viernes, 11 de abril de 2014

Algunos mitos sobre la sexualidad femenina

El tema de la sexualidad es uno de los que menos se habla y que, por lo mismo, tiene más mitos. Estos mitos han surgido de la necesidad de decir algo cuando no se sabía responder a tantas dudas o "misterios" de la sexualidad. Las respuestas de "boca en boca" y también el decir que "siempre ha sido así" hacen que se busquen las respuestas aún menos.

Dentro del tema de la sexualidad, es la femenina la que tiene mayor cantidad de mitos. Esto es porque no todas las mujeres tenemos la misma reacción y también por tantas variables sobre nuestras funciones o placeres.
Para seguir con el proceso de información y crecimiento, iremos desmitificando los mitos más comunes que hay sobre las funciones de la sexualidad femenina.

Mito: Hay diferentes tipos de orgasmos
Por mucho tiempo se ha dicho que el orgasmo se siente diferente si es por el clítoris o si es por la vagina. Esto surge por no conocer que el orgasmo es un placer subjetivo. Esto significa que para cada persona se siente y vive diferente. Ahora se sabe que, siendo un placer, éste se puede obtener estimulando el área genital o también con los puros besos o hasta con una fantasía. Así que no hay dos tipos de orgasmos, sino formas diferentes de llegar al orgasmo.

Mito: La mujer no debe tomar la iniciativa en el sexo.
Esto surge por la idea machista de que el hombre es quien debe tener el control y es quien debe saber sobre sexualidad y enseñar a la mujer. En la actualidad, la mujer tiene poder y control sobre diferentes áreas de su vida y le hace falta hacerlo en la iniciativa sexual. Generalmente, la mujer tampoco lo hace por evitar "el qué dirán", pero cuando ella logra ser segura de sí misma, no verá malo también expresar y decir lo que quiere o no quiere. Además, a muchos hombres les parece interesante y necesario para la relación que ella también tenga voz y voto sobre lo que desea y gusta.

Mito: Para tener un buen encuentro sexual es necesario que el orgasmo sea al mismo tiempo:
Cuando se cree que solo será bueno el encuentro cuando se tengan orgasmos al mismo tiempo, se tiene mucho perdido. La curva de respuesta sexual en los hombres y mujeres no es la misma, entonces llegar a coincidir es difícil. Puede llegar a ser importante por el lado afectivo y lo que esto puede causar; pero no se debe buscar que sea siempre, porque así se perderá todo lo demás que implica un encuentro sexual, desde los sentimientos, hasta las caricias y besos, así como el propio orgasmo.

Mito: Mientras más grite la mujer en la cama, más demuestra que goza.
Este mito surge por las películas de pornografía, ya que ahí se presenta que todas las mujeres gimen fuertemente o gritan cuando están en el orgasmo. La realidad es que, así como cada mujer es diferente en personalidad o desenvolvimiento diario, así es la variedad de expresiones en la cama. Entonces, la forma como expresa el placer no en todas será igual y tampoco será siempre explosiva.

Mito: Cuando llega la menopausia la sexualidad se termina
En el pasado se miraba que la mujer tenía valor solo mientras cumplía la función reproductiva. Conforme los tiempos han avanzado, la edad productiva de la mujer ha ido creciendo; es decir que la mujer puede seguir trabajando y siendo útil hasta edad avanzada, 60, 70, etc. Esto mismo se ve en cuanto a la sexualidad, porque aunque ya no puede quedar embarazada, sí puede seguir disfrutando y también aprendiendo. El detalle que la mujer en la menopausia tiene que cuidar es el chequeo en el doctor, para cuidar las hormonas necesarias para tener lubricación vaginal y también deseo sexual.

Tomando en cuenta esta información y sabiendo que mucho de lo que se dice sobre sexualidad es mito, las invito a siempre buscar respuestas con especialistas y no tener miedos a empezar a conocer la propia sexualidad para lograr disfrutarla más.

Yoshi Alcalá
Psicología y Sexualidad
Licda. Psicología Clínica
Conferencista en temas de Sexualidad

¿Qué es ser buen amante?

