas. No puedo soportarlo más. Las madres de mis amigas parecen tanto más agradables. Creo que toda la situación ha empeorado ahora que soy más grande. Quizás se siente amenazada por el hecho de que ahora yo soy más alta que ella. ¿Cómo lidio con este incesante fastidio?

R: ¡Ay! Me siento muy mal por ti. Si la situación es tan terrible como la describes, estás realmente viviendo en un cuadrilátero de boxeo. Espero que no estés respondiendo con flechas verbales, porque eso solamente agrava la situación y hace la vida incluso más desagradable para ti. Intentaré ayudarte para enfrentar todo esto, pero primero me gustaría aclarar un punto.

Comparar tu vida con la de tus amigas no vale la pena. No puedes tener una imagen precisa de lo que ocurre a puertas cerradas. Quizás ellas tienen otras tensiones que hacen sus vidas incluso más intolerables. Y además, es un ejercicio inútil. No puedes intercambiar madres. Así que en vez de eso, enfócate en hacer tu situación más llevadera.

Mejor intentemos hacer cambios reales en la situación, y mejorar tus condiciones de vida.

Sé que estás pensando que para generar este cambio, tu madre es la que debe cambiar. Sin embargo, tú te acercaste a mí, no tu mamá. Puede que ella no perciba la manera en que tú te sientes.

Si sientes que una conversación honesta con tu madre podría ser beneficiosa, entonces ese es el primer paso. Practica tu "discurso" cuidadosamente en tu mente y haz grandes esfuerzos para asegurarte de que no es acusador. Intenta ponerte a ti misma en el lugar de tu madre; escuchando tus críticas, y piensa qué aproximación podría funcionar. Podría ser algo como esto:

"Mamá, yo se que tu me amas y que te preocupas por mí y que quieres ayudarme a mejorar, pero realmente encuentro difícil escuchar tus críticas constantes. Apreciaría mucho si pudieras compartir una o dos críticas al día, y en vez de mencionar un mismo tema varias veces, podríamos sentarnos y discutir si es algo que puedo cambiar en este momento. Tu opinión es importante para mí, pero no puedo cambiar todo de una sola vez".

Algunas advertencias sobre tu "discurso":
  1. Asegúrate de que tanto tú como tu mamá estén de buen humor cuando tengas esta conversación.
  2. No le digas a tu mamá que piensas que ella es injusta, desconsiderada, desagradable, etc.
  3. Dile algún cumplido.
  4. No compares a tu mamá con otras en esta conversación.
  5. No amenaces (me voy a ir de la casa) o generalices ("Tú siempre me criticas").
  6. No analices a tu mamá. "Yo sé que te estás sintiendo inferior…" o "Yo sé que tuviste una relación difícil con tus padres".
  7. Reconoce que los padres tienen el "derecho" y la responsabilidad de corregir a sus hijos.
  8. Reza antes de comenzar esta conversación. "Querido Dios, por favor ayuda a que esta conversación sea productiva".
  9. Si vez que las cosas están mejorando aunque sea un poquito, menciónaselo a tu mamá.
Si piensas que nada bueno puede salir de esta conversación, quizás quieras intentar escribir una nota en vez de conversar. Una nota tiene la ventaja de no sonar emocionalmente cargada, pero también puede ser que no suene cálida y amorosa. Recuerda releer la nota varias veces antes de presentarla, e intenta leerla a través de los ojos de tu mamá.

Otras opciones son discutir la situación con tu papá (no mencionaste si él está presente) y preguntarle a él cómo proceder. Espero que tengas dos padres y que ambos estén interesados en tu bienestar y que entre los dos puedan trabajar en un nuevo sistema que sea más agradable para ti. Cuando hables con tu padre, no insinúes que tu madre se siente amenazada, o que es indiferente (haya o no verdad en estas afirmaciones), sino que enfócate en pedir ayuda para limitar las críticas de tu madre. Es posible que tu papá diga que tú eres demasiado sensible o que él no puede involucrarse, pero no sabrás hasta que le preguntes. Papá podría explicarte que mamá tiene una naturaleza crítica, pero que ella realmente sí te aprueba, a pesar de que tiene problemas para comunicar su aprobación.
Es posible darte a ti misma los toques positivos que te faltan.

Tengas o no éxito en detener las críticas, aprende cómo sobrevivir a una madre crítica. La aprobación paternal es tremendamente valiosa para crear un sentido positivo de autoestima, pero es posible darte a ti misma los toques positivos que te faltan. Cuando escuches las críticas de tu mamá, recuerda que tú eres un ser humano valioso, y que tienes cualidades positivas tanto como negativas. Acepta que estos comentarios negativos saldrán de su boca, pero fíltralos para que no invadan tu calma interior. Por ejemplo, si escuchas a mamá decir que eres irresponsable, recuérdate que a pesar del hecho de que podrías mejorar en esta área, tienes un registro de ser usualmente responsable, y tu madre solamente está compartiendo su percepción sobre un evento reciente.

Crea un escudo mental que te proteja de los efectos de la crítica continuada. Imagínate a ti misma abriendo un paraguas mental, protegiéndote de los efectos dañinos de la negatividad que te está lloviendo encima. Al mismo tiempo, recuerda que mamá se preocupa por ti y reza por interacciones más positivas entre ustedes dos. Buena suerte en todos tus esfuerzos.

Nota a mamás y papás: Ustedes son las personas más significativas en las vidas de sus hijos. Inunden a sus hijos con amor, aprobación y apoyo emocional. Asegúrense de que los cumplidos sean más que las críticas en una proporción de tres a uno. Comuníquenle a sus hijos que ustedes creen en ellos y que las críticas provienen de un sincero deseo de mejorar. Si la constante insistencia sobre un área específica no produce efectos positivos, consideren cambiar su aproximación al tema. La mejor de las suertes en la desafiante pero gratificante misión de educar hijos.

Rebetzin Malka Kaganoff