martes, 1 de abril de 2014

¿El trabajar con mi pareja puede perjudicar nuestra relación?

En ocasiones, por motivos económicos o por el deseo de emprender un negocio junto a alguien de confianza, tomamos la decisión de trabajar con nuestra pareja. Esta decisión puede ser beneficiosa o positiva en ciertos aspectos, pero también debemos estar conscientes de que puede traernos dificultades si no sabemos solucionarlas a tiempo.

Entre los aspectos positivos podría mencionarse que, frente a los problemas laborales, nuestra pareja puede entendernos completamente, ya que vive estos problemas por igual. Él/ella conoce a las personas con quien tratamos en el trabajo y sabe perfectamente lo que puedo estar sintiendo frente a determinada situación, lo cual puede hacer más fácil el sentirnos comprendidos.

Por otro lado, dentro de los aspectos negativos encontramos que puede resultar agobiante el que la pareja esté en el mismo lugar que nosotros durante todo el día, por lo que la ilusión de ver al ser amado al llegar a casa, hacer la cena juntos, contarle cómo estuvo nuestro día, etc. tiende a disminuir. Si pasamos todo el día con el otro, será más difícil sacar temas de conversación nuevos. El llegar a casa y saber que encontraremos a nuestra pareja puede ser un aliciente que nos haga salir del trabajo, mientras que si paso todo el día con el otro, dicha ilusión se ve opacada.

El compartirlo todo puede dar lugar a que se produzca un aburrimiento en la relación y que la rutina se apodere más fácilmente de la pareja. Frente a esto, pueden tomarse algunas siguientes opciones, como comer por separado durante las horas laborales, realizar de manera independiente actividades como ir al gimnasio, ir al cine, etc. Esto nos permitirá tener un círculo de amistades distinto, lo cual enriquecerá la relación, ya que, aunque es positivo tener amigos en común, también lo es el cultivar nuestras propias amistades.

También ocurre que, al llegar a casa, nos es más difícil dejar a un lado nuestro rol como trabajador/a, descuidando así el rol como pareja. Aún cuando nuestra pareja sea también nuestro socio, jefe, compañero o empleado, debemos recordar que éste es un rol que se cumple dentro del trabajo, pero fuera de él es nuevamente nuestro ser amado. Por esta razón, es recomendable tener presente que los problemas del trabajo, en el trabajo se quedan; de lo contrario nuestra vida girará en torno a lo mismo las 24 horas del día, dejando de lado aspectos tan importantes como la convivencia de pareja.

También existe la posibilidad de que si se ha montado un negocio con la pareja, las familias de cada miembro intenten involucrarse y opinar al respecto. Suegros, primos, hermanos y parientes en general pueden inmiscuirse dentro de un proyecto que originalmente era de dos. Por esta razón, desde un inicio es recomendable establecer con la pareja y negociar qué tanto mi familia y la de él/ella participarán en esto, y consultar cualquier decisión primero con el otro, ya que muchas relaciones familiares se ven afectadas por este tipo de conflictos laborales.

Todas estas situaciones aunque no son fáciles de manejar, siempre tendrán una salida cuando ambos se esfuercen por afrontar y solucionar a tiempo dichos problemas.

Regina Vides
Psicología de Pareja
Licda. Psicología Clínica
Magister en Terapia Familiar y de Pareja (España)

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