viernes, 7 de marzo de 2014

El rol de los padres en la crianza de sus hijos: ¿Actores o Espectadores?

Algunas claves que os ayudarán a ser unos excelentes padres actores:
  • Proteger no significa sobreproteger. Una de las cosas más importantes para los niños es sentirse en un ambiente seguro, donde son cuidados, protegidos y amados; esos tres factores permitirán al niño desarrollar su autoestima, su seguridad y su independencia. Lamentablemente son muchos los padres que confunden la protección con la sobreprotección, coartando así las posibilidades de estos niños de aprender a desarrollar mecanismos propios de defensa ante los eventos de la cotidianidad, incidiendo esto directamente sobre su autoestima y seguridad. Cuando los padres hacen las cosas por ellos (darle la comida, hacerles las tareas, bañarlos, vestirlos, no dejarlos ir al parque a correr, no dejar que se ensucien jugando, entre otros) el mensaje que les transmiten es que ellos no son capaces de hacer estas cosas por si mismos, cuando la realidad es que si pueden hacerlo y es importante que comiencen a hacerlo para que vayan ganando seguridad y autoestima.
  • Escuchar, hablar y respetar. Como adultos tendemos a ser extremistas con los pequeños, o minimizamos lo que ellos nos dicen o lo magnificamos, pero pocas veces les prestamos la atención necesaria para saber realmente que esta sucediendo con ellos, sacamos nuestras propias conclusiones y ellos quedan excluidos casi totalmente de ellas: si un amigo le pegó en el colegio las respuestas rápidas suelen ser “no importa seguro fue sin culpa” (y no se pregunta nada más allá porque estamos manejando o preparando una presentación importante para el trabajo) o “la próxima vez te defiendes y le pegas más duro” (sin indagar qué sucedió y como pudo resolver el conflicto). Cuando nuestros hijos nos cuentan algo es el momento perfecto para afianzar es vínculo emocional tan importante y hermoso entre padres e hijos, escuchemos que nos dice, sin adelantarnos a finalizar rápidamente la historia con consejos que quizás no son necesarios en ese momento, conversemos con él acerca de esa historia, abramos el espacio para una comunicación hermosa y real, dejando de lado nuestro apuro, nuestras preocupaciones o nuestras reacciones exageradas ante la historia. Es en casa donde enseñamos a nuestros hijos a escuchar al otro, a resolver adecuada y pacíficamente los conflictos, a hacer valer sus ideas así como a respetar las de los demás. En casa los enseñamos a escuchar, hablar y respetar al otro como así mismo.
  • Ser Padres NO amigos. Cuando hablamos de la importancia de tener una relación cercana con los hijos, de conversar con ellos, de estar pendiente de sus necesidades para orientarlos y acompañarlos a crecer, son muchos los padres que con una sonrisa orgullosa dicen “yo tengo una relación hermosisima con mi hijo/a, somos los mejores amigos/as”, y cuando les decimos que esa no es la relación adecuada son muchos más los que dicen “¿pero cómo que no? Si a mi me parece lo mejor que seamos amigos”. No es fácil de entender para un padre que quiere que sus hijos confíen plenamente en él y que le cuenten todo lo que sucede en sus vidas que su rol debe ser de padre y no el de amigo; porque un amigo esta a la par de ellos, tiene la misma “jerarquía”, no existe diferencia entre ellos, a los amigos se respeta y se quiere pero no se les reconoce como figuras de autoridad, cosa que se hace indispensable en las figuras paternas. Los padres son la autoridad en la familia, mamá y papá son quienes establecen los limites y las normas del hogar, son ellos quienes marcan la pauta de lo que es correcto o incorrecto, y los que hacen ver a los hijos que todos sus actos tienen una consecuencia (positiva o negativa).
  • La Disciplina, con Amor, como principio básico de respeto en la familia. La disciplina con amor no es más que el adecuado establecimiento de limites y normas en el hogar, las cuales deben ser claras, y tener una consecuencias acorde a la transgresión de alguna de ellas. Para que la disciplina con amor sea realmente efectiva es indispensable que ambos padres manejen el mismo discurso y que no se contradigan ni se desautoricen el uno al otro en frente de los niños, las diferencias que puedan tener la deberán solucionar en privado, lejos de las miradas y los oídos de los niños.
  • Padres Presentes NO ausentes. Calidad Vs Cantidad. Los niños de hoy se enfrentan a la dura realidad de tener padres ausentes por causa de los trabajos; sus padres suelen llegar tarde a casa, estar siempre cansados o apurados porque tienen que cocinar, lavar, arreglar la casa o terminar un trabajo urgente para el día siguiente, es así como los niños van creciendo sin jugar metras, muñecas, carritos, sin armar rompecabezas, leer o colorear con sus papá porque nunca hay tiempo. Es indispensable que para ser padres actores y no espectadores busquemos el tiempo para jugar con ellos, sin teléfonos móviles sonando, sin ordenadores encendidos, sin trabajo pendiente ni ropa en la lavadora o platos en la cocina, no es necesario que pasemos 2 horas jugando únicamente, podemos pasar poco tiempo pero con ellos totalmente, con la cabeza y el alma allí y no en el trabajo ni en los quehaceres pendientes. Es más importante la calidad que la cantidad.
María Alejandra Grigorescu
Psicóloga-Psicoterapeuta especialista en niños, adolescentes y familia
Integrante del Equipo de Avalon Zenter