sábado, 16 de marzo de 2013

Prevén el Bullying en el Jardín Infantil

En esta época en varios medios de comunicación y diferentes revistas se nos está hablando del fenómeno del bullying , sin embargo es asociado frecuentemente a niños preadolescentes y jóvenes adolescentes ,lo que la mayoría de los padres desconocemos es que el bullying puede empezar en la etapa escolar.

Como padres tenemos la obligación de ayudar y estar atentos al fenómeno del bullying puesto que lo que hoy puede ser un juego de pelota en el recreo que le propicio un golpe a uno de nuestros hijos, con el tiempo se puede convertir en lago peor que se nos salega de las manos. Aquí te daremos algunas señales del bullying y estrategias de cómo actuar frente a él.

Según expertos en psicología infantil, los niños menores de 4 años no poseen capacidad para ponerse en los sentimientos del otro, no tiene la habilidad para sentir empatía, así que cuando le hacen algo a otro niño, es porque no se dan cuenta que están haciendo, no se dan cuenta que el niño sufra. Sin embargo, esto cambia alrededor de los 4 años y si un niño es malo en esta etapa, está simplemente siendo eso—malo.

El bullying puede ser verbal (insultos), físico (palizas) o relacional (rumores y exclusión social). Las razones detrás de este comportamiento pueden ir desde que el pequeño bully ha sido sujeto a este tipo de comportamiento en casa, a que busca atención, a que simplemente le gusta cómo se siente hacerle daño a los otros.

Aunque determinar e identificar el bullying en etapa escolar es algo compleja, puesto que los niños pelean entre sí, ya que les ayuda a aprender habilidades sociales como la tolerancia, el perdón, la negociación y la frustración.

Debemos estar atentos a varias señales cuando estas situaciones normales y comunes en los niños se convierten en algo más. Te damos algunas señales:

1) Baja Autoestima: En lugar de hacer que los niños sean más fuertes emocionalmente, las peleas por bullying hacen que uno de ellos sufra de autoestima baja, ansiedad y miedo. ) Se vuelve introvertido o deprimido.
Dice cosas malas sobre si mismo como, “soy tonto” o “nadie me quiere”. Ya no le gusta ir al jardín (y antes le encantaba)
Se queja de dolores de cabeza o estómago a la hora de ir al colegio o a las clases de baile o futbol. Ya no quiere jugar con un niño que antes era su amigo.

2) Perdurabilidad o Constancia en el Tiempo: La característica principal de los conflictos que podemos catalogar como bullying es que se repitan en el tiempo. Los conflictos por bullying no son algo del momento, sino algo perdurable en el tiempo. Ten en cuenta que en una pelea del diario vivir, ambos niños estarán sufriendo o enojados. En un acto de bullying, uno de los niños puede estar sonriendo, mostrando que esa era su intención. Suele tener heridas y moretones y haberse “olvidado” como las obtuvo

3) Comportamiento secreto: Los bullies saben que lo que hacen está mal. Por lo tanto, intentarán esconder su comportamiento de los papás o profesores.

4) Liderazgo: Los bullies suelen ser líderes de grupos, y convocar a otros a comportarse de la misma manera. Por ejemplo, al excluir a un niño de un grupo, el bully puede lograr que todos lo rechazen.

la transmisión de valores es una labor clave para evitar el bullying. “Tenemos que trabajar con una mentalidad abierta a la diversidad, de aceptar al otro como es, pues trabajando juntos les enseñamos a los niños que cada uno es diferente al otro, y que cada cual se debe sentir acogido y aceptado”.

¿Qué hacer?

La complejidad del bullying preescolar hace que no sea fácil tratar con él. Te damos algunos consejos para ayudar a tus hijos.

1) Habla con tu hijo. Esta es la única forma en la cual podrás averiguar lo que realmente sucede. Escucha sus historias y sentimientos sin juzgarlo o alterarte. Sólo así tendrá la confianza para contarte lo que sucede. Ayúdalo a encontrar palabras para la situación, haciéndole preguntas como: “¿Alguien te hizo daño?” y “Me puedes decir exactamente lo que hizo?”.

2) No Pienses que son cosas de Niños Muchos papás cometen el error de pensar que “son cosas de niños”, y esperar hasta el punto crítico para hacer algo. Si tu hijo cuenta constantemente que hay un chico o chica que lo molesta, es hora de que prestes atención.

3) Enséñale. La mayoría de las veces el bullying sucede sin que los adultos se enteren, y es clave que los niños sepan actuar por si mismos.Actúa las situaciones con tu hijito, mostrándole distintas formas en las cuales puede actuar: ser fuerte y decirle que se detenga (como si no le afectara el comportamiento), ignorar al bully, o contarle a un adulto.

4) Ayúdalo a hacer amigos. Será más difícil que tu hijo sea molestado si tiene amiguitos que lo acompañen. Invita a otros niños o niñas a compartir con él. Además de servirle de “protección”, estos niños le permitirán desarrollar habilidades relacionales que podrá aplicar al bully.

5) Actúa. Si la situación continúa, quizá sea hora de que te involucres. Habla con la profesora. Si no ha visto nada, no necesariamente significa que sea mala profesora, sino que el niño bully es muy bueno en lo que hace. Coméntale el problema. Si no recibes ayuda, sigue presionando hasta que la situación cambie. También puedes conversar con los papás del niño bully (“¿Te has dado cuenta que nuestros hijos no se llevan muy bien?”), pero no te sorprendas si ellos ignoran el problema totalmente. Lo importante es que tú te mantengas firme en lo que consideras correcto.

Estos niños generalmente crecen en un ambiente en el cual la violencia es tolerada, lo cual ellos modelan. Los “bullies” pueden recurrir a estas acciones para llamar la atención, formar parte de un grupo o para esconder sus propios miedos. Muchas veces el agresor ha sido víctima, y toma una posición violenta para prevenir que le hagan más daño.

Para evitar que estas desgracias sigan ocurriendo, los adultos que estamos a cargo de los niños debemos poner límites firmes, mantener una postura de intolerancia a la violencia, enseñar a los niños que cada acción tiene una consecuencia y proteger a la víctima. Una situación de bullying debe ser atacada de raíz y lo antes posible. Dejar en claro que no es aceptable y asegurar al niñ@ agredido que no volverá a suceder.

Tenemos la obligación de prevenir este tipo de comportamiento, no solo por el bien estar de nuestros niños hoy, pero porque la violencia tiende empeorar con el tiempo, y lo que hoy puede ser un golpe con una pelota en una plaza o un empujón en el jardín, manan se puede convertir en algo peor, que es preferible ni imaginar.

Enséñale a tu hijo y a defenderse y a respetarse a sí mismos ante situaciones de violencia psicológica o física por parte de sus pares, recuerda que es importante que los niños conozcan tanto sus derechos como sus deberes , y además que los rodeemos de adultos confiables a quienes les puedan contar lo que está sucediendo, y que a su vez estas personas sean capaces de brindarles el apoyo necesario dándoles credibilidad a lo que ellos le cuentan , puesto que ellos no van a ponerse a inventar situaciones que no han ocurrido.

Gracias
PadresExpertos

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