lunes, 21 de abril de 2014

Cambia tu mentalidad, cambia tu vida

¡No me quiero levantar!
Me siento cansado, ¡no quiero ir a trabajar!
Qué aburrido, ¡tengo mucho que hacer!
¡No tengo dinero!

Estas son algunas de las frases que comúnmente nos repetimos. Constantemente estamos saboteándonos a nosotros mismos con pensamientos negativos que regulan nuestra conducta durante el día. Si pensamos negativamente, actuaremos de esa misma manera.

Es más común que al preguntar -¿Cómo estás?- una persona responda –"allí, pasándola"- en lugar de – "¡muy bien!"-. Pero, ¿por qué siempre nos estamos quejando por lo que no tenemos en lugar de agradecer lo que sí tenemos? ¿Por qué muchas veces no podemos ver lo positivo en nosotros, y nos enfocamos sólo en lo negativo?

Sabemos que el cuerpo y la mente van de la mano; por lo que el optimismo debería ser una parte activa en nuestra forma de pensar. Aunque mucha gente lo ignora, la mente determina cómo nos movemos, cómo pensamos, nuestro tono de voz y por lo tanto, condiciona todo lo que nos pasa.

Imaginemos esta escena de la vida diaria:

Es lunes, usted sale de casa y el tráfico está horrible. Los carros bocinan, la gente no da vía, el tiempo pasa y se hace tarde para llegar a su trabajo. Se le atraviesa una moto, encuentra todos los semáforos en rojo y para terminar, los carros se quedaron parados tapando la calle... y bueno, ya son las 8 y usted no ha llegado a su trabajo.

¿Le suena familiar?

Una gran mayoría se va quejando por el tráfico, preocupándose y sufriendo por la llegada tarde al trabajo, peleando con todo el que se le atraviesa. Pero por más abrumante que esta situación sea, se puede aprovechar el tiempo y enfocar sus pensamientos en algo positivo. Por ejemplo, aproveche ese tiempo en el tráfico y medite sobre su vida, escuche música, ore, cante, alégrele el día al piloto del carro de la par y sonríale, si va acompañado ¡platique!

Este ejemplo me gusta mucho utilizarlo porque es bastante común y es fácil de identificarse con él, y de esta manera lograr que las personas identifiquen sus pensamientos negativos y transformarlos o cambiarlos por positivos.

Pensamiento Negativo                              Pensamiento Positivo

No me quiero levantar, tengo sueño          ¡Doy gracias por un nuevo día!
No tengo tiempo para ejercitarme            Yo hago el tiempo para ejercitarme.
Yo no sirvo para eso                                Yo soy capaz de concretar mis proyectos.

Cada vez que identifiques tu rosario de desdichas, reemplázalas por estas nuevas ideas. Esto implica conciencia continua, tanto de tu mente como de tus emociones y, por supuesto, de tu cuerpo, porque él es el que te "muestra" todo, con su respiración, sus síntomas, sus enfermedades, sus dolores, etc.


María Inés Elgueta
Educación Especial
Licenciada en Psicología
Especialización en Abordaje Integral a las Adicciones a Sustancias Lícitas e Ilícitas
Especialización en ABA (Applied Behavior Analysis)

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