jueves, 28 de marzo de 2013

Bullying Laboral

Haz tenido en cuenta que la gente difícil existe en todos los trabajos, pero la situación es más compleja cuando el colaborador detecta que el ataque a su persona o su prestigio profesional es directo, y no se da de la misma forma hacia otros integrantes del equipo?.

Estas situaciones desmotivan, exacerban el mal ambiente laboral y pueden terminar en renuncia. A este fenómeno se le conoce como Mobbing o Bullying Laboral.

Aunque el ’bullying’ se atribuye generalmente a las escuelas, en cuestión de trabajo también se puede ser víctima de este concepto, que refiere un maltrato lo suficientemente severo como para dañar la salud de un empleado y poner en riesgo su carrera.

De acuerdo con cifras de la Universidad Autónoma del Estado de México, dos de cada 10 mujeres refieren ser víctimas de esta situación, que se caracteriza por un hostigamiento continuo de tipo sociológico con el propósito de intimidar a la persona.

Cuando escuches a un profesional decir: ‘esta persona acaba con mi energía, no es algo figurado. Los ‘bullies’, por sus inseguridades, tienden a poder.intimidar y humillar a otros con la idea de ganar o mantener poder. Es una forma de dejar claro la idea: por más que te esfuerces no podrás hacer tan bien las cosas como yo. A veces, el hostigador ‘adorna’ las palabras para que su insulto parezca más un consejo que un regaño.

Las consecuencias de convivir con un compañero ‘pesadilla’ van desde desánimo para trabajar, ansiedad y agresiones verbales, hasta obsesionarse con el desempeño para ‘demostrar’ la calidad profesional que se tiene. Algunas personas llegan a pensar que ese maltrato es merecido, al no estar a la altura de sus demás compañeros.

Lo importante, subraya, es entender que la propia persona agredida es quien debe solucionar la situación, de lo contrario el agresor se empodera y siempre verá la forma de perjudicar a ese colaborador que, por alguna razón, le representa ‘peligro’.

Cambiar a un compañero “quita energía”, no es una actividad que se puede hacer de un día para otro. Sin embargo, sí es posible tener un plan de acción para tratar con esa persona problemática y que tu desempeño no se afecte. Aquí, tres reglas de oro para ello:

1. Pon la etiqueta. Lo primero es reconocer qué tipo de compañero ‘tóxico’ se tiene. Este comportamiento se ‘disfraza’ de diversas formas, por ejemplo: hay quienes hablan mucho y no permiten que otros opinen; están aquellos que gustan de tener “la razón a toda costa”. Otros más se encargan de descalificar el trabajo de la persona ‘por su bien’. “Suelen decir ‘yo que soy tu amiga (o) te enseño a hacer mejor las cosas’”

El compañero que se siente atacado, sin embargo, llega a justificar o creer los comentarios de la otra persona, porque el ‘bullie’ puede tener “dos caras”: agradable y amiguero, por un lado, descalificador e hiriente, por otro.

2. Manos a la obra. Una vez detectada la agresión, hay que actuar y no dejar pasar la situación. De lo contrario, llegará el momento en que reacciones a ella “descontroladamente” o en forma irracional, lo cual le da “puntos” al agresor, y a ti te resta imagen frente al resto del equipo o los jefes.

La solución depende de la situación; de la ‘magnitud’ de ‘toxicidad’ -por así decirlo. Si la persona insiste en elegirte para descargar sus quejas, además de no prestar atención, hay que desvincularse de él o ella; estar asociado a ese tipo de personas además de producir desgaste te puede perjudicar en imagen profesional.

Si es un ataque o humillación directa a tu desempeño, hazle frente con argumentos, sin perder tu control emocional. La regla de oro es no perder la cordura frente a jefes o quienes te rodean. Lo importante es hacerle saber al ‘agresor’ que estás empoderado (a) para defender tu trabajo.

3. Busca refuerzos. En caso de tratarse de una agresión muy fuerte, se puede escalar el nivel a una autoridad superior, pero sin contarlo como ‘chisme’ llega a esa reunión con directivos puntos claros y válidos de tu posición frente al comportamiento del ‘bullie’.

Cuando se recurre a esta instancia es porque se trata de una situación límite, que debe tener fin, pero no hay que ‘abusar de la oficina del jefe’ para acudir varias veces al día y mostrar el descontento con otra persona del equipo.

Todos los trabajadores debemos desarrollar la habilidad para hacer frente y resolver los problemas laborales que se nos presenten.

Gracias.
PadresExpertos.

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