Hombres y mujeres tenemos ideas diferentes de lo que es ser buen amante o buena pareja. Para las mujeres, se piensa que con demostrar amor ya es suficiente; mientras que para los hombres, con el ser proveedor y tener relaciones ya se demuestra el interés. Aquí viene el porqué a nivel personal se tiene un concepto de "buen amante" y la otra persona espera algo diferente.

Mientras pasa el tiempo, nos damos cuenta de que la forma de demostrar interés es diferente. Los intentos personales se van agotando y también se va desgastando la pareja. Nos damos cuenta de cómo afecta porque los encuentros sexuales se van distanciando, así como la importancia del tema sexual en la pareja.

El mismo día a día hace que la pareja vaya olvidando y dejando atrás los días que disfrutaban con besarse por horas, que jugaban a ir descubriendo el cuerpo de la pareja, así como las diferentes sensaciones que iban apareciendo. Siempre había deseo de más, había gusto por lo que se lograba sentir y se buscaban los momentos y espacios para lograr eso que se siente bien.

Esa pasión del inicio no necesitaba muchos detalles. Generalmente nos dejábamos llevar solo por el momento. Los ideales se van quedando guardados, solo para pasarla bien. Todo eso que se estaba viviendo nos llevaba a tomar las decisiones de continuar juntos, luego de vivir juntos o casarse. Lo que en esos momentos importaba era vivir el presente. Ese presente nos hacía sentirnos como buenas parejas y también los ideales se van quedando atrás.

De primero le damos importancia a ser buena pareja y no ser buen amante. Al vivir juntos van saliendo los ideales y expectativas que teníamos sobre el ser buena pareja y ser buen amante, y ahí lo que nos gustaba ya no llega a llenar y también vemos las diferencias con lo que se quiere que sea la relación ideal o perfecta. Sin embargo, cada uno espera y desea algo diferente de acuerdo a cómo entiende el ser "buena pareja" y "buen amante". Entonces nos cuesta identificar qué se necesita para llegar a ser el perfecto amante para mi pareja.

Muchas mujeres tienen la idea de que un amante perfecto es detallista, caballeroso, y romántico; esta idea viene de las películas y estereotipos sobre la vida íntima en pareja. En la mujer, un hombre llega a ser un amante perfecto cuando demuestra el interés en ella, que no solo demuestre el interés sexual, sino también en quién es ella. La mujer necesita sentir e involucrar más los sentimientos y emociones en la relación que lo divertido y los beneficios que se pueden dar.

Para ser la amante perfecta no es necesario que siempre haya penetración, pero sí tiene que estar presente la pasión. La pasión es el poder llegar a transmitir con la mirada el deseo, el gusto y también el cariño. La pasión se da con el siempre seguirles coqueteando, con la ropa, con las miradas, con el estar arregladas para la pareja, con el no dejar de un lado la picardía que había cuando eran novios.

Si lo vemos desde este punto, no es el cuántas veces se tienen relaciones o que siempre tenga que haber penetración, sino que el hombre ve como perfecta amante a la mujer que logre demostrar que le gusta e interesa su pareja, la mujer que no tiene miedo de jugar y disfrutar con besos, caricias y complicidad; les gusta que la mujer sea segura de su sexualidad y lo demuestre. Les gusta poder compartir con ellas la sexualidad sin inhibiciones ni tabúes.

Si lográramos ver estos dos intereses y puntos, sabríamos identificar que el estar en pareja y ser buenos amantes no solo es el decir frases bonitas o ser buena ama de casa, sino que va con el demostrar una entrega completa, en todas las facetas de la pareja y momentos. En la cama la entrega tiene que ser igual que las demás áreas, porque es ahí donde la fuerza y complicidad de la pareja se forma, ya que los hace sentir más unidos y también se refuerza lo que cada uno siente.

Yoshi Alcalá
Psicología y Sexualidad
Licda. Psicología Clínica
Conferencista en temas de Sexualidad