martes, 3 de junio de 2014

La pérdida de un bebé (parte 2)

Hay temas de los que no nos gusta hablar porque resulta muy doloroso o da mucha pena, pero es importante que sepamos que mientras guardamos más las cosas, más difíciles son de resolver y luego las repercusiones inundan muchos ámbitos de la vida diaria haciendo estorbo para tener mejor calidad de relaciones interpersonales, pudiendo llegar a dañar incluso nuestra autoestima. Por eso, en Psicoperinatología vemos la importancia de ventilar temas como la pérdida de un bebé que no ha nacido, de un feto. Un tema que incluso no se le ha dado el valor que tiene por creencias erróneas. En estos artículos trataré de abordar de forma breve, las fases o como les llamo personalmente, "momentos" que suelen vivirse luego de una pérdida de este tipo.

Estos momentos son:

  • Momento de Choque
  • Momento de Nostalgia
  • Momento de la Desorganización Emocional.
  • Momento del Reajuste
  • Momento de Superación.
Si tú o alguien cercano ha tenido una pérdida y se identifica en alguno de estos momentos, es importante que sepas en primer lugar que se puede salir adelante, que si se considera necesario platicar con alguien sobre lo que se está sintiendo es bueno que se busque con quien hacerlo y mejor si es un profesional de la salud mental. Recuerda que cada proceso es diferente y aunque puedas ubicarte en una de las etapas o momentos, necesitas que tu proceso continúe para elaborarlo de la mejor manera.

Cuando una chica viene a la clínica para resolver sus temores en cuanto al embarazo, es muy común escuchar que también tienen temor de perder al bebé, algunas veces ya les ha sucedido y por eso es que se deciden a platicar del asunto.

Primero entendamos que la pérdida de un embarazo es la muerte de un nonato en cualquier momento de la gestación. Muchos suceden tan temprano, que la madre ni siquiera sabía que estaba embarazada, algunos embarazos ya confirmados se pierden durante el primer o segundo trimestre de la gestación y son muy pocos los embarazos que se pierden después de la semana 16. Pero no hay que descartar la posibilidad.

Afortunadamente, la mayoría de las pérdidas de embarazos son eventos aislados, lo importante a recordar es que las familias, parejas o la madre que ha recibido apoyo emocional y se ha sentido compadecida, suelen manejar mucho mejor el tiempo de duelo y estará más preparada para ir asimilando el suceso, si además han recibido acompañamiento psicológico, estarán más capacitados para incluso enfrentar otros temas como la ira y la culpa que genera una situación así.

El trato del personal de salud y una asistencia psicológica inmediata permite que la pareja pueda llorar, despedirse de su bebé y no perder la serenidad; la oportunidad de decir adiós por última vez es muy importante para una mejor recuperación en todo sentido, emocional, psíquico y físico.

No hay una frase adecuada que pueda consolar el dolor de los padres en ese momento que se siente como una crisis vital; muchas veces es más efectivo el contacto físico, un abrazo, una caricia, incluso el silencio es mejor compañía, pero nunca la indiferencia ni la frialdad; pensar que "pronto va a pasar" es atentar precisamente a lo que se espera, dejar a los padres y familiares sin respuestas, provoca un impacto mucho más fuerte en relación al tiempo de recuperación del duelo.

Cómo siempre les dejo una pequeña recomendación: Busquen ayuda profesional, en las consultas privadas suelen darse herramientas para sobrellevar el duelo. Y al valioso lector de personal de salud, les encomiendo la difícil pero inestimable labor de ser solidarios y afectuosos con las familias que atraviesan esta situación.

Ileana Páez-Hanser
Psicología Perinatal
Licda. Psicóloga Clínica
Especialización en Psicología Perinatal

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